La Reina
ha presidido un acto en la sede de la Organización Médica Colegial y a
la salida ha recibido abucheos y gritos como "floja y antipática"........
La Reina de España ha reaparecido este jueves en público tras la difusión del vídeo en el que se ve el tenso momento en que doña Sofía intenta
hacerse una foto con sus nietas, la princesa Leonor y la infanta Sofía
tras la Misa de Pascua en Palma de Mallorca. Doña Letizia ha acudido a
unas jornadas que se están celebrando sobre el tratamiento informativo
de la discapacidad en las redes sociales, celebrado en Madrid, donde ha
sido recibida por la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad,
Dolors Montserrat. La esposa de Felipe VI, al bajarse del coche, saludó a las personas que
descubrieron su presencia y se la oyó decir: "Buenos días, gracias". Pero a la salida del acto las cosas cambiaron. Un grupo de personas
abuchearon a doña Letizia y le gritaron: "Floja y antipática". Ella
entró en su vehículo sin cambiar el gesto.
La sede de la Organización Médica Colegial, en la plaza de
las Cortes de Madrid, estaba rodeada de gran cantidad de medios de
comunicación, pendientes de obtener la primera imagen de doña Letizia
tras la polémica suscitada. Ha sido Inma Aguilar, una de las mejores amigas de doña Letizia, quien
ha hablado de cómo se siente la Reina tras lo ocurrido en Palma. Aguilar
ha asegurado que esta se encuentra "preocupada y bastante desolada, ya
que la Reina está muy comprometida con el cuidado de su imagen y la de
sus hijas. Le preocupa quién le hace fotos, quién se les acerca.
Es una madre y es una reacción muy de madre", ha dicho. Tras afirmar
que había hablado con doña Letizia añadió: "Ha sido una tontería, un
gesto natural". No queremos Reina!!!!!!
Casada con
Pablo de Grecia, no dudó en atacar la actitud de la esposa del Rey.
"¡Ninguna abuela se merece ese tipo de trato! ", ha dicho.
Pocas horas después de que se difundiera el vídeo que evidenciaba el momento de tensión que se produjo a la salida de la Misa de Pascua, en la catedral de Palma de Mallorca, cuando doña Sofía trató de posar con sus nietas ante los fotógrafos, Marie Chantal Miller, esposa de Pablo de Grecia,
primo del rey Felipe, publicaba en las redes sociales varios tuits
sobre el asunto. "¡Ninguna abuela se merece ese tipo de trato! Wow,
[Letizia] ha mostrado su verdadera cara", dijo. "Esto es muy
desagradable ¡Esto me hace sentir muy enfadada!". Poco después añadía otro mensaje en el que aparecía una foto
de sus padres posando con todos sus nietos con el siguiente mensaje:
"Abuelos felices, eso es de lo que trata la familia". Marie
Chantal Miller es el único miembro de la familia que ha opinado sobre
el asunto. Doña Elena fue abordada el mismo día en que se difundió el
vídeo a la salida de un cine y se limitó a recomendar la película. El
resto, como se esperaba, guarda silencio.
La prima que ha plantado cara a la reina Letizia está casada
con Pablo de Grecia, el hijo mayor de Constantino de Grecia y Ana
María.
Es el que más unido ha estado siempre a don Felipe, con quien
estudió en EE UU y con quien pasó mucho de su tiempo de ocio en su
juventud.
Marie Chantal, segunda de las tres hijas del empresario multimillonario Robert Warren Miller, conocido como el rey de los Duty Free
en Asia y el Pacífico, y la ecuatoriana María Clara Pesantes Becerra,
vino al mundo en Londres, creció en Nueva York y fue educada en los
mejores colegios del mundo. La pareja se conoció en una cita a ciegas en
1992, y en 1995 se casó en una boda en la que don Felipe actuó como
padrino.
Fue Marie Chantal quien le presentó a Felipe VI a Gigi
Howard, con quien estuvo saliendo durante unos meses. Las dos parejas se
llevaban tan bien que incluso compartieron vacaciones en la Semana
Santa de 1995 en la caribeña isla de San Martín, semanas antes de la
boda de Pablo y Marie Chantal. La prima del Rey es propietaria de una exclusiva firma de ropa infantil,
un negocio que lleva en marcha tres lustros. Vende estilo tradicional,
como le gusta decir a su perfeccionista fundadora. Aquellos que eligen
sus costosos artículos, confeccionados con lana escocesa o el mejor
algodón peruano, buscan vestir a sus hijos como pequeños príncipes. En los últimos años, la relación de don Felipe con su primo
no es tan frecuente, pero sigue siendo muy afable. Pablo de Grecia y su
familia viven ahora en Nueva York, pero cuando el pasado verano celebró su 50 cumpleaños en Londres, el Rey acudió a su fiesta, a la que no asistió, en cambio, doña Letizia. Es un secreto a voces que la Reina evita relacionarse con los parientes griegos de don Felipe. En los últimos años solo ha acudido a una cita familiar. Fue en 2014, cuando en Atenas se organizó un homenaje a Pablo I de Grecia, abuelo de don Felipe. Pablo de Grecia y Marie Chantal mantienen contacto con las
infantas Elena y Cristina, y es habitual que se reúnan en citas
familiares. Doña Cristina durante varios años compartió piso en
Barcelona con Alexia de Grecia, hermana de Pablo, ella fue quien
precisamente el pasado martes la acompañó a la misa en el Monasterio de
El Escorial en recuerdo de don Juan.
La relación de doña Letizia con la familia del rey Juan
Carlos también es escasa. En sus primeros años de matrimonio frecuentaba
las reuniones que organizaba doña Pilar, la hermana del Rey emérito en
su casa de la urbanización de Puerta de Hierro, donde coincidían todos
los primos Borbón. La Reina dejó de asistir, hay quien asegura que para
evitar filtraciones a los medios de comunicación por la relación que
algunas de las esposas de los primos tiene con la prensa. Paralelamente, al reproche en forma de tuit de Marie Chantal
Miller a doña Letizia, la amiga de la reina, Inma Aguilar ha asegurado
que esta se encuentra "preocupada y bastante desolada, ya que la Reina
está muy comprometida con el cuidado de su imagen y la de sus hijas". Tras afirmar que había hablado con doña Letizia añadió: "Ha sido una
tontería, un gesto natural". La Reina ha reaparecido este lunes en un acto oficial en el
Consejo General del Colegio Oficial de Médicos, celebrado en Madrid, a
donde ha llegado muy sonriente y saludando al público que descubrió su
presencia.
Llama la atención que la presidenta madrileña dijera que hizo el máster aunque no tuviera necesidad.
Era tan atractivo, televisivamente, lo que iba a pasar el
miércoles en la Asamblea de Madrid que podría pensarse que las
televisiones que están al quite tendrían allí su foco. Pero una estaba
zapeando y las otras estaban a lo que están. Una que se ocupa de decir minuto a minuto lo que pasa las 24 horas, 24 horas de Televisión Española, sí tuvo a bien conectar. Pero en cuanto aquello resbaló hacia intervenciones que
debieron juzgar menores en el estudio (las segundas réplicas a la
presidenta Cifuentes, sujeto del debate), el presentador tuvo a bien
desconectar para que escucháramos, en cambio, las intervenciones, sin
duda interesantes y polémicas, de los periodistas que le acompañaban.
Conectó de nuevo cuando la presidenta lanzó su ya conocido chorreo de
fin de máster a todos los contrincantes que habían tenido la desfachatez
de replicarle con sus dudas (razonables) sobre las razones que da para
hacer todo lo que hizo con el objeto efectivo de degradar
sistemáticamente el máster que ella dice que hizo.
Voy a entretenerme tan solo en un factor que pone de
manifiesto la poca seriedad con la que Cristina Cifuentes se tomó la
comparecencia, que es equivalente a la que puso para defender su máster.
De todo lo que dijo, llama la atención que dijera que hizo (que hizo)
el máster aunque no tuviera necesidad ninguna, ni para sus conocimientos
ni para su curriculum, de incorporarlo a la supuesta vastedad de sus
conocimientos.
Llama la atención que explicara, sin que para ello tuviera que guiñar
un ojo a nadie, que obtuvo de sus profesores (“dadas mis
circunstancias”) el favor de que no fuera imprescindible ni acudir a
clase ni tener otra correspondencia sobre las materias de estudio.
Y que
aún obtuvo “hasta sobresalientes”.
Inventó de una tacada los viejos
cursos por correspondencia versión Cristina.cero y la ya antiquísima
educación a distancia.
Y, sobre todo, cayó de lleno en lo que ha sido su
principal tarea de deconstrucción o de autodestrucción: deconstrucción de la figura universitaria del máster,
como algo que se puede hacer de manera doméstica y sin más relieve que
el de un trámite que se puede resolver con papeles timbrados, y destruyó
la importancia de su propio máster, para el que, según ella, no tenía
ninguna necesidad. Y como no tenía ninguna necesidad, para qué molestar a
los profesores o a los evaluadores con su presencia, tan imprescindible
entonces fuera de las aulas.
Fue una tarde bochornosa para la Universidad, para los diputados
madrileños y para la salud democrática de una asamblea sometida a los
guiños de una presidenta que indignó al final, y ya es mérito, a la
presidenta de la Cámara, a la que Cristina Cifuentes no tuvo ni la
alegría de guiñarle el ojo.
Me gustan las fotos de familia porque ahí se nos huelen las
propias esencias por muchos afeites que usemos. Se nos ve todo, uno a
uno y en conjunto. El amor y el rencor. La soberbia y los complejos. El
ácido úrico y el hialurónico. Los ascensos y caídas. La vida, que es muy
perra y muy sublime. Entre todos los retratos de grupo, me pirra el
posado anual de la familia real en Palma. En esa estampa hemos visto la
historia de esa saga y este país en cada píxel. No es una instantánea,
sino una imagen de cara a la galería. Su fin es escenificar la unidad de
la Corona en las caras de sus protagonistas . Este año era el de la
restauración tras una era convulsa. Cuatro años después de su
abdicación, el Rey emérito volvía a posar con los suyos. Todo ideal de
la vida, pero tras el posado oficial, ha emergido la verdadera imagen
del día. La tensa escena entre doña Letizia y doña Sofía es el mejor
retrato de cámara desde Las Meninas. Extraña y no extraña la pérdida de papeles de la reina nuera. Una
siempre hiperproducida profesional de los focos echando a perder un
trienio largo de impecable ejercicio del cargo por un desplante gratuito
a su suegra. No hace falta ser perfecta, pero quizá sí más empática. Ya
sabemos que todo es mentira, o que no todo es cierto. Que los reyes
ancianos son una pareja rota que se junta por compromiso. Que en toda
familia se cuecen habas, o brócoli orgánico. Ya sabemos que llevarse
regular con los suegros no es noticia. Pero sí lo es hacerle un feo a la
madre de tu marido y abuela de tus hijas y reina de España antes de que
tú fueras esposa y madre y reina consorte a tu debido tiempo. Si todas
las familias del cónyuge son políticas, la suya es la más política del
mapa. Y la política es teatro para adultos. Hace tiempo que se rompió el
hechizo y nadie se cree el cuento. Ya se sabe que los reyes, no solo de
los naipes, están desnudos. La incógnita es si algún día se romperá la
baraja.