El trono que el actor saca en procesión lleva un crespón negro en recuerdo de su madre, fallecida hace cuatro meses.
El actor Antonio Banderas
ha acudido este domingo una vez más a su cita con María Santísima de
Lágrimas y Favores de las Reales Cofradías Fusionadas, cuyo trono saca
en procesión por las calles de Málaga, y que este año luce un crespón
negro en recuerdo de su madre, Ana, fallecida el pasado noviembre. Fue el propio actor, acompañado de su hermano Francisco
Javier, el encargado de colocar este sábado por la noche el crespón en
la campana del trono para recordar a Ana Bandera, que fue camarera de la
Virgen, figura encargada de vestir y colocar el ornato a la imagen.
El trono de la Virgen de Lágrimas y Favores luce además este año en uno de sus cirios un dibujo de un pececito en memoria del niño Gabriel Cruz, asesinado en Almería.
Banderas ha llegado más de una hora antes de la prevista
para el inicio de la procesión a la iglesia de San Juan, en el centro de
Málaga, para ataviarse con la túnica con la que realiza el desfile, en
el que también se cubre el rostro con un capillo que sólo deja entrever
sus ojos. El actor ejerce como mayordomo, que es el encargado, con sus
toques de campana, de guiar el trono por las calles de la capital
malagueña, y ha estado acompañado en la salida del desfile de su
compañera, la holandesa Nicole Kimpel, y de otros familiares y amigos. También han estado Ken Biller, director de la serie Genius: Picasso,
en la que Banderas interpreta al artista en su madurez y cuyo estreno
mundial se celebró en Málaga el jueves, y el actor Alex Rich, que
encarna al pintor en su juventud y que se mostraba impresionado por el
ambiente en la iglesia y calificaba la experiencia de "maravillosa". Aunque el comienzo del desfile estaba inicialmente previsto
para unos minutos antes de las once de la mañana, la lluvia que se
registraba en esos momentos en Málaga ha obligado a reunirse a la
denominada Comisión de Aguas de la cofradía, que ha decidido posponer la
salida hasta las doce del mediodía, cuando las predicciones
meteorológicas eran mejores. Uno de los momentos más emotivos ha llegado, como cada año,
cuando todos los cofrades, entre ellos un Banderas visiblemente
emocionado, se han abrazado y, mirando a su Virgen y meciéndose a
izquierda y derecha, han entonado la marcha Lágrimas de San Juan.
También lo creyó así la tertuliana Pilar Rahola,
quien se vino arriba con este mensaje celebrando el éxito de
Puigdemont: "Es el puto amo, burla la euroorden de España: ya no está en
Finlandia". Un mensaje que se le ha vuelto en contra con la detención, a primera
hora de la mañana de este domingo, de Puigdemont en Alemania, tras
cruzar en coche la frontera danesa.
Por eso muchos han retuiteado su tuit, lo que ha hecho que sea 'trending topic', y que otros se lo restregaran. La propia Rahola ha reaccionado poco después a la noticia, esta vez con
más mesura: "Vigilemos la tendencia al tremendismo de nuestra sociedad.
Alemania tiene unos jueces independiente, una potente sociedad civil y
decenas de entidades de derechos humanos. Calma. No es tan fácil como en
Bélgica, pero tiene la ventaja de situar el debate catalán en el centro
de Europa".
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, no comparece ante la prensa desde el 21 de marzo. Ese día se hicieron públicas unas supuestas irregularidades en su expediente académico
que están en manos de la Fiscalía y sobre las que la Universidad Rey
Juan Carlos (URJC) ha abierto una investigación interna apenas 24 horas
después de que el rector, Javier Ramos, y dos catedráticos comparecieran
para avalar a la presidenta. El comité de la ejecutiva regional del PP de Madrid, que
preside Cifuentes, se reúne esta mañana. El entorno de la presidenta
señala que tendrá una intervención “muy contundente” sobre este asunto. La reunión coincide en la sede madrileña de Génova con el cónclave del
PP nacional, al que se prevé que asista Mariano Rajoy. Por otro lado, la
junta de portavoces de la Asamblea de Madrid decidirá hoy la fecha de
un pleno extraordinario para abordar este asunto entre mañana o el 4 de
abril. La presidenta regional se apuntó en el curso 2011- 2012 al
máster en Derecho Público del Estado Autonómico —de 60 créditos, 600
horas— en el campus de Vicálvaro de la URJC, cuyo rector era entonces el
catedrático de Derecho Constitucional, Pedro González Trevijano, actual
magistrado del Constitucional. En el curso, Cifuentes ejerció primero
de diputada de la Asamblea de Madrid y, desde enero de 2012, como
delegada del Gobierno en Madrid. Era una de los 21 alumnos.
En las actas del máster aparecían como “no presentadas” la
asignatura Financiación de las Comunidades Autónomas y las Entidades
Locales y el trabajo de fin de máster, tal como reveló eldiario.es. Ambas notas fueron cambiadas por un Notable en octubre de 2014, cuando
el rector era el historiador Fernando Suárez, que no se presentó a la
reelección acosado por un escándalo de plagios. El cambio de notas lo
hizo la funcionaria Amalia Calonge, que trabaja en otro campus de la
URJC, el de Alcorcón y es conocida de Cifuentes desde hace décadas. Para intentar aclarar esa actuación, Cifuentes aportó el
correo que el profesor de la materia, Pablo Chico, le envió a la citada
funcionaria. Distintos docentes de la URJC consultados por este
periódico señalan que ese no es el procedimiento reglamentario una vez
cerradas las actas. Se necesita un documento firmado. “Por supuesto que
alguna vez me he equivocado poniendo notas. Pero me acerqué a secretaría
a cambiarlo y firmé en uno de los laterales para señalar que estaba
conforme”, explica Carmen Caffarel, catedrática de la URJC.
Trabajo Fin de Máster
Cifuentes no ha hecho público el Trabajo de Fin de Máster (TFM)
ni el registro de su presentación. Sí envió a los medios el acta del
día que defendió el trabajo: 2 de julio de 2012. Ese día la selección
española de fútbol regresó a Madrid para festejar la Eurocopa. Como
delegada del Gobierno, Cifuentes era responsable del operativo de
seguridad. Además, aún no tenía todo aprobado como es preceptivo para
defender el TFM, explican fuentes de la URJC. El que figura como director del trabajo en esa acta es el
catedrático Enrique Álvarez Conde, que ha avalado la versión de
Cifuentes. Las tres profesoras miembros del tribunal, discípulas de
Álvarez Conde, eran todas del mismo campus, lo que contradice el
reglamento actual de TFM, así como el hecho de que no hubiera al menos
una funcionaria.
El juego
de hacerlo más difícil quizá empezó a decaer este domingo de Ramos.
Ojalá ahora se abra, al contrario de lo que parece ocurrir, el camino
del afecto.
Cuando fue a peor el drama catalán
le escuché reclamar a un poeta de aquella cultura y de aquella lengua
afecto, entendimiento, ayuda para que no se acentuara la ruptura que se
reclamaba en la calle. Luego vinieron palabras mayores, el 6 de
septiembre, el 1 de octubre, el 21 de diciembre, este 22 de marzo, el 23
de marzo, el 24 de marzo, el 25 de marzo. Y aquella demanda de afecto
se ha ido mezclando con noticias cada vez más desalentadoras.
Fueron convocados las leyes y los jueces, y la política, que
es la que puede, y debe, provocar entendimiento en partes enfrentadas,
fue sepultada cada vez más hondo en lo que parecen indeseadas fronteras.
La detención de Carles Puigdemont en Alemania
es un símbolo mayor de lo que ocurre, y es a la vez un cierre y una
llave. El procedimiento legal y la actuación judicial han seguido,
implacables, el dictado de lo que dicen los estatutos jurídicos por los
que se rigen todas las autonomías españolas, y ahora se ve, porque se
explicitan mucho en este instante, que tales mandamientos no son
distintos a los que rigen, también, en la República Federal de Alemania. Alemania, ya se ve, no es una autopista, ni Europa es una
sucesión de pasos francos para que quienes son sospechosos de haber
contravenido las leyes en su país transiten sin más hacia sus refugios y
sus exilios meticulosamente elegidos.
La BBC destacaba horas después de la detención del
expresident que éste se había autoimpuesto el exilio, España no lo mandó
al exilio, ni a él ni a sus compañeros que se reclaman también
partícipes de ese romántico emblema. Puigdemont está (o estaba) fuera del alcance jurídico español por su propia voluntad,
después de haber cometido graves vulneraciones de la legislación
autonómica, en primer lugar el ensayo (con todo) de la
autodeterminación, a la que arrastró al pleno de su partido y al que
convocó a otros que sufren en este momento las consecuencias graves de
sus sucesivos incumplimientos. Así es la ley no sólo cuando se la
convoca; es así sobre todo cuando se la incumple.
Ahora estamos en un momento mayor, más difícil, de la
ruptura entre esos partidos que comanda (o comandó) Carles Puigdemont y
el Estado español. La justicia está actuando, y al poder judicial lo
prolonga la policía, que esta vez ha actuado en consonancia con
Alemania, cuyas leyes inspiran las leyes españolas referidas a la
quiebra de los compromisos constitucionales más graves. La detención de Puigdemont
abre, pues, un instante distinto, que ahora aprovecharán (están
aprovechando) para teñir la calle de nuevo de bravatas contra el Estado
opresor. Así es la vida, que ya se parece al ritormello de Sinuhé el egipcio:
así es y será siempre. ¿Siempre? ¿Siempre va a vivir este país, este
país con Cataluña, esta angustia que, entre otros, causa también Carles
Puigdemont? Ojalá que no, ojalá que acabe pronto, y que la política
regrese al campo de batalla, y que esta batalla sea de palabras
políticas, de decisiones políticas, de discrepancias políticas, de
acuerdos políticos. Felipe González lo reclamaba esta semana: que no haya togas,
porque si hay togas es porque la política no sirve. Y lo dijo este
sábado, en un pleno triste, su compañero de filas Miquel Iceta: que
vuelva “a primer plano” la política desaparecida, que Cataluña recupere
su autogobierno, que se proclame para ello a quien o a quienes no
participaron en la debacle que estamos viviendo, que en la calle no se
culpe a España de lo que han hecho, sobre todo, los que entendieron que
Europa es una autopista y que España, entidad europea legítima, es tan
solo un fardo que es mejor dejar atrás como inservible.
La democracia, decía Iceta “con el corazón encogido”, “ha de
ganar en calidad”, claro que sí, pero han de activarse “los mecanismos
para cambiarla”. Entre esos mecanismos está, naturalmente, el respeto a
las leyes. Y, muy especialmente, el respeto a las reglas de la política,
que excluyen la burla de esas leyes y el entendimiento y el respeto a
los que piensan de otra manera. La salida al embrollo es un gobierno
catalán, dentro de las leyes y en plenitud de facultades para ejercer. El juego de hacerlo más difícil todavía quizá empezó a
decaer del todo este domingo de Ramos sobre las 11 de la mañana en un
punto oscuro del tránsito del autoexilio de Carles Puigdemont. Ojalá
ahora se abra, al contrario de lo que parece ocurrir, el camino del
afecto (político, al menos) que reclamaba el poeta. Para ello es
imprescindible que el sector progresista de la política española
abandone los cansados lugares comunes y se ponga a trabajar (a trabajar)
aunque sea Semana Santa, pues desde hace demasiado tiempo para esa
parte de la política la vida parece transcurrir en vacaciones de Semana
Santa.