Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

14 feb 2018

Enrique de Dinamarca se sale con la suya: será incinerado

El marido de la reina Margarita levantó la polémica hace meses cuando aseguró que no quería se enterrado junto a su esposa. Sus cenizas serán esparcidas en el mar.

  • E príncipe Enrique de Dinamarca.
    E príncipe Enrique de Dinamarca. EFE

    Enrique de Dinamarca, fallecido este martes a los 83 años, será incinerado y sus cenizas esparcidas en el mar.
     Este fue su deseo y su esposa la reina Margarita lo ha respetado. 

     Hace unos meses la decisión de no ser enterrado junto a su mujer hecha pública por el príncipe levantó una gran polémica entre los daneses.
     Quien quiso ser rey consorte y solo fue príncipe aseguró que al no tener tal honor no quería que sus restos tuvieran un tratamiento real. 
    En ese momento la portavoz de la Casa Real, Lene Balleby, en declaraciones al periódico danés BT dijo:
     "No es un secreto que el príncipe, durante muchos años, ha estado descontento con su papel y el título que se le asignó en la monarquía danesa. Este descontento ha ido a más en los últimos años".
    Este miércoles la casa real ha publicado el protocolo que se va a seguir.
     La casa real ha declarado luto oficial hasta el 14 de marzo por lo que los miembros de la familia no participarán en eventos sociales durante este mes.
     La reina Margarita ya canceló hace días su agenda y ahora se ha confirmado que la princesa Mary, esposa del príncipe heredero, no realizará el viaje que tenía programado a Lituania el viernes.

    De todos los detalles ha informado Lene Balleby, que ha ofrecido una rueda de prensa para comunicar que el funeral de Enrique de Dinamarca se celebrará el martes próximo de forma privada por deseo expreso del propio príncipe, quien no quiso que su muerte se convirtiera en un asunto de Estado.
     Por ello solo asistirán familiares y amigo. La ceremonia se oficiará en la capilla del Palacio de Christansborg.
    Mañana jueves el cuerpo del marido de la reina será trasladado desde el palacio de Fredensborg -donde ha fallecido- al palacio de Amalienborg -residencia oficial de Margarita-.
     Pero no será hasta el viernes cuando sus restos sean llevados a la iglesia de Christiansborg donde se instalará la capilla ardiente
    La reina Margarita de Dinamarca, horas antes de fallecer su esposo.
    La reina Margarita de Dinamarca, horas antes de fallecer su esposo. EFE

 

La mujer no es solo un cuerpo...................... Catherine Millet

“No todas reaccionan de la misma forma a las agresiones masculinas”: la escritora, una de las 100 firmantes del manifiesto publicado en enero en ‘Le Monde’, responde a las críticas que sufrió tras la publicación del texto.

 

La mujer no es solo un cuerpo
El pasado 10 de enero, el periódico Le Monde publicó una tribuna titulada Mujeres liberan otra voz, firmada por otras cuatro escritoras (Sarah Chiche, Catherine Robbe-Grillet, Peggy Sastre y Abnousse Shalmani) y yo. 
De inmediato, más de un centenar de mujeres —artistas e intelectuales, pero no solo— aceptaron firmar el texto, entre ellas Catherine Deneuve.
 En los días sucesivos, los principales diarios de todo el mundo nos pidieron entrevistas.
 De pronto empezaron a oírse otras voces además de la única que estaba alzándose hasta entonces, la que reclamaba “denunciar a tu cerdo” y alimentaba el tsunami del #metoo.
La idea de publicar nuestra tribuna nació tras el comentario de un editor de que, en el clima actual, ya ninguno de sus colegas se habría atrevido a publicar mi libro La vida sexual de Catherine M. La observación nos sorprendió y nos inquietó.
 El libro, editado en 2001, había tenido un enorme éxito nacional e internacional.
Durante la polémica suscitada por la publicación de nuestro manifiesto, me han reprochado varias veces una declaración mía en el sentido de que casi lamento no haber sufrido yo una violación, para demostrar con mi ejemplo que es posible superar el trauma. No es una declaración hecha ayer, sino algo que he dicho a menudo, en entrevistas y actos públicos, y, por supuesto, siempre hablaba en mi propio nombre, en el de Catherine M., es decir, a partir de la experiencia de la sexualidad que yo tenía y que había narrado en mi libro.
 Por eso no está de más que recuerde su contenido.

He tenido muchas parejas; algunos han sido amigos míos durante años, otros eran desconocidos y han seguido siéndolos, hombres que me encontré por casualidad y a los que apenas entreví el rostro. De aquella forma de vivir guardo el recuerdo de momentos excitantes, alegres, felices.
 Por supuesto, una vez comenzada la relación sexual, alguna pareja resultó decepcionante o desagradable e incluso repugnante.
 En esos casos, el hombre solo tenía acceso a mi cuerpo, porque mi espíritu se mantenía apartado y no conservaba ninguna huella que pudiera atormentarlo. 
¿Qué mujer no ha experimentado esa disociación de cuerpo y espíritu?
 ¿Quién no se ha rendido a su marido o su amante mientras tenía la cabeza llena de preocupaciones cotidianas? 
¿Quién, al contacto entre su piel y la de un hombre torpe, no se ha dejado llevar por el sueño de estar con otro? 
Yo incluso tengo una pequeña teoría al respecto: creo que la mujer (o el hombre) que recibe la penetración dispone de esa facultad más que quien penetra.


Si me hubiera visto forzada brutalmente a mantener una relación sexual con un agresor o varios agresores, no habría opuesto resistencia, pensando en que la satisfacción del impulso aplacaría el instinto violento.
 Por más repugnancia que sintiera, o miedo a otro tipo de violencia —la amenaza de un arma—, me atrevo a pensar que habría aceptado que mi cuerpo se sometiera, consciente de que mi espíritu seguiría siendo independiente, que mantendría su integridad y me ayudaría a relativizar la posesión de mi cuerpo. 
¿Acaso no es el mismo tipo de protección mental al que recurren las prostitutas, que no escogen a sus clientes?
¿Quién, al contacto con un hombre torpe, no se ha dejado llevar por el sueño de estar con otro?
Ya que estoy expresándome a título personal, debo añadir que, en mi opinión, esta actitud se debe a un trasfondo católico que nunca me ha abandonado del todo y que me enseñó que el alma prevalecía sobre el cuerpo.
 Hace mucho tiempo que dejé de creer en Dios, y nunca utilizo la palabra “alma”, pero sigo estando totalmente convencida de que mi persona no es lo mismo que mi cuerpo, sino que reside en una consciencia (y en un inconsciente, pero ese es otro tema) que tiene cierto poder sobre el cuerpo.
 Hay un texto sobre estas cuestiones que puede ser útil leer, un fragmento de La ciudad de Dios de San Agustín.
 Este Padre de la Iglesia toma el ejemplo de Lucrecia, la mujer de la antigua Roma que prefirió suicidarse antes que sobrevivir a una violación, y escribe:
 “Este ataque [se refiere a la violación] no arrebata al alma la pureza que defiende”.
 También dice que quienes “matan el cuerpo no pueden matar el alma”.
Luego va más allá e incluso supone que, “víctima de una violencia irresistible”, Lucrecia tal vez “se dejó arrastrar por el placer”.
 Pero no la condena. San Agustín no era uno de esos burdos misóginos que, hasta hace no demasiado tiempo, sospechaban que las mujeres violadas, en realidad, habían sido consentidoras secretas. 
Más bien, encuentro un eco de su pensamiento en la opinión que dio recientemente el filósofo Raphaël Enthoven en la emisora Europe 1 a propósito de una frase que causó gran escándalo de la antigua actriz porno Brigitte Lahaie, hoy presentadora de radio y firmante de nuestra carta: 
“Siempre se puede disfrutar de una violación”. Enthoven recordó que, en efecto, “técnicamente, se puede experimentar un orgasmo durante una violación, lo cual no significa que la víctima dé su consentimiento”, y que es un error ocultar esa realidad, porque el trauma puede agravarse por el sentimiento de culpa.
 También dio la razón a otra frase de Lahaie: que “el cuerpo y el espíritu no siempre coinciden”.
 Dicen que es frecuente que las víctimas de violación tarden en denunciar la agresión por vergüenza.
 Esta disociación podría ayudarlas a superarla.
Nuestra tribuna no aspiraba más que a recordar que no todas las mujeres reaccionan de la misma forma a las agresiones masculinas. Que, si bien la violación es un crimen y el acoso es un delito —condenados por la ley, es decir, por todas y todos—, no percibimos de la misma forma los gestos y actos sexuales, porque no existe nada más individual ni que diferencie de manera más íntima y profunda a cada persona que la relación que tiene con su propio cuerpo y la moral sexual que se forja a lo largo de la vida.

No se nos puede reducir a un cuerpo, y me sorprende que se haya utilizado tan poco en los recientes debates la palabra resiliencia.
 La resiliencia es la capacidad del ser humano de recuperarse después de un trauma. 
Los juicios por violación suelen ser largos y muy difíciles para las víctimas porque, hasta llegar a que se haga justicia, las obligan a remover sus recuerdos más dolorosos.
 Por eso me parece tan importante decir y repetir que existen otros modelos aparte de los que atan la psique y el cuerpo, y que dichos modelos pueden ayudar a las mujeres encerradas en su sufrimiento. Nuestro manifiesto recogió numerosas firmas, muchas de ellas acompañadas de testimonios espontáneos de mujeres que habían sufrido agresiones sexuales pero que se alegran de haber podido superarlas, a veces incluso olvidarlas, para vivir hoy una vida amorosa y sexual equilibrada.
 Esas mujeres son un ejemplo digno de seguir. ¿Había que negarles la palabra de la que se quiso hacer eco nuestra carta?
Catherine Millet es escritora y crítica de arte.
Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

“El 75% de las personas de 40 años tiene señales de enfermedad”

El director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) cree que la prevención de la enfermedad debe empezar en edades muy tempranas.

 

Valentín Fuster (Barcelona, 1943) lleva toda su vida combatiendo las enfermedades cardiovasculares, que, junto al cáncer, constituyen la principal causa de muerte en los países desarrollados.
 Como director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y del Instituto Cardiovascular del hospital Monte Sinaí de Nueva York ha desempeñado un papel importante en la reducción de la mortalidad por este tipo de enfermedades.
 De los 6,4 años de esperanza de vida ganados por los españoles en los últimos 30 años, se estima que más de cuatro se deben al avance en la lucha contra las dolencias cardiovasculares.

 Sin embargo, Fuster considera que se sigue actuando muy tarde, cuando buena parte del daño es irreversible.

En una entrevista en la sede del CNIC asegura que, gracias a tecnologías de imagen como las que desarrollan en su centro, han aprendido que “de 100 personas de 40 años en España, ya hay 75 que tienen señales de enfermedad en 5 o 6 regiones del organismo”. “Esto quiere decir que debemos empezar muchísimo antes a aplicar tecnologías para cambiar las conductas”, afirma.

Pregunta. Cuando los políticos y los empresarios hablan de salud y de investigación, parece que entienden su valor para mejorar la vida de los ciudadanos y la economía, pero después se ven las inversiones, que cada vez pierden más peso respecto al PIB, y parece que falta fe.
Respuesta. Yo no sé si es una falta de fe, el tema es complejo.
 Sí creo que necesitamos tener un ministerio de ciencia y desarrollo.
 Ahora dependemos de un Ministerio de Economía, con una secretaria de Estado, Carmen Vela, que lo está haciendo lo mejor que puede, pero creo que tendría que haber un ministerio dedicado a la investigación.
 Esto es fundamental.


Además, cuando hablamos de investigación, tenemos que tener cuidado.
 Lo importante es dar mucha importancia al investigador y motivar a la gente joven, que son los investigadores del futuro. 
No todo el mundo puede ser investigador. 
Muchas veces se confunde el que no hay dinero para investigación con la realidad de si los investigadores son competitivos.
 Creo que es importante ir a la cantera, buscar investigadores jóvenes para que puedan construir el futuro.
No se trata de que la investigación no se crea que es importante, sino de qué prioridad tiene.
 Por ejemplo, en EE UU cuando salen las 100 personas que más han influido en la sociedad cada año te encuentras con 7 a 10 que son investigadores; en España, igual uno o dos. 
Es un asunto de prioridades, pero esto ha avanzado.
P. En los últimos resultados de su estudio Pesa, que realizan con 4.000 empleados del Banco Santander, han observado algún dato curioso, como que un desayuno poco energético, que incluya menos de un 5% de las calorías diarias, duplica el riesgo de lesiones ateroscleróticas.

R. Es importante comenzar bien el día desde el punto de vista energético.
 El grupo que obtuvo más del 20% de las calorías diarias en el desayuno tuvo una disminución importante de la enfermedad subclínica tal y como la medimos.
 La interpretación de estos datos, a partir de otro estudio que tenemos, es que la gente que no come en el desayuno lo hace de una forma muy errática durante el resto del día.
 A partir de ahí, todo el sistema del reloj cerebral que te dice cuándo comer y cuándo no se desbarajusta y se acaba comiendo más.
 Esta es una de las explicaciones por las que creemos que es importante empezar bien el día, con más de un 20% de la energía. En el desayuno es más importante tomar una alimentación que sea suficientemente energética que exactamente lo que estás tomando. Sin embargo, como prioridad número dos, es mejor que tomes una alimentación sana que empezar a tomar bollos.
P. Han elaborado un índice que con cinco factores (presión arterial, actividad física, índice de masa corporal, consumo de fruta y verdura y tabaco) permite predecir el riesgo cardiovascular en personas sanas
R. Este índice es interesante porque el 80% de los infartos se producen en países con economía media y baja. 
En uno de estos países, extraer sangre para medir el colesterol y el azúcar y la diabetes es muy caro.
 Nosotros pensamos qué ocurriría si excluimos la extracción de sangre comparando con cinco factores que son la obesidad, la presión arterial alta, el tabaquismo, una nutrición inadecuada y la falta de ejercicio.
 Si solo miramos esto, el riesgo es muy parecido que si añadimos la sangre. 
No es exactamente preciso, pero lo bastante como para que no tengamos que sacar sangre.
Lo que ocurre es que entre los diabéticos la mayoría son obesos, en gente con presión arterial alta, muchos son obesos también o tienen sobrepeso
. Con eso, vas obteniendo información similar a la que conoces sacando la sangre. En estos países de economía baja, en quince minutos puedes saber los cinco factores de riesgo.
 Pero es más importante saber si estás desarrollando la enfermedad, que es lo que estamos haciendo en el estudio Pesa con ultrasonido tridimensional.
 Observamos las femorales, esta arteria que va al cerebro, con una tecnología que es nueva. 
La enfermedad empieza ahí y estamos desarrollando esta tecnología para que en un futuro podamos aplicarla con un coste mínimo para ver si la enfermedad está empezando
Así que tenemos estos dos aspectos: conocer el riesgo sin sacar sangre y desarrollar una tecnología barata para conocer si se está desarrollando la enfermedad.
P. La prohibición del tabaco ha demostrado éxito a la hora de reducir la mortalidad. ¿Se deberían tomar medidas estrictas de control por parte del Estado respecto a la sal o el azúcar?
Estamos aprendiendo que los niños tienen mucho más impacto en la conducta de los padres que los padres en los niños
R. Yo te diría lo contrario.
 Es un desastre lo del tabaco. 
Se está fumando más ahora que nunca a pesar de lo que leas en la prensa. 
Porque el tabaco ha pasado de países de economía alta a países de economía media y baja.
 Esta es la tragedia.
 El problema del tabaco es que las tabacaleras tienen un sistema legal extraordinariamente agresivo y ni la OMS ni los CDC [centros para el control la prevención de enfermedades de EE UU] ni la ONU han podido combatir el sistema legal de las compañías de tabaco.
 Esto es una tragedia que es difícil de justificar.
Si hablas de la alimentación, esto está mejorando. Hay una epidemia de obesidad, pero las empresas de alimentación son distintas de las tabacaleras, porque el tabaco es sí o no, se fuma o no se fuma.
 El tema de la industria alimentaria es que puedes bajar el contenido de grasas o azúcar hasta cierto nivel y seguir consumiendo.
 En España estamos promoviendo políticas para bajar el contenido de grasas, un 10%, en 500 compañías, y estamos haciendo lo mismo en EE UU, donde se está restringiendo el contenido de las grasas, los azúcares y la sal en los alimentos.
P. Usted habla de que conocemos mejor qué es la enfermedad que qué es la salud, y que debemos entender mejor qué es la salud. ¿Qué significa?
R. Hay una parte que tiene que ver con la conducta. 
La gente mayor de cincuenta años deja de tomar la medicación si se encuentra bien.
 Por eso hemos creado la primera polipíldora del mundo, que se ha aprobado en 55 países ya. 
En vez de tomar cuatro píldoras cuando tú tienes un infarto pequeño o cerebral, tomarás una.
 Además, podemos prolongar la vida, pero qué pasa con la degeneración senil.
 Estamos encontrando que los mismos factores de riesgo que afectan a las grandes arterias son fundamentales en la degeneración senil por las pequeñas arterias que se están viendo afectadas por la misma enfermedad.
 Y esto se ha visto con tecnología de imagen.

Ves a gente que aparentemente tiene una buena salud a los 50 o 60 años y está teniendo problemas en el cerebro ya y acaba con una degeneración senil.
 Tenemos que entrar con tecnologías de imagen modernas y saber 10 o 20 años antes que está llegando la enfermedad.
 La tecnología de imagen nos puede hacer conscientes de los problemas mucho antes para empezar a aplicar tecnologías para cambiar las conductas.
También estamos trabajando con 50.000 niños. Estamos aprendiendo que los niños tienen mucho más impacto en la conducta de los padres que los padres en los niños
. Los niños de 3 a 6 años captan todo lo que les dices. Estamos aprendiendo desde el punto de vista cerebral que el número de centros cerebrales es muy pequeño y no conectan con lo cual lo que le enseñas a un niño, ya sea una lengua o lo que sea es más fácil que hacerlo con un adulto que tiene todas las conexiones hechas y es un caos.
 Hemos tomado a estos niños y estamos llevando a cabo proyectos hasta los 20 años en varios lugares del mundo con 70 horas de instrucción educativa, porque nos hemos dado cuenta que por este aspecto cerebral este es el mejor momento para hacerlo. 
Todo lo que te he estado mencionando son proyectos que estamos llevando en el mundo para entender lo que es la salud y a partir de aquí podemos empezar a movernos para ver cómo promover la salud y prevenir la enfermedad.





 
 

 

13 feb 2018

Carolina Herrera se despide de su firma: 5 cosas que echaremos de menos

La diseñadora de 79 años ha presentado su última colección como directora creativa de la marca.

 Rendimos homenaje a sus camisas blancas, su concepto de la belleza o su habilidad para vender bolsos y perfumes en todo el mundo.

La diseñadora Carolina Herrera deja la dirección creativa de su marca a los 79 años. Foto: Getty

“Cuando queremos que alguien se sienta especialmente glamuroso en las páginas de Vogue siempre pensamos en Carolina Herrera. Ella personifica el poder y la positividad del estilo americano más sofisticado y elegante.
 Ella ha sido y sigue siendo la representación de lo chic para tantas y tantas mujeres”. No es fácil que Anna Wintour, la editora de moda más famosa de nuestros días, te cite como sinónimo perfecto de elegancia. 
 Carolina Herrera (Caracas, 1939) puede presumir de ello. Después de 37 años al frente de su propia marca (empezó a diseñar a los 42), la diseñadora abandona la dirección creativa de la firma, tal y como afirmaba un comunicado divulgado el pasado viernes.
 El de este lunes en Nueva York fue el último desfile bajo su batuta, que relevará a partir de ahora a su mano derecha, el joven diseñador estadounidense Wes Gordon, que entregó un ramo de flores a su jefa al final del show.
 Pero que nadie piense que va a retirarse por completo: desde ahora ejercerá como embajadora mundial de la marca.
 Repasamos a continuación todo lo que la moda le debe y lo que echaremos de menos:


1. Su capacidad infinita para reinventar la camisa blanca. 
 Pocas prendas cuentan con una embajadora tan fiel.
 En contra de lo que pueda parecer, la Sra. Herrera se pone más cosas, pero es cierto que la lleva en muchísimas ocasiones y siempre que tiene poco tiempo para arreglarse porque sabe que son un acierto seguro y “le dan seguridad”
 Tampoco faltan en sus colecciones y ha sabido cómo reinventarlas temporada tras temporada. 
En su desfile para este invierno, por ejemplo, presentó hasta nueve versiones de este básico: de terciopelo, con lacitos o de herencia victoriana y combinadas con falda de tablas o jersey de punto grueso, en alusión a los distintos códigos estéticos de los barrios de Nueva York.
 Aunque obviamente la camisa blanca no sea exclusiva de su firma, quizá es la prenda que mejor sintetiza su filosofía: es versátil, elegante, atemporal y “fácil”, como ella misma reconoce.
 Como no podía ser de otra manera, cerró su último desfile con más de una docena de camisas blancas combinadas con largas faldas de colores sobre la pasarela.

Carolina Herrera
Tres de las versiones de ‘camisa blanca’ para esta temporada. Foto: Imaxtree
2. Su alergia (declarada) a las tendencias. “Ni siquiera es necesario seguir las últimas tendencias para tener estilo”, afirmaba la hija de la diseñadora en una entrevista con S Moda.
 Sin duda una lección bien aprendida de su madre.
 Carolina Herrera es una marca construida a base de códigos estéticos constantes y sólidos que se han mantenido casi intactos a lo largo de los años creando un ADN inconfundible y contrario a lo instantáneo. 
En un momento en el que una gran parte de las marcas de lujo lo apuestan todo al ruido en redes sociales, la conquista de los millennials y las últimas tendencias, Herrera se mantiene ajena a todo eso y prefiere la moda calmada y atemporal. “Estoy en contra de ellas.
 Parece que la gente quiere ir uniformada. 
Todas con el mismo bolso o con el mismo zapato”, llegó a declarar a El País.
 Por eso considera que muchas prendas de su primera colección, presentada en 1981, siguen siendo perfectamente vigentes en la actualidad. 

3. Su defensa de la belleza en tiempos de feísmo. El gran propósito detrás de sus diseños siempre ha sido el de lograr que las mujeres se sientan bellas.
 “No entiendo la moda sin la belleza”, se ha cansado de decir. 
En un momento en el que el culto por lo feo marca el ritmo de muchas grandes firmas de moda (Balenciaga o Prada son buenos ejemplos), no ha querido sumarse al carro.
 Tampoco ha caído en la tentación de añadir un toque streetwear a sus propuestas.
 Ella, que ya era considerada una de las mujeres mejor vestidas del mundo antes de lanzar su firma, se ha mantenido fiel a su sentido de lo que sienta bien al cuerpo femenino y lo hace más bello.
 El mayor reto al que se enfrenta su sucesor es ser fiel a esa idea en mitad de la avalancha de ropa deportiva con logos que nos invade.
 4. Su capacidad para convertir sus bolsos y perfumes en best seller.
 CH, la línea más asequible de la casa, ha llenado con sus iniciales las principales capitales de España y del mundo entero. 
Sus bolsos y monederos, tan deseados como imitados, son la seña más reconocible de la firma para aquellos que sueñan con sus sofisticados vestidos de noche pero no se los pueden permitir. Además, desde que se aliara con el grupo Puig para crear una línea de perfumes (grupo que finalmente acabó haciéndose con el control total de la firma), las fragancias de la firma se cuelan constantemente en las listas de los aromas más vendidos del mundo. 
Aquellos que no daban un duro por su carrera como diseñadora han tenido que tragarse sus palabras: Carolina Herrera cerró 2016 con unas ventas de 1.200 millones de dólares.
 
“Cuando queremos que alguien se sienta especialmente glamuroso en las páginas de Vogue siempre pensamos en Carolina Herrera. Ella personifica el poder y la positividad del estilo americano más sofisticado y elegante. Ella ha sido y sigue siendo la representación de lo chic para tantas y tantas mujeres”. No es fácil que Anna Wintour, la editora de moda más famosa de nuestros días, te cite como sinónimo perfecto de elegancia. Carolina Herrera (Caracas, 1939) puede presumir de ello. Después de 37 años al frente de su propia marca (empezó a diseñar a los 42), la diseñadora abandona la dirección creativa de la firma, tal y como afirmaba un comunicado divulgado el pasado viernes. El de este lunes en Nueva York fue el último desfile bajo su batuta, que relevará a partir de ahora a su mano derecha, el joven diseñador estadounidense Wes Gordon, que entregó un ramo de flores a su jefa al final del show. Pero que nadie piense que va a retirarse por completo: desde ahora ejercerá como embajadora mundial de la marca. Repasamos a continuación todo lo que la moda le debe y lo que echaremos de menos:
1. Su capacidad infinita para reinventar la camisa blanca. Pocas prendas cuentan con una embajadora tan fiel. En contra de lo que pueda parecer, la Sra. Herrera se pone más cosas, pero es cierto que la lleva en muchísimas ocasiones y siempre que tiene poco tiempo para arreglarse porque sabe que son un acierto seguro y “le dan seguridad”. Tampoco faltan en sus colecciones y ha sabido cómo reinventarlas temporada tras temporada. En su desfile para este invierno, por ejemplo, presentó hasta nueve versiones de este básico: de terciopelo, con lacitos o de herencia victoriana y combinadas con falda de tablas o jersey de punto grueso, en alusión a los distintos códigos estéticos de los barrios de Nueva York. Aunque obviamente la camisa blanca no sea exclusiva de su firma, quizá es la prenda que mejor sintetiza su filosofía: es versátil, elegante, atemporal y “fácil”, como ella misma reconoce. Como no podía ser de otra manera, cerró su último desfile con más de una docena de camisas blancas combinadas con largas faldas de colores sobre la pasarela.
Carolina Herrera
4. Su capacidad para convertir sus bolsos y perfumes en best seller. CH, la línea más asequible de la casa, ha llenado con sus iniciales las principales capitales de España y del mundo entero. Sus bolsos y monederos, tan deseados como imitados, son la seña más reconocible de la firma para aquellos que sueñan con sus sofisticados vestidos de noche pero no se los pueden permitir. Además, desde que se aliara con el grupo Puig para crear una línea de perfumes (grupo que finalmente acabó haciéndose con el control total de la firma), las fragancias de la firma se cuelan constantemente en las listas de los aromas más vendidos del mundo.
 Aquellos que no daban un duro por su carrera como diseñadora han tenido que tragarse sus palabras: Carolina Herrera cerró 2016 con unas ventas de 1.200 millones de dólares.
5. Su larga y envidiable lista de clientas. 
 Su círculo de amistades (Jackie Kennedy o Andy Warhol, entre algunos de sus amigos) tuvieron mucho que ver en que los diseños de la venezolana se colaran en los armarios más admirados de la alta sociedad neoyorquina en los ochenta.
 No en vano fue la mismísima Diana Vreeland quien la convenció de que lanzara su propia marca de moda.
 El gran salto de su carrera fue diseñar el vestido de novia de Carolina Kennedy (hija de John F. Kennedy y Jackie Kennedy), después de lanzar su exitosa línea nupcial en 1986. 
 Casada con el aristócrata Reinaldo Herrera, la lista de celebrities y grandes personalidades que han vestido sus diseños es tan destacable como dilatada. 
La Reina Letizia es una de sus mejores embajadoras en nuestro país y las grandes alfombras rojas siempre cuentan con uno (o varios) Carolina Herrera.
 Michelle Obama también los ha llevado y la creadora se ha mostrado a favor de vestir a Melania Trump. Solo queda comprobar qué grandes nombres se unen a su nómina de fieles clientas en esta nueva etapa. Y no serán pocos.
Carolina Herrera
Los bolsos con las iniciales de la marca son famosos en todo el mundo. Foto: Carolina Herrer
Carolina Herrera
La Reina Letizia y Karlie Kloss luciendo el mismo estampado de Carolina Herrera. Foto: Getty