El director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) cree que la prevención de la enfermedad debe empezar en edades muy tempranas.
Como director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y del Instituto Cardiovascular del hospital Monte Sinaí de Nueva York ha desempeñado un papel importante en la reducción de la mortalidad por este tipo de enfermedades.
De los 6,4 años de esperanza de vida ganados por los españoles en los últimos 30 años, se estima que más de cuatro se deben al avance en la lucha contra las dolencias cardiovasculares.
Sin embargo, Fuster considera que se sigue actuando muy tarde, cuando buena parte del daño es irreversible.
En
una entrevista en la sede del CNIC asegura que, gracias a tecnologías
de imagen como las que desarrollan en su centro, han aprendido que “de
100 personas de 40 años en España, ya hay 75 que tienen señales de
enfermedad en 5 o 6 regiones del organismo”. “Esto quiere decir que
debemos empezar muchísimo antes a aplicar tecnologías para cambiar las
conductas”, afirma.
Pregunta. Cuando los políticos y
los empresarios hablan de salud y de investigación, parece que entienden
su valor para mejorar la vida de los ciudadanos y la economía, pero después se ven las inversiones, que cada vez pierden más peso respecto al PIB, y parece que falta fe.
Respuesta. Yo no sé si es una
falta de fe, el tema es complejo.
Sí creo que necesitamos tener un
ministerio de ciencia y desarrollo.
Ahora dependemos de un Ministerio de
Economía, con una secretaria de Estado, Carmen Vela, que lo está
haciendo lo mejor que puede, pero creo que tendría que haber un
ministerio dedicado a la investigación.
Esto es fundamental.
Además, cuando hablamos de investigación, tenemos
que tener cuidado.
Lo importante es dar mucha importancia al
investigador y motivar a la gente joven, que son los investigadores del
futuro.
No todo el mundo puede ser investigador.
Muchas veces se
confunde el que no hay dinero para investigación con la realidad de si
los investigadores son competitivos.
Creo que es importante ir a la
cantera, buscar investigadores jóvenes para que puedan construir el
futuro.
No se trata de que la investigación no se crea que
es importante, sino de qué prioridad tiene.
Por ejemplo, en EE UU
cuando salen las 100 personas que más han influido en la sociedad cada
año te encuentras con 7 a 10 que son investigadores; en España, igual
uno o dos.
Es un asunto de prioridades, pero esto ha avanzado.
P. En los últimos resultados de
su estudio Pesa, que realizan con 4.000 empleados del Banco Santander,
han observado algún dato curioso, como que un desayuno poco energético, que incluya menos de un 5% de las calorías diarias, duplica el riesgo de lesiones ateroscleróticas.
R. Es importante comenzar bien el
día desde el punto de vista energético.
El grupo que obtuvo más del 20%
de las calorías diarias en el desayuno tuvo una disminución importante
de la enfermedad subclínica tal y como la medimos.
La interpretación de
estos datos, a partir de otro estudio que tenemos, es que la gente que
no come en el desayuno lo hace de una forma muy errática durante el
resto del día.
A partir de ahí, todo el sistema del reloj cerebral que
te dice cuándo comer y cuándo no se desbarajusta y se acaba comiendo
más.
Esta es una de las explicaciones por las que creemos que es
importante empezar bien el día, con más de un 20% de la energía. En el
desayuno es más importante tomar una alimentación que sea
suficientemente energética que exactamente lo que estás tomando. Sin
embargo, como prioridad número dos, es mejor que tomes una alimentación
sana que empezar a tomar bollos.
P. Han elaborado un índice que
con cinco factores (presión arterial, actividad física, índice de masa
corporal, consumo de fruta y verdura y tabaco) permite predecir el
riesgo cardiovascular en personas sanas
R. Este índice es interesante
porque el 80% de los infartos se producen en países con economía media y
baja.
En uno de estos países, extraer sangre para medir el colesterol y
el azúcar y la diabetes es muy caro.
Nosotros pensamos qué ocurriría si
excluimos la extracción de sangre comparando con cinco factores que son
la obesidad, la presión arterial alta, el tabaquismo, una nutrición
inadecuada y la falta de ejercicio.
Si solo miramos esto, el riesgo es
muy parecido que si añadimos la sangre.
No es exactamente preciso, pero
lo bastante como para que no tengamos que sacar sangre.
Lo que ocurre es que entre los diabéticos la
mayoría son obesos, en gente con presión arterial alta, muchos son
obesos también o tienen sobrepeso
. Con eso, vas obteniendo información
similar a la que conoces sacando la sangre. En estos países de economía
baja, en quince minutos puedes saber los cinco factores de riesgo.
Pero
es más importante saber si estás desarrollando la enfermedad, que es lo
que estamos haciendo en el estudio Pesa con ultrasonido tridimensional.
Observamos las femorales, esta arteria que va al cerebro, con una
tecnología que es nueva.
La enfermedad empieza ahí y estamos
desarrollando esta tecnología para que en un futuro podamos aplicarla
con un coste mínimo para ver si la enfermedad está empezando
Así que tenemos estos dos aspectos: conocer el
riesgo sin sacar sangre y desarrollar una tecnología barata para conocer
si se está desarrollando la enfermedad.
P. La prohibición del tabaco ha
demostrado éxito a la hora de reducir la mortalidad. ¿Se deberían tomar
medidas estrictas de control por parte del Estado respecto a la sal o el
azúcar?
Estamos aprendiendo que los niños tienen mucho más impacto en la conducta de los padres que los padres en los niños
R. Yo te diría lo contrario.
Es
un desastre lo del tabaco.
Se está fumando más ahora que nunca a pesar
de lo que leas en la prensa.
Porque el tabaco ha pasado de países de
economía alta a países de economía media y baja.
Esta es la tragedia.
El
problema del tabaco es que las tabacaleras tienen un sistema legal
extraordinariamente agresivo y ni la OMS ni los CDC [centros para el
control la prevención de enfermedades de EE UU] ni la ONU han podido
combatir el sistema legal de las compañías de tabaco.
Esto es una
tragedia que es difícil de justificar.
Si hablas de la alimentación, esto está mejorando.
Hay una epidemia de obesidad, pero las empresas de alimentación son
distintas de las tabacaleras, porque el tabaco es sí o no, se fuma o no
se fuma.
El tema de la industria alimentaria es que puedes bajar el
contenido de grasas o azúcar hasta cierto nivel y seguir consumiendo.
En
España estamos promoviendo políticas para bajar el contenido de grasas,
un 10%, en 500 compañías, y estamos haciendo lo mismo en EE UU, donde
se está restringiendo el contenido de las grasas, los azúcares y la sal
en los alimentos.
P. Usted habla de que conocemos
mejor qué es la enfermedad que qué es la salud, y que debemos entender
mejor qué es la salud. ¿Qué significa?
R. Hay una parte que tiene que
ver con la conducta.
La gente mayor de cincuenta años deja de tomar la
medicación si se encuentra bien.
Por eso hemos creado la primera
polipíldora del mundo, que se ha aprobado en 55 países ya.
En vez de
tomar cuatro píldoras cuando tú tienes un infarto pequeño o cerebral,
tomarás una.
Además, podemos prolongar la vida, pero qué pasa con la
degeneración senil.
Estamos encontrando que los mismos factores de
riesgo que afectan a las grandes arterias son fundamentales en la
degeneración senil por las pequeñas arterias que se están viendo
afectadas por la misma enfermedad.
Y esto se ha visto con tecnología de
imagen.
Ves a gente que aparentemente tiene una buena
salud a los 50 o 60 años y está teniendo problemas en el cerebro ya y
acaba con una degeneración senil.
Tenemos que entrar con tecnologías de
imagen modernas y saber 10 o 20 años antes que está llegando la
enfermedad.
La tecnología de imagen nos puede hacer conscientes de los
problemas mucho antes para empezar a aplicar tecnologías para cambiar
las conductas.
También estamos trabajando con 50.000 niños.
Estamos aprendiendo que los niños tienen mucho más impacto en la
conducta de los padres que los padres en los niños
. Los niños de 3 a 6
años captan todo lo que les dices. Estamos aprendiendo desde el punto de
vista cerebral que el número de centros cerebrales es muy pequeño y no
conectan con lo cual lo que le enseñas a un niño, ya sea una lengua o lo
que sea es más fácil que hacerlo con un adulto que tiene todas las
conexiones hechas y es un caos.
Hemos tomado a estos niños y estamos
llevando a cabo proyectos hasta los 20 años en varios lugares del mundo
con 70 horas de instrucción educativa, porque nos hemos dado cuenta que
por este aspecto cerebral este es el mejor momento para hacerlo.
Todo lo
que te he estado mencionando son proyectos que estamos llevando en el
mundo para entender lo que es la salud y a partir de aquí podemos
empezar a movernos para ver cómo promover la salud y prevenir la
enfermedad.
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