'La Venus del espejo', pintura de Velázquez: por qué todos los genios del barroco son hombres
Cómo es.
Este cuadro ya fue objeto de la ira de una sufragista británica, que en
1914 lo atacó con un hacha.
En él, la diosa Venus, sensualmente
recostada, se contempla en un espejo que le sostiene Cupido, su hijo con
Marte, el dios de la guerra.
Como está de espaldas y completamente
desnuda, el espectador lo que ve ante todo es su hermosísimo trasero,
que ocupa –no por casualidad– el centro de esta obra maestra. Cómo quedaría.
Básicamente, Venus llevaría puesta –en versión extralarga– la camiseta
recientemente lanzada por Dior con la leyenda “Why Have There Been No
Great Women Artists?” (“¿Por qué no ha habido grandes mujeres
artistas?”), que reivindica un escrito de la conocida crítica de arte
feminista Linda Nochlin.
De este modo por un lado se nos induciría a
reflexionar sobre por qué todos los reconocidos como genios pintores del
barroco son hombres (del propio Velázquez a Caravaggio o Rembrandt), y
por otro evitaríamos la objetualización del cuerpo de Venus, que al fin y
al cabo es una diosa, y la mitología nos asegura que para Marte no fue
ni mucho menos una esposa sumisa.
7 feb 2018
Así serían estas 12 obras maestras si se manipularan para no ofender a nadie
El último caso ha sido 'Carmen', de Bizet.
Cómo quedarían 'Madama Butterfly' (ópera), 'Los pájaros' (cine) o 'Brown sugar' (música) si claudicaran ante la corrección política actual.
Belle de jour', película de Luis Buñuel: la prostituta burguesa Cómo es.
Séverine, joven burguesa casada con Pierre, un médico guapo y con
éxito, se niega a mantener relaciones con su marido, pero alberga
fantasías en las que es humillada y violada por otros hombres.
Decide
entonces prostituirse a tiempo parcial para materializar estos deseos,
sin que ello le suponga experiencia traumática alguna (el trauma
original ya lo vivió de niña).
Todo acabará en tragedia, aunque de nuevo
la fantasía de Séverine da la vuelta a la situación de un modo algo
perverso. Cómo quedaría. Eso de prostituirse
por gusto no funciona. Hay mejores formas de lidiar con las experiencias
traumáticas de la infancia. Séverine se sometería a terapia con un
psiquiatra como es debido, y el espectador escucharía todas sus
historias con verdadera pasión.
Por cierto, habría que replantearse lo
de Catherine Deneuve como protagonista, después el famoso manifiesto de
las cien mujeres francesas que firmó. Pero, ¿quién podría reemplazarla?
¿Meryl Streep? Venga ya, por favor.
'Madama Butterfly', ópera sobre adulterio y patriarcado extremo Cómo es.
El oficial americano Pinkerton, destinado en Japón, mantiene un romance con Cio-Cio San/Butterfly, una chica local.
Él considera aquello un divertimento, pero ella, como mujer que solo se entregaría a un gran amor, está viviendo la pasión de su vida y espera un compromiso.
Tras una boda de mero trámite, Pinkerton embarca hacia su país dejando a Butterfly embarazada y con la absurda esperanza de que él vuelva algún día.
Él regresa, en efecto, pero casado con otra mujer llamada Kate, y encima le reclama el hijo que han tenido en común. Viendo su amor pisoteado y deseando ofrecer un futuro mejor a su retoño, Butterfly consuma el último sacrificio de su vida al suicidarse con cuchillo de su padre.
Cómo quedaría. Harta de la explotación patriarcal, Butterfly se alía con Kate y juntas, sororidad mediante, amenazan a Pinkerton con un pleito gordísimo si no le pasa a su antigua amante una generosa pensión, plazos atrasados e intereses de demora incluidos.
Aparte, al comprender el enanismo moral de Pinkerton, Kate lo abandona.
Se abre entonces un futuro lleno de posibilidades para la pareja Kate y Cio-Cio San.
Si usted no regala este libro lo asesinarán.................. Juan Cruz.....
Vicente Verdú publica su segundo libro de poesía 46 años después.
Madrid
Ahora Verdú publica su nueva entrega, La muerte, el amor y la menta (Bartleby).
En su presentación, este martes en la Casa Encendida Verdú, contó el forcejeo que tuvo con Manolo V para rebajar el leísmo de aquel título.
Pero a Vázquez Montalbán, que hizo el prólogo, le sonaba mejor su verso.
Y así quedó impreso: Si usted no hace regalos le asesinarán (Anagrama).
En el acto de este martes alguien propuso un eslogan para vender esta nueva entrega de los versos de Verdú:
“Si usted no regala este libro lo asesinarán”.
La anécdota fue solo una parte ligera de una presentación intensa. Verdú prolongó el tono del libro, en el que se aplica con humor a subrayar las variedades oscuras de la vida.
En el libro cuenta su lucha a favor y en contra de la quimioterapia (“la respiración nombra/ inyecciones de acero”), y mucho de lo que narra (“Nos duelen los brazos/ tras pretender doblegar/ nuestros malentendidos”) parece provenir de esa dramática dependencia.
Como dijo su editor, el poeta Manuel Rico, Verdú es incalificable como autor de versos, puede ser de cualquier generación y de cualquier estilo, según se lo lea; el periodismo (desde Cuadernos para el Diálogo a EL PAÍS, donde fue decisivo en Opinión y Cultura en los años 80 y sucesivos) lo llamó por otras veredas, pero siempre alentó en él aquella pulsión que se puso de manifiesto en Si usted no hace regalos…
Este de ahora es “un diálogo medular, sereno, para aludir a la verdad auténtica de las cosas”.
Al contrario de lo que suele pasar con lo escrito, Verdú luego dijo con todas las letras, de viva voz, “la verdad auténtica de las cosas”. Ni hizo circunloquios para contar su vida, ni tampoco dibujó metáforas para contar su enfermedad, la raíz de estos poemas. Escribió cientos, uno cada día, pintó sin cesar, y lo sigue haciendo, y todo para perpetrar una escritura que parece también una pintura y que, acaso como cualquier escrito o como cualquier dibujo, sirve para ensayar (o tachar) las despedidas.
Verdú habló después de su otro presentador, el filósofo Ángel Gabilondo.
Este hizo una lectura comentada de los versos, como si dialogara con Verdú, con humor y con filantropía, como si le diera un abrazo en lo que más duele, el alma, una de las enfermedades del cuerpo, “y desde la enfermedad escribe Verdú”.
Y luego el autor se lanzó sin red a una autobiografía que, si hubiera estado escrita, en él hubiera sido igual de auténtica que tal como la habló.
Gabilondo había citado a Cioran (“La lucidez es incompatible con la respiración”) y, explicó el filósofo, “un poema es una forma de respirar”.
Los poemas no dan explicaciones, pero la lectura te adentra en la explicación misma de esa autobiografía que, después de los versos que leyó Gabilondo, desgranó Verdú como si estuviera contando un cuadro.
Y sus cuadros iban pasando junto a él.
Contó cómo dejó la ingeniería, cómo se hizo economista, cómo llegó al periodismo, cómo escribió (con su mujer, Alejandra Ferrandis) un libro vendidísimo sobre lo que discuten los matrimonios, cómo abrazó la pintura y cómo, en fin, escribió estos poemas que fueron centenares de versos hasta que, por fin, son lo que son, esqueleto de lo que fueron, “en definitiva, lo que hubiera querido decir”.
“Desvivido/ desahuciado/ desalmado”. Con “la conciencia de libertad que se halla al final de la vida”.
Otras veces se dice, de tantos poetas, pero quienes estuvieron escuchando a Verdú el martes en la Casa Encendida pueden decir de veras, sin vuelo en el verso, que quien toca este libro (aunque no lo compre para regalo) toca a un hombre.
Massiel, sobre mi situación sentimental: "Cuidado porque estás en una edad muy complicada"
Massiel, sobre mi situación sentimental: "Cuidado porque estás en una edad muy complicada"
7 de febrero
Vidas propias
Massiel, sobre mi situación sentimental: "Cuidado porque estás en una edad muy complicada"
7 de febrero de 2018,
Ella es muy de Pessoa, pero seguramente no lo sabe.
Ataca sin querer –o muy queriendo, tampoco lo tengo muy claro– a Rocío Carrasco por el desapego que la hija de la Jurado le mostró tras la muerte de Pedro Carrasco.
Creo que ninguna estaba muy en sus cabales como para hacer las cosas bien.Raquel
tiene todo el derecho a cargar contra Rocío pero tampoco le podemos
pedir a esta que siga manteniendo lazos emocionales con quien no le
apetece.
Sus razones tendrá para vivir como lo hace. Luego está el asunto de los hijos.
Desde fuera lo más sencillo es cargar contra Rocío y llamarla “mala madre” y demás sandeces pero no seré yo quien se atreva a opinar sobre este asunto.
Conozco muy poco de la historia, prefiero ser prudente y ser consciente de que tomar decisiones no ha debido ser fácil.
De esto y de otras cosas hablo con M., tiene 25 años y estos asuntos le suenan a marcianadas.
Le hace gracia que los fans de la Pantoja hagan las camas o pongan la mesa en Cantora, el despiporre sentimental de Rosa Benito –aunque no sepa muy bien de dónde viene el personaje–, y la gallardía de Mila Ximénez.
Le explico que le he contado mi situación sentimental a Massiel y la cantante me ha dicho:
“Cuidado porque estás en una edad muy complicada”. M., en vez de animarme, echa más leña al fuego:
“Ahora, con las redes, ten en cuenta que cuando estás con alguien este siempre estará buscando por Instagram alguien mejor que tú”. Pues vaya futuro de mierda que me espera.
Sus razones tendrá para vivir como lo hace. Luego está el asunto de los hijos.
Desde fuera lo más sencillo es cargar contra Rocío y llamarla “mala madre” y demás sandeces pero no seré yo quien se atreva a opinar sobre este asunto.
Conozco muy poco de la historia, prefiero ser prudente y ser consciente de que tomar decisiones no ha debido ser fácil.
De esto y de otras cosas hablo con M., tiene 25 años y estos asuntos le suenan a marcianadas.
Le hace gracia que los fans de la Pantoja hagan las camas o pongan la mesa en Cantora, el despiporre sentimental de Rosa Benito –aunque no sepa muy bien de dónde viene el personaje–, y la gallardía de Mila Ximénez.
Le explico que le he contado mi situación sentimental a Massiel y la cantante me ha dicho:
“Cuidado porque estás en una edad muy complicada”. M., en vez de animarme, echa más leña al fuego:
“Ahora, con las redes, ten en cuenta que cuando estás con alguien este siempre estará buscando por Instagram alguien mejor que tú”. Pues vaya futuro de mierda que me espera.
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