Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

4 feb 2018

El monopolio del insulto......................................Javier Marías

Han bastado un par de burlas, unas chirigotas gaditanas y Tabàrnia, para que los deslenguados separatistas se hayan rasgado las vestiduras.
 
SUPONGO QUE el personaje se da en muchos ámbitos, pero desde luego ha abundado y abunda en el mundo literario. 
Hay en él lo que podríamos llamar “el escritor matón”, o de colmillo retorcido, o venenoso, que disfruta soltando maldades, principalmente contra sus colegas.
 A este escritor, en España, se lo suele venerar y se lo jalea, no es raro que se le erija un pedestal.
 Da una idea de nuestra proverbial mala baba, del gozo que nos provoca asistir al despellejamiento de alguien en primera fila.
 La figura se ha multiplicado con las redes sociales y la consagración del anonimato como algo perfectamente aceptable. 
Ya no hace falta ser escritor, ni conocido, para depositar a diario en el ordenador o en el móvil una buena ración de ponzoña.
 Los literatos que lo practicaban y practican, al menos, pretenden resultar ingeniosos en sus diatribas o mezquindades. 
A menudo no lo son, por mucho que sus acólitos les rían las gracias sin sal, pero, claro está, hay excepciones y las ha habido.
 Y hay que admitir que es tentador, lanzar pullas y echar por tierra falsos prestigios. 
No diré que yo no haya incurrido en ello, más como respuesta a un ataque previo —eso creo— que por propia iniciativa.
 Casi nadie está libre de ese pecado (se me ocurren Eduardo Mendoza y pocos más, entre los vivos).
 Pero una cosa es enzarzarse en una ocasional ­polémica o duelo y otra dedicarse a arrojar venablos, vengan o no a cuento.
Hay que admitir que es tentador, lanzar pullas y echar por tierra falsos prestigios.
Hay géneros que los propician, como las memorias, las autobiografías, las semblanzas de contemporáneos y los diarios. Los que más, estos últimos, y por eso nunca los he escrito y rarísima vez los leo. 
Nadie puede negar que una malicia oportuna y certera a veces tiene su encanto, sobre todo si es oral y después se la lleva el viento.
 Por escrito, en cambio —impresa—, a mí me produce casi siempre un pésimo efecto, del que sin duda no se percatan quienes las publican alegre y vanidosamente. 
Siendo admirador de Bioy Casares, me negué a leer su grueso volumen sobre sus charlas vespertinas con Borges al enterarme de que allí aparecían consignadas todas las malignidades que de viva voz esparcía el maestro más viejo. 
  Habría sido divertido y provechoso, a buen seguro, asistir a esas reuniones privadas, pero intuí que asomarme a ellas luego, “encuadernadas” y en frío, me traería más malestar que placer, y que conocer los chismorreos y dardos de dos hombres inteligentes me los rebajaría. 
El espectáculo de la mala uva, del desdén, de la soberbia o del resentimiento nunca es grato, excepto para aquellos —españoles a millares, como he dicho— que viven gran parte del tiempo instalados a gusto en ellos.
 Lo curioso es con cuánta frecuencia uno se encuentra con que los escritores más fustigadores y maledicentes son los de piel más fina. Sueltan sin cesar sus venenillos, pero si alguien les paga con la misma moneda, no es ya que se enfurezcan, sino que se sorprenden enormemente y se quedan desconcertados. 
El escritor matón (como los matones de cualquier índole) aspira además a la impunidad.
 Se permite toda clase de desprecios o exabruptos y no cuenta con que, yendo así por el mundo, lo más probable es que le toque fajarse y recibir unos cuantos golpes.
 Por el contrario, cuando le devuelven el mandoble, se duele, se escandaliza, no se lo logra explicar y se asombra. 
Sé de uno que reacciona así siempre: “Fíjate lo que ha dicho Fulano de mí, el muy agresivo”. 
 Ya”, le contesta su interlocutor, “pero es que tú habías dicho antes cien atrocidades de él”. 
La respuesta del matón puede ser: “Eso no tiene que ver”, o “Lo mío era bien poca cosa”.
 Sí, lo del matón siempre es para él poca cosa.
 Me he acordado de este tradicional personaje, tan hispánico, al ver el solivianto de los separatistas catalanes ante un par de guasas recientes. 
Se han ofendido y puesto severos por unas chirigotas gaditanas. Que éstas son de mal gusto e hirientes las más de las veces, a nadie se le escapa, es su esencia.
 También les ha sentado como un tiro la broma de Tabàrnia, son los únicos que se la han tomado en serio, aterrados.
 Por definición, los fanáticos carecen de sentido del humor cuando se les toma el pelo a ellos.
 Porque esos mismos separatistas han aplaudido durante años el programa satírico Polònia, que se choteaba un poquito de los catalanes ineptos y mucho de los ineptos del resto de España.
 Su creador y alma se preguntó hace poco en un tuit si era delito de odio desear que un camión arrollara a los jueces del Supremo (no sé si lo acompañó de risas enlatadas).
 Durante cinco años, esos separatistas no han tenido reparo en vilipendiar —ni siquiera en tono de chanza— a los andaluces, extremeños, castellanos, madrileños y españoles en general, tachándolos de ladrones, vagos, parásitos, fascistas, franquistas, magrebíes, atrasados, analfabetos y ordinarios, sin rehuir ellos mismos las expresiones ordinarias y analfabetas. 
Han bastado un par de burlas, las chirigotas y Tabàrnia, para que los pertinaces deslenguados se hayan hecho mil cruces y rasgado las vestiduras. 
Pretenden tener el monopolio del insulto, y ojito si les responde alguien, ni en broma.
 Lo propio de los matones.
Algo parecido me pasó en un Foro que entré porque estaba con el nombre de un escritor, más que nada por curiosidad, pero formaban un círculo tan cerrado que después de aguantar cosas que nunca nadie en persona me habían hecho,me tuve que salir y aguante imbecilidades , no ya con lo que podía decir sino hacía mi persona que nadie sabía quién era ni a que me dedicaba.
 Claro que no eran críticos ni con el escritor ni con ellos mismos.....pasan los años y permanecen y que no se le ocurra a nadie que no esté avalado por alguno de los "popes" del lugar.
Todos los nacionalistas han sido pesados, pero con el despropósito de ahora que juegan con la susceptibilades incomprensibles, se matarán entre ellos, uno ya está en la Hoguera y otros encenderán la pila......y además son feos.
Es curioso pero entre fealdad y belleza siempre encuentro feos.

3 feb 2018

Su canción............................................................ Boris Izaguirre

Un poco en pantuflas se mostraron los Reyes en el vídeo para el cumpleaños del Monarca.

La princesa Leonor besa a su padre, Felipe VI, tras recibir el Toisón de oro.
La princesa Leonor besa a su padre, Felipe VI, tras recibir el Toisón de oro. Getty Images

 

En el programa de Ana Rosa, que tanto extraño, mostraron los whatsapps entre Puigdemont y el exconseller Comín. 
 “Supongo que tienes claro que esto se ha terminado”, argumenta Puigdemont en el larguísimo y triste mensaje.
 Comín, ya en otra cosa, prefiere no responderle. 
¿Quién nos iba a decir que todo este procés iba a terminar así: por un despiste y un momento de flaqueza? 
También es cierto que los reporteros del programa son tremendos en su afán de husmear e informarnos.
 ¡Qué ojo tienen! Lo que queda claro de todo este procés es que los teléfonos y whatsapps los carga el diablo, hay que dejarlos reposar. O, al menos, releer antes de enviar.

La vida sigue y cuando se acaba un proceso se inicia otro. Eurovisión está cerca, ya tenemos canción y dueto interpretativo, Amaia y Alfred, y un cúmulo de nervios por cómo nos irá con Tu Canción.
 Algunos ya whatsappean que es un pelín sosa, como una sopa verde sin pizca de sal o como un mensaje sin respuesta. 
 Pero la pasión de Amaia y Alfred conseguirá esa inflamación y gestualidad que chifla a los millennials televisivos.
 Quizás estemos a tiempo de cambiar algo la letra e incluir los versos desesperados de Puigdemont: “Me han hecho mucho daño con calumnias, rumores, mentiras.
 Esto ahora ha caducado y me tocará dedicar mi vida a mi propia defensa”.
 Con estas palabras a ritmo de fado o de reggaeton seguro que Tu canción sube puestos en el Altice Arena en Lisboa.
Así como Puigdemont se apaga, Trump se enciende. Su primer discurso del Estado de la Unión (que no nación porque EE UU es el auténtico reality federal) ha sido un éxito, aterrorizando a sus detractores que día tras día ven que el hombre del que se mofan les puede ganar. 
Lo curioso de Donald Trump es que parece tener dos personalidades.
 Una de día, pistolero, tuitero empedernido, vendedor de estrategias y semigánster de boquilla. 
Y otra, más refinada, de millonario poderoso, para momentos estelares y de noche como en la gala del Estado de la Unión.
 Estaba mucho más contenido, casi sutil, sin subir la voz vulgarmente ni apartarse de su discurso de que América solo vale si es con americanos blancos o lo más blancos posible.
 Quizás los independentistas catalanes hubieran llegado más lejos jugando a la personalidad múltiple. 


La actriz Paula Echevarría por las calles de Madrid el pasado 29 de enero.
La actriz Paula Echevarría por las calles de Madrid el pasado 29 de enero.
Isabel Pantoja multiplica la familia. 
Es abuela por cuarta vez y Carlota, la nueva nieta, conoce a su padre, Francisco Rivera, con una silueta más refinada.
 Ya no es Paquirrín sino Tipirrín.
 Para mí es una señal de que vienen tiempos mejores, de que se desinfla el procés.
 Igual que esas pantuflas con pieles que usa Paula Echevarría para declarar sobre su divorcio con David Bustamante y que “no hay un paso atrás”.
 Ella dio ese paso adelante con unas pantuflas Gucci y temperaturas gélidas.
 Yo lo veo como un nuevo eslogan: lo mejor es lo que pasa. Aunque haga frío, voy en pantuflas porque tengo la sangre caliente. 
Y mucho camino por delante.
 Un poco en pantuflas se mostraron los Reyes en el vídeo producido para el cumpleaños del Monarca. 
Pido que lo conviertan en un reality semanal en TVE y así ocupamos el vacío que pronto dejará OT hasta que llegue Eurovisión.
 Seria el primer Neo-REAL-ity. Y un éxito.
 Me supo a poco lo que mostraron.
 Quiero ver a la reina Letizia reunida con su equipo decidiendo la redacción de un discurso o cómo reciclar un traje. 
Seguir la relación de las niñas entre ellas, Sofía, más sociable y Leonor más misteriosa. 
Mis amigos republicanos, los tengo tanto de derechas, de izquierdas como de centro, dicen que cuando el cochazo real, blindadísimo, se queda vacío, el aire, la ausencia, es igual que cuando están dentro. No sé. 
Pero he atravesado un mar de discusiones sobre la sopa de acelga mientras otros celebran que la vajilla sea de manufactura asturiana. Sin olvidar a todos aquellos que encontraron la mesa deslucida. Para defenderlos, recordaré la mesa en el Palacio Real, dispuesta para el almuerzo a Goytisolo en aquel premio Cervantes al que asistí invitado: era impresionante.
 Majestuosa. Perfecta. 
Y el menú impecable, verdinas y pescado. 
Puede que nuestros Reyes se parezcan a la princesa Paula Echevarría, a veces salen en pantuflas por la calle pero en casa, sin que nadie los vea, visten lo bueno.
 Que resulta también muy de Tabarnia. ¿No estáis de acuerdo?

Cuando King Kong contempla a la mujer rubia................ Juan Cruz

Sexo, amor y soledad en ‘La ofrenda’, la última novela de Martín Garzo.

 

El escritor Gustavo Martín Garzo en un hotel de Madrid.
El escritor Gustavo Martín Garzo en un hotel de Madrid.
Fue en la Librería Alberti, el pasado lunes en Madrid; y para ser lunes aquello estaba atiborrado. 
Ni una carraspera: sobre todo cuando, para afirmar los elementos de la novela (una mujer, Patricia Ayala, va a una isla remota cerca de Madagascar a cuidar, por un buen precio, a una anciana; allí aspira a olvidar a un amor) el autor recurrió a dos historias de su predilección, la de King Kong y la mujer rubia y la de La bella durmiente.
“El hombre no puede resistir tanta realidad”, decía Eliot, y cree Martín Garzo, y recurre a esas estratagemas, el cuento, el sueño, para explicarse.
 Y La ofrenda contiene cuentos que son herederos literarios de ambas fábulas eternas: el monstruo que contempla a la bella y en lugar de dañarla la admira como si ahí se interrumpiera la bestia y naciera el amor. 
En cuando a La bella durmiente, pues tres cuartos de lo mismo.
Las dos fábulas entretuvieron tanto a Martín Garzo (y al auditorio) que luego le preguntamos por sus respectivos significados.
 “La película King Kong habla del tránsito del mundo del deseo al del amor. 
El deseo quiere satisfacerse, y para él el otro solo es el alimento que necesita para conseguirlo; en el amor lo que cuenta es ese otro, su cuidado, su proximidad, aunque no se sepa qué hacer con él.
 Ortega y Gasset dijo que el amante es aquel que es incapaz de concebir un universo en el que el ser amado está ausente.
 Eso le pasa a King Kong, por eso renuncia a su fuerza”.
Ahora no tiene buena prensa el amor romántico.
 “Y es por pensar que da lugar a un sinfín de ilusiones e ideas falsas acerca de los demás, porque se dice que un amor así no existe.
 Pero que no exista no quiere decir que no lo necesitemos. ¿Cómo podríamos vivir sin lo que no existe? 
El arte en su conjunto es un diálogo con lo que no existe: con los seres que pueblan nuestra imaginación, con los muertos, con las criaturas que visitan nuestros sueños.
 El hombre no puede soportar tanta realidad, exclama el cuervo de los Cuatro cuartetos de Eliot”.

Vida dormida

¿Y qué pinta La bella durmiente en los conceptos que se conjugan en La ofrenda
La bella durmiente simboliza nuestra vida dormida, todo eso que pudimos ser y no fuimos, todo lo que soñamos y dejamos sin realizar. 
No es verdad que esa vida no vivida no forme parte de nosotros, nos acompaña en secreto, nos pide cosas que no nos atrevemos a darle. 
Acompaña, sin que nos demos cuenta, a la vida que estamos viviendo.
 Es la vida de nuestros sueños.
 La escritura para mí es despertar esa vida que duerme en nosotros”.
Parece que todo vive en el aire, como los cuentos. Pero hay conflicto. “¿Cómo podría haber historia si no? Mi protagonista llega a la isla huyendo de sí misma, de su pasado, de una vida que no le gusta
. Su madre nunca la ha amado, se ha ahogado ante sus ojos el niño que cuidaba, está inmersa en una relación turbia con uno de sus compañeros en el hospital en el que trabaja… 
Quiere escapar, huir de todo eso, y llega a la isla donde al principio todo le va mal, pues no entiende qué lugar es ese ni lo que se espera que haga…”.
 Para el resto, para saber cómo vienen el sexo, del que tanto se habló en la presentación, la soledad y el amor, tendrán que leer ustedes La ofrenda.

15 bares míticos de Madrid........................... Mario Suárez

Ruta por la historia reciente de la ciudad a través de establecimientos que han dejado huella.

El Palentino Dos cuñados regentan uno de los bares con más solera de Madrid, El Palentino (Calle del Pez, 8), que ha inspirado al cineasta Álex de la Iglesia para su película 'El Bar'.

 Dos cuñados regentan uno de los bares con más solera de Madrid, El Palentino (Calle del Pez, 8), que ha inspirado al cineasta Álex de la Iglesia para su película 'El Bar'. Con motivo de su estreno, el próximo viernes 24 de marzo, el libro 'El Bar, historias y misterios de los bares míticos de Madrid' (Lunwerg) reúne una selección de veteranos locales que siguen dejando huella en la vida de los madrileños, como El Palentino, que vivió la explosión y declive de la movida madrileña y actualmente vuelve a disfrutar de un momento de fama. Los espejos de las paredes y su popular fachada de mármol roto y ventanas de aluminio son solo detalles de lo mucho que esconde este bar abierto en 1942. 

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    El Palentino Dos cuñados regentan uno de los bares con más solera de Madrid, El Palentino (Calle del Pez, 8), que ha inspirado al cineasta Álex de la Iglesia para su película 'El Bar'.
  • En 1997, Bill y Hillary Clinton acudieron a Madrid por una cumbre de la OTAN y además de visitar los grandes museos del paseo del Prado entraron en otro templo de la ciudad, El Brillante (Plaza del Emperador Carlos V, 8), para comerse un clásico bocata de calamares. No hay imágenes del histórico bocado, pero sí el recuerdo de los camareros. Este local de la glorieta de Atocha fue abierto en 1961 por Alfredo Rodríguez Villa, un leonés que llegó a la gran ciudad en 1934 y aprendió el arte de la fritura en otro símbolo del bocata, El Diamante.

 El Brillante En 1997, Bill y Hillary Clinton acudieron a Madrid por una cumbre de la OTAN y además de visitar los grandes museos del paseo del Prado entraron en otro templo de la ciudad, El Brillante (Plaza del Emperador Carlos V, 8), para comerse un clásico bocata de calamares.

Situado en Ponzano, kilómetro cero del tapeo madrileño, El Doble (Ponzano 58) es un clásico de las cañas bien tiradas en vasos largos de 40 centilitros; “es la mejor medida y hace que se conserve mejor la crema de la cerveza”, apuntan. Abierto en 1987 por Román del Puerto, esta taberna con azulejos de Talavera de la Reina en la fachada es un reducto de costumbrismo de tapa con pan tostado en el momento, como las de antes. Recibe a banqueros, deportistas y 'foodies' que empiezan aquí una ruta de patatas a la inglesa y gambas cocidas. 

El Doble Situado en Ponzano, kilómetro cero del tapeo madrileño, El Doble (Ponzano 58) es un clásico de las cañas bien tiradas en vasos largos de 40 centilitros; “es la mejor medida y hace que se conserve mejor la crema de la cerveza”, apuntan 

  • En 1997, Bill y Hillary Clinton acudieron a Madrid por una cumbre de la OTAN y además de visitar los grandes museos del paseo del Prado entraron en otro templo de la ciudad, El Brillante (Plaza del Emperador Carlos V, 8), para comerse un clásico bocata de calamares. No hay imágenes del histórico bocado, pero sí el recuerdo de los camareros. Este local de la glorieta de Atocha fue abierto en 1961 por Alfredo Rodríguez Villa, un leonés que llegó a la gran ciudad en 1934 y aprendió el arte de la fritura en otro símbolo del bocata, El Diamante.
  • Situado en Ponzano, kilómetro cero del tapeo madrileño, El Doble (Ponzano 58) es un clásico de las cañas bien tiradas en vasos largos de 40 centilitros; “es la mejor medida y hace que se conserve mejor la crema de la cerveza”, apuntan. Abierto en 1987 por Román del Puerto, esta taberna con azulejos de Talavera de la Reina en la fachada es un reducto de costumbrismo de tapa con pan tostado en el momento, como las de antes. Recibe a banqueros, deportistas y 'foodies' que empiezan aquí una ruta de patatas a la inglesa y gambas cocidas. 
    El Doble Situado en Ponzano, kilómetro cero del tapeo madrileño, El Doble (Ponzano 58) es un clásico de las cañas bien tiradas en vasos largos de 40 centilitros; “es la mejor medida y hace que se conserve mejor la crema de la cerveza”, apuntan.
  • Amadeo Lázaro lleva 75 años siendo tabernero y su familia ha inclulcado la costumbre de comer caracoles en Madrid. Abrió su taberna en 1942 –unos números más debajo de su actual ubicación actual– y en 1972 se instaló en la plaza de Cascorro 18, donde los parroquianos son fieles a un guiso sabroso y de receta secreta, que heredó de su madre. Lázaro continúa pasando por el bar cada día, hablando con habituales y neófitos en el sabio consumo de este molusco. Los azulejos geométricos, los detalles decorativos de los años setenta y la mezcla de público –los domingos de Rastro está a reventar– son otro atractivo del local.

 

  Conocido como el bar de los taxistas, el bar Iberia (Glorieta de Ruiz Jiménez, 4) es el punto de encuentro y descanso de este gremio desde hace décadas, pero también ha funcionado para muchos como el primer 'afterhours' de Madrid. Su horario –21 horas abierto ininterrumpidamente, aunque hasta hace un par de años no cerraba– ha hecho que muchos vinieran aquí a pedir la última ronda de la noche o a desayunar antes de irse a la cama. Desde 1979 lleva formando parte de todas las rutas crápulas de Madrid. Bar Iberia Conocido como el bar de los taxistas, el bar Iberia (Glorieta de Ruiz Jiménez, 4) es el punto de encuentro y descanso de este gremio desde hace décadas, pero también ha funcionado para muchos como el primer 'afterhours' de Madrid. 

  • Dos cuñados regentan uno de los bares con más solera de Madrid, El Palentino (Calle del Pez, 8), que ha inspirado al cineasta Álex de la Iglesia para su película 'El Bar'. Con motivo de su estreno, el próximo viernes 24 de marzo, el libro 'El Bar, historias y misterios de los bares míticos de Madrid' (Lunwerg) reúne una selección de veteranos locales que siguen dejando huella en la vida de los madrileños, como El Palentino, que vivió la explosión y declive de la movida madrileña y actualmente vuelve a disfrutar de un momento de fama. Los espejos de las paredes y su popular fachada de mármol roto y ventanas de aluminio son solo detalles de lo mucho que esconde este bar abierto en 1942.
    1El Palentino Dos cuñados regentan uno de los bares con más solera de Madrid, El Palentino (Calle del Pez, 8), que ha inspirado al cineasta Álex de la Iglesia para su película 'El Bar'. Con motivo de su estreno, el próximo viernes 24 de marzo, el libro 'El Bar, historias y misterios de los bares míticos de Madrid' (Lunwerg) reúne una selección de veteranos locales que siguen dejando huella en la vida de los madrileños, como El Palentino, que vivió la explosión y declive de la movida madrileña y actualmente vuelve a disfrutar de un momento de fama. Los espejos de las paredes y su popular fachada de mármol roto y ventanas de aluminio son solo detalles de lo mucho que esconde este bar abierto en 1942.
  • En 1997, Bill y Hillary Clinton acudieron a Madrid por una cumbre de la OTAN y además de visitar los grandes museos del paseo del Prado entraron en otro templo de la ciudad, El Brillante (Plaza del Emperador Carlos V, 8), para comerse un clásico bocata de calamares. No hay imágenes del histórico bocado, pero sí el recuerdo de los camareros. Este local de la glorieta de Atocha fue abierto en 1961 por Alfredo Rodríguez Villa, un leonés que llegó a la gran ciudad en 1934 y aprendió el arte de la fritura en otro símbolo del bocata, El Diamante.
    2El Brillante En 1997, Bill y Hillary Clinton acudieron a Madrid por una cumbre de la OTAN y además de visitar los grandes museos del paseo del Prado entraron en otro templo de la ciudad, El Brillante (Plaza del Emperador Carlos V, 8), para comerse un clásico bocata de calamares. No hay imágenes del histórico bocado, pero sí el recuerdo de los camareros. Este local de la glorieta de Atocha fue abierto en 1961 por Alfredo Rodríguez Villa, un leonés que llegó a la gran ciudad en 1934 y aprendió el arte de la fritura en otro símbolo del bocata, El Diamante.
  • Situado en Ponzano, kilómetro cero del tapeo madrileño, El Doble (Ponzano 58) es un clásico de las cañas bien tiradas en vasos largos de 40 centilitros; “es la mejor medida y hace que se conserve mejor la crema de la cerveza”, apuntan. Abierto en 1987 por Román del Puerto, esta taberna con azulejos de Talavera de la Reina en la fachada es un reducto de costumbrismo de tapa con pan tostado en el momento, como las de antes. Recibe a banqueros, deportistas y 'foodies' que empiezan aquí una ruta de patatas a la inglesa y gambas cocidas.
    3El Doble Situado en Ponzano, kilómetro cero del tapeo madrileño, El Doble (Ponzano 58) es un clásico de las cañas bien tiradas en vasos largos de 40 centilitros; “es la mejor medida y hace que se conserve mejor la crema de la cerveza”, apuntan. Abierto en 1987 por Román del Puerto, esta taberna con azulejos de Talavera de la Reina en la fachada es un reducto de costumbrismo de tapa con pan tostado en el momento, como las de antes. Recibe a banqueros, deportistas y 'foodies' que empiezan aquí una ruta de patatas a la inglesa y gambas cocidas.
  • Amadeo Lázaro lleva 75 años siendo tabernero y su familia ha inclulcado la costumbre de comer caracoles en Madrid. Abrió su taberna en 1942 –unos números más debajo de su actual ubicación actual– y en 1972 se instaló en la plaza de Cascorro 18, donde los parroquianos son fieles a un guiso sabroso y de receta secreta, que heredó de su madre. Lázaro continúa pasando por el bar cada día, hablando con habituales y neófitos en el sabio consumo de este molusco. Los azulejos geométricos, los detalles decorativos de los años setenta y la mezcla de público –los domingos de Rastro está a reventar– son otro atractivo del local. 
    Casa Amadeo. Los Caracoles Amadeo Lázaro lleva 75 años siendo tabernero y su familia ha inclulcado la costumbre de comer caracoles en Madrid. Abrió su taberna en 1942 –unos números más debajo de su actual ubicación actual– y en 1972 se instaló en la plaza de Cascorro 18, donde los parroquianos son fieles a un guiso sabroso y de receta secreta, que heredó de su madre. Lázaro continúa pasando por el bar cada día, hablando con habituales y neófitos en el sabio consumo de este molusco. Los azulejos geométricos, los detalles decorativos de los años setenta y la mezcla de público –los domingos de Rastro está a reventar– son otro atractivo del local.
  • Conocido como el bar de los taxistas, el bar Iberia (Glorieta de Ruiz Jiménez, 4) es el punto de encuentro y descanso de este gremio desde hace décadas, pero también ha funcionado para muchos como el primer 'afterhours' de Madrid. Su horario –21 horas abierto ininterrumpidamente, aunque hasta hace un par de años no cerraba– ha hecho que muchos vinieran aquí a pedir la última ronda de la noche o a desayunar antes de irse a la cama. Desde 1979 lleva formando parte de todas las rutas crápulas de Madrid. 
    Bar Iberia Conocido como el bar de los taxistas, el bar Iberia (Glorieta de Ruiz Jiménez, 4) es el punto de encuentro y descanso de este gremio desde hace décadas, pero también ha funcionado para muchos como el primer 'afterhours' de Madrid. Su horario –21 horas abierto ininterrumpidamente, aunque hasta hace un par de años no cerraba– ha hecho que muchos vinieran aquí a pedir la última ronda de la noche o a desayunar antes de irse a la cama. Desde 1979 lleva formando parte de todas las rutas crápulas de Madrid.
  • Este local centenario del Barrio de las Letras ocupa el solar donde Miguel de Cervantes vivió y escribió la segunda parte de 'El Quijote' y de 'Los trabajos de Persiles y Segismunda'. Ilustre coincidencia para la taberna Casa Alberto (Calle de las Huertas, 18), abierta en 1827, cuya fachada de color rojo y su barra con lavadero de vasos denota la solera del lugar. Fue el lugar predilecto del primer alcalde madrileño de la democracia, Enrique Tierno Galván, quien acudía casi a diario para probar sus croquetas de cocido o sus albóndigas en salsa.

 

  Cuando Manuel Alfaro llegó a Madrid desde Soria en 1918 no imaginó que las bodegas que llevarían su apellido serían parte de la iconografía del casticismo del siglo XX. Hasta tres bares llegó a tener repartidos por Madrid, aunque es el de la calle Ave María 10 el que mejor conserva la estética y el modus operandi que su fundador impulsó: vermú de grifo y barra de zinc. Esta taberna mítica de Lavapiés aún conserva los portones de color rojo que señalaban, entonces, que en ese local se servía buen vino. Se dice que aquí se comían las mejores anchoas cántabras de la capital y actualmente sus boquerones en vinagre permanecen en el top 10 del aperitivo madrileño.

 Bodegas Alfaro Cuando Manuel Alfaro llegó a Madrid desde Soria en 1918 no imaginó que las bodegas que llevarían su apellido serían parte de la iconografía del casticismo del siglo XX

  • Dos cuñados regentan uno de los bares con más solera de Madrid, El Palentino (Calle del Pez, 8), que ha inspirado al cineasta Álex de la Iglesia para su película 'El Bar'. Con motivo de su estreno, el próximo viernes 24 de marzo, el libro 'El Bar, historias y misterios de los bares míticos de Madrid' (Lunwerg) reúne una selección de veteranos locales que siguen dejando huella en la vida de los madrileños, como El Palentino, que vivió la explosión y declive de la movida madrileña y actualmente vuelve a disfrutar de un momento de fama. Los espejos de las paredes y su popular fachada de mármol roto y ventanas de aluminio son solo detalles de lo mucho que esconde este bar abierto en 1942.
    1El Palentino Dos cuñados regentan uno de los bares con más solera de Madrid, El Palentino (Calle del Pez, 8), que ha inspirado al cineasta Álex de la Iglesia para su película 'El Bar'. Con motivo de su estreno, el próximo viernes 24 de marzo, el libro 'El Bar, historias y misterios de los bares míticos de Madrid' (Lunwerg) reúne una selección de veteranos locales que siguen dejando huella en la vida de los madrileños, como El Palentino, que vivió la explosión y declive de la movida madrileña y actualmente vuelve a disfrutar de un momento de fama. Los espejos de las paredes y su popular fachada de mármol roto y ventanas de aluminio son solo detalles de lo mucho que esconde este bar abierto en 1942.
  • En 1997, Bill y Hillary Clinton acudieron a Madrid por una cumbre de la OTAN y además de visitar los grandes museos del paseo del Prado entraron en otro templo de la ciudad, El Brillante (Plaza del Emperador Carlos V, 8), para comerse un clásico bocata de calamares. No hay imágenes del histórico bocado, pero sí el recuerdo de los camareros. Este local de la glorieta de Atocha fue abierto en 1961 por Alfredo Rodríguez Villa, un leonés que llegó a la gran ciudad en 1934 y aprendió el arte de la fritura en otro símbolo del bocata, El Diamante.
    2El Brillante En 1997, Bill y Hillary Clinton acudieron a Madrid por una cumbre de la OTAN y además de visitar los grandes museos del paseo del Prado entraron en otro templo de la ciudad, El Brillante (Plaza del Emperador Carlos V, 8), para comerse un clásico bocata de calamares. No hay imágenes del histórico bocado, pero sí el recuerdo de los camareros. Este local de la glorieta de Atocha fue abierto en 1961 por Alfredo Rodríguez Villa, un leonés que llegó a la gran ciudad en 1934 y aprendió el arte de la fritura en otro símbolo del bocata, El Diamante.
  • Situado en Ponzano, kilómetro cero del tapeo madrileño, El Doble (Ponzano 58) es un clásico de las cañas bien tiradas en vasos largos de 40 centilitros; “es la mejor medida y hace que se conserve mejor la crema de la cerveza”, apuntan. Abierto en 1987 por Román del Puerto, esta taberna con azulejos de Talavera de la Reina en la fachada es un reducto de costumbrismo de tapa con pan tostado en el momento, como las de antes. Recibe a banqueros, deportistas y 'foodies' que empiezan aquí una ruta de patatas a la inglesa y gambas cocidas.
    3El Doble Situado en Ponzano, kilómetro cero del tapeo madrileño, El Doble (Ponzano 58) es un clásico de las cañas bien tiradas en vasos largos de 40 centilitros; “es la mejor medida y hace que se conserve mejor la crema de la cerveza”, apuntan. Abierto en 1987 por Román del Puerto, esta taberna con azulejos de Talavera de la Reina en la fachada es un reducto de costumbrismo de tapa con pan tostado en el momento, como las de antes. Recibe a banqueros, deportistas y 'foodies' que empiezan aquí una ruta de patatas a la inglesa y gambas cocidas.
  • Amadeo Lázaro lleva 75 años siendo tabernero y su familia ha inclulcado la costumbre de comer caracoles en Madrid. Abrió su taberna en 1942 –unos números más debajo de su actual ubicación actual– y en 1972 se instaló en la plaza de Cascorro 18, donde los parroquianos son fieles a un guiso sabroso y de receta secreta, que heredó de su madre. Lázaro continúa pasando por el bar cada día, hablando con habituales y neófitos en el sabio consumo de este molusco. Los azulejos geométricos, los detalles decorativos de los años setenta y la mezcla de público –los domingos de Rastro está a reventar– son otro atractivo del local.
    4Casa Amadeo. Los Caracoles Amadeo Lázaro lleva 75 años siendo tabernero y su familia ha inclulcado la costumbre de comer caracoles en Madrid. Abrió su taberna en 1942 –unos números más debajo de su actual ubicación actual– y en 1972 se instaló en la plaza de Cascorro 18, donde los parroquianos son fieles a un guiso sabroso y de receta secreta, que heredó de su madre. Lázaro continúa pasando por el bar cada día, hablando con habituales y neófitos en el sabio consumo de este molusco. Los azulejos geométricos, los detalles decorativos de los años setenta y la mezcla de público –los domingos de Rastro está a reventar– son otro atractivo del local.
  • Conocido como el bar de los taxistas, el bar Iberia (Glorieta de Ruiz Jiménez, 4) es el punto de encuentro y descanso de este gremio desde hace décadas, pero también ha funcionado para muchos como el primer 'afterhours' de Madrid. Su horario –21 horas abierto ininterrumpidamente, aunque hasta hace un par de años no cerraba– ha hecho que muchos vinieran aquí a pedir la última ronda de la noche o a desayunar antes de irse a la cama. Desde 1979 lleva formando parte de todas las rutas crápulas de Madrid.
    5Bar Iberia Conocido como el bar de los taxistas, el bar Iberia (Glorieta de Ruiz Jiménez, 4) es el punto de encuentro y descanso de este gremio desde hace décadas, pero también ha funcionado para muchos como el primer 'afterhours' de Madrid. Su horario –21 horas abierto ininterrumpidamente, aunque hasta hace un par de años no cerraba– ha hecho que muchos vinieran aquí a pedir la última ronda de la noche o a desayunar antes de irse a la cama. Desde 1979 lleva formando parte de todas las rutas crápulas de Madrid.
  • Este local centenario del Barrio de las Letras ocupa el solar donde Miguel de Cervantes vivió y escribió la segunda parte de 'El Quijote' y de 'Los trabajos de Persiles y Segismunda'. Ilustre coincidencia para la taberna Casa Alberto (Calle de las Huertas, 18), abierta en 1827, cuya fachada de color rojo y su barra con lavadero de vasos denota la solera del lugar. Fue el lugar predilecto del primer alcalde madrileño de la democracia, Enrique Tierno Galván, quien acudía casi a diario para probar sus croquetas de cocido o sus albóndigas en salsa.
    6Casa Alberto Este local centenario del Barrio de las Letras ocupa el solar donde Miguel de Cervantes vivió y escribió la segunda parte de 'El Quijote' y de 'Los trabajos de Persiles y Segismunda'. Ilustre coincidencia para la taberna Casa Alberto (Calle de las Huertas, 18), abierta en 1827, cuya fachada de color rojo y su barra con lavadero de vasos denota la solera del lugar. Fue el lugar predilecto del primer alcalde madrileño de la democracia, Enrique Tierno Galván, quien acudía casi a diario para probar sus croquetas de cocido o sus albóndigas en salsa.
  • Cuando Manuel Alfaro llegó a Madrid desde Soria en 1918 no imaginó que las bodegas que llevarían su apellido serían parte de la iconografía del casticismo del siglo XX. Hasta tres bares llegó a tener repartidos por Madrid, aunque es el de la calle Ave María 10 el que mejor conserva la estética y el modus operandi que su fundador impulsó: vermú de grifo y barra de zinc. Esta taberna mítica de Lavapiés aún conserva los portones de color rojo que señalaban, entonces, que en ese local se servía buen vino. Se dice que aquí se comían las mejores anchoas cántabras de la capital y actualmente sus boquerones en vinagre permanecen en el top 10 del aperitivo madrileño.
    Bodegas Alfaro Cuando Manuel Alfaro llegó a Madrid desde Soria en 1918 no imaginó que las bodegas que llevarían su apellido serían parte de la iconografía del casticismo del siglo XX. Hasta tres bares llegó a tener repartidos por Madrid, aunque es el de la calle Ave María 10 el que mejor conserva la estética y el modus operandi que su fundador impulsó: vermú de grifo y barra de zinc. Esta taberna mítica de Lavapiés aún conserva los portones de color rojo que señalaban, entonces, que en ese local se servía buen vino. Se dice que aquí se comían las mejores anchoas cántabras de la capital y actualmente sus boquerones en vinagre permanecen en el top 10 del aperitivo madrileño.
  • Los Soldaditos de Pavía son bocados de bacalao rebozado típicos de la gastronomía popular madrileña. Un manjar de dos mordiscos vinculado a la historia de la taberna Casa Revuelta (Calle de Latoneros, 3), donde hay codazos los domingos (está cerca del Rastro) para tomarlo con una cerveza en la mano. Abierto en 1966 por el vallisoletano Santiago Revuelta, su estética de azulejos en las paredes, vigas de madera y camareros veteranos nos traslada a los años 70. Los torreznos, los callos y los calamares en su tinta completan el menú por días que se sirve aquí con un vermú de grifo en vaso fino.
    Casa Revuelta Los Soldaditos de Pavía son bocados de bacalao rebozado típicos de la gastronomía popular madrileña. Un manjar de dos mordiscos vinculado a la historia de la taberna Casa Revuelta (Calle de Latoneros, 3), donde hay codazos los domingos (está cerca del Rastro) para tomarlo con una cerveza en la mano.