¡Las Campos llegan a Miami! Un viaje con nuevas fobias, Boris y motos de agua.
María Teresa Campos, Terelu y Carmen Borrego llegan a Miami!
El trío familiar descubrirá los encantos de la zona de la mano de guías V.I.P.: celebrities
internacionales como Gianluca Vacchi, viejos conocidos como Boris
Izaguirre y actores latinos como Alexis Valdés mostrarán aspectos
singulares de Miami a las protagonistas de este docushow producido en
colaboración con La Fábrica de la Tele.
Sesiones de entrenamiento, citas gastronómicas y consultas de cirugía
Su
paradisíaco paisaje, su clima tropical, sus espectaculares playas de
arena fina, su crisol de culturas, su vibrante vida nocturna marcada por
la influencia latina y la cultura de la salsa junto a la combinación de
rascacielos y edificios art decó en su arquitectura, han convertido a Miami en una de las mejores ciudades para vivir en Estados Unidos. Allí se instalarán las Campos para descubrir el modus vivendi de las celebrities internacionales y tratar de superar nuevas fobias.
Por otra parte, South Beach será el escenario en el que Terelu y Carmen tratan de ponerse en forma con un fornido personal trainer e intentarán conducir una moto de agua, una misión imposible debido a la talasofobia (miedo al océano) de Terelu.
Tras ser entrevistada por Boris Izaguirre en el programa 'Suelta La Sopa' de Telemundo, María Teresa Campos se subirá en un yate con sus hijas, donde a lo largo de un paseo el presentador y escritor venezolano les mostrará las fabulosas mansiones de Ricky Martin, BradPitt y AngelinaJolie en las exclusivas zonas de Star Island, Palm Island e Hibiscus Island. En el ámbito gastronómico, Terelu y Carmen acudirán el restaurante 'The Bazaar' del chef español José Andrés y degustarán platos típicos con el actor cubano Alexis Valdés como cicerone.
Carmen Borrego y Terelu Campos, protagonistas del circo en el que se ha convertido el reality más hortera de Telecinco. Por dinero baila el perro.
Que dos vestidas para matar!! Miami: Sol, playa y papada. Así han bautizado la nueva entrega de Las Campos en la que solo se puede llegar a una conclusión. María Teresa Campos ha sido lista y se ha apartado del circo en el que se ha convertido el programa de Telecinco. Un circo en el que Carmen Borrego y Terelu Campos son las grandes protagonistas ya que, en las prácticamente dos horas de programa, hemos podido ver el show de las dos hijas de la presentadora paseando, comprando y festejando en la ciudad de Florida. Una segunda parada del viaje de Las Campos a Nueva York con un objetivo final: La visita de Carmen Borrego a un cirujano plástico para operarse el cuello (o
acabar con su papada). Mientras que María Teresa Campos ha visitado un
programa de televisión, ha hecho algunas compras y ha sido alabada en
cada esquina, hemos podido ver a Carmen y Terelu campando por sus anchas
por la ciudad, comentando la jugada sin pelos en la lengua e, incluso,
rechazando los servicios de un gigoló.
Esta
semana la empecé con la boca abierta escuchando el discurso de Oprah
Winfrey, y la termino igual pero tapándome la nariz con las
declaraciones de Rodrigo Rato.
Oprah Winfrey en un acto en California el pasado mes de noviembre. Jason LaVerisGETTYEsta semana la empecé con la boca abierta y el corazón en un puño escuchando el discurso de Oprah Winfrey en los Globos de Oro. Y la termino igual pero tapándome la nariz con las declaraciones de Rodrigo Rato. Mientras Oprah, que es presidenta de su compañía de televisión y una de
las presentadoras más famosas del mundo, transformaba su discurso de
aceptación de un premio honorífico en toda una andanada política,
Rodrigo, en Madrid y delante de la comisión que le investiga,
desmenuzaba su carrera presidencial a lo largo de casi cinco horas en
las que la soberbia lo redujo a un hombre solo, casi quijotesco,
enredado por cifras, rodeado de amigos que ahora son enemigos. Otra
realidad contradictoria es la que genera el mundo del entretenimiento,
que mezcla mentiras y aspiraciones continuamente. Es sorprendente cómo
en ambos discursos los accesorios jugaron un papel importante. En Oprah
fueron sus gafas extra large, que enmarcaban sus ojos como
detrás de dos televisores. Con ellas, Oprah dejo claras varias cosas.
Una, no le preocupa que sepamos que es miope. Dos, el estilo y las gafas
son de las cosas más apreciadas por la industria de la moda. No es la
primera vez que unas gafas se convierten en algo similar al bolso o los
zapatos. Sofía Loren fue la pionera en ponerse grandes anteojos a medida
que crecían las arrugas, una elegante manera de desviar la atención
sobre la edad y seguir manteniendo misterio. Oprah también las utilizó
para dejar claro algo: estaba leyendo su discurso, porque una buena
presentadora siempre necesita un guion, una base para luego crecerse y
cautivarte con ese fascinante juego entre la palabra y la emoción. Igual
que un buen político. Winfrey empezó recordándose a sí misma, hija de una empleada de hogar,
hipnotizada con el triunfo de Sidney Poitier en esos mismos premios
cuando ella tenía 11 años, y vio al primer hombre negro, elegante y
bello que “era celebrado”. Lo estaba viendo en casa y me levanté para
aplaudir emocionado. Al día siguiente todo el mundo hablaba de Oprah Presidente.
Puede ser, no tiene tanto dinero como Trump para una campaña pero sí
tiene mucha más experiencia que él en televisión. Y a los
norteamericanos les encanta la televisión. Trump gobierna como si el
país fuera un reality show que él conduce. Oprah es pionera en
la televisión pura y dura, de testimonios terribles, de emociones a flor
de piel, de esa realidad contradictoria que a veces crees manipulada
pero de la que no puedes separarte.
Llegada de Rodrigo Rato a la comisión de investigación de crisis financiera en el congreso en Madrid, el pasado martes.ANDREA COMAS
Fue Rato quien nos recordó
una realidad contradictoria en su declaración ante la comisión. No se
puede decir “pobre Rato”, porque no lo es. El accesorio que escogió para
enfrentarse a la historia fue esa bufanda, de fina lana y color
convencional, muy de economista pero que en las fotografías parecía más
bien una soga. Con esa bufanda de pastor inocente al cuello don Rodrigo,
que fue vicepresidente, quiso ajustar cuentas con sus examigos que son
el Gobierno actual. Mientras que Oprah miraba al mundo con esperanza,
sin rencor y con el recuerdo de una vida dura, Rato con su bufanda se
volvía un paria adinerado y soberbio. Personalmente, soy más de gafas que de pañuelos. A pesar de
que uno de los lugares comunes que más escuchas es lo de que el mundo es
un pañuelo. Esta misma semana, Carla Bruni, cantante y ex primera dama de Francia, acudió a El Hormiguero
donde, más que un recital, dio una extraordinaria clase de política y
entretenimiento con toque europeo. Bruni aclaró, como si fuera la
primera vez: “La gente que viene a mis conciertos, viene a ver a la
cantante. Pero aquellos que quieran observar a la ex primera dama de
cerca, también son bienvenidos”, rió. Volví a aplaudir delante de mi
tele. Mientras ensayaba la conducción de los Premios Forqué,
junto a Elena Sánchez, empezamos a observar cierta incomodidad entre
las estrellas de nuestro cine por tener que compartir protagonismo con
los chicos de OT, que vuelven a ser un fenómeno. Los Forqué son unos
premios organizados por productores de cine que confían en la tele. Otra
realidad contradictoria, ¿quién mezcla a Maribel Verdú con Nerea? La
pequeña pantalla, que tiene ese magnífico poder. Se escuchaban murmullos
diciendo “Lo hacen para tener audiencia”. Los chicos de OT estaban encantados de formar parte del show. Saben, como Bruni, que con audiencia todo suena mejor.
Volvió a Operación Triunfo diez años después de su participación como concursante (quedó segundo), y esta vez venció.
Pablo López cantó El Patio
en la última gala y fue el protagonista de la noche con una actuación
al piano repleta de sentimiento.
Las emociones mueven a este artista
malagueño de 33 años “de un modo radical”, según sus palabras. “Estos
últimos años había dejado poco espacio en el disco duro para la
experiencia que fue OT y me costó reaccionar, pero me removió
bastante. La satisfacción fue plena al conseguir lo que no pude
entonces. Cuando estaba allí dentro pensaba en la gente, en la cámara.
Una conquista culminada años después de su etapa de triunfito. “Es divertido, pero no es importante ni determinante estar en un concurso de televisión. Cuando salí de OT no había hecho méritos para vender un solo disco, solo para vender la marca OT,
algo totalmente lícito.
Volví a los bares, a hacer mis canciones.
Hasta
el día que me di cuenta de que tenía que ser honesto con lo que sentía.
Fue en abril de 2013, y ahí empecé a tener una carrera”.
El fuego que
también da nombre a su nuevo disco “es vivir así, algo bellísimo pero
que a veces quema, porque cuando tienes las puertas de par en par a
veces entran fantasmas y virus”, se sincera.
El cantante Pablo López durante el programa 'Operación Triunfo' el pasado lunes.GTRESONLINE
Su último trabajo es el más personal, “pero es una
introspección en sentimientos que no atañen a terceras personas.
Es un
viaje interior no autobiográfico, por eso la gente se siente tan
identificada”, puntualiza. Fue Alejandro Sanz quien le ayudó a comprender cómo se equilibra el ser tan íntimo y al mismo tiempo comercial.
“Me dijo cuando escuchó El Patio: estoy feliz por ti porque por
fin te has abandonado a tu destino de músico.
Me quedé 24 horas
pensándolo. Significa que he puesto el foco sin querer en no contar
nada.
Estoy desnudo, dedicado y obsesionado en expresarme a través de
este lenguaje.
Incluso olvidándome peligrosamente de todo lo demás”,
advierte con una “honestidad brutal” que considera su gran valor como
artista, además del “boca a boca de los teatros y auditorios”.
Precisamente se habla de él como el nuevo Alejandro Sanz.
“No atiendo a
esas comparaciones aunque es un halago superlativo. Me da mucho pudor, es algo que simplemente sirve para alimentar la vanidad”, afirma.
Alejandro Sanz y Pablo López en el concierto 'Más es Más' en Madrid el 24 de junio.GTRESONLINE
Disfruta de su mejor momento centrado en el trabajo. “La vida personal es esta conversación o coger el piano después, o preparar mi gira. Salir de marcha lo veo como un trabajo”. Con la fama han llegado los rumores de romances
en la prensa, pero lo lleva bien. “No soy celoso de casi nada, no
cierro puertas y lo aplico a mi vida privada. Si pierdo eso dejo de ser
yo”, asegura antes de confesar cuál es su sueño. “Poder reírme sin que
mi risa haga daño al oído o al corazón de nadie. Para ello necesitaré
seguir tocando para la gente, pero sobre todo poder decir que no he
caído en pozos de egoísmo en los que otros tienen que sufrir tu
felicidad . Necesito mucho amor, muchas risas, pero de las limpias, de
las bonitas”, concluye.