El actriz protagoniza un polémico anuncio de L’Oréal que hace referencia a las horas bajas de su carrera.
Después de cada gala de premios llegan las inevitables
listas de los mejores y peores momentos. Es lo habitual, resúmenes
rápidos y visuales para aquellos que no trasnocharon. Pero es menos
habitual que entre esos momentos se cuele un anuncio emitido en los
descansos televisivos de esa gala. Es, precisamente, lo que ha
conseguido Winona Ryder con el nuevo spot
que protagoniza con la marca L’Oréal y que se estrenó en la madrugada
del domingo a lunes, durante los Globos de Oro. Pero se ha colado entre
los momentos más destacados por las razones equivocadas. Con
un vestido negro de noche, como mandaba la etiqueta solidaria de los
Globos, dando vueltas en un camerino, pensando, el anuncio parecía ir
por el buen camino, parecía un mensaje más en línea con el gran discurso
feminista que transmitió la velada. 30 segundos de reflexiones y
nervios, cuando alguien entra y le dice: “Estamos preparados para ti”.
Winona Ryder sale del camerino y sonríe ante la frase “Everyone Loves a Comeback” (“A todo el mundo le gusta un regreso”). El anuncio hace clara referencia al regreso que la actriz, icono de los
noventa, ha hecho en el último año y medio. Gracias a la serie Stranger Things,
Ryder ha vuelto a ser un nombre popular, ha rodado una película y ha
conseguido su primer contrato con una firma de belleza, L’Oréal. Sin
embargo, justo después se ve que el mensaje sobre el regreso también se
refería al “pelo dañado”. La respuesta en las redes sociales no ha
tardado. Por un lado, se criticó la comparación de la carrera de la
actriz con un cabello estropeado. Por otro, lo que parecía iba a ser un
nuevo mensaje empoderador acaba siendo cualquier cosa menos inspirador
para el movimiento #MeToo y Time’s Up que estaba dominando la noche. “Ese anuncio me ha confundido. Pensé que estaba viendo algo serio sobre el movimiento #MeToo y bam: un anuncio de producto para cabello. Demasiado para solo un champú”. El año pasado Winona Ryder
se hizo viral también después de la gala de los premios del sindicato
de actores por la increíble expresividad de su cara. Este año ha vuelto a
llamar la atención social y mediática, lo que prueba que sí ha vuelto a
encaminar su carrera, aunque el último anuncio haya creado confusión. L’Oréal anunció el fichaje de la actriz el pasado viernes y el spot, que se emitió dos veces durante los Globos, es el primer resultado de esta asociación comercial.
La prensa de EE UU asegura que Demi Moore y Nick Jonas son
pareja. La exclusiva es de Radar Online y de ella se hacen eco varios
medios internacionales. Según esta publicación, la actriz de 55
años de edad estaría saliendo con Nick que es 30 años menor que ella,
desde la pasada primavera. Radar Online asegura que fue Rumer Willis,
la hija mayor de Demi Moore y Bruce Willis, quien los presentó.“ lla
(Rumer) sabe que Demi se siente atraída por hombres más jóvenes y, como
supo que Nick Jonas está soltero y tiene experiencia con mujeres
mayores, pensó que podría ser una conexión dijo una fuente a la publicación.
Demi
Moore, al parecer, prefiere mantener un total hermetismo sobre la
relación por temor de vivir un caso similar al final de su relación con Asthon Kutcher, en 2013,
ampliamente publicitado. Tras su separación, la actriz estuvo 10 meses
ingresada en un centro de rehabilitación. Su representante lo explicó en
un comunicado: "Debido a las tensiones de su vida en este momento, Demi
ha elegido buscar ayuda profesional para tratar su agotamiento y
mejorar su salud en general. Tiene ganas de sentirse mejor y agradece el
apoyo de su familia y amigos". Sin embargo, la web TMZ afirmó
que los verdaderos motivos para que la actriz fuera ingresada en el
hospital es el "abuso de sustancias". Moore habría acudido en busca de
"ayuda profesional" para tratar esa supuesta sobredosis. La actriz tomó su nombre profesional de su primer esposo, el
músico Freddy Moore, y es madre de tres hijas de su segundo matrimonio
con Bruce Willis: Rumer Willis (6 de agosto de 1988), Scout LaRue Willis
( 20 de julio de 1991) Tallulah Belle Willis ( 3 de febrero de 1994). Demi Moore y Bruce Willis se divorciaron en el 2000.
En las úiltimas fechas y al calor de los escándalos sexuales
en Hollywood, ha vuelto a la luz estos días un vídeo de hace 35 años en
el que Demi Moore
besa en la boca reiteradamente a un adolescente. En aquel momento, la
actriz tenía 19 años y el chico, también actor, 15. Era su fiesta de
cumpleaños y ambos formaban parte del elenco de la serie Hospital General. Circulan varios vídeos del beso de la actriz al niño, llamado Philip Tanzini, que fueron subidos a Youtube en 2012, uno visto más de siete millones de veces y otro 300.000. En un momento de las grabaciones, hechas en 1982 en la fiesta en la que
se celebraba el 15º cumpleaños del niño, una joven Moore bebida besa a
su compañero de trabajo y asegura que quiere convertirse en su “persona
favorita del mundo”. En el caso de Nick Jonasno es la primera vez que le
relacionan con alguien mayor, ya que anteriormente salió con la también
actriz Kate Hudson.
Nick Jonas se dio a conocer al mundo cuando era casi un
niño, con aquella banda formada con sus hermanos allá por 2005. Los
Jonas Brothers se convirtieron en una de las apuestas musicales más
rentables de Disney, triunfaron entre el público adolescente su pop y se
hicieron conocidos por su reivindicación de la castidad. Ahora han
tomado caminos separados.
El bajo nivel educativo provoca que el 41,7% de los
españoles no tengan interés por acudir a espectáculos en directo
(conciertos, teatro, ópera) y a lugares de interés cultural como museos o
monumentos. Esto se debe, según el informe El consumo cultural: ¿cuestión de gusto, o de precio?, publicado por el Observatorio Social La Caixa,
a la falta de "formación artística". En cambio, los españoles con unos
estudios superiores señalan que los motivos económicos son la razón
principal (21,5%) para no asistir más a este tipo de actividades. Sin embargo, esta situación se invierte en el caso del cine. El bajo nivel educativo, ligado a la falta de poder adquisitivo, motiva
que el 13% de los españoles que cuentan solo con estudios primarios
puedan acudir "al menos una vez" al cine al año. A medida que aumenta el nivel educativo lo hace también la renta y esto
hace que la cifra de asistencia crezca. En el caso de los españoles que
disponen de estudios de secundaria, se alcanza un 49% de asistencia al
cine, mientras que los que cuentan con educación superior llegan al 68%.
El informe de La Caixa, con datos de 2015, también distingue dentro de los que declaran no haber asistido a ninguna actividad cultural
entre "no asistentes absolutos", aquellos que no participan y no se
espera que lo hagan, y los "recuperables", cuya participación cultural
ha sido "puntualmente nula" este año pero podrían asistir en un futuro
próximo. En esta última categoría se subraya que la renta es la
principal razón por la que no acudieron.
En los espectáculos en directo y lugares de interés cultural se observa una gran polarización,
ya que la población se divide entre individuos de demanda alta y "no
asistentes absolutos", disminuyendo la probabilidad de no acudir nunca
de forma muy acusada según la renta. En el caso del cine esto cambia
radicalmente, ya que, a medida que aumenta el poder adquisitivo, se
incrementan los individuos con demanda de asistencia alta, mientras que
el número de personas con demanda baja se mantiene estable. Los autores
del informe achacan esto a un elevado interés general por el cine en la
población. El informe sugiere que, a corto plazo, y para reducir la importancia de
la cuestión económica, la política cultural debería combinarse con una
política fiscal que incluya, por ejemplo, "reducciones de la imposición
indirecta que soportan los bienes culturales o incrementos en las
subvenciones a la producción de dichos bienes". Sin embargo, también
indica que, para atajar el problema de la falta de interés, "la política
cultural debería integrarse en la política educativa para mejorar el
gusto por las artes".
El paro se mantiene como principal preocupación y la corrupción sigue también en cabeza.
La preocupación sobre la independencia de Cataluña ha caído
con fuerza. Es uno tres de los principales problemas del país para el
16,7% de los españoles, ocho puntos menos que hace un mes (cuando lo era
para 24,6%), y baja del cuarto al quinto puesto en el barómetro de
diciembre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El paro se mantiene como principal preocupación y sube más de tres
puntos la percepción sobre su importancia (66,8% frente a 65,1 en
noviembre). La corrupción, que solo varía levemente (31,7% en diciembre
frente a 31,5% un mes antes), sigue en el segundo puesto en la lista de
inquietudes que señalan los españoles cuando se les pregunta por los
tres principales problemas del país. La encuesta se realizó durante la primera semana de
diciembre, en plena campañana electoral de los comicios del 21-D. En los
días en que el CIS hacía su último sondeo del año, también publicaba el de noviembre, en el que la preocupación por la independencia de Cataluña cayó también cinco puntos respecto al mes anterior, cuando se había colocado como segundo problema del país,
según los encuestados. Esa bajada se interpretó como el resultado de la
aplicación del artículo 155 de la Constitución y la convocatoria de
elecciones. A pocos días de las elecciones, aumentó el número de
españoles que prefieren un Estado en el que las comunidades autónomas
tengan mayor autonomía que ahora (pasó de 13,5 a 16%), mientras se
redujo el porcentaje de los que están a favor del derecho a decidir (de
9,7 a 9,4%). El CIS de este mes no muestra grandes variaciones ni temas
que hayan irrumpido y preocupado a la sociedad española más de lo
habitual. Suben levemente los encuestados más inquietos con la
inseguridad ciudadana (de 1,5 a 2,3%); los problemas relacionados con la
calidad del empleo (de 5,6 a 7,3%); las pensiones (de 3,2 a 5%). Bajan
también de forma moderada los que se preocupan por la administración de
Justicia (de 2,4 a 1,7%); la educación (de 7,5 a 6,9%), y el terrorismo
internacional (de 2,9 a 1,8%). El barómetro de diciembre muestra también la mala opinión
que tienen los españoles de la situación política y económica. Un 94,4% y
un 92,6%, respectivamente, las consideran regular, mala o muy mala. Puestos a proyectar en el futuro, son más optimistas sobre las
posibilidades de mejora de la economía que de la clase política. Un
23,5% confía en que la economía mejore el próximo año, frente al 14,8%
que opina lo mismo de la situación política.