Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

7 dic 2017

DiCaprio compra un cuadro de Basquiat por 850.000 dólares

El actor, reconocido coleccionista, realizó la adquisición el miércoles en el Art Basel de Miami.

El actor Leonador DiCaprio.
El actor Leonador DiCaprio. GTRES

 Leonardo DiCaprio adquirió el miércoles en el Art Basel de Miami una obra de Basquiat que salía a la venta por 850.000 dólares. 

La venta se realizó en una sala privada en la que el actor y su asesora de arte, Lisa Schiff, formalizaron con discreción la venta.

 El ganador de un Oscar, que intentó esconder su identidad bajo una gorra de béisbol y una sudadera negra mientras caminaba con un gran séquito, pasó más de una hora en el stand de Van de Weghe durante la vista previa reservada a los clientes VIP de la feria.

 DiCaprio se hizo con un trabajo de 1983 de Jean-Michel Basquiat, titulado Alambre, que mide 76 x 56 cm y está firmado y titulado en el reverso y presenta una figura que mira una mosca.

 Jean-Michel Basquiat, el gran artista callejero del siglo XX, 30 años después de su muerte a los 27 por sobredosis, convertido en icono omnipresente y en peso pesado del mercado del arte, es el objeto estos días de una gran exposición en el centro Barbican de Londres.

 Antes DiCaprio se detuvo en numerosos puestos de galerías, incluyendo Luhring Augustine, Metro Pictures, que exhibía una gran obra de arte de Cindy Sherman, White Cube, Max Hetzler, Hauser & Wirth y Acquavella.

 A los fotógrafos que intentaron tomarle una foto al actor se les dijo que serían expulsados y se les revocarían sus pases de prensa.

 También en el recorrido del Art Basel Miami estuvo Brad Pitt y la modelo Frederique van der Wal.

 

'Jean-Michel Basquiat: Ahora es el momento', en el Museo Guggenheim de Bilbao.
'Jean-Michel Basquiat: Ahora es el momento', en el Museo Guggenheim de Bilbao. ASSOCIATED PRESS
La colección del intérprete incluye obras de Picasso, Salvador Dalí, Takashi Murakami, Sarah Lucas, Ed Ruscha o Elisabeth Payton. Una afición que le ha llevado a ser un rostro habitual en la feria de arte más famosa del mundo, Art Basel, o a copresidir la Art + Film Gala del Museo de Arte de Los Ángeles.

Antonio Banderas compra El Pimpi, su restaurante favorito de Málaga

El actor ha adquirido una parte de esta taberna de tapas y vinos creada en 1971, uno de los locales más afamados de la ciudad.

Antonio Banderas 
Antonio Banderas, el pasado abril en Alcalá de Henares.

 El actor malagueño Antonio Banderas ha comprado El Pimpi, su restaurante favorito de su ciudad natal y uno de los restaurantes más afamados de la zona. 

El intérprete, que siempre presume de sus raíces andaluzas, ha adquirido una parte de esta taberna de tapas y vinos creada en 1971, en concreto, la participación que tenía Francisco Campos. Banderas no será accionista mayoritario del establecimiento, que está ubicado enfrente del edificio en el que reside en esta capital de provincia y al que va con frecuencia a tomar un vino o a comer con su familia.

 

En El Pimpi, además, hay una foto de Antonio Banderas con una gorra, con la que suele ir al establecimiento para pasar desapercibido, firmando uno de los barriles de vino.
 Este restaurante está ubicada en un antiguo caserón malagueño del siglo XVIII y, según su propia página web, es una de las "bodegas con más solera de Málaga, donde es posible disfrutar de la gastronomía local y de los vinos de la tierra pero, sobre todo, de la tradición y culturas propias del sur de España".
La empresa prevé en esta etapa abordar nuevas líneas de negocio a corto plazo: catering, una escuela gastronómica y la Fundación El Pimpi, que se dedicará a facetas culturales y sociales, según ha explicado el gerente, Pablo Gonzalo, que ha calificado la entrada de Banderas como "un revulsivo en la línea de crecimiento de El Pimpi en la última década". 
La llegada del actor coincide con la salida de otro socio, su fundador Francisco Campos, que será el presidente de honor de la fundación.
 El hermano del intérprete, Francisco Javier Banderas, entrará a formar parte del consejo de administración de la compañía, en la que se integran también la familia Cobos, encabezada por José Cobos, y el gerente de la empresa.

El actor malagueño Antonio Banderas ha comprado El Pimpi, su restaurante favorito de su ciudad natal y uno de los restaurantes más afamados de la zona. 
El intérprete, que siempre presume de sus raíces andaluzas, ha adquirido una parte de esta taberna de tapas y vinos creada en 1971, en concreto, la participación que tenía Francisco Campos. 
Banderas no será accionista mayoritario del establecimiento, que está ubicado enfrente del edificio en el que reside en esta capital de provincia y al que va con frecuencia a tomar un vino o a comer con su familia.


Por las mesas de El Pimpi —el nombre hace referencia a un personaje popular malagueño que ayudaba a las tripulaciones y pasajeros de los barcos que llegaban al puerto de la ciudad— también han pasado otras personalidades conocidas como la familia del pintor Pablo Picasso, Carmen Thyseen o la Duquesa de Alba, según informa el local en su web.
Antonio Banderas se ha ganado el respeto de Málaga a lo largo de los años.
 Aunque el pasado mayo abandonó una iniciativa cultural en su ciudad natal, la fama y el amor por su tierra le ha proporcionado buenas relaciones con todas las Administraciones y tiene previsto desarrollar un proyecto escénico en el Teatro Alameda, ubicado en el centro de la capital malagueña.
 En 1996, por ejemplo, apoyó en un vídeo a Felipe González, lo que le valió ataques entre los conservadores, que se reprodujeron más tarde, cuando le acusaron de cobrar tres millones de euros por una campaña de promoción del jamón y el aceite de oliva para la Junta de Andalucía.
  En realidad, el intérprete solo cobró una pata y una botella de los productos que promocionó.
 Las discrepancias acabaron al ser reconocido, en 2013, hijo predilecto de Andalucía, comunidad que para él, dijo, "es una necesidad" de la que nunca se separa. 

El exadministrador de Sara Montiel, condenado por estafa continuada

Francisco Fernández Peñalver deberá de indemnizar a los hijos de la artista con algo más de 344.000 euros.

Francisco Fernández Peñalver, el exadministrador de Sara Montiel.
Francisco Fernández Peñalver, el exadministrador de Sara Montiel. EFE

 

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a dos años de cárcel a Francisco Fernández Peñalver, antiguo administrador de bienes de la artista Sara Montiel, como autor de un delito continuado de estafa.
 En su sentencia, los magistrados también hacen responsable a Fernández Peñalver, en concepto de responsabilidad civil, de una indemnización a los herederos de la actriz, sus hijos Thais y Zeus, cifrada en algo más de 344.000 euros, la cifra sustraída.
 También deberá afrontar una multa de diez euros diarios durante ocho meses, unos 2.240 euros.

Los jueces consideran probado que Fernández Peñalver fue nombrado en mayo de 2008 administrador único de las sociedades Música y Estrellas S. L., Linche S. A. y Elpi S. 
A. a través de las cuales gestionaba tanto la actividad profesional de Sara Montiel como su patrimonio inmobiliario.
La actriz y el administrador mantenían "una relación de confianza" a consecuencia de lo cual Sara Montiel le otorgó poderes de administración, e incluso le nombró tutor en el caso pudiera ser incapacitada.
 Gracias a ello, Fernández realizó ese mismo año traspasos y disposiciones de efectivo no justificado por un importe total de 71.600 euros desde la cuenta de Música y Estrellas S. L. a otra cuenta de la que era titular. 

Según la sentencia, en 2008 la Empresa Pública Don Quijote de Conmemoraciones culturales de Castilla-La Mancha S. A. firmó con Música y Estrellas S.L. un contrato por el que la actriz se comprometía a realizar catorce galas por cada una de las cuales se le abonaron 15.080 euros.
Thais y Zeus, hijos de Sara Montiel.
Thais y Zeus, hijos de Sara Montiel. EFE
Tras la primera, el administrador se puso en contacto con la empresa pública para advertirles de que Música y Estrellas S.L. había cedido las obligaciones derivadas del contrato a 4 Ideas Marketing & Licensig S.L., sociedad de la que era administrador único. 
"En total se embolsó 196.040 que, descontando los 13.650 euros que se pagaron al pianista que acompañaba a Sara Montiel y otros 5.000 euros ingresados en la cuenta de Elpi S.A, se apropió de 177.390 euros", señalan.
En 2009, en su calidad de administrador único de la sociedad Elpi S.A., alquiló dos viviendas en Madrid. 
Una estaba a su nombre y, según la Fiscalía, "los pagos del alquiler se los hacía a él mismo, con lo que ingresó indebidamente 5.500 euros". 
La otra vivienda la arrendó dicha sociedad entre los meses de julio de 2008 y septiembre de 2009 por un importe total de 10.450 euros, cantidad que fue ingresada en una cuenta del acusado.

También en su condición de administrador de Elpi, y siempre según los jueces, abrió una cuenta con un límite de 150.000 euros y garantía hipotecaria constituida sobre un apartamento de su propiedad. 
El acusado, posteriormente, cargó en dicha cuenta talones y ordenó transferencias que fueron abonadas a otra cuenta de la que era titular apropiándose indebidamente de 87.979,24 euros. 
Parte de esta cantidad (62.759) la destinó a la compra de un vehículo valorado en casi en cien mil euros.
Durante el juicio, celebrado el pasado 27 de noviembre, Francisco Fernández Peñalver defendió su inocencia y aseguró que el dinero estafado era parte de los emolumentos que le debía durante dos años.
 Fernández Peñalver comenzó su declaración explicando que tenía "un confianza extrema, casi de familia" con la actriz y que, de hecho, se realizaban transferencias de dinero mutuas cuando uno de los dos pasaba por un apuro económico.
 "No tenía contrato firmado, era todo verbal por la relación que teníamos", señaló el administrador, a lo que añadió: 
 "Hacía incluso de padre de sus hijos, ¿para qué me iba a hacer un recibí?".

Con relación a la cantidad que sustrajo, relató que estuvo dos años sin cobrar y que "cuando había dinero en la cuenta cobraba con el permiso de Antonia (nombre real de la actriz)". 
En otras ocasiones, sacaba el dinero de la cuenta en metálico para dárselo directamente a Sara, que le pedía "3.000 euros a la semana". 
Además, achacó esa cantidad a las "numerosas deudas que tenía con sus amigos".
 "Debía mucho dinero, tenía una vida de mucho gasto y pocos ingresos", explicó Fernández Peñalver.
Por último, reconoció que la actriz tenía una cuenta en Suiza, de la que también transfirió dinero a su cuenta con su permiso.

Puenteando............................................. Luz Sánchez-Mellado

Hoy es un día de esos raros en los que te da por pensar en tus cosas, en la vida, no sé, en lo absurdo que es todo.

En el puente de la Constitución, el centro de Madrid se llena de turistas y madrileños.
En el puente de la Constitución, el centro de Madrid se llena de turistas y madrileños. EFE

Henos aquí de nuevo, en vísperas de la lotería, los turrones y los pavos.

 Aquí andamos, cruzando el puente quien lo tenga, o bregando con este jueves laborable entre festivos, uno de los días más tontos del año. 

Un día no día, como esos lugares no lugares —la ducha, la cama, los atascos— donde a una se le ocurren las mejores ideas y los peores presagios.

 Un día de esos raros en los que te da por pensar en tus cosas, en la vida, no sé, en lo absurdo que es todo. 

En que vivimos de chiripa, aunque nos creamos la muerte en persona.

 En que el cielo y el infierno, pero sobre todo el limbo, los llevamos dentro.

 En que cinco días libres pueden ser una cumbre o un abismo. En que puedes tocar la cima o despeñársete encima la casa, o la playa, o el marco incomparable íntegro adonde huyas de ti mismo. 

En que poner el árbol, o comerte un gofre por la calle, o no hacer nada en absoluto puede ser el planazo o la tortura del siglo dependiendo de con quién y de tu estado de ánimo. Cuando se tienen los suficientes lustros en el tuétano, se ha pasado por muchas estaciones del viaje.

 Y, porque has estado ahí antes, sabes lo que tienes o lo que te estás perdiendo.

 Soledad o compañía. Calor o frío más allá del termómetro. Ausencias irresolubles, presencias anheladas o distancias siderales aunque el otro esté a medio metro de tu jeta o a un golpe de índice en tu agenda del móvil. 

Lo dicho.

 Menos mal que hoy es un día tontísimo y nadie me va a echar cuenta.

 Iba a escribir sobre el ministro Zoido y su afición a programarse actos los viernes y lunes en su Sevilla y alrededores para pasar más tiempo en casa en una especie de puente continuo, aunque estoy segura de que teletrabaja a destajo y está de guardia las 24/7.

 Pero, ay, me enteré de que el lunes fue de visita de Estado a una marca de mantecados de Estepa y se me ablandó el dedo acusador de periodista de denuncia. 

Estoy perdiendo facultades.

Menos mal que nos queda La Playa y el Sol