“Si hubiera ganado ahora estaríamos en guerra”, asegura la actriz sobre la candidata demócrata que se enfrentó a Donald Trump para la presidencia de Estados Unidos.
Un año después de las elecciones presidenciales que colocaron a Donald Trump como presidente de Estados Unidos, la actriz Susan Sarandon, de 71 años, asegura que todavía sigue recibiendo críticas por no haber apoyado a Hillary Clinton.
La protagonista de Thelma y Louise, que siempre se ha declarado una mujer de izquierdas y una gran activista, fue una de las pocas figuras públicas que se mostró contraria a la política de la candidata demócrata.
“Ella es muy peligrosa. Si hubiera salido presidenta seguiríamos divididos o estaríamos en guerra”, ha comentado ahora la intérprete en una entrevista a The Guardian.
Sarandon, que era partidaria de Bernie Sanders —el rival de Clinton en las primarias del Partido Demócrata—, votó por la candidata del Partido Verde Jill Stein en las elecciones presidenciales estadounidenses.Los sondeos de entonces mostraban que ni Stein ni el candidato Libertario, Gary Johnson, tenían posibilidades de ser elegidos presidente, por lo que muchos consideraron dañino el voto para estos partidos ya que pudo mejorar las posibilidades de que Trump ganara el 8 de noviembre de 2016.
“Recibí mensajes muy feos que decían: ‘Espero que te violen’ y cosas así”, explica.
En 2001, Sarandon apoyó la candidatura de Hillary Clinton para el Senado, pero su relación se enfrió un año después cuando la demócrata respaldó la resolución de guerra en Irak, que se votó bajo el mandato de George W. Bush. Desde entonces no ha sido partidaria de la política que ha llevado la esposa de Bill Clinton tampoco como secretaria de Estados.
“Algunos de mis amigos homosexuales lamentaron que Hillary perdiera las elecciones y yo les dije: ‘Ella no es auténtica. Ha sido terrible con los homosexuales durante mucho tiempo.
Ella es una oportunista”, cuenta al diario británico la estrella de Hollywood.
Sarandon, que siempre ha defendido que no solo por ser mujer había que elegir como presidenta a una mujer, sino a la adecuada, ha reiterado en esta entrevista su controversia también con Barack Obama y su política de deportación de inmigrantes.
“Él deportó a más personas de las que han sido deportadas nunca. No entiendo cómo consiguió el Nobel de la Paz.
Creo que era muy importante tener a una familia negra en la Casa Blanca y creo que algunas de las cosas que hizo fueron buenas, como su política sanitaria, pero no siempre acertó”, asegura la ganadora de un Oscar por la película Pena de Muerte, en 1995.
“Hubo mujeres que dijeron que no, pero la cuestión es la moralidad con la que Hollywood normalizaba el asunto”, afirma sobre un tema sabido desde hace años en la industria.
Sarandon también admite que ella experimentó alguna proposición indecente, pero siempre tuvo suerte y su determinación nunca fue puesta a prueba.
“Simplemente dije que no, de manera más torpe o estúpida, pero la gente no insistió.
No apareció nadie en mi habitación.
No me maltrataron, ni acorralaron, ni me agredieron.
Me invitaron y simplemente lo rechacé”, revela la actriz, que asegura que nunca se ha sentido ofendida porque nunca fue una situación difícil para ella.