Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

10 nov 2017

Tamara Falcó, organizadora y portavoz de la boda de su hermana Ana Boyer

Asegura que Mario Vargas-Llosa está invitado a la celebración y descarta la presencia de los hijos del primer matrimonio de Miguel Boyer.

Tamara Falcó durante los premios Marie Claire, el pasado martes en Madrid.
Tamara Falcó durante los premios Marie Claire, el pasado martes en Madrid. Gtresonline

 Natural y espontánea, la hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó, cuenta con el favor de los medios en los eventos a los que acude. En su última aparición pública en los premios de la revista Marie Claire, celebrados el pasado martes en Madrid, Tamara Falcó aclaró malentendidos sobre relaciones familiares y se convirtió en portavoz de algunos detalles sobre la próxima boda de su hermana Ana Boyer con el tenista Fernando Verdasco.

 

Tamara Falcó (35 años) fue la copresentadora de la gala y consiguió salir airosa de su bautizo ante el micrófono haciendo gala de soltura y sentido del humor, además de afirmar en referencia a sus creencias religiosas que se había “encomendado a la Virgen” antes de subir al escenario.
 Convertida en la organizadora de bodas extraoficial de su familia (se encargó de la de su hermano Julio José con Charise Verhaerten en 2012 en la finca El Rincón, propiedad de el marqués de Griñón), ahora también ayuda a su hermana Ana Boyer con algunos detalles de la celebración que tendrá lugar durante el puente de diciembre en una isla del Caribe que se mantiene en secreto hasta ahora.
Aunque dijo que sabe poco sobre la boda porque los novios lo están preparando a su manera, afirmó que imagina “que lo tienen todo controlado porque Ana está muy tranquila”; aunque también declaró que “aún quedan bastantes cosas por hacer”.
Tamara Falcón con su madre, Isabel Preysler, y el escritor Mario Vargas Llosa el pasado día 2 en la reapertura del Teatro Real en Madrid.
Tamara Falcón con su madre, Isabel Preysler, y el escritor Mario Vargas Llosa el pasado día 2 en la reapertura del Teatro Real en Madrid. GTresOnline
Igualmente desmintió y corroboró según qué noticias que han surgido en torno a las relaciones con distintos miembros de su familia. 
Por ejemplo, manifestó que es un bulo que Ana Boyer no haya invitado a su boda a Mario Vargas Llosa, actual pareja de su madre. Sin embargo, descartó la asistencia de los hermanos que Ana tiene por parte de su padre Miguel Boyer, hijos del exministro socialista y su primera mujer Elena Arnedo.
 Cuando le preguntaron sobre si habían sido invitados contestó: “Es que está sobreentendido. Realmente, con los que ha tenido relación Ana es con los hermanos por parte de madre”.

Y se pasó de una boda a otra y volvió a surgir otra polémica familiar: ¿ha cambiado la excelente relación que tenía Tamara Falcó con su padre, el marqués de Griñón, a raíz de su matrimonio con Esther Doña?
 Ella respondió que “la relación con mi padre es magnífica, que es lo que me interesa”. 
Y volvió a recurrir a la frase “por motivos personales”, para justificar su ausencia tanto de la ceremonia civil como de la fiesta de celebración de la unión de la pareja, que tuvieron lugar el 22 de mayo y el 22 de julio respectivamente. 
“Yo quiero a mi padre con locura”, añadió, 
“Él está formando su nueva vida y lo entiendo. Esther es su mujer, y yo eso lo respeto”.
Ana Boyer durante la presentación de la firma Pronovias 2017 en Barcelona.
Ana Boyer durante la presentación de la firma Pronovias 2017 en Barcelona. GTresOnline
En este mismo sentido aclaró que en el último evento en el que coincidieron sus padres con sus respectivas parejas –la gala de reapertura del Teatro Real de Madrid– posó junto a Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, no para evitar una imagen junto Esther Doña y su padre, Carlos Falcó, sino “porque llegué a la fiesta con Mario y mi madre desde casa y hubiese resultado raro esperar para entrar con mi padre y Esther”.
Tamara, que durante un tiempo participó en la organización de los eventos de la finca El Rincón, propiedad del marqués de Griñón, ha centrado su trabajo en la moda.
 Primero como autora de un blog sobre el tema que se publicó hasta principios de 2017 en la revista ¡Hola! y en la actualidad está inmersa en el diseño de su propia colección que, según sus propias palabras, verá la luz el próximo mes de febrero.

Ocho escándalos televisivos en España de los que nos va a costar reponernos

En una semana en la que 'Gran Hermano' está de nuevo en el punto de mira, repasamos otros casos célebres.


television
Chabeli Iglesias, Javier Cárdenas, Isabel Pantoja y Jorge Javier Vázquez. Los cuatro implicados en trifulcas televisivas. Cordon Press

 Esta semana la edición número 17 de Gran Hermano, de la que se había hablado en el último mes únicamente por sus decepcionantes índices de audiencia, saltaba a las páginas de los periódicos por un posible abuso sexual que habría tenido lugar dentro de la casa. 

El pasado sábado la cuenta oficial de Twitter de Telecinco anunció: "Se ha expulsado a un concursante por un comportamiento que la productora ha considerado intolerable". 

Se conoció después que esa misma mañana un directivo del programa había denunciado un posible abuso sexual en el puesto de la Guardia Civil de Colmenar Viejo.

Las webs de televisión dieron una cobertura mediática inusitada desde este momento al concurso, que en su última gala antes de la polémica conseguía un 12,3 %, mínimo histórico para el formato.

 Según desgranaba el portal de información televisiva FormulaTV, el episodio podría haber tenido lugar la noche del jueves al viernes tras una fiesta en la casa y después de que los concursantes Carlota y José María se retirasen al dormitorio. Se supo después que Carlota no iba a interponer una denuncia y que la Policía no investigaría el caso.

 La concursante, además, ha vuelto al programa. 


No es la primera vez que la polémica alcanza a Gran Hermano por el comportamiento inaceptable de un concursante (con José María, son 12 las expulsiones disciplinarias en sus 17 ediciones). Tampoco es la primera vez que en la televisión ocurre lo impensable y da lugar a unas escenas que en el peor de los casos se solucionaron en los tribunales y en los mejores hicieron que sus protagonistas (y sus cadenas) aprendiesen e hiciesen examen de conciencia. 

Hoy repasamos ocho que siguen instaladas en nuestra memoria.

Pilar Miró denunció en 1981 haber sufrido acoso sexual en TVE

"Había una cosa que me desanimaba mucho y era muy simple: que los señores quisieran ligar conmigo permanentemente". Rescatamos de la hemeroteca el testimonio de una de las mujeres clave en el progreso cultural de nuestro país.

Pilar Miró denunció en 1981 haber sufrido acoso sexual en TVE
Pilar Miró. Foto: Quim Llenas / Getty

“Había una cosa que me desanimaba mucho y era muy simple: que los señores quisieran ligar conmigo permanentemente.

 Me molestaba y eso me lo hacía todo más complicado y difícil. Era muy incómodo, porque llevaba a una serie de malinterpretaciones: pasaban o a no hablarte o a hacerte directamente la guerra, evidentemente”

Mucho antes de Harvey Weinstein, del #MeToo o de que Anita Hill llevase al Tribunal Supremo al juez Clarence Thomas para que la gente aprendiese a pronunciar e identificar el acoso sexual, Pilar Miró ya lo denunció públicamente en TVE en 1981.

La futura directora de RTVE –asumiría el mando en 1986– llevaba desde los años 60 trabajando en los estudios de Prado del Rey. 

Entró como ayudante de redacción, pasó a realizadora (ganó la Antena de Oro en 1970) y suyo es el legado progresista del ente público con programas como Estudio 1 o Ritmo 70 o en los capítulos que dirigió para series como Curro Jiménez o Los libros

 Para cuando aclaró a Hermida que con ella ya se habían intentado sobrepasar “permanentemente”, Miró ya había vivido esas “zancadillas” a las que la pregunta hacía referencia: durante dos años vivió el secuestro y prohibición de su película El crimen de Cuenca (1979), con proceso civil y militar incluido. En De Cerca, la realizadora también tuvo tiempo de dejar a Hermida sin palabras. 

 Tras destacar las insinuaciones no requeridas que tuvo que esquivar según accedía al poder, su respuesta fue más que clara frente al “¿Y tú nunca intentaste ligar para conseguir algo?” entre risas algo condescendientes del presentador: 

“No, a mí ese tema me enfurecía muchísimo, perdía los papeles. Yo casi siempre que intentaba ligar era porque me gustaba alguien y no prentendiendo nada”.

Es lógico que las declaraciones de Pilar Miró no acaparasen los titulares que hoy sí protagonizan otros relatos sobre agresiones como los de las víctimas del acoso sistémico de Weinstein o de Kevin Spacey –ella misma aclara que cuando padeció esas continuas insinuaciones no le parecían “ofensivas”–.

 En 1981 el acoso sexual a una mujer no era algo reprobable públicamente y estaba totalmente normalizado socialmente.

 La población ni siquiera sabía cómo etiquetarlo (el concepto de “acoso sexual” como tal se expandió socialmente a partir de 1992) y tendrían que florecer los escándalos de hombres poderosos–Polanski, Bill Cosby o Bill O’Reilly– varias décadas después junto a reivindicaciones feministas en el gremio de la comunicación para poder capitalizar un debate que va mucho más allá de lo que algunos tildan de ‘moda’ de denuncias. 

Pilar Miró, hace más de 30 años, voceó haberlo sufrido.

 Su testimonio, rescatado de la hemeroteca, sirve para aclarar que por aquel entonces nadie quería escuchar. 

Pilar Miró
Pilar Miró en 1980. Foto: Getty

Opinión: La deriva machista del ente público
Contrasta la actitud de de la cadena pública hace más de 30 años, cuando prestaba atención el relato femenino sin cuestionarlo, frente a la de 2017, cuando invita a tertulianos (hombres) a hablar sobre acoso sexual y una de las estrellas del debate es Salvador Sostres.
 El mismo que en su pasado presumió de querer sodomizar a una ex ministra (“Yo quería que fuera por el culo, porque una socialista siempre se ha de vejar, ha siempre de darle escarmiento y al fin y al cabo nosotros somos soldados), el mismo que empatizó con un asesino que estranguló a su novia embarazada de cinco meses (“es normal que un tío pierda la cabeza”) y el mismo que perdió su trabajo en Telemadrid cuando se filtró aquello que dijo con el micro abierto y la cámara encendida: “Las chicas jóvenes de 17, 18 o 19 años, que es ahí cuando tienen la carne en su punto”, dijo, acompañado por la risa socarrona de Ussía en un descanso del prorama en el que colaboraba. “Esa tensión de la carne, esas vaginas que aún no huelen a ácido úrico, que huelen a santidad y parecen lionesas de crema. 
No pican, son de primer rasurado“, dijo.
Lo de Sostres no es un hecho aislado. Ahí están los fichajes estrella de presentadores que presumen de ser “machos ibéricos” a lo Bertín Osborne. 
O la incursión del programa de Javier Cárdenas, un presentador que cree vivir en otra era cuando desnuda a mujeres en prime time con trucos de magia (hechos por hombres, claro) y que ha enarbolado un cruzada personal contra aquellas que denuncian su machismo en antena. Lo del debate sobre acoso sexual en el programa de Carlos Herrera responde a una escalonada deriva misógina y sexista en la cadena pública.
A propósito de esta invasión misógina en horario de máxima audiencia, el periodista Daniel Bernabé animaba hace unos días en un hilo de Twitter a visitar el archivo de TVE para comprobar cómo la televisión era mucho más progresista e inclusiva hace tres décadas que en pleno s. XXI. Basta con un par de búsquedas rápidas en la videoteca del ente público para refrendar su teoría.
 Si el fin de semana pasado hubo un panel masculino defendiendo en TVE  que las denuncias contra la violencia machista son “fascistas“, en 1979, en el programa La Clave presentado por José Luis Balbín, se invitaba a la feminista y líder del Frente de Liberación de la Mujer, Anabel González Garate, a defender el papel de la libertad reproductiva y el derecho de la mujer a tener “una maternidad y una sexualidad  libre”.
 La emblemática feminista afirmaba con calma, sin que otros hombres presentes la interrumpiesen y sin encuestas planteadas por el propio presentador sobre “si las mujeres mienten mejor que los hombres” (como es el caso de Carlos Herrera hace un par de programas) sobre la necesidad de sacar al Estado de las decisiones reproductivas de las mujeres o a reclamar una mayor presencia femenina en los debates televisados.

Así ha tratado ‘Gran Hermano’ en ‘prime time’ la presunta agresión sexual

La primera parte de la gala del jueves mostró el regreso de Carlota a la casa de Guadalix.

Gran Hermano Revolution
Carlota Prado, concursante de 'Gran Hermano'.
La gala de Gran Hermano del jueves 9 fue la primera después de que se produjera la expulsión de uno de los concursantes, José María Pérez, y la salida temporal de Carlota Prado tras la decisión del programa de tomar medidas ante lo que denunciaron ante la Guardia Civil como una posible agresión sexual. 
El reality de Telecinco ya había anunciado que a Carlota se le daría la opción de regresar a la casa si lo deseaba. 
Y así ocurrió el miércoles por la tarde.
Los primeros minutos de la joven de vuelta con sus compañeros no se pudieron ver en el canal 24 horas del programa, pero sí se han podido ver, ya editados, en la gala de Gran Hermano de este jueves, que dedicó su primera media hora a este asunto. 
El programa arrancó con las palabras de Carlota en el confesionario en las que comunicaba a la organización su deseo de volver al concurso. 
"Hubo un hecho grave y desagradable contra mí estando inconsciente", ha dicho la concursante, que ha reconocido que, tras haber visto las imágenes del presunto abuso, está de acuerdo con la decisión tomada por la organización de expulsar a quien fuera su pareja en la casa.
La concursante, que ha agradecido al programa el trato y el apoyo dado, también ha asegurado que, de momento, no continuará con "ningún tipo de procedimiento" contra José María. 
Este es el motivo principal por el que la Guardia Civil no procederá adelante con la investigación de los hechos, ya que se trata de un delito privado que debe ser denunciado por la víctima para poder iniciar el caso.
A continuación, el programa ha mostrado algunas de las imágenes del reencuentro de Carlota con sus compañeros, momento en el que les confirma que José María no va a regresar a la casa. 
"Él ha sido expulsado. No se me permitía entrar por orden del equipo de psicólogos", les contó.
 La joven pidió hablar a solas con dos de sus compañeros, Rubén y Cristian H, charla de la que también se han mostrado algunos fragmentos.
Tras la emisión de las imágenes, el presentador de la gala, Jorge Javier Vázquez, ha preguntado a la madre de la joven, presente en el plató, por su estado, visiblemente afectada por la situación.
 A continuación, el programa pasó a hablar de otros temas y continuar con su devenir habitual.
Después de haber marcado mínimo histórico de audiencia la semana pasada, este jueves el programa remontó, llegando al 15% de cuota de pantalla y 1.581.000 espectadores, liderando la franja de máxima audiencia.