Expertos
en televisión apuntan a las malas decisiones como causa del fracaso de
esta edición, mientras en la productora hablan de cambios en la
audiencia por la crisis catalana.
Un momento de la última gala de 'Gran Hermano Revolution'.
Hace una semana Gran Hermano (GH) mostró un atisbo de recuperación
. Quince días antes, el reality
por antonomasia había entrado en coma tras la gala menos seguida de su
historia, que vieron menos de un millón y medio de espectadores.
A años
luz de aquel 51% de cuota de pantalla de la primera entrega del
concurso.
El jueves pasado, GH Revolution subió dos décimas empujado por la aparición de tres famosos y, aunque lideró en share, La 1 se impuso en espectadores en esa franja con la serie Estoy vivo.
Más allá de datos que demuestran la crisis del programa, las opiniones
de expertos y seguidores ayudan a comprender por qué se ha desgastado el
formato tanto y tan rápidamente.
Todos coinciden en los motivos y
destacan un hecho por encima del resto: la sucesión de malas decisiones
de la cadena, Mediaset, estas dos últimas ediciones.
Por parte de la
productora en cambio se señala una circunstancia distinta y
sorprendente.
“Las
malas decisiones han sido de la cadena. Desde la productora se ha hecho
un esfuerzo enorme tanto en casting como en darle una vuelta al
concurso, pero que Mediaset eliminase el canal 24 horas ha sido
definitivo”, afirma la periodista especializada en prime time
Paula Hergar.
“La base fiel de seguidores de GH generaba contenidos y
conversación a través de ese canal, provocaban expulsiones… Alimentaban
la trama y aumentaban el interés.
En esta edición ha costado mucho
conocer a los concursantes y empatizar con ellos”, explica la
periodista.
Coincide con ella Jesús Maestro, el responsable del blog Hablamos de Tele, espacio no oficial de referencia sobre Gran Hermano.
“Yo más que de desgaste hablaría de arrastre de decisiones
desacertadas. Los malos resultados de GH17 (penúltima edición y la
primera sin Mercedes Milá) fueron una alarma que nadie escuchó.
Pienso que sin Mercedes Milá no hay posibilidades de GH. Deberían asumir el gran error al decidir que sin ella iba a funcionar Mercedes Milá sabe ademas encandilar al público, desde un libro interesante hasta quien le regala unos pendientes ...
Para colmo, en la presente se nos privó de seguir la convivencia de los concursantes durante tres semanas. El GH Directo
define la esencia de este concurso, que es el ojo que todo lo ve”,
denuncia. Ante las presiones de los seguidores, el canal 24 horas ha
regresado, pero no se ha traducido en una mejoría del share.
“Ha sido tarde. Mucha gente ya no ha conectado con el programa”, explica Hergar.
No es Jorge Javier el presentador adecuado por mucho que él mismo se lo crea.
Es como Teresa Campos y sus hijas hasta en el programa de Bertín.....aburrió. Ella cuenta lo que quiere y Bertín no estuvo a la altura y miren que es alto.
El problema podría radicar en una mala elección de los concursantes.
Diana Aller es periodista, ha trabajado como redactora en Gran Hermano y ha sido colaboradora de El Debate.
“El casting influye. Todos son un estereotipo, iguales que los que salen en La Voz o Mujeres y Hombres y Viceversa.
No va dirigido a los espectadores reales. Esto hace que el público vea
el programa con ironía y condescendencia, nunca con pasión”, asegura.
Puede que la gente se haya cansado de los realities en general, un argumento cuestionable con datos.
“No han bajado. Supervivientes ha triunfado este año. Y Quién quiere casarse con mi hijo dentro de su nivel de audiencia es muy estable.
Operación Triunfo ha arrancado muy bien.
No ha habido ningún fracaso reciente como el de Gran Hermano”, cuenta Hergar.
Solo ponen Películas y claro hay cosas que más tarde se hacen muy pesadas.
Mediaset ha declinado hacer declaraciones,
pero desde la productora Zeppelin cuentan que la causa del mal momento
de GH es que el consumo televisivo se ha alterado por los
acontecimientos en Cataluña, que han llevado al programa de actualidad Al Rojo Vivo
a batir récords y ser líderes de audiencia.
Y recuerdan que GH es líder
de su franja y el programa más comentado en redes sociales.
Hergar lo
descarta. “Yo creo que el público de los realities no es el de Al Rojo Vivo,
de hecho, creo que es al contrario.
No ha existido ese trasvase de
audiencia, y además no coinciden en franja. No tiene sentido”.
Llegados a este punto la cuestión es si GH
ha llegado a su fin o bastaría con renovarlo o darle descanso para
recuperarlo.
“Otras veces ha habido altibajos, pero lo de ahora es un
declive agónico.
Está tocado de muerte.
Yo lo pondría en cuarentena,
como han hecho con OT. Volvería en dos o tres años observando las
tendencias televisivas y con un gran casting”, recomienda Aller.
Jesús
opina lo mismo y apunta que la solución sería “simplemente, hacer Gran Hermano.
Un GH actual que recupere la capacidad de sorprender. Le daría un
descanso pero para poner en marcha un trabajo de actualización e
ilusión.
La solución no está en meter, por ejemplo, a Kiko Rivera en la
casa porque eso es pan para hoy y hambre para mañana.
Tienes que conseguir que la gente tenga ganas de ver Gran Hermano,
de hablar de ello.
Así volverá a la casa de Guadalix toda esa audiencia
que en dos años ha decidido abandonarla. Estoy convencido”, concluye.
La alargada sombra de ‘la Milá’
Jorge Javier Vázquez, presentador de 'Gran Hermano'.
El cambio de presentador de Gran Hermano fue una de
las mayores revoluciones del programa tras 16 ediciones y uno de los
hechos más polémicos.
Camilo Lasanta, seguidor de GH y bloguero de
televisión, cree que “la ausencia de Mercedes Milá ha propiciado el
agotamiento del formato.
Jorge Javier Vázquez le pone ganas, pero es
mucho más condescendiente con ellos y los juzga mucho más que ella”.
Paula Hergar duda que la audiencia hubiese subido en esta edición con el
regreso de Milá, mientras que Diana Aller considera fundamental su
ausencia.
“Mercedes transmitía esa relación amorosa, casi sexual, que
tenía con el programa.
Para la gente esto es una infidelidad.
Ahora
parece otro programa”, afirma. Lo mismo que Jesús, de Hablamos de Tele,
que cree que “GH necesita de un amante del formato al frente, no un
presentador que narre lo que pasa en la casa y que no tenga la
implicación y el respeto que los concursantes se merecen”.
Si hay una característica que preside la vida de la reina Sofía es la
discreción. Así ha afrontado los momentos más delicados de su vida
oficial y personal. Y ello ha sido posible por el sentido del deber
que tiene hacia la institución monárquica en la que nació –es hija de
reyes, hermana de rey, esposa de rey y madre de rey– que ha antepuesto a
cualquier otro sentimiento. Sofía de Grecia cumple este jueves 79 años,
tres de ellos como reina emérita en una especie de jubilación activa
que ella ha recibido con sorpresa. "Pensaba que me retiraba y no paran de pedirme cosas",
ha confesado en alguna ocasión la madre de Felipe VI. Y es que a
diferencia de lo que sucede con don Juan Carlos, sin casi actividad, en
el palacio de La Zarzuela se la tiene en cuenta para que acuda a algunos
actos oficiales y siga vinculada a organizaciones solidarias con las
que siempre ha colaborado aunque la mayor parte del trabajo que tenía
cuando era la reina titular se lo ha cedido a doña Letizia.
Los reyes eméritos, en uno acto oficial.EFE
Cuando cumplió 70 años, doña Sofía contó que el "7" le impresionaba y
que le parecía mentira haber llegado ya a esa edad. La reina emérita
disfruta de una gran vitalidad. Cuida mucho su alimentación –no es
vegetariana pero no come carne– y le gusta dar grandes caminatas con sus
perros por el monte de El Pardo donde está enclavado el palacio de La
Zarzuela. Con su hermana Irene de Grecia, que vive con ella, acude de
vez en cuando a someterse a terapias naturistas. No ha recurrido a la
cirugía estética pero se ha hecho algún que otro tratamiento. Durante una etapa del reinado de don Juan Carlos, doña Sofía fue
vista como una extranjera ajena a las costumbres de la vida española a
quien incluso le costaba hablar español y a la que se le atribuyó
erróneamente una casa en Londres. Con el tiempo sus índices de
popularidad aumentaron. En los últimos años esa aceptación popular tuvo
que ver con el conocimiento público de que su marido mantenía una vida
sentimental paralela. El accidente de Botsuana
desveló lo que era un secreto a voces. Pese a ello doña Sofía, por
sentido de la responsabilidad, acudió al hospital en el que se
encontraba ingresado el Rey a su regreso de la cacería, pero solo estuvo
15 minutos. No entró en la habitación en la que estaba su marido, solo
habló con los médicos y se hizo una foto en la puerta. Desde ese momento, don Juan Carlos y doña Sofía no ocultan que
hacen vidas separadas. Por eso las fotos del rey emérito con Marta Gayá
este verano en Irlanda no han supuesto ningún cisma en su relación. Pero, doña Sofía se ha mantenido fiel a la institución monárquica
porque no quería que nada alterase el futuro de su hijo. Por eso cuando
hace cuatro años se produjo el relevo en la Corona sintió que había
cumplido con su cometido. Don Felipe cuida y protege a su madre; también
le consulta. Si la Reina
ha sido la pacificadora, la mediadora en la familia, el ahora Rey hace
ese papel con sus padres. De su madre, don Felipe ha heredado muchas
cosas, entre ellas el sentido de la responsabilidad y una cierta
timidez. El relevo en la Corona le ha permitido a doña Sofía ejercer más como
abuela, en especial con los hijos de la infanta Cristina por los que
está especialmente preocupada. Si alguna vez fue poco discreta la madre de Felipe VI fue en sus visitas a los Urdangarin en pleno estallido del caso Nóos. Pero por quien siente debilidad la reina emérita es por don Felipe de
quien en alguna ocasión se ha declarado "enamorada". Su hijo le
corresponde y por eso quiere que a pesar de tener 79 años, doña Sofía
siga estando activa siempre que lo desee.
Jesús Quintero
afronta demandas por más de medio millón de euros. La última
reclamación, llevada hasta este lunes por el abogado sevillano Jorge
Díaz del Río, se ha saldado con una orden de desahucio del Teatro
Quintero, una sala de espectáculos en el centro de la capital andaluza. El lanzamiento ha sido apelado. Pero no es la única. Las empresas del
que fuera el popular locutor conocido como El loco de la colina, acumulan más reclamaciones. Entre todas superan el medio millón de euros. Emilio
Moeckel, abogado de Quintero, asegura que los impagos del teatro no
existen, que está basados en un reconocimiento de deuda pendiente de la
autentificación de la firma en el último folio y que la única prueba
tenida en consideración es un testimonio de la parte demandante. Moeckel
ha pedido una prueba pericial caligráfica que no se ha practicado. Como el nombre de una de las sociedades de Quintero, Silencio,
el periodista no quiere explicar su situación y ha dado orden a su
círculo inmediato para que no le pasen las llamadas. “Está malo”, afirma
una de sus colaboradoras, quien también asegura que el empresario se ha
desvinculado de la gestión del teatro. Por este local se había pactado una renta de más de 20.000
euros mensuales con la familia propietaria, que actúa a través de
Inversiones Frois Lissen S.L.U. Una reclamación que ha ido engordando
hasta sumar, con el último impago registrado este mismo mes, 440.000
euros. Moeckel asegura que la renta se redujo, hasta los 7.500 euros, en
los últimos meses y que no se han abonado desde junio por el litigio,
no por insolvencia. La orden de desahucio ya se ha sentenciado, pero la
apelación en los días previstos para el lanzamiento, ha paralizado el
proceso. Pero no es la única deuda. Teatro Quintero, Las Palabras
Quedan y Silencio (las tres empresas del periodista) figuran en la
información empresarial con reclamaciones pendientes de distinta índole. La Seguridad Social le ha solicitado 4.173 euros y un trabajador ha
llevado a los juzgados dos demandas de 3.675 euros y 99.647
respectivamente. Se trata de las cantidades correspondientes a la
indemnización por la extinción de la relación laboral (43.161 euros), y
por los salarios dejados de percibir (56.485 euros). Teatro Quintero ha pasado de registrar ventas por 852.341
euros hace siete años a computar pérdidas por 207.477 euros solo tres
años después, un balance que se ha ido equilibrando con la imputación de
activos por 2,1 millones de euros, según la escasa contabilidad
registrada.
Jesús Quintero, nacido en San Juan del Puerto (Huelva) en 1940, acumula proyectos frustrados
en Sevilla desde que dejó el programa radiofónico que le llevó a la
fama y la posterior serie de entrevistas que conocida con el nombre de El perro verde. Desde entonces, el periodista lo intentó con una emisora,
con productoras y con un local de restauración junto al Parque de María
Luisa en Sevilla. Los proyectos fracasaron y se hizo con el Teatro, de
cuya gestión se ha desvinculado para intentar dar viabilidad a la sala,
que tiene cerrado un programa con 16 representaciones hasta final de
año. El verano de 2016, Quintero sufrió un accidente en Huelva
del que salió ileso con su vehículo, un todoterreno marca Hummer. Ya
entonces se había hecho pública la mala situación económica del
periodista.
El programa fue algo parecido a una reedición del formato de Las Campos ya que la presentadora estuvo acompañada de sus hijas, Terelu y Carmen, no así de su pareja Edumundo Bigote Arrocet.
Eso sí, esta vez todas midieron sus palabras en un intento de no provocar la polémica que levantó el reality show
en su día.
La emisión fue, en cierta medida, el regreso de la
presentadora tras el ictus que sufrió en primavera ya que solo pisó un
plató hace un mes para asistir a un debate de Gran Hermano
y lo hizo brevemente y visiblemente contrariada, tanto que se marchó
antes de acabar.
Campos aprovechó las dos horas de programa para dos
cosas: mostrar su casa que tiene en venta hace dos años y reclamar
trabajo.
La audiencia acompañó con un 18,2% de cuota de pantalla.
La presentadora de 76 años cree que todavía no es el momento de
retirarse y quiere quedarse "un poco más".
Tras adular a Paolo Vasile,
su jefe en Telecinco, por lo mucho que se ha preocupado por ella durante
la enfermedad aseguró que están buscando la manera de volver.
"Hemos
estado buscando el formato adecuado para volver. Yo me
puse buena para final del verano, y ya estaba toda la parrilla completa.
Aún así, estamos buscando un formato para mí, que los hay". Campos
insinuó que su enfermedad tuvo que ver con los disgustos y con lo mal
que lo pasó tras la supresión de su último programa Que tiempo tan feliz que estuvo en pantalla ocho años.
"Si yo hubiera hablado antes.... no hubiera pasado lo que pasó", declaró enigmática.
Lo que sí contó es que antes de sufrir el ictus
tuvo tres avisos. "Yo casi me lo había diagnosticado, aunque sin la
palabra ictus, sino diciendo que me va a dar algo en la cabeza.
Me
empezaron a pasar cosas en una época de mi vida". Sobre como empezó a
darse cuenta de lo que le ocurría, la presentadora afirma que "un día al
salir de la ducha noté que me mareaba
. Ya me habían dado tres avisos.
El primero fue en el plató, al presentar a un invitado.
El segundo fue
en una entrega de premios, que tuve que salir con Edmundo porque notaba
que no podía ver bien".
También habló de su relación con Bigote Arrocet. "A mi edad me parece
ridículo casarme".
"Me parece muy bien que una pareja que quiera tener
hijos se case para formalizar la pareja.
Para mí, la mujer de la vida de
Edmundo Arrocet se llamaba Rocio Corral.