Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

18 oct 2017

Pérez-Reverte devuelve a Tánger su esplendor aventurero



El escritor presenta nueva entrega de la serie de Falcó, ‘Eva’, en los escenarios de la novela.

Arturo Pérez-Reverte, ayer en Tánger.
Es un día gris y desabrido en Tánger. 
Desde la corniche la ancha playa se extiende hasta un mar inexpresivo que parece dormitar en el calor húmedo del mediodía, espeso como chocolate.
 El frente, en el que se está construyendo una fea marina, no tiene encanto y la única concesión actual al legendario misterio de la ciudad portuaria son dos camellos que caminan sobre la arena y una patrullera gris amarrada en un muelle cerca de donde atraca el ferry. Pero de repente, en la terraza del hotel Continental, el de más sabor de Tánger, aparece un hombre enjuto y fibroso con gafas de sol y la escena se anima.
Es Arturo Pérez-Reverte, que ha elegido la vieja urbe portuaria marroquí para presentar su nueva novela, Eva (Alfaguara), la segunda entrega de las aventuras del correoso espía de la Guerra Civil Lorenzo Falcó, que transcurre en su mayor parte aquí (incluido el hotel).
 Los lectores que disfrutaron con Falcó, el primer título de la serie, del que se han vendido 300.000 ejemplares, tienen una gozosa cita con esta nueva peripecia, revertiana hasta las cachas, que se centra en una operación de los servicios secretos franquistas para hacerse con una parte (30 toneladas) del célebre “oro de Moscú”, el del Banco de España enviado por la República a la URSS, que se encuentra a bordo de un mercante armado en el puerto internacional de Tánger.
 El destructor franquista que le da caza está amarrado en el mismo muelle, esperando a pillarlo cuando las autoridades locales lo obliguen a volver a hacerse a la mar, y la misión de Falcó es deshacer las aparentes tablas. 

Sí, es una situación similar a la del Graf Spee, el acorazado alemán refugiado en Montevideo perseguido por la escuadra británica en la II Guerra Mundial”, señala Pérez-Reverte, admirador del filme bélico La batalla del Río de la Plata (1956) y que incluso posee un tornillo rescatado del pecio del barco orgullo de Hitler.
 Es ponerse el escritor a hablar del Tánger de los treinta, nido de espías y de traficantes de todo y la ciudad blanca revive como si el sol saliera para iluminarla y devolverle su pasado esplendor y su recóndito encanto.
 Ya el viento agita las chilabas de los moros descubriéndoles las afiladas gumías y las callejuelas de la Medina, por las que deambulan sombras de legionarios, sicarios y putas (y nosotros, a la carrera tras Pérez-Reverte), se convierten en un enrevesado y letal tablero de ajedrez.
 Tánger era una ciudad peligrosa y fascinante, la que más del Norte de África”, explica Pérez-Reverte en un paseo acelerado por los escenarios de la novela durante el que un paseante local lo reconoce y se hace un selfie con él. 
El escritor conoce al dedillo la ciudad y vivió una temporada en ella para preparar la novela. 
La combinación Falcó/Tánger resulta irresistible: qué aventuras y peligros no vivirá el amoral y cínico agente, un lobo entre camellos, en semejante escenario, con dos tripulaciones enfrentadas en los bares del puerto, agentes de ambos bandos, republicanos y rebeldes, jugando su juego de astucia y muerte, secundarios de lujo (incluidos viejos conocidos ya como el peterlorriano Paquito Araña y nuevos como la vieja amante manca de Falcó Moira Nikolaos —basada en una mujer real que conoció el autor en Oriente Medio a los 24 años—); a destacar el paso fugaz de Kim Philby y un legionario digno del de Edith Piaff, y sobre todo esa mujer de bandera (roja) que le da la réplica al guapo espía y título al libro. Eva Neretva, agente del NKVD, vuelve como una de las grandes creaciones femeninas de Pérez-Reverte. 
“Eva es un guerrero, como Falcó, se mide con él como un igual. ¿Pérez-Reverte machista? 
No me habéis leído: ahí está Eva”. La chica incluso vapulea al espía hasta que este se decide por el juego sucio y la golpea arteramente “en las tetas”.
Jope, Arturo. 
Sonríe lobunamente, falconianamente Pérez-Reverte sobre el amarillo plato de cuscús y bajo dos espingardas colgadas en la pared del restaurante Hamadi, en la rue de la Kasbah, donde comemos y donde una orquestilla con turbantes se arranca con el popular Ya Mustapha.
Eva va cargadita de sexo, con revolcones de Falcó tan variados como con una actriz portuguesa, una mujer decente (hasta el encuentro), esposa de un capitán de Regulares, que ya es riesgo; o una chica de la limpieza marroquí. 
Entremedio, peleas, torturas, tiroteos, degollamientos, lealtades y traiciones y mucha, muchísima intriga.
 A destacar el sensacional pulso que mantienen los dos capitanes de barco enfrentados, hombres honorables ambos, símbolo de las dos Españas, con escenas y diálogos dignos de Conrad. 
“Es que Conrad era muy marino, como ellos dos, y como yo”, dice Pérez-Reverte, que afirma que el autor de Victoria (su favorita), es de los pocos escritores que sigue leyendo. 
“Envejece conmigo”. 

Siempre nos quedará...

El recuerdo de Casablanca aletea en el Tánger de Pérez-Reverte. No solo porque el mítico filme se inspiró en realidad aquí (se rodó en estudios), aunque pareció más conveniente a los productores ubicarla nominalmente allá, sino porque el autor de Eva tenía muy presente los filmes en blanco y negro de la época, los años treinta, al escribir su novela.
 El eco de Casablanca se puede rastrear especialmente en algunos pasajes, como cuando Falcó recuerda en Tánger la noche en que tuvo a Eva entre sus brazos mientras las bombas de los Savoia italianos estallaban sobre el Arsenal de Cartagena.
 ¿Eran las bombas de los aeroplanos fascistas o los latidos de sus corazones?
“Historia canónica de espías”, Eva, recalca Pérez-Reverte, entronca con los clásicos y se aleja de las aventuras modernas de los agentes tecnológicos tipo Bourne. 
Habrá más: ya está escribiendo la tercera entrega de la serie. Y podemos estar tranquilos: el escritor asegura que Falcó llegará a viejo, y se retirará a Argentina.
 El que de momento no vuelve es Alatriste.

 

 

Así decide tu cerebro qué recuerdos guarda o elimina mientras duermes

La mente reactiva redes de memorias al dormir, consolidando solo las que están fuertemente asociadas.

 

recuerdos 
Al dormir, se reactivan redes de memorias relacionadas adquiridas durante el día.
El laboratorio de Lluís Fuentemilla en la Universidad de Barcelona se asemeja más a un centro de día que a un centro de investigaciones neurocientíficas.
 Sobre una mesa hay un juego de cartas con dibujos de animales, de instrumentos musicales y de vehículos. 
También tiene sillones reclinables, con sendas mantas y almohadas. Los sujetos de su último experimento son alumnos de la universidad, que acuden después de comer, listos para la siesta.
 Fuentemilla y sus compañeros investigan el proceso mediante el cual se consolidan, al dormir, las memorias formadas durante el día. En un estudio publicado en la revista científica Journal of Neuroscience demuestran que el cerebro activa redes de recuerdos relacionados durante el sueño. 
Dependiendo de la fuerza con que estén asociadas las memorias, este proceso ayuda a fijarlas o, por el contrario, promueve su olvido.
 “Sería ineficiente si pudiéramos recordar todo”, dice Javiera Oyarzún, la autora principal del estudio. 
“Cada vez que la mente quisiera recuperar información concreta, tendría que inhibir todos los recuerdos irrelevantes, el ruido”.
Previamente, los científicos ya habían demostrado que la mente humana archiva algunos recuerdos mientras duerme, a la vez que elimina otros.
 Para que esto suceda, los recuerdos que se forman en el día deben ser reactivados durante el sueño.
 Aunque ocurre naturalmente, los investigadores pueden inducir el mismo proceso de forma artificial, asociando previamente un estímulo sensorial –como un olor o un sonido– al recuerdo. 
Si se percibe el estímulo durante las horas de sueño, la mente reactiva el recuerdo asociado y, además, toda una red de memorias relacionadas a ese recuerdo.
 Utilizando esta técnica, los investigadores han encontrado el mecanismo neuronal encargado de reforzar o debilitar memorias individuales en la red de recuerdos. 
En el estudio, los voluntarios tenían que memorizar la localización de 15 parejas de cartas sobre una cuadrícula.
 Hicieron esto dos veces.
 La segunda vez, una carta de cada pareja cambió de lugar, pero la otra permaneció en el mismo sitio.
 Así, los participantes formaron dos conjuntos de memorias distintas pero relacionadas por un elemento común, la posición de una de las cartas de cada pareja: formaron una red de recuerdos sencilla. 
Además, durante el segundo ejercicio, los investigadores reprodujeron sonidos representativos de los dibujos de las cartas –grabaciones de animales, instrumentos y transportes– para poder inducir posteriormente el recuerdo de su posición durante la siesta.
Mientras los participantes dormían en el laboratorio, los científicos pusieron la mitad de los sonidos otra vez, elegidos al azar.
 Esto reactiva en la mente el recuerdo de la posición de las cartas del segundo ejercicio y, por asociación, las cartas equivalentes del primero.
 La fuerza de esta asociación determina qué memorias se conservan y cuáles se olvidan al despertar. 
Los investigadores pudieron manipular la fuerza de la asociación y contrastar sus efectos utilizando dos grupos de participantes.
 Un grupo aprendió ambas configuraciones de cartas consecutivamente, formando un vínculo fuerte entre los dos conjuntos de recuerdos, mientras que el otro esperó tres horas entre el primer ejercicio y el segundo, por lo que formaron una asociación débil.

Los participantes que memorizaron todas las parejas de seguido recordaron mejor la posición de las cartas del primer ejercicio relacionadas con aquellas que habían sido reactivadas durante el sueño.
 Ocurrió lo opuesto en el segundo grupo: las posiciones de las cartas del primer ejercicio asociadas a las cartas reactivadas durante el sueño precisamente fueron las que peor recordaron.
Al consolidar solo las memorias asociadas fuertemente, la red de recuerdos ayuda a la mente a predecir su entorno en el futuro
Esto quiere decir que los recuerdos reactivados durante el sueño ayudaban a consolidar las memorias estrechamente relacionadas. Sin embargo, el mismo proceso promovía activamente el olvido de las memorias asociadas débilmente.
 “La red, lo que te permite, al final, es predecir el mundo”, explica Oyarzún.
 Los autores sugieren que este mecanismo cerebral ha evolucionado para que podamos preservar a largo plazo solo la información que es consistente o que se repite predeciblemente, la que nos pueda ser útil en el futuro.
 “Al eliminar los recuerdos sobre nuestro entorno que son poco frecuentes o inconsistentes, se evitan interferencias de la memoria en el futuro”, explica Fuentemilla.
El neurocientífico Bryan Strange, un especialista en consolidación de memoria ajeno a esta investigación, de la Universidad Politécnica de Madrid, opina que “es un estudio muy meticuloso” y coincide con la teoría de que el olvido es un proceso activo y beneficioso:
 “Ya decía William James, el padre de la neuropsicología, que si nos acordásemos de todo seríamos tan desafortunados como si nos acordásemos de nada”. 
Strange añade que técnicas parecidas a las empleadas en este estudio podrían utilizarse para atenuar o eliminar memorias desagradables de forma terapéutica, algo que proponen los investigadores como un proyecto futuro. 

 

17 oct 2017

Jesús Calleja a los autores de los incendios en Galicia y Asturias: “Os odio con toda mi fuerza”

El presentador vuelca toda su ira en un texto que publica en Facebook y que ya acumula 130.000 reacciones, aunque la foto no corresponde con el escenario en cuestión.

El presentador Jesús Calleja.
El presentador Jesús Calleja. GTRES

 El presentador Jesús Calleja ha sido de los últimos en unirse al gran número de famosos que han mostrado su indignación en las redes sociales por los incendios que asolan desde el pasado domingo el norte del país, concretamente Galicia, Asturias y León, y que ha provocado al menos cuatro muertos.

 Muchos han sido los que han mostrado su apoyo y han difundido teléfonos y lugares de contacto para ayudar tanto a los habitantes como a los animales de la zona, y otros tantos, además, han castigado a los culpables que han propiciado los fuegos.

 Ejemplo de este último caso ha sido el conductor de Planeta Calleja, que enfadado y lleno de rabia ha cargado duramente contra estos pirómanos.

“Pirómanos seres repugnantes sois los peores terroristas, aniquiláis la vida en todas sus formas incluida la humana... personas que mueren quemadas en sus vehículos, animales quemados vivos y bosques llenos de vida convertidos en cenizas, esa es vuestra obra”, comienza diciendo el montañero leonés y continúa:

 “Me dais tanto asco que no sois capaz de perdonaros nunca, ni comprender que retorcida es vuestra mente para hacer lo que hacéis... os odio con toda mi fuerza”.

 La publicación acumula ya casi 130.000 reacciones en Facebook y ha sido compartida por unas 74.000 personas.

Calleja, además, ha instado a los políticos a elaborar leyes más duras contra las personas que provocan este mal y ha asegurado que su voto irá destinado a aquel partido que lo consiga. 

“Solo os pararemos cuando los políticos decidan aplicar la ley más dura posible, se os tiene que tratar como terroristas, como bestias inmundas y aparatos de los humanos... 

LEYES DURAS CONTRA LOS TERRORISTAS PIRÓMANOS YA! El pueblo debe ejercer presión y la mejor manera es con nuestro voto. SOLO VOTARÉ AL PARTIDO QUE IMPONGA ESTAS LEYES!”. 

Mientras la mayoría de los usuarios han alabado la postura del aventurero, otros han destacado, sin embargo, que la imagen que ha elegido el presentador de Cuatro para ilustrar su indignación no corresponde con los incendios del país.
 Y están en lo cierto, pues la foto del ciervo con el fuego detrás del animal se remonta varios años atrás y pertenece a los incendios que hubo en California en 2003, como recoge una galería de la cadena norteamericana CBS.
Este error, que también cometen otros rostros conocidos como la actriz Clara Lago o el actor Fernando Tejero, es más habitual de lo que parece, pues se debe a la rapidez de la difusión de noticias e imágenes que se hace a través de las redes sociales, muchas veces sin llegar a contrastar su veracidad u origen.

Cayetana Rivera cumple 18 años y vemos su cara

La nieta de la duquesa de Alba, hija de Francisco Rivera y Eugenia Martínez de Irujo, celebra la mayoría de edad con una portada de revista.

Cayetana Rivera
Francisco Rivera Ordóñez y su hija Cayetana. © Gtres

 Cuando nació, sus padres, en especial Francisco Rivera, hicieron todo lo posible por mantenerla en el anonimato.

 Pero este lunes que cumple 18 años es portada de las revistas ¡Hola! y Semana, que han adelantado sus números.

 Nadie duda de que ha nacido una nueva estrella para la prensa del corazón por la fama que atesora su familia y porque ella misma quiere disfrutar de ella. 

Cayetana Rivera Martínez de Irujo es una joven que se parece mucho a su padre y, por tanto, a su abuela Carmen Ordóñez pero que dicen tiene arrebatos de carácter muy parecidos a su otra abuela, la duquesa de Alba. 

De ella ha heredado su pasión por Sevilla, el flamenco y por los caballos. 

Tana, como la llaman en su familia, ha vivido hasta ahora en Madrid con su madre pero a partir de ahora la joven pasará largas temporadas en la capital andaluza, donde reside su padre con la nueva familia que ha formado con Lourdes Montes.

 Cuando la duquesa de Alba cumplió la mayoría de edad su padre organizó una gran fiesta por todo lo alto para presentarla en sociedad.

 Lo mismo ocurrió con Eugenia Martínez de Irujo. 

 Y el mismo camino quería seguir Tana, que desde hace meses planeaba una gran cita con 400 invitados en La Pizana, la finca que su madre heredó.

 Pero ha sido su padre quien ha echado por tierra sus planes. De momento hoy festejará su cumpleaños en familia y luego con un grupo de amigos, pero mucho más reducido.

 A medio plazo puede que llegue la fiesta.

 La lucha por la custodia de Tana supuso un cisma entre la familia Rivera Ordóñez y los Alba.

 La duquesa siempre declaró que Francisco Rivera era su yerno favorito e hizo todo lo posible por la reconciliación del matrimonio, roto en 2002, tras tres años y medio.

 Pero todo se truncó cuando Rivera acudió a los tribunales porque deseaba pasar más tiempo con su hija. 

Pasados los años, la relación se ha normalizado pero la duquesa murió sin dirigir la palabra a su yerno.

 Eugenia Martínez de Irujo también ha rehecho su vida con Narcís Rebollo, presidente de la compañía discográfica Universal.