Cuando nació, sus padres, en especial Francisco Rivera, hicieron todo lo posible por mantenerla en el anonimato.
Pero este lunes que cumple 18 años es portada de las revistas ¡Hola! y Semana,
que han adelantado sus números.
Nadie duda de que ha nacido una nueva
estrella para la prensa del corazón por la fama que atesora su familia y
porque ella misma quiere disfrutar de ella.
Cayetana Rivera Martínez de
Irujo es una joven que se parece mucho a su padre y, por tanto, a su
abuela Carmen Ordóñez pero que dicen tiene arrebatos de carácter muy
parecidos a su otra abuela, la duquesa de Alba.
De ella ha heredado su pasión por Sevilla, el flamenco y por los
caballos.
Tana, como la llaman en su familia, ha vivido hasta ahora en
Madrid con su madre pero a partir de ahora la joven pasará largas
temporadas en la capital andaluza, donde reside su padre con la nueva
familia que ha formado con Lourdes Montes.
Cuando la duquesa de Alba cumplió la mayoría de edad su padre organizó
una gran fiesta por todo lo alto para presentarla en sociedad.
Y el mismo camino quería seguir Tana, que desde hace meses planeaba una
gran cita con 400 invitados en La Pizana, la finca que su madre heredó.
Pero ha sido su padre quien ha echado por tierra sus planes. De momento
hoy festejará su cumpleaños en familia y luego con un grupo de amigos,
pero mucho más reducido.
A medio plazo puede que llegue la fiesta.
La lucha por la custodia de Tana supuso un cisma entre la familia Rivera Ordóñez y los Alba.
La duquesa siempre declaró que Francisco Rivera
era su yerno favorito e hizo todo lo posible por la reconciliación del
matrimonio, roto en 2002, tras tres años y medio.
Pero todo se truncó
cuando Rivera acudió a los tribunales porque deseaba pasar más tiempo
con su hija.
Pasados los años, la relación se ha normalizado pero la
duquesa murió sin dirigir la palabra a su yerno.
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