El drama de Hulu se convierte en la primera serie por Internet en ganar el premio al mejor drama. 'Big Little Lies' se corona como uno de los fenómenos televisivos del año.
Pablo Ximénez de Sandoval
En un año de distopías en todos los niveles en Estados Unidos, The Handmaid’s Tale (El cuento de la criada), un drama futurista en el que las mujeres han sido esclavizadas para servir como cobayas reproductoras, ganó este domingo el máximo premio de los Emmy. La pesadilla soñada por la novelista Margaret Atwood hace tres décadas fue elegida como mejor serie dramática del año en la 69ª edición de los premios de la industria de la televisión.
El rostro de la serie, Elisabeth Moss, ganó el premio a la mejor actriz después de siete nominaciones.
En total, el drama se lleva ocho premios, los mismos que Big Little Lies, otra gran historia de mujeres.
The Handmaid’s Tale es un producto de Hulu, que no es una cadena tradicional ni de cable.
Hulu es una web.
Se trata de la primera vez que una serie que solo se ve por Internet gana el Emmy a mejor drama del año, un trono que ocuparon Canción triste de Hill Street, El ala oeste de la Casa Blanca, Mad Men o Los Soprano.
Se trata de un momento definitorio en la historia de la televisión. Básicamente, que no hace falta tener un canal para hacer la mejor televisión.
El premio a la serie de Hulu es la conquista definitiva de los espectadores por parte de las plataformas de Internet.
Lo mismo le pasó a Westworld, la gran apuesta de HBO este año en drama.
Solo cinco premios técnicos, ninguno este domingo.
Por cadenas, HBO volvió a reinar en los números con 10 premios este domingo, además de tener la mejor comedia del año y la mejor miniserie.
Netflix se llevó 4, Hulu 5, el canal de pago FX, 2, y la cadena tradicional NBC, 6.
Pero de los premios de NBC, uno fue por un drama, el de Sterling K. Brown como protagonista en This Is Us, uno de los fenómenos del año en Estados Unidos.
Las grandes series ya no pertenecen a las cadenas tradicionales.
Veep (HBO) es, de nuevo, la mejor comedia del año en opinión de la industria.
Un golpe de autoridad en un momento en que competía con dos importantes novedades que han presentado una forma totalmente distinta de hacer comedia en televisión, Atlanta (FX) y Master of None (Netflix).
El premio sabe a homenaje para el equipo de David Mandel, que logró mantener el altísimo nivel de la serie tras la partida de su creador, Armando Ianucci.
La serie se acabará el año que viene, al finalizar su séptima temporada.
El premio a mejor director y mejor actor de comedia fue para el creador y protagonista de Atlanta, Donald Glover.
En un año de distopías en todos los niveles en Estados Unidos, The Handmaid’s Tale (El cuento de la criada),
un drama futurista en el que las mujeres han sido esclavizadas para
servir como cobayas reproductoras, ganó este domingo el máximo premio de
los Emmy. La pesadilla soñada por la novelista Margaret Atwood hace
tres décadas fue elegida como mejor serie dramática del año en la 69ª edición de los premios de la industria de la televisión.
El rostro de la serie, Elisabeth Moss, ganó el premio a la mejor actriz después de siete nominaciones.
En total, el drama se lleva ocho premios, los mismos que Big Little Lies, otra gran historia de mujeres.
El rostro de la serie, Elisabeth Moss, ganó el premio a la mejor actriz después de siete nominaciones.
En total, el drama se lleva ocho premios, los mismos que Big Little Lies, otra gran historia de mujeres.
The Handmaid’s Tale es un producto de Hulu, que no
es una cadena tradicional ni de cable. Hulu es una web.
Se trata de la primera vez que una serie que solo se ve por Internet gana el Emmy a mejor drama del año, un trono que ocuparon Canción triste de Hill Street, El ala oeste de la Casa Blanca, Mad Men o Los Soprano.
Se trata de un momento definitorio en la historia de la televisión. Básicamente, que no hace falta tener un canal para hacer la mejor televisión.
El premio a la serie de Hulu es la conquista definitiva de los espectadores por parte de las plataformas de Internet.
Fue una noche difícil sin embargo para Netflix, que vio esfumarse los premios principales para The Crown, House of Cards, Stranger Things y Master of None, todas apuestas muy potentes para ser coronado como el nuevo titán de la producción de televisión. Stranger Things se quedó con los cinco premios que había ganado en los Emmy técnicos la semana pasada.
Lo mismo le pasó a Westworld, la gran apuesta de HBO este año en drama.
Solo cinco premios técnicos, ninguno este domingo.
Por cadenas, HBO volvió a reinar en los números con 10 premios este domingo, además de tener la mejor comedia del año y la mejor miniserie.
Netflix se llevó 4, Hulu 5, el canal de pago FX, 2, y la cadena tradicional NBC, 6.
Pero de los premios de NBC, uno fue por un drama, el de Sterling K. Brown como protagonista en This Is Us, uno de los fenómenos del año en Estados Unidos.
Este año era especialmente lustrosa la lista de miniseries.
Una batalla de altísimo nivel principalmente entre Big Little Lies, The Night Of y Feud: Bette y Joan.
La ganadora absoluta fue Big Little Lies, un thriller de grandes mujeres con un reparto asombroso.
Las dos productoras y protagonistas de la serie, Nicole Kidman y Reese Witherspoon, iluminaron la gala al recibir el premio como productoras.
Ambas fundaron su productora para “poner a las mujeres al frente de las historias y darles la oportunidad de contar sus historias”. Ambas estaban nominadas a mejor actriz principal.
Se lo llevó Kidman, posiblemente la mayor estrella de la noche.
Los premios a los actores secundarios de miniserie fueron también para la poderosa Renata Klein, es decir, Laura Dern, y Alexander Sarksgard, los dos de Big Little Lies, confirmando el poder del casting de esta serie.
También recibió el premio a la mejor dirección para Jean Marc Valée.
Riz Ahmed, el protagonista de The Night Of, ganó el premio al mejor actor.
Sabe a poco, pero es que las miniseries de este año son enormes productos y solo había sitio para una.
ohn Oliver ganó la batalla de los talk shows, programas que este año se han revelado como uno de los productos que más unen a Estados Unidos frente a la televisión. Los comentarios diarios de Stephen Colbert, Jimmy Kimmel o Seth Meyers son virales durante horas en Internet a la vez que las noticias. Last Week Tonight de John Oliver ganó tanto el premio al mejor programa como el de guion. En concursos, volvió a ganar The Voice.
Donald Trump y Hillary Clinton ganaron sendos premios Emmy este domingo por habernos regalado algunos de los mejores momentos de la televisión del último año.
Esto es, Alec Baldwin y Kate McKinnon, que los imitan en Saturday Night Live, se llevaron los premios al mejor secundario en comedia.
El programa de variedades, que lleva 42 años en televisión, ha sido el más premiado en total de estos Emmy, con cuatro premios este domingo y cinco premios técnicos.
El ambiente político en Estados Unidos ha revivido el programa hasta forjar una de las mejores temporadas de la historia.
Un indicador de que quizá lo más intenso que se ha visto en televisión en esta temporada fue, y sigue siendo, la política de Estados Unidos.
Lo dijo en su discurso inicial Stephen Colbert: “Si somos honestos, la mayor estrella de la televisión del año pasado fue Donald Trump”. Era una broma. Y no.
Las grandes series ya no pertenecen a las cadenas tradicionales.
Veep (HBO) es, de nuevo, la mejor comedia del año en opinión de la industria. Un golpe de autoridad en un momento en que competía con dos importantes novedades que han presentado una forma totalmente distinta de hacer comedia en televisión, Atlanta (FX) y Master of None (Netflix). El premio sabe a homenaje para el equipo de David Mandel, que logró mantener el altísimo nivel de la serie tras la partida de su creador, Armando Ianucci. La serie se acabará el año que viene, al finalizar su séptima temporada. El premio a mejor director y mejor actor de comedia fue para el creador y protagonista de Atlanta, Donald Glover.
Julia Louis-Dreyfuss también hizo historia
de la televisión. Pasarán años antes de que haya una figura igual.
Recibió el octavo Emmy como actriz y el sexto por el personaje de la
vicepresidenta Selina Meyers. Es un récord absoluto, por encima de los
cinco que ganó en su día Candice Bergen por Murphy Brown. La
sentaron al lado del gran presidente televisivo, Kevin Spacey, que la
apuntó con su móvil todo el camino hasta el escenario.
Merece una mención aparte Master of None (Netflix), que se llevó al mejor guion de comedia. El episodio premiado, en concreto, es uno titulado Thanksgiving, en el que el personaje de Lena Waithe, la amiga afroamericana lesbiana de Anzari, sale del armario ante su familia, y relata la aceptación de su condición a lo largo de años de celebraciones de Acción de Gracias. Si no han visto Master of None, conviene darle una oportunidad. Si no la soportan, salten directamente a ese capítulo. Es una de las piezas de televisión más emocionantes del año. En un gesto nada habitual para un premio al mejor guion, el teatro Microsoft se puso en pie y regaló una gran ovación a Anzari y Waithe.
Se trata de la primera vez que una serie que solo se ve por Internet gana el Emmy a mejor drama del año, un trono que ocuparon Canción triste de Hill Street, El ala oeste de la Casa Blanca, Mad Men o Los Soprano.
Se trata de un momento definitorio en la historia de la televisión. Básicamente, que no hace falta tener un canal para hacer la mejor televisión.
El premio a la serie de Hulu es la conquista definitiva de los espectadores por parte de las plataformas de Internet.
Lo mismo le pasó a Westworld, la gran apuesta de HBO este año en drama.
Solo cinco premios técnicos, ninguno este domingo.
Por cadenas, HBO volvió a reinar en los números con 10 premios este domingo, además de tener la mejor comedia del año y la mejor miniserie.
Netflix se llevó 4, Hulu 5, el canal de pago FX, 2, y la cadena tradicional NBC, 6.
Pero de los premios de NBC, uno fue por un drama, el de Sterling K. Brown como protagonista en This Is Us, uno de los fenómenos del año en Estados Unidos.
Este año era especialmente lustrosa la lista de miniseries.
Una batalla de altísimo nivel principalmente entre Big Little Lies, The Night Of y Feud: Bette y Joan.
La ganadora absoluta fue Big Little Lies, un thriller de grandes mujeres con un reparto asombroso.
Las dos productoras y protagonistas de la serie, Nicole Kidman y Reese Witherspoon, iluminaron la gala al recibir el premio como productoras.
Ambas fundaron su productora para “poner a las mujeres al frente de las historias y darles la oportunidad de contar sus historias”. Ambas estaban nominadas a mejor actriz principal.
Se lo llevó Kidman, posiblemente la mayor estrella de la noche.
Los premios a los actores secundarios de miniserie fueron también para la poderosa Renata Klein, es decir, Laura Dern, y Alexander Sarksgard, los dos de Big Little Lies, confirmando el poder del casting de esta serie.
También recibió el premio a la mejor dirección para Jean Marc Valée.
Riz Ahmed, el protagonista de The Night Of, ganó el premio al mejor actor.
Sabe a poco, pero es que las miniseries de este año son enormes productos y solo había sitio para una.
ohn Oliver ganó la batalla de los talk shows, programas que este año se han revelado como uno de los productos que más unen a Estados Unidos frente a la televisión. Los comentarios diarios de Stephen Colbert, Jimmy Kimmel o Seth Meyers son virales durante horas en Internet a la vez que las noticias. Last Week Tonight de John Oliver ganó tanto el premio al mejor programa como el de guion. En concursos, volvió a ganar The Voice.
Donald Trump y Hillary Clinton ganaron sendos premios Emmy este domingo por habernos regalado algunos de los mejores momentos de la televisión del último año.
Esto es, Alec Baldwin y Kate McKinnon, que los imitan en Saturday Night Live, se llevaron los premios al mejor secundario en comedia.
El programa de variedades, que lleva 42 años en televisión, ha sido el más premiado en total de estos Emmy, con cuatro premios este domingo y cinco premios técnicos.
El ambiente político en Estados Unidos ha revivido el programa hasta forjar una de las mejores temporadas de la historia.
Un indicador de que quizá lo más intenso que se ha visto en televisión en esta temporada fue, y sigue siendo, la política de Estados Unidos.
Lo dijo en su discurso inicial Stephen Colbert: “Si somos honestos, la mayor estrella de la televisión del año pasado fue Donald Trump”. Era una broma. Y no.
Las grandes series ya no pertenecen a las cadenas tradicionales.
Veep (HBO) es, de nuevo, la mejor comedia del año en opinión de la industria. Un golpe de autoridad en un momento en que competía con dos importantes novedades que han presentado una forma totalmente distinta de hacer comedia en televisión, Atlanta (FX) y Master of None (Netflix). El premio sabe a homenaje para el equipo de David Mandel, que logró mantener el altísimo nivel de la serie tras la partida de su creador, Armando Ianucci. La serie se acabará el año que viene, al finalizar su séptima temporada. El premio a mejor director y mejor actor de comedia fue para el creador y protagonista de Atlanta, Donald Glover.
Merece una mención aparte Master of None (Netflix), que se llevó al mejor guion de comedia. El episodio premiado, en concreto, es uno titulado Thanksgiving, en el que el personaje de Lena Waithe, la amiga afroamericana lesbiana de Anzari, sale del armario ante su familia, y relata la aceptación de su condición a lo largo de años de celebraciones de Acción de Gracias. Si no han visto Master of None, conviene darle una oportunidad. Si no la soportan, salten directamente a ese capítulo. Es una de las piezas de televisión más emocionantes del año. En un gesto nada habitual para un premio al mejor guion, el teatro Microsoft se puso en pie y regaló una gran ovación a Anzari y Waithe.