Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

16 sept 2017

Sexo y secretos del Hollywood dorado....................... Irene Crespo

Un documental presentado en el Festival de Toronto repasa la vida de Scotty Bowers, quien descubrió las intimidades de las estrellas del cine clásico en su libro ‘Servicio completo'.

Spencer Tracy y Katherine Hepburn en la película 'La mujer del año', estrenada en 1942.
Spencer Tracy y Katherine Hepburn en la película 'La mujer del año', estrenada en 1942. GTRESOLINE

 

La aventura que mantuvieron Spencer Tracy y Katharine Hepburn durante años, mientras él seguía casado, fue uno de los grandes secretos a voces de Hollywood. 
Un romance inmoral pero permitido porque eran grandes estrellas de cine, la pareja que todo el mundo aspiraba a ser viendo sus películas.
 Pero aquella relación no era más que una tapadera. "Las revistas de cine vendieron esa historia, pero ellos no eran amantes, eran simplemente amigos, compañeros de trabajo", dice Scotty Bowers en el documental sobre su vida Scotty and the Secret Life of Hollywood (Scotty y la vida secreta de Hollywood).
Él los conoció bien a través del director George Cukor. Spencer Tracy vivía en una de las cabañas de Cukor y Katharine Hepburn en otra. 
"Nunca vivieron juntos como se decía", sigue Bowers.
 Algunas noches, Scotty buscaba mujeres para que pasaran las noches con la actriz, y después acompañaba hasta su cama al actor borracho.
 "Él era gay, aunque no quisiera admitirlo", dice.
Cukor, Hepburn y Tracy no fueron sus únicos clientes. 
Scotty Bowers era una leyenda en el Hollywood dorado
 Era el hombre que "apañó" durante años los encuentros románticos y sexuales entre todas aquellas estrellas de Hollywood que tenían que esconderse entre las sombras.
 Era el hombre que les hacía felices. 
El primero que le conoció fue Walter Pidgeon. El actor de Planeta prohibido paró a repostar en la gasolinera en la que trabajaba Scotty y este le dio un momento de felicidad en el cuarto de atrás de la estación de servicio. 
A partir de ahí se corrió la voz. Por 20 dólares Scotty hacía sus sueños realidad
. Él mismo estaba disponible, pero cuando el negocio empezó a crecer fue buscando otros chicos. 
En un momento dado, saltó al motel de enfrente.
 Y poco después se encargó de organizar fiestas con tantos hombres y mujeres como pidieran sus anfitriones. 
"Cole Porter me pidió una noche 15 hombres", cuenta.

Scotty Bowers, que en la actualidad tiene 94 años, durante una fiesta en la época del Hollywood dorado.
Scotty Bowers, que en la actualidad tiene 94 años, durante una fiesta en la época del Hollywood dorado.
Entonces dejó de cobrar, pero siguió "apañando encuentros" con el único objetivo de hacer feliz a la gente. 
Casi todo lo que cuenta el documental, dirigido por Matt Tyrnauer, estaba ya en el libro que el propio Bowers publicó en 2012, Servicio completo.
 El rodaje, de hecho, empezó después de la publicación y habla un poco de las críticas que recibió por sacar del armario y contar los secretos sexuales de tanta gente, la gran mayoría ya desaparecida. Según Bowers, esperó a que no estuvieran precisamente por respeto a ellos. 
Y lo que hizo fue convertir a todas esas leyendas y mitos "en personas reales, gente de carne y hueso", le defiende el actor Stephen Fry en el documental. 
"Su historia no es la de un gay renegado —explica Fry—, Scotty no se conformaba con una etiqueta, traspasó todas las vallas que nos hemos construido para separarnos los unos de los otros".
El documental arranca con la celebración de su 90 cumpleaños, ahora ya tiene 94.
 Comparte secretos de otros, como la noche que "apañó" a Rock Hudson y un recién llegado Cary Grant, o las múltiples veces que mandó hombres a la habitación del duque de Windsor y mujeres a la de Wallis Simpson.
 Pero también comparte sus encuentros; como aquella noche que participó en un trío con Ava Gardner y Lana Turner, o cuando se acostó con Bette Davis durante la guerra o con J. Edgar Hoover vestido de mujer.
Rock Hudson y Jeff Chandler durante un descanso del rodaje de la película Iron man' en 1951.
Rock Hudson y Jeff Chandler durante un descanso del rodaje de la película Iron man' en 1951.
Hollywood construyó una imagen de amores idílicos mientras les obligaba a ocultarse en las sombras y Scotty hacía de esas sombras un lugar más feliz. 
"Algunas personas me han dicho que los mejores momentos de su vida fueron en aquella gasolinera", cuenta.
 "Y me siento bien de haber hecho feliz a tanta gente", continúa mientras celebra la aprobación del matrimonio gay en Estados Unidos.
  En las últimas décadas se ha dedicado a hacer feliz a su mujer y amigos.
 Fue la muerte en 1985 de Rock Hudson por sida, y la sacudida que vivió la industria por la tragedia, lo que le hizo retirarse como el hombre que cumplió los deseos sexuales de Hollywood.



Los diez mandamientos de Maria Callas................ Rubén Amón

Cuarenta años después de su muerte, la diva sigue siendo una figura vigente, contemporánea, arrebatadora.

The Granger Collection, New York /Cordon Press Pie de Foto: Maria Callas en una actuación en el Teatro de los Campos Elíseos de París el 7 de diciembre de 1973.
Maria Callas (1923-1977) era un animal escénico. 
Quiere decirse que limitarse a escucharla restringe el fenómeno arrebatador que representó ella misma sobre la tarima, aunque semejante evidencia no contradice que sus grabaciones, en vivo y en estudio, constituyan una experiencia dionisiaca y un hito cultural que sobrevuelan el 40 aniversario de su muerte
 Estos son sus diez mandamientos. O, al menos, diez de ellos, pues la versatilidad de Maria Callas explica el apodo de la “absoluta” y justifica una trayectoria descomunal.

"Tosca", de Puccini (Warner Classics)

Los diez mandamientos de Maria Callas
No es solo un hito artístico de Maria Callas, sino una de las grabaciones fundamentales de la historia de la fonografía.
 Mérito de la soprano y de su identificación casi existencial con la protagonista, pero también de la atmósfera sonora que crea el maestro Victor de Sabata; del mefistofélico Scarpia de Tito Gobbi; y de la plenitud de Giuseppe di Stefano en el papel de Cavaradossi.

"Norma", de Bellini (Warner Classics)

Los diez mandamientos de Maria Callas
La recuperación y la reputación de esta ópera hubiera sido inconcebible sin la mediación de Maria Callas, menos apolínea y académica que las sopranos puramente belcantistas, pero mucho más desgarradora y emotiva.
 Su “Casta diva” sublima una grabación en la que Mario Filippeschi expone su valentía, su clase y su personalidad, meciéndose en la batuta de Tullio Serafin en el foso magmático de la Scala.

"Lucia de Lammermoor", de Donizzeti (EMI Classics)

Los diez mandamientos de Maria Callas
No es cierto que Callas fuera camaleónica.
 Más bien sucedía que cada personaje encontraba un punto de encuentro con su personalidad, su alma. 
Y ese extraño vínculo, parecido al de Marlon Brando en el cine o al de Gould en el piano, contribuía a la sensación de que la Callas estaba experimentando realmente lo que cantaba. 
No es una excepción el aria de la locura con que finaliza esta grabación de “Lucia di Lammermoor”.
 Y sí es una locura, una cosa de locos, el disco mismo, entro otros motivos por el ménage à trois que se concede con el fabuloso Di Stefano y el prodigioso Gobbi.

" La Traviata" (II), de Verdi (Warner Classics)

Los diez mandamientos de Maria Callas
La razón de recomendar por segunda vez la ópera de Verdi consiste en rescatar la versión en vivo que la diva interpretó en Lisboa en 1958. 
No ya porque traslada 60 años después la tensión, la pasión acumuladas durante la función, y la consecuente ceremonia de comunión con el público, sino además porque el papel de Alfredo correspondía a un homónimo y joven tenor canario de apellido germano y de prometedoras expectativas. Se llamaba... Alfredo Kraus.


La Vestale", de Puccini (Warner Classics)

Los diez mandamientos de Maria Callas
Maria Callas fue una cantante omnívora, omnímoda, omnipotente. Y se convirtió en una Indiana Jones de la ópera gracias a los descubrimientos, resurrecciones y e hitos musicológicos que sirvieron de argumento para exhumar un repertorio no muerto pero sí cateléptico. 
Una buena demostración de semejante compromiso consiste en su apabullante “trabajo” como vestal de la “La Vestale”. Franco Corelli resiste, otra vez, las embestidas de la “monstrua”.

"Medea", de Cherubini (Warner Classics)

Los diez mandamientos de Maria Callas
Se diría que la Medea de Callas rebasa todos los límites del fenómeno canoro.
 Cantar, canta. 
Y lo hace con todo su poder seductor, magnético y telúrico, pero la soprano griega es aquí particularmente griega, como si estuviera no cantando la opera de Cherubino, sino recitando la obra teatral de Eurípides. Pesan las palabras. 
Y se percibe una impresionante hondura dramatúrgica, más o menos como si la Callas fuera a hacérsenos corpórea. Qué barbaridad.

 "Carmen", de Bizet (Warner Classics)

Los diez mandamientos de Maria Callas
Erotismo, sensualidad, fatalidad. Maria Callas destripa a la protagonista de la ópera de Bizet y se descara en el repertorio francés, aunque no lo cultivó demasiado (Massenet, Gounod y Berlioz).
 Fue la divina diva una cantante bastante promiscua con los tenores en sentido artístico, pese a la debilidad hacia Di Stefano.
 Aquí lo demuestra rivalizando con el sueco Nicolai Gedda y ateniéndose a la tensión teatral y al esmero cromático que proporciona la memorable versión de Georges Prêtre.

 "Macbeth", de Verdi (EMI Classics)

Los diez mandamientos de Maria Callas
 Puede que Giuseppe Verdi proporcionara a Maria Callas la columna vertebral de su carrera. 
Y que la personalidad de la “metasoprano” alcanzara a romper las distinciones al uso entre los papeles líricos y los dramáticos.
 De estos últimos proviene Lady Macbeth, cima de la ejecutoria de Maria Callas en cuanto el papel predispone otra vez un viaje al abismo. Conmueve la cantante. Duele. 
Y lo hace inmejorablemente arropada por Victor de Sabata.

“El Barbero de Sevilla”, de Rossini (Warner Classics)

Los diez mandamientos de Maria Callas
Cerebral e instintiva a la vez, Maria Callas perseveró en los papeles dramáticos y hasta tremendistas, pero también supo reír, especialmente con el repertorio de Rossini. 
Un buen ejemplo es el “Barbero” que grabó a las órdenes del maestro Galliera en 1957. Ágil, virtuosa, sensual, entrañable, la Rosina de Maria Callas es su mejor imagen feliz y la que rebasa los tópicos fatalistas.


 

De mis soledades vengo.................................. Elvira Lindo

A quien sufre ese mal le queda la duda de si no había algo por lo que mereciera tal castigo.

Noche en Nueva York.
Noche en Nueva York. Getty Images
Hay, con respecto a Nueva York, un malentendido que resulta ya casi imposible de aclarar, pero esta cronista que es tozuda lo intenta, como intenta, infructuosamente, cambiar la imagen que de ella se hicieron los lectores en un primer vistazo. 
Ocurre que la idea que tenemos de esa ciudad está prisionera en su mayor parte del territorio de los anhelos y los sueños, hasta el punto de que no estamos dispuestos a que la realidad desbarate lo que durante tanto tiempo hemos fraguado al calor de la fantasía.
Cuando yo escribía crónicas desde Nueva York había quien deseaba que perpetuara la ensoñación para que la ciudad continuara siendo la tierra prometida; había también quien, desde un punto de vista más resentido o mezquino, veía en el simple hecho de que vivieras allí y escribieras sobre aquello una voluntad de esnobismo. 
Lejos de mí la intención de contrariar a quien me tiene por snob afirmando que no lo soy, para qué; diría incluso que existe cierto placer en pensar que te imaginaban más feliz de lo que eras y estabas menos sola de lo que realmente estabas.

Nueva York es el hábitat perfecto para almas solitarias y así es como uno se siente la mayor parte del tiempo. 
Es una experiencia que jamás padecerá el turista, aunque en algún momento esté capacitado para imaginarlo. 
Todo se confabula para que la relación con los otros sea corta y fugaz: hay demasiada movilidad en la población, los negocios aguantan poco en el mismo sitio,
 los dependientes o los camareros duran poco tras los mostradores, la gente se concentra en su ir y venir, camina rápido, bufa al que va lento y, para colmo, la soledad no está mal vista. 
Lo irónico es que al otro lado del océano te imaginen sociabilizando sin parar en ambientes culturales.
 Sospecho que Truman Capote contribuyó con su versión alocada sobre el asunto y en eso nos hemos quedado. 
Da igual que sepamos que al final fue víctima de la soledad que queda tras una fiesta.

En La ciudad solitaria. Aventuras en el arte de estar solo, la escritora inglesa Olivia Laing cuenta con valentía y desgarro cómo experimentó el mordisco rabioso de la soledad cuando se vio, hace diez años, viviendo en Nueva York tras una ruptura amorosa: “¿Qué se siente al estar solo?
 Es una sensación parecida al hambre: como pasar hambre mientras alrededor todo el mundo se prepara un banquete”. 
A pesar de que mientras se padece esa privación de la compañía uno se siente comprensiblemente desgraciado, Laing quiso reflexionar, acariciar el trauma que había dejado en ella tal experiencia y se lanzó a la tarea de escribir este ensayo que cuenta algo de lo que con frecuencia nos avergonzamos: el momento de la vida en que nos parece que la soledad que arrastramos fuera como una enfermedad que el prójimo advirtiera y que rechazara nuestro contacto para huir del contagio. 
“Esto significa –escribe Laing- que cuanto más solitaria se vuelve una persona, más pierde su habilidad para navegar en la corriente social”.
 Lo que se propuso esta brillante escritora fue sacar provecho de unos días que cualquiera hubiera preferido dejar atrás, blindando el recuerdo en esa parte del cerebro en que archivamos todo aquello que no queremos contar.
 Pero ahí está la clave de su narración, mucho se habla de la soledad en abstracto y poco de cómo nos cambia incluso físicamente cuando la sentimos como una enfermedad. 
La autora cuenta que perdió hasta su capacidad verbal para comunicarse a diario. Por fortuna, conservó la vocación literaria y tras empaparse de la vida de otros solitarios, de otros raros que hicieron de su extrañamiento un motivo de inspiración, construyó esta peculiar historia. 

Nos acerca a los padecimientos diarios de artistas solitarios o de raro encaje social, como Edward Hopper, Andy Warhol, Basquiat y el fotógrafo Wojnarowicz, entre otros. Al observar sus obras en relación a la incapacidad para relacionarse comprendemos mejor lo que nos quisieron contar. El caso de Hopper es paradigmático porque Laing esboza la teoría de que el pintor no pretendía convertirse en el artista de la soledad, como así ha quedado señalado en la historia de la pintura, sino que sus imágenes eran la expresión exacta de un carácter huidizo, huraño, poco comunicativo, uno de tantos hombres burbuja que pasean la ciudad sin rozarse con los otros, de la misma forma que no interactúan los personajes de sus cuadros.
Es difícil hablar de lo solo que se ha estado. 
A quien ha sufrido ese mal le queda siempre la duda íntima de si no había algo por lo que mereciera tal castigo; de si la soledad no es al fin una pena que nos ganamos a pulso.
 Ni tan siquiera los psicólogos tienen, a juicio de Laing, mucho conocimiento de estos episodios porque el propio interesado los intenta borrar de la biografía para no desacreditarse. 
Olivia Laing habla de algo que ocultamos, de un tabú. Solo con leerla se van a sentir algunos de ustedes acompañados. Compartiendo soledades se reduce el infierno.

 

15 sept 2017

Los momentos clave de doña Letizia



Fotos de las fichas del colegio público La Gesta de Oviedo, en el que Letizia Ortiz Rocasolano estudió de pequeña. A los 15 años, la familia se mudó a la localidad madrileña de Rivas-Vaciamadrid y siguió sus estudios en el Instituto Ramiro de Maeztu. 1Fotos de las fichas del colegio público La Gesta de Oviedo, en el que Letizia Ortiz Rocasolano estudió de pequeña.
 A los 15 años, la familia se mudó a la localidad madrileña de Rivas-Vaciamadrid y siguió sus estudios en el Instituto Ramiro de Maeztu.



Letizia Ortiz Rocasolano, durante su etapa como periodista en la cadena CNN. Letizia Ortiz Rocasolano, durante su etapa como periodista en la cadena CNN.

Letizia Ortiz estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Sus primeras prácticas y trabajos estuvieron vinculados con la prensa escrita en medios como ‘Abc’ o ‘La Nueva España’ de Oviedo. Tras la carrera estudió un máster en Información Audiovisual y viajó a Guadalajara (México) para su doctorado. Una carrera que en el 2000 le valió el premio Mariano José de Larra de la Asociación de la Prensa de Madrid por su labor como la mejor periodista menor de 30 años. Ese mismo año se incorporó a Televisión Española.  Letizia Ortiz estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Sus primeras prácticas y trabajos estuvieron vinculados con la prensa escrita en medios como ‘Abc’ o ‘La Nueva España’ de Oviedo. Tras la carrera estudió un máster en Información Audiovisual y viajó a Guadalajara (México) para su doctorado.
 Una carrera que en el 2000 le valió el premio Mariano José de Larra de la Asociación de la Prensa de Madrid por su labor como la mejor periodista menor de 30 años. Ese mismo año se incorporó a Televisión Española.

Su primer trabajo en TVE fue presentando ‘Informe Semanal’ en verano. Luego paso a la segunda edición del telediario, donde cubrió el hundimiento del ‘Prestige’, los atentados del 11-S o la invasión de Irak. Tras su labor como redactora, pasó a copresentar, con Alfredo Urdaci, los informativos de más audiencia de la televisión pública. Su primer trabajo en TVE fue presentando ‘Informe Semanal’ en verano.
 Luego paso a la segunda edición del telediario, donde cubrió el hundimiento del ‘Prestige’, los atentados del 11-S o la invasión de Irak. Tras su labor como redactora, pasó a copresentar, con Alfredo Urdaci, los informativos de más audiencia de la televisión pública.



Tras anunciarse su compromiso con Felipe de Borbón, se recuperó una imagen que se había producido unos meses antes, cuando ambos coincidieron en los premios Príncipe de Asturias de 2003. Un saludo que se produjo cuando la pareja ya mantenía una relación, aunque por ese momento en secreto. El 1 de noviembre de 2003, la Casa del Rey anunciaba el compromiso del príncipe de Asturias y Letizia Ortiz, una sorpresa para la opinión pública que desconocía su relación.  
 Tras anunciarse su compromiso con Felipe de Borbón, se recuperó una imagen que se había producido unos meses antes, cuando ambos coincidieron en los premios Príncipe de Asturias de 2003. Un saludo que se produjo cuando la pareja ya mantenía una relación, aunque por ese momento en secreto
. El 1 de noviembre de 2003, la Casa del Rey anunciaba el compromiso del príncipe de Asturias y Letizia Ortiz, una sorpresa para la opinión pública que desconocía su relación.

Su traje blanco de Armani y su interrupción al príncipe Felipe es lo que se recordará de la petición de mano que se produjo el 6 de noviembre de 2003 en el Palacio Real de El Pardo. Su traje blanco de Armani y su interrupción al príncipe Felipe es lo que se recordará de la petición de mano que se produjo el 6 de noviembre de 2003 en el Palacio Real de El Pardo.
Letizia Ortiz, el día de su pedida de mano en 2003. A la derecha, el pasado mes de julio. Letizia Ortiz, el día de su pedida de mano en 2003. A la derecha, el pasado mes de julio.

Poco antes de su boda, la pareja visitó la tierra natal de Letizia Ortiz. En la imagen, el Príncipe de Asturias y su entonces prometida posan con los abuelos de doña Letizia, Jose Luis Ortiz y Menchu Alvarez del Valle, con quienes almorzaron en su casa de La Arquera en Sardeu, en Ribadesella. Poco antes de su boda, la pareja visitó la tierra natal de Letizia Ortiz. 
En la imagen, el Príncipe de Asturias y su entonces prometida posan con los abuelos de doña Letizia, Jose Luis Ortiz y Menchu Alvarez del Valle, con quienes almorzaron en su casa de La Arquera en Sardeu, en Ribadesella. 

 
La boda de Federico de Dinamarca y Mary Donaldson, celebrada pocos días antes del enlace del entonces príncipe Felipe y Letizia, fue el primer compromiso oficial ante las casas reales europeas al que acudió Letizia. Su aparición con un vestido rojo de Lorenzo Caprile del brazo de Felipe de Borbón en la catedral de Copenhague acaparó los titulares La boda de Federico de Dinamarca y Mary Donaldson, celebrada pocos días antes del enlace del entonces príncipe Felipe y Letizia, fue el primer compromiso oficial ante las casas reales europeas al que acudió Letizia. 
Su aparición con un vestido rojo de Lorenzo Caprile del brazo de Felipe de Borbón en la catedral de Copenhague acaparó los titulares 

Para la cena de gala en el Palacio de El Pardo previa al enlace, Letizia escogió un vestido plateado. Entonces ya era consciente de que todas sus elecciones estilísticas empezaban a ser analizadas con lupa. Hoy ya no solo se fijan en sus 'looks' los medios nacionales, sino también la prensa internacional. Para la cena de gala en el Palacio de El Pardo previa al enlace, Letizia escogió un vestido plateado. Entonces ya era consciente de que todas sus elecciones estilísticas empezaban a ser analizadas con lupa. 
Hoy ya no solo se fijan en sus 'looks' los medios nacionales, sino también la prensa internacional.  

 
El príncipe Felipe y Letizia Ortiz, vestida de Pertegaz, se casaron en la catedral de La Almudena el 22 de mayo de 2004. Un enlace que estuvo marcado por la lluvia y también por el recuerdo a las víctimas del atentado del 11 de marzo.
El príncipe Felipe y Letizia Ortiz, vestida de Pertegaz, se casaron en la catedral de La Almudena el 22 de mayo de 2004. Un enlace que estuvo marcado por la lluvia y también por el recuerdo a las víctimas del atentado del 11 de marzo.  



Tal y como dijo el día de su pedida de mano oficial, doña Letizia siempre se ha apoyado en los consejos de la reina Sofía. Ella la escogió como su modelo a seguir en su papel de princesa, aunque con el tiempo se ha demostrado que poco tienen que ver. En la imagen, la reina Sofía y doña Letizia en los Premios Príncipe de Asturias de 2004. Tal y como dijo el día de su pedida de mano oficial, doña Letizia siempre se ha apoyado en los consejos de la reina Sofía.
 Ella la escogió como su modelo a seguir en su papel de princesa, aunque con el tiempo se ha demostrado que poco tienen que ver. En la imagen, la reina Sofía y doña Letizia en los Premios Príncipe de Asturias de 2004.

Foto 15 de 30
El 31 de octubre de 2005, los príncipes de Asturias daban la bienvenida a su primera hija, Leonor, hoy la primera en la línea de sucesión en la Corona española. En la imagen, su primera foto de familia oficial tras haber abandonado la clínica Ruber Internacional de Madrid.  
 El 31 de octubre de 2005, los príncipes de Asturias daban la bienvenida a su primera hija, Leonor, hoy la primera en la línea de sucesión en la Corona española. 
En la imagen, su primera foto de familia oficial tras haber abandonado la clínica Ruber Internacional de Madrid.



El 7 de febrero de 2007 doña Letizia vivió uno de sus peores momentos, la muerte de su hermana Érika cuando tenía 31 años. La Princesa de Asturias, por entonces embarazada de su segunda hija, estuvo acompañada de su familia política. La reina Sofía incluso suspendió un viaje que tenía previsto a Indonesia El 7 de febrero de 2007 doña Letizia vivió uno de sus peores momentos, la muerte de su hermana Érika cuando tenía 31 años. 
La Princesa de Asturias, por entonces embarazada de su segunda hija, estuvo acompañada de su familia política.
 La reina Sofía incluso suspendió un viaje que tenía previsto a Indonesia



Los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, presentan en sociedad a la infanta Sofía, en octubre de 2007. En la imagen, abandonaban la clínica Ruber Internacional de Madrid cinco días después del nacimiento de su segunda hija, la infanta Sofía, y acompañados también de su primogénita, la infanta Leonor, ante la mirada de decenas de curiosos y periodistas. Los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, presentan en sociedad a la infanta Sofía, en octubre de 2007. En la imagen, abandonaban la clínica Ruber Internacional de Madrid cinco días después del nacimiento de su segunda hija, la infanta Sofía, y acompañados también de su primogénita, la infanta Leonor, ante la mirada de decenas de curiosos y periodistas.

Posado de los príncipes de Asturias y de sus dos hijas, Leonor (en bicicleta) y Sofía, en noviembre de 2007. Posado de los príncipes de Asturias y de sus dos hijas, Leonor (en bicicleta) y Sofía, en noviembre de 2007. 
   
Felipe de Borbón y Letizia Ortiz siempre han demostrado su apoyo a los deportistas españoles. En la imagen, el capitán de la selección española de fútbol, Iker Casillas, junto a la reina Sofía, los príncipes de Asturias y Ana Patricia Botín (d), en el vestuario, tras ganar la Copa del Mundo de Fútbol de Sudáfrica 2010. Felipe de Borbón y Letizia Ortiz siempre han demostrado su apoyo a los deportistas españoles. En la imagen, el capitán de la selección española de fútbol, Iker Casillas, junto a la reina Sofía, los príncipes de Asturias y Ana Patricia Botín (d), en el vestuario, tras ganar la Copa del Mundo de Fútbol de Sudáfrica 2010.


Con motivo de su 40 cumpleaños, los príncipes de Asturias permitieron excepcionalmente que una cámara retratara parte de su vida familiar. Un álbum de fotos realizado por Cristina García Rodero en el que se veía la faceta más íntima de la que pronto sería la Reina de España, y en el que también había sitio para retratos más oficiales y de pareja.  Con motivo de su 40 cumpleaños, los príncipes de Asturias permitieron excepcionalmente que una cámara retratara parte de su vida familiar. Un álbum de fotos realizado por Cristina García Rodero en el que se veía la faceta más íntima de la que pronto sería la Reina de España, y en el que también había sitio para retratos más oficiales y de pareja.



Felipe ayuda a la reina Letizia a subir a un Rolls Royce Phantom IV 4AF18 para recorrer las calles de Madrid hasta el palacio Real en los actos de proclamación del rey Felipe VI. Para tan importante día, los nuevos Reyes utilizaron el mismo coche en el que recorrieron las calles de Madrid el día de su boda. Felipe ayuda a la reina Letizia a subir a un Rolls Royce Phantom IV 4AF18 para recorrer las calles de Madrid hasta el palacio Real en los actos de proclamación del rey Felipe VI. Para tan importante día, los nuevos Reyes utilizaron el mismo coche en el que recorrieron las calles de Madrid el día de su boda.
 
Desde que empezó a tener una agenda oficial propia, doña Letizia ha mostrado su apoyo a la Federación Española de Enfermedades Raras. En la imagen, a su llegada a una reunión de la asociación en enero de 2015 en Madrid, seguida de José Manuel Zuleta, secretario de la Reina.

 Desde que empezó a tener una agenda oficial propia, doña Letizia ha mostrado su apoyo a la Federación Española de Enfermedades Raras. En la imagen, a su llegada a una reunión de la asociación en enero de 2015 en Madrid, seguida de José Manuel Zuleta, secretario de la Reina. 

 

La prensa internacional considera desde hace años a doña Letizia como una de las mujeres más elegantes del mundo. Siempre que en su agenda hay un gran encuentro, las comparaciones son inevitables en los tabloides. De izquierda a derecha: con las entonces primeras damas de Francia, Carla Bruni, en 2009; y EE UU, Michelle Obama; con la reina Rania de Jordania, en 2015; y con la primera dama de Argentina, Juliana Awada, el pasado febrero. La prensa internacional considera desde hace años a doña Letizia como una de las mujeres más elegantes del mundo.  
Durante su primer viaje de Estado a Reino Unido, el pasado mes de julio, la prensa británica ensalzó la elegancia de la reina Letizia, especialmente por el vestido amarillo de Felipe Varela que lució y en el que muchos vieron un guiño al estilo de Isabel II y su pasión por los sombreros. Unas elecciones estilísticas que han hecho que ‘Vanity Fair’ la haya incluido en su tradicional lista de los personajes mejor vestidos.  Durante su primer viaje de Estado a Reino Unido, el pasado mes de julio, la prensa británica ensalzó la elegancia de la reina Letizia, especialmente por el vestido amarillo de Felipe Varela que lució y en el que muchos vieron un guiño al estilo de Isabel II y su pasión por los sombreros. Unas elecciones estilísticas que han hecho que ‘Vanity Fair’ la haya incluido en su tradicional lista de los personajes mejor vestidos.