Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

10 ago 2017

El gran Groucho........................................ Diego Galán

Hace 40 años falleció el más Marx de los hermanos Marx, como lo definía Vázquez Montalbán.


Groucho Marx.
Groucho Marx.
Jaume Figueras, premio Nacional de Periodismo Cultural el pasado año, añoraba hace unos días en Internet aquellos homenajes que TVE rendía a artistas o directores emitiendo sus películas cuando fallecían, y aseguraba Figueras que no hubiera habido dudas en que estos días se habría recordado de esa forma a Paquita Rico, Jeanne Moreau o Sam Shepard. 
Tenía aquella televisión pública de los años ochenta una vocación cultural, incluso cinéfila, y emitía con frecuencia hasta películas mudas y, desde luego, muchas subtituladas.
 Hasta se llegaron a subtitular películas de los hermanos Marx, que perdían en la lentitud del texto parte del doble sentido de las frases con las que Groucho desconcertaba a la audiencia.
Pero al menos se hizo la prueba en aquella televisión, en la que también se recordaban aniversarios, como ahora mismo se estaría haciendo con los de Robert Mitchum, Nicholas Ray, Robert Siodmak… o Groucho Marx, fallecido en agosto de hace cuarenta años. ¡Groucho!, el más Marx de los hermanos Marx, como lo definía Vázquez Montalbán en aquella comedia musical, Guillermina en el país de las Guillermotas, que la censura no autorizó, vaya usted a saber por qué.
 Seguramente no fuera por las irreverencias de Groucho sino por otras propias del irreverente Montalbán.
 Las agudas réplicas de Groucho no solo se mantienen en sus películas ("¿Quiere casarse conmigo?, ¿Tiene dinero? Conteste primero a la segunda pregunta", por ejemplo), sino en sus libros ("Recuerdo perfectamente la primera vez que tuve sexo, aún conservo el recibo"), y en intervenciones televisivas: fue polémica su conversación con una mujer que había sido madre de 11 hijos en la que ella dijo: 
"Quiero mucho a mi marido", a lo que Groucho replicó:
 "Señora, a mí me gusta mucho mi puro, pero de vez en cuando me lo saco de la boca”. 

40 años sin Groucho no han hecho que se olviden sus películas, ni sus libros ni sus frases, ni aquella divertida polémica con Warner Bros. cuando la productora les acusó de plagiar el título de Casablanca en la película Una noche en Casablanca. 
La respuesta de Groucho fue contundente: "Estoy seguro de que incluso el espectador medio sabrá distinguir a Ingrid Bergman de Harpo". 
Y por si fuera poco: "¿Pueden ustedes usar el nombre de Hermanos Warner? ¡Nosotros éramos hermanos desde mucho antes".
Dado que TVE ha perdido la sana costumbre de rendir homenajes, el curioso espectador puede encontrar en YouTube numerosos fragmentos de películas y de espacios televisivos y componer el suyo particular.

 

 

Christian Siriano, el diseñador de las mujeres que nadie quiere vestir


Mientras que otras firmas se han negado a diseñar para 'celebrities' de talla grande como la modelo Ashley Graham o la actriz Leslie Jones, el estadounidense no deja de ganar popularidad gracias a su defensa de todas las siluetas. 

 

Christian Siriano
El diseñador tienen un compromiso real por vestir a mujeres de todas las tallas. Foto: Getty
 
Ashley Graham, una de las supermodelos de talla grande más famosas del mundo, acaparaba titulares en la prensa internacional especializada tras confesar a The Cut que no acudió a la gala MET 2016 porque no encontró ningún diseñador que la vistiera.
 Graham explica que por entonces no tenía los suficientes contactos en el mundo de la moda como para conseguir que una firma le hiciera un vestido a medida en tiempo récord.
 Y claro, los modelos ya confeccionados que los diseñadores tienen disponibles para prestar a celebrities y revistas son de una talla muy inferior a la que gasta la modelo. 
Horas después de desvelar la razón que la empujó a quedarse en casa, la top acudía al show de Seth Meyers enfundada en un vestido de Christian Siriano creado a medida para ella.
 No es la primera vez que el diseñador se convierte en el salvador de todas esas mujeres a las que nadie quiere vestir. 
 El estadounidense lleva tiempo defendiendo todo tipo de siluetas y se ha convertido en símbolo de la diversidad de tallas y etnias en el mundo de la moda. 
 “Mi madre estaba entre la talla 46 y la 50, por eso para mí es normal vestir a mujeres de cualquier medida”, explicó el diseñador en una entrevista a la edición estadounidense de Vogue
Por eso cuando el año pasado la cómica y actriz Leslie Jones confesó en Twitter que ninguna firma quería vestirla para el estreno de Cazafantamas, Siriano no tardó en ofrecerse respondiendo con un tuit.
 Cuando quedaban pocos días para el estreno, el diseñador confeccionó a toda prisa un vestido rojo de seda que dejaba los hombros al descubierto con el que la actriz deslumbró en Los Ángeles. “No debería ser una excepción trabajar con gente brillante solo porque no usan la talla de muestra. No es momento de felicitaciones, sino de cambio”, escribió el diseñador en su cuenta de Twitter.


Christian Siriano
Leslie Jones brilló en el estreno de ‘Cazafantasmas’ gracias a un diseño a medida de Siriano. Foto: Getty
Pero antes de acaparar titulares por ser el único que quiso vestir a la cómica, Siriano –que comenzó su carrera en 2008 tras ser el diseñador más joven en ganar el reality show Project Runway– ya se había convertido en modisto de cabecera para mujeres con curvas como Christina Hendricks (Mad Men), Oprah Winfrey, Whoopi Goldberg o Michelle Obama. 
 Así, mientras que otros compañeros de profesión como Olivier Rousteing –director creativo de Balmain– o Alexander Wang posan constantemente rodeados de las ‘instamodelos’ más cotizadas del momento, Siriano prefiere aparecer rodeado de un séquito de mujeres bastante alejadas de esos cánones estéticos. 
“Al principio no podía permitirme confeccionar mis diseños en distintas tallas.
 Pero obviamente, si Oprah te llama y te pregunta si tienes algo para ella encuentras la manera de hacerlo”, explicó en una entrevista a Refinery 29.
 “Quiero que todo el mundo sepa que mi marca es para todos. 
No es que fuera un objetivo en sí al principio pero fue sucediendo. Hay muchas mujeres increíbles por ahí con una talla grande y quiero tener algo para ellas”, añade.
Por eso ha sido pionero en subir a modelos curvy a la pasarela. Antes de que Ashley Graham desfilara por primera vez para Michael Kors, en el casting de sus shows maniquíes de silueta curvy como Candice Huffine, Georgia Pratt o Marquita Pring se mezclaban con otras chicas más delgadas.
 La diversidad y la representación de todo tipo de cuerpos se ha convertido así en un mantra para el diseñador. 
“Hace un par de temporadas solo vinieron seis modelos de talla grande a nuestro casting.
 En el último vimos a unas 150”, confiesa Siriano a The Cut. Gracias a él cada vez son más las agencias de modelos que fichan a mujeres con curvas y su discurso lo ha convertido en un emblema contra la dictadura de la delgadez más allá del marketing y las ventas.
Christian Siriano
En sus ‘shows’ desfilan modelos con una amplia variedad de tallas. Foto: Imaxtree
 “Algunas marcas jóvenes y pequeñas no pueden tener físicamente muestras de todas las tallas siempre disponibles, no es posible cuando tienes tantas piezas en cada colección.
 Pero están las grandes firmas: ¿Qué está haciendo Dior? ¿Qué están haciendo todas esas marcas?
 No estoy seguro, porque tienen tallas disponibles.
 Si nosotros, que somos una marca muy pequeña, somos capaces de hacerlo, una gran casa podría hacerlo muy fácilmente, es cuestión de que quieran o no”, reivindica el diseñador.
 Pero además de emplear todos sus esfuerzos para que cualquier mujer pueda representar el glamour clásico pero actual que caracteriza sus diseños, también defiende los derechos homosexuales y transexuales a través de la moda.

¿Por qué un policía apunta con su arma nueve minutos a un hombre en una parada de tráfico?

 
  • Un vídeo ciudadano reaviva el debate en Estados Unidos sobre las prácticas policiales.

    Fotograma del vídeo subido a Facebook.
    Un vídeo ha reavivado el debate en Estados Unidos sobre las prácticas policiales. En una parada de tráfico a un vehículo, un agente apunta con su arma por la ventana durante nueve minutos a un hombre sentado en el asiento de copiloto. El pasajero le implora a que deje de hacerlo pero el policía le ignora mientras espera que lleguen refuerzos.
    El incidente, que se ha conocido esta semana tras propagarse en Facebook el vídeo que grabó la conductora con su teléfono, tuvo lugar el pasado 26 de julio en el norte de California.
     La policía ha declinado identificar a los protagonistas y debe decidir si difunde la grabación de la cámara de vídeo que llevaba el agente. 
    Según la versión policial, el oficial detuvo el vehículo porque superaba la velocidad permitida.
     Pidió la documentación a los pasajeros y decidió empuñar su pistola cuando vio que el copiloto trataba de agarrar algo debajo del asiento.
    Entonces, la conductora decidió empezar a grabar el acalorado debate:
    —Estamos buscando el jodido papel.
    —Lo entiendo, no se mueva.
    —Dios mío, ¿por qué sigue apuntando la pistola hacia mí?
    —No se mueva ahora.
    —¿Por qué sigue apuntando la pistola hacia mí?

     No se mueva ahora.
    —¿Por qué sigue apuntando la pistola hacia mí?
    —No se mueva ahora.
    —¿Por qué sigue apuntando la pistola hacia mí? Mis manos están aquí.
    —Lo entiendo.
    —No, no lo entiende porque aún tiene la jodida arma apuntándome.
    —Relájese.
    —No me voy a relajar, retire la jodida pistola.
    El diálogo continúa generalmente en silencio, interrumpido por algunos insultos del pasajero y las respuestas condescendientes del policía.
     Hacia el final del vídeo, el agente le dice que ya no quiere hablar más con él y le pide que se esté quieto.
     “Tengo libertad de expresión. ¿Olvidó esa enmienda?”, responde el copiloto en referencia a la Constitución.
     El pasajero acabó siendo arrestado, según anunció la policía del condado.
    EE UU vive desde hace tres años un debate nacional sobre la conducta de la policía.
     Hay quienes acusan a los agentes de tener un gatillo demasiado fácil, especialmente con afroamericanos, tras una cascada de muertes de personas negras desarmadas. 
    Muchos de esos casos se conocieron gracias a grabaciones ciudadanas colgadas en las redes sociales, que derivaron en protestas e investigaciones criminales.
     Para otros, la policía sufre un escrutinio demasiado severo y los agentes simplemente se protegen de posibles amenazas en un país en que, de media, hay nueve armas de fuego por cada diez ciudadanos.
    Este año, al menos 594 personas han muerto a manos de la policía en EE UU, según un recuento del diario The Washington Post
    El año pasado, fueron 963 personas. 
    Se calcula que ese mismo año fallecieron 135 policías durante su trabajo, la cifra más alta en cinco años.

     

Silencio y sorpresa en el hospital de Alcalá tras la detención de la auxiliar

La Comunidad de Madrid recuerda que la policía estaba detrás de la trabajadora desde hace tiempo.

Entrada del hospital Príncipe de Asturias, en Alcalá de Henares. 
Entrada del hospital Príncipe de Asturias, en Alcalá de Henares.

El silencio y la sorpresa presiden esta mañana el hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (Madrid).
 Los trabajadores y los pacientes no salen de su asombro de que una auxiliar de enfermería, Beatriz L. D., de 37 años, fuera detenida el pasado sábado acusada de haber matado una mujer de 86, cuando estaba a punto de recibir el alta médica.
 "Era una persona muy normal, que estaba integrada en el grupo y que nunca había dado problemas", reconoce algún trabajador que teme hablar por represalias.
La auxiliar estaba destinada a la unidad de Medicina Interna, situada en la quinta planta.
 La policía ya había sospechado de una muerte de otra mujer registrada hace unos dos años y de la que no pudo recabar pruebas suficientes como para imputar algún delito a la empleada.
 La propia presidenta regional, Cristina Cifuentes, ha reconocido esta mañana que la policía les comunicó la investigación abierta y que les pidió que esta se mantuviera "sigilosa" para evitar que se frustrara.
Algunos compañeros de la detenida aseguran que ya estaban tras la mujer porque se había dado algún caso extraño mientras ella estaba de servicio.
 Lo que no logran entender es que ella pudiera matar a las pacientes inyectándolas aire en las venas.
 "Como es auxiliar, no tiene acceso a la medicación ni a nada relacionada con ella.
 Su trabajo se basa en limpiar la habitación, en ayudar a los pacientes, en servirles la comida y en asearlos, entre otras funciones", comentan los empleados.
Varios trabajadores consultados por este periódico han mantenido la versión de los investigadores de que la detenida actuaba sola, por lo que descartan que haya más detenciones en los próximos días. "No sabíamos nada.
 Cuando nos ha llegado la noticia, pensábamos que se trataba de una persona contratada para cubrir las vacaciones.
 Nunca pensamos que pudiera llevar tanto tiempo y que nadie se diera cuenta de lo que estaba pasando", añadía una empleada.
Beatriz L. D. lleva en el hospital más de 10 años y siempre ha estado en planta.
 Está soltera y tiene una hija de nueve años. Reside en el centro de Alcalá de Henares.
La detención se produjo el pasado sábado por parte de los agentes de la comisaría de la Policía Nacional de localidad alcalaína.
 Según fuentes judiciales, la detenida pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de la localidad, que ordenó su ingreso en prisión como supuesta autora de un delito de asesinato con alevosía. 
 Esta calificación puede cambiar en las próximas semanas en función de cómo avancen las investigaciones.
 Fue trasladada al módulo de mujeres de la prisión de Alcalá-Meco.
 El caso se ha trasladado al Juzgado de Instrucción número 4, que fue el que inició las investigaciones.
 Precisamente, este juzgado fue el que archivó hace unos dos años el caso ante la falta de pruebas.
En su cuenta de Facebook, la detenida ha colgado numerosas fotografías suyas, algunas vestida con el uniforme del hospital y delante del tablón de anuncios de su unidad.
 También hace referencia a las guardias que le tocaba pasar en el centro.
 En otras imágenes, sale con su hija y sus padres.