Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

26 jul 2017

Rajoy asegura en el juicio de Gürtel que desconocía la gestión económica del PP

El presidente del Gobierno rechaza que recibiera sobresueldos y donativos opacos.

Mariano Rajoy, durante un momento de su declaración. EFE Video: ATLAS
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado este miércoles en su declaración como testigo en el juicio del caso Gürtel que su partido “jamás” recibió donativos en efectivo de empresarios y ha reiterado hasta en siete ocasiones que nunca se ha ocupado de cuestiones económicas de la formación conservadora, sino únicamente de las políticas. 
El jefe del Ejecutivo ha negado también los sobresueldos en b que el extesorero del partido Luis Bárcenas apuntó a su nombre entre 1990 y 2004.
 “Son absolutamente falsos: cobrábamos un sueldo de diputado y bastantes personas tenían un complemento que abonaba el partido y que se declaraba a Hacienda; cuando dejamos el Gobierno dejamos de cobrarlo porque no se podía hacer”, ha reconocido.
La sesión número 101 del juicio del caso Gürtel, la que más expectación ha suscitado de toda la vista oral, comenzó casi puntual a las 10.05 y ha terminado a las 11.56. 
El único acusado, de los casi 40, presente es Guillermo Ortega, exalcalde de Majadahonda, ya que Luis Bárcenas decidió finalmente no acudir a la vista oral.
 Rajoy, sentado en los estrados entre el tribunal y la tarima de los abogados defensores, salió con una idea clara en mente: no dar la imagen de que se escudaba en la desmemoria: “lo recuerdo perfectamente”, ha señalado en numerosas ocasiones.

Al principio del interrogatorio al jefe del Ejecutivo se le ha visto ocupado en llevar la iniciativa del debate, rozando en algún caso la descortesía.
 “No parece de un razonamiento muy brillante”, le ha dicho al abogado José Mariano Benítez de Lugo, de la asociación ADADE, después de que este le preguntara si había recibido sobres después de haber negado los sobresueldos.
 "Las respuestas tienen que ser gallegas, no van a ser riojanas", le ha replicado a un abogado inquieto por la inconcreción de sus contestaciones.
Rajoy se hace el listo cuando quiere y el tonto cuando no le queda remedio, que un Presidente de Gobierno sea del PP y no sepa las gestiones económicas que lleva su partido no es ya de hacer el idiota, que también sino ser un insulto para todos. No sabe o no cntesta, pues que le caiga la multa y dimita......son tan pretenciosos que eso de dimitir ni se lo plantean los peperos. 
El presidente del tribunal, Ángel Hurtado, trató de atajar estas réplicas y anuló por impertinentes algunas preguntas más volcadas en lo político que en el objeto del juicio.
 La actuación de Hurtado este miércoles, pese a la atención mediática y a que consideraba que la testifical de Rajoy no era necesaria, ha sido similar a la mostrada en las 100 sesiones anteriores.
Uno de los pasajes en los que el político de Pontevedra ha hacho alarde de memoria ha sido al recordar la reunión que mantuvo con Luis Bárcenas y su esposa, Rosalía Iglesias, en 2010, cuando este dejó el cargo de senador tras ser imputado en el caso Gürtel.
 En esa reunión estuvo presente Javier Arenas, ex secretario general del partido y entonces líder del PP andaluz.
“Se produjo a mitades de 2010, no sé si por mediación del señor Arenas o a petición propia cuando Luis Bárcenas había abandonado el puesto de tesorero y dijo que quería tener una reunión para despedirse; llevaba trabajando 30 años en la casa y me pareció razonable. 
Fue después de haberse dado de baja y abandonar el cargo de Senado, nos dijo que estaba en una situación difícil y que iba a dedicar tiempo a defenderse y a los abogados”, rememoró Rajoy.
Sobre las prebendas —coche, despacho y secretaria— que el partido le dio tras su salida, el presidente del Gobierno también las ha atribuido a la situación de Bárcenas: 
“Fue al final de la reunión durante unos 30 segundos; dijo que tenía necesidad de una salas para sus documentos que se los llevaría y que necesitaba coche del partido.
 Nos apareció razonable hacerlo”.
En la documentación bancaria sobre las cuentas de Luis Bárcenas en Suiza, figura el nombre de Mariano Rajoy como avalista de Bárcenas.
 El abogado del Partido Socialista del País Valenciano, Virgilio Latorre, le ha preguntado si autorizó a dar su nombre: “En absoluto”, ha dicho. “No sé nada de las cuentas, lo supe cuando se publicaron en los medios, y no puedo aportarle nada, no sé nada de ese asunto, francamente”, ha señalado.

Los SMS: "No tienen significado ninguno"

La actitud a la ofensiva de Rajoy y un punto displicente hacia los abogados se ha atenuado notablemente tras un receso por motivos técnicos, que el presidente ha aprovechado para reunirse con sus asesores. 
Uno de los momentos más complicados para Rajoy ha sido a la hora de explicar los famosos mensajes SMS que se cruzó con Bárcenas después de que se conocieran las cuentas en Suiza de este:
 “Luis nada es fácil pero hacemos lo que podemos”, rezaba uno de ellos 
“¿Qué estaba usted haciendo?”, le ha preguntado Wilfredo Jurado, abogado del PSOE de Madrid. 
“Estábamos en otro contexto temporal, y tengo costumbre de responder a los mensajes y tiene mi teléfono, podía haber usado esa frase u otra cualquiera, no tiene significado ninguno”, ha respondido.
 Ante la insistencia del letrado, ha añadido: “Hacemos lo que podemos significa exactamente hacemos lo que podemos, significa que no hicimos nada que pueda perjudicar a ningún proceso”, ha dicho.
Otro SMS de Rajoy decía: “Luis se fuerte, mañana te llamaré?”. La respuesta de Rajoy al abogado socialista ha sido esta: “No le llamé. No hice absolutamente nada [en beneficio de Bárcenas] hasta el punto que no lo llamé”.

Temas políticos, no económicos

Rajoy fue director de las campañas electorales del PP entre 1994 y 2000. 
El presidente del Gobierno ha afirmado que ese puesto es de carácter estrictamente político –redactar los programas, confeccionar las listas, elegir los temas y territorios prioritarios– y no económico. 
 “La parte económica no la conocía en absoluto”, ha señalado hasta en siete ocasiones.
Este desconocimiento lo ha extendido a la supuesta caja b elaborada por Bárcenas.
 El abogado Benítez de Lugo le ha preguntado si recibió al menos algún rumor sobre ella. “Absolutamente ninguno; jamás me he ocupado de ninguna cuestión de contabilidad, lo único que me preocupaba en que el Tribunal de Cuentas diera los informes positivos y punto, no me ocupaba de la contabilidad”, ha afirmado.
Sobre las empresas de Francisco Correa, líder confeso de la trama corrupta, Rajoy ha asegurado que en 2004 dio la orden al entonces tesorero Álvaro Lapuerta de cortar las relaciones con sus empresas. “El tesorero me dijo que había unos proveedores del partido que usaban indebidamente el nombre del PP en Ayuntamientos de la Comunidad de Madrid, y le pregunté si había algo que no se ajustara a derecho.
 Me dijo que no tenía pruebas, pero que no le gustaba, y le dije qué me proponía y me propuso dejar de trabajar con ellos, y le dije que sí, que lo dejara”.

"No conozco a Correa"

El presidente del Gobierno y del partido ha negado incluso que conozca a Correa.
 “No vino a mi despacho ni acudió a ninguna reunión y discusión, porque yo no tenía que ver con cuestiones económicas, sino que me dedicaba a cuestiones políticas. 
Si lo conocía era de saludarlo en actos de partido y aun así no puedo asegurarlo de forma nítida”.
El peso del interrogatorio ha recaído sobre las acusaciones populares.
 La fiscal Concepción Sabadell, secundada por el fiscal jefe anticorrupción, Alejandro Luzón, presente en la sala, se ha limitado a plantear cuestiones de mero trámite sobre las campañas electorales que dirigió y las actividades de Bárcenas en el PP. Rajoy siguió por su senda de decir que él sólo se ocupaba de asuntos políticos.

Rajoy accedió al edificio judicial en coche a través del garaje, lo que evitó el paseíllo a pie del jefe del Ejecutivo delante de las cámaras de televisión apostadas frente a la Audiencia.
 El vehículo del presidente del Gobierno ocupaba el lugar central de una comitiva de tres automóviles. 
El coche de escolta delantero casi ha impedido a los medios gráficos mostrar el acceso del vehículo presidencial.
 En el interior del edificio, Rajoy ha sido recibido por cortesía institucional por el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro.
La presencia de Rajoy en la Audiencia Nacional ha transcurrido en medio de medidas de seguridad extremas. 
Las comisarías de la Audiencia y de La Moncloa se han coordinado para blindar el perímetro de la sede judicial, ubicada en un polígono industrial de San Fernando de Henares, en el límite con Torrejón de Ardoz.
 Los más de 300 periodistas acreditados para la sesión han debido superar hasta tres controles de seguridad.





 

 

 

25 jul 2017

https://www.youtube.com/watch?v=82XJXpsMsDs

La Amante - Marguerite Duras - Jean-Jacques Annaud 

 https://www.youtube.com/watch?v=82XJXpsMsDs

Michael Kors compra por 1.000 millones de euros la firma de lujo Jimmy Choo

Las compañías han llegado a un acuerdo con una prima del 18% respecto al valor en bolsa de este lunes.

Una de las tiendas de Jimmy Choo, en Suiza.
Una de las tiendas de Jimmy Choo, en Suiza. REUTERS
La marca estadounidense Michael Kors ha anunciado este martes la compra del fabricante de zapatos británico, también de lujo, Jimmy Choo, por 896 millones de libras (unos 1.000 millones de euros). En abril la empresa reveló que estaba en venta, dos años después de su ingreso en la Bolsa de Londres.

La transacción ya ha sido aprobada por los consejos de administración de ambas compañías.
 Los accionistas de Jimmy Choo recibirán el pago de 230 peniques por cada título de la compañía en su poder, lo que supone una prima del 18% respecto a su precio al cierre de la sesión de este lunes en la Bolsa de Londres.
 Esto representa además una prima de 36,5% con respecto al 21 de abril, es decir, justo antes del anuncio de que estaba en venta el zapatero británico Jimmy Choo.

Michael Kors informó de que la operación, que espera cerrar a lo largo del cuarto trimestre de 2017, no está sujeta a ninguna condición de financiación, para lo que Michael Kors ha obtenido un crédito puente de JPMorgan Chase Bank y Goldman Sachs Bank USA para cumplir los requisitos fijados por las autoridades británicas.
El fabricante de zapatos británico, fundado hace más de 20 años por el malasio Jimmy Choo y una editora de la revista de moda Vogue, comercializa zapatos de lujo utilizados por personalidades como Michelle Obama o Kate Middleton y actrices o artistas del mundo del espectáculo como Nicole Kidman o Lady Gaga.
La marca estadounidense indicó que obtuvo el compromiso del accionista principal de Jimmy Choo, el fondo de inversiones con sede en Luxemburgo, JAB Luxury, y de directivos de la firma británica. Entre estos controlan 69,21% del capital. El mínimo de aceptación de la propuesta se ha fijado en el 75%. Michael Kors planea desarrollar la marca con la apertura de nuevas tiendas y la venta en internet.
"Creemos que Jimmy Choo está preparado para un crecimiento significativo en el futuro y nuestra empresa tiene el compromiso de apoyar el fuerte valor de marca que Jimmy Choo ha construido en los últimos 20 años", ha asegurado John D. Idol, presidente y consejero delegado de Michael Kors.
Asimismo, Idol añadió que Pierre Denis seguirá desempeñando el cargo de consejero delegado de Jimmy Choo, responsabilidad que ocupa desde 2012, mientras la directora creativa, Sandra Choi, seguirá liderando los equipos creativos y de diseño de la firma.
Jimmy Choo cuenta con más de 150 tiendas en el mundo, entre ellas las más prestigiosas del mundo, según la firma. En 2016 facturó 364 millones de libras con un beneficio neto de 15,4 millones de libras.
Por su lado, la marca Michael Kors, conocida por sus accesorios y línea de prêt-à-porter, fue lanzada en 1981.
 Cotiza en la Bolsa de Nueva York y está presente en un centenar de países con ventas anuales por 4.500 millones de dólares.

 

“Créeme que estoy enfermo de amor”.................. Rubén Amón

De Haydn a Mahler, el musicólogo Kurt Pahlen reunió la relación epistolar de los grandes compositores con sus musas.

Retrato de Clara y Robert Schumann con una dedicatoria de Johannes Brahms. 
Retrato de Clara y Robert Schumann con una dedicatoria de Johannes Brahms. 
"Rezo cada día para que tu esposo fallezca”. He aquí un pasaje de la insólita carta de amor que Joseph Haydn (1732-1809) escribe a la cantante Luigia Polzelli.
 Se había enamorado de ella hasta el extremo de implorar la muerte de su esposo.
 O hasta el punto de caricaturizarlo como a una “pesada carga”.
 Un hombre mayor y achacoso, a quien más le convendría un pasaporte a la eternidad que “permanecer como un inútil sobre la tierra”.
Cuesta trabajo relacionar el refinamiento y los modales de Haydn con estos arrebatos homicidas, pero el intercambio epistolar del compositor austriaco y Polzelli forma parte del proceso desmitificador con que el musicólogo y director Kurt Pahlen (1907-2003) hizo acopio e inventario de las relaciones amorosas que conmovieron a los grandes maestros. 
No porque pretendiera trivializarlos o despojarlos del vuelo de sus obras, sino para exponer las dudas y pasiones que identifican a cualquier humano atribulado, apasionado o desengañado en su convulsión sentimental.
El compendio ha sido reunido en una esmerada iniciativa de la editorial Turner.
 Y representa un catálogo de emociones que comprende la superficialidad y la hondura, la ligereza y el dolor, pero que también aspira a auscultar el corazón de los artistas sensibles. ¿Cuánto influyó el amor y la forma de vivirlo en sus obras? Ludwig van Beethoven (1770-1827) se recrea en el registro verbal del claro de luna para cortejar a Amalia Sebald, mientras que Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), autor de Don Giovanni, juguetea con su esposa desprovisto de todo dramatismo.

Mozart llama “ratoncilla” a Konstanze Weber. 
 Le cuenta que lleva consigo su retrato. Y que invoca a Dios para que la proteja. 
“Si pudiera contarte todo lo que hago con tu querido retrato, sin duda te reirías a menudo”, escribe a su mujer desde una despreocupación que parece prevenirse de las pasiones más dolorosas. 
 Todo lo contrario de cuanto desprende el triángulo entre Robert Schumann (1810-1856), su esposa, Clara, y Johannes Brahms.
Las cartas aquí reunidas no permiten concluir que hubiera un adulterio, pero airean la inestabilidad emocional de Schumann, sus feroces crisis psiquiátricas y la manera en que Clara y el joven Brahms encontraron en la relación epistolar el embrión de su posterior vínculo sentimental.
Kurt Pahlen detalla la locura y la agonía de Schumann. Lo describe atado a una cama, desnutrido, aislado. 
Y contrapone la desesperación del compositor al énfasis romántico de las primeras cartas.
 Llama Clarita a Clara y escribe su Carnaval partiendo de cuatro notas que representan el acrónimo de la ciudad natal de su amada, Asch (Bohemia).
Reviste interés el hallazgo porque Schumann le escribe a Clara las cartas y la música desdibujando las fronteras entre aquéllas y ésta. Y demostrando el grado de recíproca porosidad del papel en blanco y el pentagrama desnudo.
Giuseppe Verdi (1813-1901), acaso, nunca hubiera escrito La traviata si no hubiera sido para exorcizar el moralismo con que la sociedad contemporánea le afeaba su relación con una cantante divorciada.
Wagner, a su amada: “Te amo profundamente. Déjalo. Orgullo. Fuera las lágrimas de los ojos: eres mía”
Se llamaba Giuseppina Strepponi y aparece en el libro de Kurt Pahlen firmando una misiva pudorosa, entrañable y bastante irónica: 
“Te diré en bajito lo mucho que te amo y te admiro (…). Intenta planificar tu vida de tal modo que llegues a ser tan viejo como Matusalén, para la alegría de la persona que te ama y el disgusto de los músicos franceses”.
Se peleaba con ellos también Richard Wagner (1813-1883) después de los inconvenientes que rodearon la versión parisiense de Tannhäuser, aunque es Tristán e Isolda la partitura que amortigua y sublima sus amores intensos, felices, imposibles y frustrantes con Mathilde Wesendock: una mujer casada, como casado estaba él, y un episodio esencial entre los 27 capítulos que desglosan Cartas de amor a los músicos (Turner).
“Eres demasiado amable”, escribe Wagner a su clandestina amada, “y yo me consumo en el temor. También mis lágrimas fluyen. Si no tuviera tantos males casi de cada lado hacia el que miro, me entregaría exclusivamente a este dolor (…). Te amo profundamente. Déjalo. Orgullo. Fuera las lágrimas de los ojos: eres mía. Todo lo demás se solucionará”.
Enrique Granados acaba sus cartas a Amparo Gal, alias ‘Titín’, con un “Tuyo hasta morir”
Tristán e Isolda es la respuesta metafísica al amor imposible sobre la tierra.
 Wagner tiene que buscarla fuera del tiempo y del espacio. Y escribe el desenlace sublime del ­liebestod, muerte de amor, fuego en el agua, pasaje iniciático con que finaliza la ópera y empieza la revolución de la música contemporánea, dilatándose el límite de la tonalidad:
 “En el fluctuante torrente, en la resonancia armoniosa, en el infinito hálito del alma universal, en el gran Todo…, perderse, sumergirse… sin conciencia…, ¡supremo deleite!”.
Fue Kurt Pahlen, compilador de esta colección de epístolas, un gran divulgador y autor prolijo. 
Nació en Viena. Murió en Suiza. Recorrió el mundo como un misionero.
 Fue director del Teatro Colón de Buenos Aires. Y mantuvo una estrecha amistad con Manuel de Falla, aunque es Enrique Granados (1867-1916) el único compositor español que aparece en este folletón de amores y desamores; se airea su relación sentimental con su mujer, Amparo Gal, alias Titín. 
“Tuyo hasta morir”, finaliza varias de sus cartas el maestro catalán. E introduce sin pretenderlo una fatal premonición. 
Murieron juntos a bordo del Sussex. La Armada alemana torpedeó la nave en un episodio dramático de la I Guerra Mundial.
“Si sintieras lo que yo siento dentro de mí, verías lo delicioso que es quererte como te quiero (…). Me tienes robado el corazón, vidita mía (…). Voy a gastar tu retratito de tanto mirarlo…”, escribe Granados reiterando los diminutivos.
 Él no esperaba que el intimísimo epistolario fuera a trascender.
 Ni que lo hiciera junto las intimidades de sus colegas como ocurre en este volumen.
 Aquí también está incluido Gustav ­Mahler (1860-1911), cuya relación pasional, atribulada con Alma se extiende en uno de los pasajes más intensos del libro, sobre todo en cuanto concierne a la relación de dependencia que parecía urgirlo y atormentarlo: “Créeme que estoy enfermo de amor. Desde el sábado a la una ya no vivo
. Gracias a Dios acabo de recibir tus cartitas. Ahora ya puedo respirar.
 Durante media hora fui feliz. Pero ahora ya no aguanto más. Si estás fuera toda una semana, me muero (…). Ay, qué maravilloso es amar.
 Y sólo ahora sé lo que significa. El dolor ha perdido sus fuerzas, y la muerte, sus espinas”.