El presidente del Gobierno rechaza que recibiera sobresueldos y donativos opacos.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado este miércoles en su declaración como testigo en el juicio del caso Gürtel
que su partido “jamás” recibió donativos en efectivo de empresarios y
ha reiterado hasta en siete ocasiones que nunca se ha ocupado de
cuestiones económicas de la formación conservadora, sino únicamente de
las políticas.
El jefe del Ejecutivo ha negado también los sobresueldos en b que el extesorero del partido Luis Bárcenas apuntó a su nombre entre 1990 y 2004.
“Son absolutamente falsos: cobrábamos un sueldo de diputado y bastantes personas tenían un complemento que abonaba el partido y que se declaraba a Hacienda; cuando dejamos el Gobierno dejamos de cobrarlo porque no se podía hacer”, ha reconocido.
La sesión número 101 del juicio del caso Gürtel, la que más expectación ha suscitado de toda la vista oral, comenzó casi puntual a las 10.05 y ha terminado a las 11.56.
El único acusado, de los casi 40, presente es Guillermo Ortega, exalcalde de Majadahonda, ya que Luis Bárcenas decidió finalmente no acudir a la vista oral.
Rajoy, sentado en los estrados entre el tribunal y la tarima de los abogados defensores, salió con una idea clara en mente: no dar la imagen de que se escudaba en la desmemoria: “lo recuerdo perfectamente”, ha señalado en numerosas ocasiones.
Al principio del interrogatorio al jefe del Ejecutivo se le ha visto ocupado en llevar la iniciativa del debate, rozando en algún caso la descortesía.
El jefe del Ejecutivo ha negado también los sobresueldos en b que el extesorero del partido Luis Bárcenas apuntó a su nombre entre 1990 y 2004.
“Son absolutamente falsos: cobrábamos un sueldo de diputado y bastantes personas tenían un complemento que abonaba el partido y que se declaraba a Hacienda; cuando dejamos el Gobierno dejamos de cobrarlo porque no se podía hacer”, ha reconocido.
La sesión número 101 del juicio del caso Gürtel, la que más expectación ha suscitado de toda la vista oral, comenzó casi puntual a las 10.05 y ha terminado a las 11.56.
El único acusado, de los casi 40, presente es Guillermo Ortega, exalcalde de Majadahonda, ya que Luis Bárcenas decidió finalmente no acudir a la vista oral.
Rajoy, sentado en los estrados entre el tribunal y la tarima de los abogados defensores, salió con una idea clara en mente: no dar la imagen de que se escudaba en la desmemoria: “lo recuerdo perfectamente”, ha señalado en numerosas ocasiones.
Al principio del interrogatorio al jefe del Ejecutivo se le ha visto ocupado en llevar la iniciativa del debate, rozando en algún caso la descortesía.
“No parece de un razonamiento muy brillante”, le ha
dicho al abogado José Mariano Benítez de Lugo, de la asociación ADADE,
después de que este le preguntara si había recibido sobres después de
haber negado los sobresueldos.
"Las respuestas tienen que ser gallegas,
no van a ser riojanas", le ha replicado a un abogado inquieto por la
inconcreción de sus contestaciones.
Rajoy se hace el listo cuando quiere y el tonto cuando no le queda remedio, que un Presidente de Gobierno sea del PP y no sepa las gestiones económicas que lleva su partido no es ya de hacer el idiota, que también sino ser un insulto para todos. No sabe o no cntesta, pues que le caiga la multa y dimita......son tan pretenciosos que eso de dimitir ni se lo plantean los peperos.
El presidente del tribunal, Ángel Hurtado, trató de atajar
estas réplicas y anuló por impertinentes algunas preguntas más volcadas
en lo político que en el objeto del juicio.
La actuación de Hurtado este miércoles, pese a la atención mediática y a que consideraba que la testifical de Rajoy no era necesaria, ha sido similar a la mostrada en las 100 sesiones anteriores.
Uno de los pasajes en los que el político de Pontevedra ha hacho alarde de memoria ha sido al recordar la reunión que mantuvo con Luis Bárcenas y su esposa, Rosalía Iglesias, en 2010, cuando este dejó el cargo de senador tras ser imputado en el caso Gürtel.
En esa reunión estuvo presente Javier Arenas, ex secretario general del partido y entonces líder del PP andaluz.
“Se produjo a mitades de 2010, no sé si por mediación del señor Arenas o a petición propia cuando Luis Bárcenas había abandonado el puesto de tesorero y dijo que quería tener una reunión para despedirse; llevaba trabajando 30 años en la casa y me pareció razonable.
Fue después de haberse dado de baja y abandonar el cargo de Senado, nos dijo que estaba en una situación difícil y que iba a dedicar tiempo a defenderse y a los abogados”, rememoró Rajoy.
Sobre las prebendas —coche, despacho y secretaria— que el partido le dio tras su salida, el presidente del Gobierno también las ha atribuido a la situación de Bárcenas:
“Fue al final de la reunión durante unos 30 segundos; dijo que tenía necesidad de una salas para sus documentos que se los llevaría y que necesitaba coche del partido.
Nos apareció razonable hacerlo”.
En la documentación bancaria sobre las cuentas de Luis Bárcenas en Suiza, figura el nombre de Mariano Rajoy como avalista de Bárcenas.
El abogado del Partido Socialista del País Valenciano, Virgilio Latorre, le ha preguntado si autorizó a dar su nombre: “En absoluto”, ha dicho. “No sé nada de las cuentas, lo supe cuando se publicaron en los medios, y no puedo aportarle nada, no sé nada de ese asunto, francamente”, ha señalado.
Uno de los momentos más complicados para Rajoy ha sido a la hora de explicar los famosos mensajes SMS que se cruzó con Bárcenas después de que se conocieran las cuentas en Suiza de este:
“Luis nada es fácil pero hacemos lo que podemos”, rezaba uno de ellos
“¿Qué estaba usted haciendo?”, le ha preguntado Wilfredo Jurado, abogado del PSOE de Madrid.
“Estábamos en otro contexto temporal, y tengo costumbre de responder a los mensajes y tiene mi teléfono, podía haber usado esa frase u otra cualquiera, no tiene significado ninguno”, ha respondido.
Ante la insistencia del letrado, ha añadido: “Hacemos lo que podemos significa exactamente hacemos lo que podemos, significa que no hicimos nada que pueda perjudicar a ningún proceso”, ha dicho.
Otro SMS de Rajoy decía: “Luis se fuerte, mañana te llamaré?”. La respuesta de Rajoy al abogado socialista ha sido esta: “No le llamé. No hice absolutamente nada [en beneficio de Bárcenas] hasta el punto que no lo llamé”.
El presidente del Gobierno ha afirmado que ese puesto es de carácter estrictamente político –redactar los programas, confeccionar las listas, elegir los temas y territorios prioritarios– y no económico.
“La parte económica no la conocía en absoluto”, ha señalado hasta en siete ocasiones.
Este desconocimiento lo ha extendido a la supuesta caja b elaborada por Bárcenas.
El abogado Benítez de Lugo le ha preguntado si recibió al menos algún rumor sobre ella. “Absolutamente ninguno; jamás me he ocupado de ninguna cuestión de contabilidad, lo único que me preocupaba en que el Tribunal de Cuentas diera los informes positivos y punto, no me ocupaba de la contabilidad”, ha afirmado.
Sobre las empresas de Francisco Correa, líder confeso de la trama corrupta, Rajoy ha asegurado que en 2004 dio la orden al entonces tesorero Álvaro Lapuerta de cortar las relaciones con sus empresas. “El tesorero me dijo que había unos proveedores del partido que usaban indebidamente el nombre del PP en Ayuntamientos de la Comunidad de Madrid, y le pregunté si había algo que no se ajustara a derecho.
Me dijo que no tenía pruebas, pero que no le gustaba, y le dije qué me proponía y me propuso dejar de trabajar con ellos, y le dije que sí, que lo dejara”.
“No vino a mi despacho ni acudió a ninguna reunión y discusión, porque yo no tenía que ver con cuestiones económicas, sino que me dedicaba a cuestiones políticas.
Si lo conocía era de saludarlo en actos de partido y aun así no puedo asegurarlo de forma nítida”.
El peso del interrogatorio ha recaído sobre las acusaciones populares.
La fiscal Concepción Sabadell, secundada por el fiscal jefe anticorrupción, Alejandro Luzón, presente en la sala, se ha limitado a plantear cuestiones de mero trámite sobre las campañas electorales que dirigió y las actividades de Bárcenas en el PP. Rajoy siguió por su senda de decir que él sólo se ocupaba de asuntos políticos.
Rajoy accedió al edificio judicial en coche a través del garaje, lo que evitó el paseíllo a pie del jefe del Ejecutivo delante de las cámaras de televisión apostadas frente a la Audiencia.
El vehículo del presidente del Gobierno ocupaba el lugar central de una comitiva de tres automóviles.
El coche de escolta delantero casi ha impedido a los medios gráficos mostrar el acceso del vehículo presidencial.
En el interior del edificio, Rajoy ha sido recibido por cortesía institucional por el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro.
La presencia de Rajoy en la Audiencia Nacional ha transcurrido en medio de medidas de seguridad extremas.
Las comisarías de la Audiencia y de La Moncloa se han coordinado para blindar el perímetro de la sede judicial, ubicada en un polígono industrial de San Fernando de Henares, en el límite con Torrejón de Ardoz.
Los más de 300 periodistas acreditados para la sesión han debido superar hasta tres controles de seguridad.
La actuación de Hurtado este miércoles, pese a la atención mediática y a que consideraba que la testifical de Rajoy no era necesaria, ha sido similar a la mostrada en las 100 sesiones anteriores.
Uno de los pasajes en los que el político de Pontevedra ha hacho alarde de memoria ha sido al recordar la reunión que mantuvo con Luis Bárcenas y su esposa, Rosalía Iglesias, en 2010, cuando este dejó el cargo de senador tras ser imputado en el caso Gürtel.
En esa reunión estuvo presente Javier Arenas, ex secretario general del partido y entonces líder del PP andaluz.
“Se produjo a mitades de 2010, no sé si por mediación del señor Arenas o a petición propia cuando Luis Bárcenas había abandonado el puesto de tesorero y dijo que quería tener una reunión para despedirse; llevaba trabajando 30 años en la casa y me pareció razonable.
Fue después de haberse dado de baja y abandonar el cargo de Senado, nos dijo que estaba en una situación difícil y que iba a dedicar tiempo a defenderse y a los abogados”, rememoró Rajoy.
Sobre las prebendas —coche, despacho y secretaria— que el partido le dio tras su salida, el presidente del Gobierno también las ha atribuido a la situación de Bárcenas:
“Fue al final de la reunión durante unos 30 segundos; dijo que tenía necesidad de una salas para sus documentos que se los llevaría y que necesitaba coche del partido.
Nos apareció razonable hacerlo”.
En la documentación bancaria sobre las cuentas de Luis Bárcenas en Suiza, figura el nombre de Mariano Rajoy como avalista de Bárcenas.
El abogado del Partido Socialista del País Valenciano, Virgilio Latorre, le ha preguntado si autorizó a dar su nombre: “En absoluto”, ha dicho. “No sé nada de las cuentas, lo supe cuando se publicaron en los medios, y no puedo aportarle nada, no sé nada de ese asunto, francamente”, ha señalado.
Los SMS: "No tienen significado ninguno"
La actitud a la ofensiva de Rajoy y un punto displicente hacia los abogados se ha atenuado notablemente tras un receso por motivos técnicos, que el presidente ha aprovechado para reunirse con sus asesores.Uno de los momentos más complicados para Rajoy ha sido a la hora de explicar los famosos mensajes SMS que se cruzó con Bárcenas después de que se conocieran las cuentas en Suiza de este:
“Luis nada es fácil pero hacemos lo que podemos”, rezaba uno de ellos
“¿Qué estaba usted haciendo?”, le ha preguntado Wilfredo Jurado, abogado del PSOE de Madrid.
“Estábamos en otro contexto temporal, y tengo costumbre de responder a los mensajes y tiene mi teléfono, podía haber usado esa frase u otra cualquiera, no tiene significado ninguno”, ha respondido.
Ante la insistencia del letrado, ha añadido: “Hacemos lo que podemos significa exactamente hacemos lo que podemos, significa que no hicimos nada que pueda perjudicar a ningún proceso”, ha dicho.
Otro SMS de Rajoy decía: “Luis se fuerte, mañana te llamaré?”. La respuesta de Rajoy al abogado socialista ha sido esta: “No le llamé. No hice absolutamente nada [en beneficio de Bárcenas] hasta el punto que no lo llamé”.
Temas políticos, no económicos
Rajoy fue director de las campañas electorales del PP entre 1994 y 2000.El presidente del Gobierno ha afirmado que ese puesto es de carácter estrictamente político –redactar los programas, confeccionar las listas, elegir los temas y territorios prioritarios– y no económico.
“La parte económica no la conocía en absoluto”, ha señalado hasta en siete ocasiones.
Este desconocimiento lo ha extendido a la supuesta caja b elaborada por Bárcenas.
El abogado Benítez de Lugo le ha preguntado si recibió al menos algún rumor sobre ella. “Absolutamente ninguno; jamás me he ocupado de ninguna cuestión de contabilidad, lo único que me preocupaba en que el Tribunal de Cuentas diera los informes positivos y punto, no me ocupaba de la contabilidad”, ha afirmado.
Sobre las empresas de Francisco Correa, líder confeso de la trama corrupta, Rajoy ha asegurado que en 2004 dio la orden al entonces tesorero Álvaro Lapuerta de cortar las relaciones con sus empresas. “El tesorero me dijo que había unos proveedores del partido que usaban indebidamente el nombre del PP en Ayuntamientos de la Comunidad de Madrid, y le pregunté si había algo que no se ajustara a derecho.
Me dijo que no tenía pruebas, pero que no le gustaba, y le dije qué me proponía y me propuso dejar de trabajar con ellos, y le dije que sí, que lo dejara”.
"No conozco a Correa"
El presidente del Gobierno y del partido ha negado incluso que conozca a Correa.“No vino a mi despacho ni acudió a ninguna reunión y discusión, porque yo no tenía que ver con cuestiones económicas, sino que me dedicaba a cuestiones políticas.
Si lo conocía era de saludarlo en actos de partido y aun así no puedo asegurarlo de forma nítida”.
El peso del interrogatorio ha recaído sobre las acusaciones populares.
La fiscal Concepción Sabadell, secundada por el fiscal jefe anticorrupción, Alejandro Luzón, presente en la sala, se ha limitado a plantear cuestiones de mero trámite sobre las campañas electorales que dirigió y las actividades de Bárcenas en el PP. Rajoy siguió por su senda de decir que él sólo se ocupaba de asuntos políticos.
Rajoy accedió al edificio judicial en coche a través del garaje, lo que evitó el paseíllo a pie del jefe del Ejecutivo delante de las cámaras de televisión apostadas frente a la Audiencia.
El vehículo del presidente del Gobierno ocupaba el lugar central de una comitiva de tres automóviles.
El coche de escolta delantero casi ha impedido a los medios gráficos mostrar el acceso del vehículo presidencial.
En el interior del edificio, Rajoy ha sido recibido por cortesía institucional por el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro.
La presencia de Rajoy en la Audiencia Nacional ha transcurrido en medio de medidas de seguridad extremas.
Las comisarías de la Audiencia y de La Moncloa se han coordinado para blindar el perímetro de la sede judicial, ubicada en un polígono industrial de San Fernando de Henares, en el límite con Torrejón de Ardoz.
Los más de 300 periodistas acreditados para la sesión han debido superar hasta tres controles de seguridad.
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