Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

7 jul 2017

Cinco errores a evitar para tener una economía sana

¿Tienes un plan para gestionar tus ingresos? ¿Estás evitando los fallos más comunes?

 

Cinco errores a evitar para tener una economía sana
La paga cuando eres pequeño, una beca de estudios, el primer sueldo… Hay un primer momento para empezar a plantearse como gestionar el dinero.
 Las situaciones personales, las características laborales o los hábitos contribuyen a definir el plan económico de cada uno. Personalizarlo y llevar un control de la economía doméstica es importante.
El plan irá variando a medida que lo hagan las circunstancias vitales y laborales pero, independientemente de la dirección que se vaya eligiendo, hay varios puntos a evitar para conseguir tener una economía sana.
1- Improvisar. Las improvisaciones en materia económica pueden llevar a contratar productos que no conocemos bien, gastar más de lo debido u olvidarnos del ahorro. 
La planificación y creación de una estrategia será beneficioso para nuestra salud económica.
 Contemplar situaciones a corto, medio y largo plazo reforzará la economía.
 También prever que pueden aparecer imprevistos. Evitar estas situaciones puede pasar por sentarse periódicamente para decidir objetivos económicos, prioridades o presupuestar los gastos de los siguientes meses.
 Hay que fijarse una periodicidad concreta para crear una hoja de ruta o revisar la marcada. 
Hacerlo cada seis meses podría ser un mínimo adecuado.
2- No controlar el gasto. Tener una hoja de ruta sin saber si se cumple o no carece de sentido.
 Llevar un control de los gastos es un paso decisivo para valorar qué está pasando en las finanzas personales y los cambios a aplicar. Hay muchos métodos que facilitan este control, especialmente tras la aplicación de la tecnología a las finanzas.
 Las apps de algunas entidades permiten registrar tickets de compra, el uso de tarjeta facilita el registro de gastos, también hay aplicaciones especializadas en llevar el control de todos los gastos. Sea un método u otro, tener una visión global de a dónde va el dinero permite ver si es necesario hacer ajustes y dónde habría que hacerlos.
3- Gastar por encima de las posibilidades. Suena muy obvio pero muchas veces se olvida.
 Los gastos deben ir en concordancia con los ingresos. Cada caso es particular pero se puede hablar de límites generales por los que orientarse. Por ejemplo, el hecho de que el gasto en vivienda no supere el 30% de los ingresos.
 Esta cifra es orientativa porque puede que nos compense pagar un poco más si vamos a ahorrar en costes de transporte, por ejemplo. No gastar por encima de las posibilidades también supone ahorrar. Incluir una partida para ahorrar significa tener un dinero para imprevistos, para la jubilación o para gastos más elevados como puede ser el derivado de la compra de un coche.

4- Endeudarse sin cabeza. Pedir dinero es un recurso al que puede que haya que recurrir en algún momento puntual para afrontar un gasto elevado.
 Conocer la capacidad de endeudamiento y no superarla facilitará la sostenibilidad de la economía personal. 
Uno de los más importantes y habituales se da en el momento de pedir un crédito hipotecario para la compra de la vivienda habitual. Cobra importancia debido a las altas cantidades que se solicitan y al largo periodo de devolución.
 Si la cuota puede variar a lo largo del periodo del crédito, como es el caso de las hipotecas variables o mixtas, debemos simular el peor escenario para saber si podremos afrontar ese pago. 

5- No ahorrar. En épocas donde los salarios son tan bajos hablar de ahorrar se percibe como algo muy lejano para muchos.
 Sin embargo, ahorrar debería estar incluido en cualquier plan económico personal. 
La cantidad variará en función de las posibilidades de cada persona. También lo hará el método; unos prefieren retirar una cantidad en el momento de recibir un ingreso, otros guardan una cantidad determinada a la semana… Los métodos para ahorrar son muchos, solo hay que elegir el que mejor funciona según lo hábitos y características de cada persona.
 

Un puñetazo contra una amistad de años............. Jesús Ruiz Mantilla

La férrea relación entre los dos escritores y sus familias se rompió en 1976 por un conflicto personal que Vargas Llosa prefiere dejar para el estudio de los historiadores.

Vargas Llosa, en los cursos de verano de la Complutense en San Lorenzo de El Escorial.rn  
Vargas Llosa, en los cursos de verano de la Complutense en San Lorenzo de El Escorial.

Dos amigos, dos colegas, dos talentos… Y un golpe que tumbó todo aquello. 

Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez se conocieron en los años sesenta y fueron vecinos de la Barcelona de entonces.

 Forjaron lazos familiares y literarios.

 Con Carmen Balcells, su agente común, amiga, madrina… catapultaron a la generación de literatura en español más brillante del siglo XX.

 Aquella que brotó en un territorio propio, el de La Mancha que definió Carlos Fuentes con ayuda de Cervantes, y un montón de cofrades de todos los países que conforman América Latina. 

Ayer, Vargas Llosa recordó esa amistad en San Lorenzo de El Escorial. 
Una alianza hecha añicos por un incidente que hizo temblar el boom literario y abrió una sima entre los dos ejes más importantes del movimiento.
 Ocurrió en México D. F. Mario andaba en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes cuando García Márquez se acercó a saludarlo. 
 Tras una mera explicación a la que después no ha seguido más que un silencio de cuatro décadas, el escritor colombiano recibió un puñetazo en la cara. 
Tan sólo le dijo: “¡Esto, por lo que le hiciste a Patricia en Barcelona!”. Hubo testigos, revuelo y aspavientos aquel 12 de febrero de 1976.
Ambos acudieron al estreno de Supervivientes de los Andes, la famosa película que recreaba el accidente de avión de un equipo de rugby y los episodios de canibalismo para poder sobrevivir hasta que fueron rescatados. 
El mandoble de Vargas Llosa rompía una férrea amistad de tiempo, exilios, alianzas personales y veladas de fuertes dosis literarias. Abría dos frentes entre el peruano y el colombiano, que con los años recibieron cada uno su premio Nobel.
 Enfrentó a sus familias y ruborizó a los amigos comunes. 
A partir de entonces, nada sería igual… ¿Qué había pasado?

Mario vivía una de sus crisis de pareja con su mujer de entonces, Patricia Llosa.
 Ella encontró amigo y confidente en Gabo y Mercedes Barcha, la mujer de este.
 Hubo, quizás, malos entendidos que llevaron a los celos. 
Y de ahí, la posible y deseada reconciliación entró en barrena.
 Y la mala relación se fue enquistando entre posiciones políticas en las antípodas y una alimentada rivalidad.
Muchos buscaron el abrazo de la paz. “Sobre todo su agente, que era mucho más que eso. Carmen Balcells, se había convertido para los dos en una especie de madre común, la mamá grande, la llamaban. 
Y lo pasó muy mal. Es que aquello fue un divorcio en toda regla. Con amigos que se ponen de un lado y otro de la pareja”, comenta Ángel Esteban, autor junto a Ana Gallego del libro De Gabo a Mario (Espasa). “Quien mejor ha contado el episodio”, comenta Esteban, es Xavi Ayén en Aquellos años del boom (RBA). 
 Nadie ha refutado esa versión que ofrece todo lujo de detalles”. Ayén describe la escena.
 También los prolegómenos y sus consecuencias en dicho volumen, de más de 800 páginas que recibió en 2013 el Premio Gaziel de biografía.
 En el capítulo Historia de un fraticidio, ya avisa lo que Vargas Llosa contesta cuando le preguntan qué pasó: “Bueno, eso vamos a dejárselo a los historiadores”.
 Es la misma respuesta que el escritor le ha dado a Esteban y a otros tantos. “Jamás, ni él, ni García Márquez volvieron a hablar del asunto. Lo que no sé es si estuvieron después en contacto o no”.
Los Historiadores no tenemos tiempo de investigar esas tonterias, déjelo para el Hola su revista actual y memoria de sus viajes, y su relación con La Preysler, ¿Ahora nadie le ha dado un puñetazo por esa sin razón?. 

Respeto por la obra

Públicamente, lo más parecido a una reconciliación, fue lo que ocurrió al aparecer la edición definitiva de Cien años de soledad por parte de la Real Academia Española. 
Ahí, Vargas Llosa dio permiso para que se publicara en el prólogo Cien años de soledad, realidad total, novela total. 
Ya antes había escrito sobre su amigo en Historia de un deicidio.“No sé si es que lo presionaron, pero aquello se interpretó como un gesto de acercamiento”, agrega Ángel Esteban.
Las coincidencias persisten. 
Un nuevo gesto fue la charla que con la participación de la cátedra Vargas Llosa tuvo lugar ayer en San Lorenzo de El Escorial. “Con los años, creo que Mario va sintiendo la necesidad cerrar heridas”, afirma Esteban.
 Otro curso sobre García Márquez se ha celebrado esta semana también en la Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid.
 Las teorías se afianzan, los testimonios y los testigos han ayudado a reconstruir aquella crucial relación.
 Entre ellos pervivió un respeto profundo por la obra común pero ante el conflicto, aún Vargas Llosa guarda silencio.
Para mi Vargas Llosa no existiria ya como escritor, lo leí en aquellos tiempos que leía a García Márquez y me quedé sin lectura el dia que terminé Cien Años de Soledad, la mejor novela del S.XX. 
Vargas se me fue de las manos cuando leí la Guerra de los Cien años, o algo parecido.
Me reconcilié con la fiesta del Chivo pero nada más he leído, no me gustan nada sus charlas, se le nota que quiere caer bien.
Su vida literaria ha acabado y solo puede salir al lado de la que vende baldosas, ¿Quién le dará ahora un puñetazo por hacer lo mismo que censuró? Pero no cuento más el que quiera saber más que pague.
Amén

6 jul 2017

Michael Douglas no logra vender su casa de Mallorca...... Lucía Bohórquez

El actor puso a la venta 'S’Estaca', su propiedad de 1.000 metros cuadrados en el oeste de la isla, por 50 millones de euros en 2014.

Michael Douglas, en 'S’Estaca', su casa de Mallorca, en 1988. 
Michael Douglas, en 'S’Estaca', su casa de Mallorca, en 1988. Getty Images
Once dormitorios, 10 baños, 1.000 metros cuadrados de superficie construida y 100 hectáreas de terreno.
 Así es a grandes rasgos S’Estaca, la propiedad que el actor norteamericano Michael Douglas posee en la costa oeste de Mallorca y que lleva ya tres años en el mercado inmobiliario.
 La propiedad salió a la venta en 2014 por un precio de 50 millones de euros, que se rebajó hasta una cifra cercana a los 40 millones a finales del pasado verano y que ahora figura en el catálogo de una inmobiliaria de lujo por un precio de 36,5 millones de euros.
Ni los tres años que lleva a la venta ni las sucesivas rebajas de precio ni los agentes que han intentado cerrar la venta le han servido al actor para cambiar de manos la finca, que figura en al menos dos muestrarios digitales de empresas inmobiliarias que se dedican a la venta de grandes villas de lujo en la isla.
 En uno de ellos, S’Estaca aparece descrita como una propiedad “indescriptible y única” con las más “espectaculares y románticas” puestas de sol de la isla, de las que se puede disfrutar todo el año. 
Y que Douglas se ha encargado de mostrar en alguna ocasión en su perfil de Facebook.

Michael Douglas, en 'S’Estaca', su casa de Mallorca, en 1988. 
Michael Douglas, en 'S’Estaca', su casa de Mallorca, en 1988. Getty Images
Palma de Mallorca
Vista aérea de 'S'Estaca', la propiedad de Michael Douglas en Mallorca. 
Vista aérea de 'S'Estaca', la propiedad de Michael Douglas en Mallorca.
La inmobiliaria explica que S’Estaca se compone de siete unidades independientes con una casa principal que data del siglo XIX, adquirida en 1867 por el archiduque Lluis Salvador que la reformó y amplió tras inspirarse en las Islas Eólicas de la costa noroeste de Sicilia.
 Destacan las propiedades de las amplias zonas verdes que rodean las edificaciones, que cuentan con la flora propia de un jardín mediterráneo compuesto por palmeras, almendros, árboles frutales, olivos, viñedos y bosques. 
La propiedad tiene, de hecho, una bodega propia y un acceso directo al mar mediante un embarcadero privado.
Douglas es un asiduo del verano mallorquín desde los años ochenta, cuando compró la casa junto a la que entonces era su mujer, Diandra Luker, por un precio de cuatro millones de euros a los después tuvieron que sumar los costes de una amplia reforma. Tras su divorcio 11 años después de haberse hecho con la finca, la expareja acordó que disfrutarían de ella por turnos y cada uno podría visitarla durante seis meses al año.
 Desde entonces, el actor ha rebajado sus estancias en la isla, que se han reducido a unos pocos días al año. 

Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas en Mallorca, en el verano de 2002. 
Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas en Mallorca, en el verano de 2002.

 

Tanto Douglas como su actual mujer, la también actriz Catherine Zeta-Jones, y sus hijos en común, Dylan y Caris, han disfrutado de la discreción y el encanto de Valldemossa, municipio de la Serra de Tramuntana en el que se les vio paseando juntos por última vez en 2014.
 En los años posteriores, el actor ha realizado visitas de corta duración a la finca de las que ha dado cuenta en sus perfiles en redes sociales.
En junio del año pasado, Douglas recibió en S’Estaca la visita del actor y director alemán Til Schweiger, con quien tenía previsto rodar una película este año.
 También fotografió los olivos centenarios plantados en el jardín y una puesta de sol con vistas al mar. 
De momento este año en la isla no hay ni rastro del actor, que a tenor de sus últimas publicaciones parece haber cambiado las cristalinas aguas del Mediterráneo por el mar Caribe que rodea las Islas Bermudas.

El último milagro de la moda española............. Miguel Ángel Bargueño.

las zapatillas de 50 euros que arrasan entre los jóvenes.

Cuatro estudiantes consiguen crear un calzado, las Pompeii, que triunfa por sus peculiares características.

Tres de los modelos de Pompeii que triunfan entre el público más joven.
Se pueden ver en la universidad, en las millas de oro de las grandes ciudades y hasta en conciertos multitudinarios de grupos como Taburete: son las Pompeii, esas zapatillas de lona o serraje con llamativas suelas de colores pastel.
 Como ocurriera en tiempos recientes con El Ganso o Scalpers, Pompeii se ha convertido en la firma que lo peta para un público joven que se acoge al socorrido concepto de “arreglado pero informal”; en el caso de esta marca, vendiendo solo calzado (y calcetines).
Detrás de la marca están cuatro madrileños de 25 años recién salidos de la universidad.
 Son amigos desde el colegio (Retamar, en Pozuelo de Alarcón; uno de los más exclusivos de Madrid y perteneciente al Opus Dei), empezaron a barajar la idea de “montar algo” cuando estudiaban en la universidad (tres de ellos Administración y Dirección de Empresas, uno de estos, además, Derecho; el cuarto, Ingeniería Industrial). 
“Después de plantearnos fabricar camisetas y sudaderas, vimos que para sobrevivir necesitábamos crear algo más potente.
 Es la diferencia entre que algo dure 10 años o dure 50.
 Para crear una marca, consideramos que uno de los productos que la gente más valora son las zapatillas. 
Aparte, dos de los socios las coleccionaban, les alucinaban”, recuerda Jaime Garrastazu, uno de los socios.
El primer año facturaron medio millón de euros; el segundo, dos millones, y este prevén llegar a 3,5 millones.
 Cuentan con 17 empleados y ya han vendido 100.000 zapatillas, el 10 % fuera de España
Para sus creadores, las suelas de colores y los cordones de cuero son las principales señas de identidad de sus zapatillas. “Buscábamos una zapatilla que pudieses llevar en el día a día, para trabajar, para ir al súper, pero que te aportase diseño, personalidad”, dice Garrastazu, uno de los socios. 
“Vimos que el cordón de cuero la convertía en una zapatilla arreglada según el registro que llevases y la suela de color le aportaba esa vitalidad y diversión, lo que le daba un equilibrio perfecto”.
La idea original (y tanto) es que suelas y cordones fueran del mismo color.
 Pero después de unas pruebas comprobaron que el resultado no funcionaba.
 “Era horrible. Eran de las zapatillas más feas que habíamos visto, en general, en la vida”, explica Garrastazu.
 Los colores de las suelas están escogidos minuciosamente. “Intentamos que sean colores pastel y que aporten un contraste al color de la lona, pero no un contraste que choque sino uno que acompañe. 
También, que no sean demasiado fluorescentes, para que puedas llevarlas en el día a día y que no chille”.
“Es la última evolución de la típica zapatilla de lona”, opina Daniel García, experto de moda masculina.
 “Aquí confluyen muchas referencias: la zapatilla de tenis clásica (Superga, por ejemplo), la de surf o skate (Vans) y la zapatilla de verano tipo Victoria. 
Los cordones son iguales que los de los náuticos.
 Todas esas influencias están actualizadas y bien mezcladas” 
Tres de los modelos de Pompeii que triunfan entre el público más joven.
.“Es la última evolución de la típica zapatilla de lona”, opina Daniel García, experto de moda masculina. “Aquí confluyen muchas referencias: la zapatilla de tenis clásica (Superga, por ejemplo), la de surf o skate (Vans) y la zapatilla de verano tipo Victoria. Los cordones son iguales que los de los náuticos. 
Todas esas influencias están actualizadas y bien mezcladas”.
El catálogo de Pompeii se compone de pequeñas variaciones (exteriores de lona o serraje, cordones en los laterales o sin ellos, suela de alpargata o de goma) sobre un mismo tema: “El éxito radica en que han creado una serie de modelos de zapatillas reinventando (a veces mucho, a veces poco) zapatos que ya tenemos en nuestro zapatero.
 Todo ello con el plus del color de la suela y del tejido de la zapatilla. 
El modelo Valcan transforma las alpargatas de toda la vida en una zapatilla con cordones.
 El modelo Petra moderniza el clásico náutico”, apunta Arturo Gil, experto de moda y belleza y director del portal The Adonis Lab.
Los cuatro madrileños de 25 años que han creado Pompeii.
Los cuatro madrileños de 25 años que han creado Pompeii.