No es por maldad
24 jun 2017
La primera comunión......................................... Boris Izaguirre
Los Bustamante trabajan más en equipo ahora que están separados.
El divorcio de Paula Echevarría y David Bustamante amenaza con ser interminable.
Observando la peripecia en que se convirtió la primera comunión de Daniella Bustamante, recordé la tensa relación que mi madre tenía con esa celebración.
“La hice por el vestido”, nos informó a mi hermano y a mí, aún muy niños.
“Me convencieron con el traje, que no era de poliéster, porque aún no se había inventado, pero sí de un tejido que picaba, aunque era resultón”.
Mi hermano ya había oído esta historia pero yo estaba alarmado.
“Mami, ¿será que no quieres que hagamos la primera comunión?”, pregunté redicho, un poco revelando mi secreta admiración porque seríamos los únicos en nuestro grupo de amigos que no la harían.
“Puedes hacerla el día que te dé la gana y cuando de verdad estés convencido”, respondió ella, y mi padre se la llevó a parte quizás para reprenderle esta postura ideológica tan frontal viniendo de una madre.
Mi mamá era una mujer totalmente distinta de las madres que yo conocía.
Consiguió lo que quería: yo ando por la vida sin haber hecho la primera comunión.
Pero eso no me excluyó de asistir a las comuniones de mis compañeros del colegio.Y de atiborrarme con sus postres y meriendas, porque mis padres ya eran macrobióticos en ese entonces, unos modernos con poco que ver con Paula y David.
La única oportunidad que tenía de devorar sándwiches de queso crema, tartas de helado, islas flotantes, coca colas y chantilly de fresa era en esas primeras comuniones.
Hasta que una de las madres descubrió que yo acudía como invitado glotón y no como comulgante, entonces llamaron a mi mamá y ella les desveló su voluntad de criarnos ateos y macrobióticos hasta que decidiéramos otra cosa.
Los desmadres nutricionales se hicieron menos frecuentes.
El laicismo de mi mamá fue sincero (mis hermanos se han bautizado siendo adultos) pero infatigable.
Si hubiera estado viva para ver esta primera comunión Bustamante-Echevarría, se habría quedado impactada con el despliegue de vestuario e invitados, el baile de los papás en perenne proceso de divorcio y el desparrame de azúcares y grasas saturadas en la cordillera cántabra.
Todo ese desvivirse por ofrecer una imagen de hipernormalidad, de familia religiosa, separada pero unida por las tradiciones y la glucemia a mamá le habría provocado dar un pequeño golpe en la mesa.
Habría dicho que todo era consumismo e imagen.
Belén era así, yo en cambio lo vi todo colorido y edulcorado como un merengue sintético que regala el ¡Hola!, en un reportaje que fue planeado y trabajado con mimo, ofreciendo una imagen buena y familiar de la bella actriz.
Pero por sorpresa saltó la noticia de que ya tiene un nuevo amigo, una nueva ilusión.
Y eso, con los dimes y diretes, los desmentidos, las buenas y malas intenciones estampó un fastidioso lamparón en la campaña.
El laicismo de mi mamá fue sincero (mis hermanos se han bautizado siendo adultos) pero infatigable. Si hubiera estado viva para ver esta primera comunión Bustamante-Echevarría, se habría quedado impactada con el despliegue de vestuario e invitados, el baile de los papás en perenne proceso de divorcio y el desparrame de azúcares y grasas saturadas en la cordillera cántabra. Todo ese desvivirse por ofrecer una imagen de hipernormalidad, de familia religiosa, separada pero unida por las tradiciones y la glucemia a mamá le habría provocado dar un pequeño golpe en la mesa. Habría dicho que todo era consumismo e imagen. Belén era así, yo en cambio lo vi todo colorido y edulcorado como un merengue sintético que regala el ¡Hola!, en un reportaje que fue planeado y trabajado con mimo, ofreciendo una imagen buena y familiar de la bella actriz. Pero por sorpresa saltó la noticia de que ya tiene un nuevo amigo, una nueva ilusión. Y eso, con los dimes y diretes, los desmentidos, las buenas y malas intenciones estampó un fastidioso lamparón en la campaña.
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El equipo será la gran reivindicación de la década.
Si la pareja funciona como sinergia consigue más éxito, más contratos.
El único problema es que un equipo necesita de otros equipos. El cantante tiene el suyo y en el de la actriz hubo fallos.
Cristiano Ronaldo también forma parte de un equipo y amplía su familia usando métodos menos convencionales que los de Paula. Florentino Pérez acudió a Onda Cero a manifestar que “todo esto de Cristiano es muy extraño”.
Imaginamos que se refiere, entre otras cosas, a los rumores de que el jugador podría abandonar el Real Madrid si Hacienda insiste en reclamarle millones.
Mi mamá decía que lo que no le gustaba de Cristiano era el nombre.
Pero la verdad que cuando Hacienda aprieta, te sientes tan acorralado que anhelas poder huir.
Y no lo digo por mí o por Cris, sino por casos históricos como por ejemplo Ava Gardner, que cuenta en su biografía cómo la atosigó Manuel Fraga para que equilibrara sus cuentas con el fisco.
Cuando ella recibió la factura le pareció tan astronómica que se marchó, para siempre, de Madrid. “Deberían haberme pagado a mí por la buena publicidad que hice de la ciudad.
Y del país”, escribió la más bella del mundo.
La descreída actriz olvidó que una dictadura católica es siempre una dictadura y que si pueden usar tu vida personal para fastidiarte, o medrar, no lo dudan ni un minuto.
Hacienda tampoco duda, o duda solo a veces.
Penélope Cruz: “Empezaron a preguntarme si tenía miedo a envejecer a los 25 años”
Penélope Cruz: “Empezaron a preguntarme si tenía miedo a envejecer a los 25 años”.
Ana Fernández Abad
Será Donatella, estrena con León de Aranoa y rodará con Farhadi. Fuera de la pantalla, habla alto y claro.
Penélope Cruz (Alcobendas, 1974) está sentada, muy recta, en un sofá.
Le ofrecen café, pero pide jamón, y lo come –e invita– mientras responde.
Alrededor, dorados, brocados y espejos; es una de las salas de la Embajada de Italia en Madrid, donde presenta su cuarta colección cápsula (diseñada junto a su hermana) para la firma napolitana Carpisa.
«Colaborar con marcas es un gran privilegio, porque también me da la oportunidad de decidir con más libertad qué películas hago y cuáles no», explica.
Dice que el diseño les gusta desde niñas a ella y a Mónica: «Siempre fue nuestro hobby, sentimos admiración por la moda». Pero no se plantea iniciar una carrera en el sector. «Es importante aprender, vivir la experiencia desde la humildad. Porque yo soy actriz, no me siento como una diseñadora profesional».
Ahora rueda American Crime Story, su debut en una serie, donde será Donatella Versace. ¿Cómo es meterse en la piel de alguien a quien conoce?
Ha supuesto despertarme muchas noches a las cuatro de la mañana con dudas e incertidumbre.
Respeto mucho este proyecto; es un personaje difícil, todo el mundo sabe quién es, y yo le tengo mucho cariño a ella y a toda la gente que trabaja en la marca en Milán.
Es una de las personas más generosas que conozco. Una mujer muy inteligente, especial.
Deseo que cuando lo vea esté satisfecha. No solo por mi papel, sino por lo que cuente la serie y cómo lo cuente.
¿Es una presión añadida interpretar a alguien que está vivo, que puede opinar sobre su labor?
Añade responsabilidad. Sobre todo si ya tienes relación con esa persona, como yo con Donatella, que no es que nos hayamos visto muchas veces, pero la conozco y siempre se ha portado muy bien conmigo.
La ha vestido en la alfombra roja. Ahora hay todo un debate en torno a eso: Julia Roberts descalza en Cannes, actrices que no dicen qué diseñador las viste porque eso a un hombre no se lo preguntan…
Todo depende del momento, depende del tono.
Y a la vez la moda se posiciona, el feminismo se ha subido a las pasarelas. ¿Cómo lo concibe usted?
Una cosa es preguntar con respeto por el trabajo de un diseñador que ha hecho algo bonito, que tú tienes la suerte de llevar; y otra cosa, muy distinta, es que alguien te pida: ‘Date una vuelta y gira para que te veamos’…
Ahí ya empieza la diferencia en cómo tratan a hombres y mujeres.
Que le hagan sentir como un objeto.
No, yo no he dicho esa frase.
Pero hay diferencias entre lo que preguntan a ellos y a nosotras. Por ejemplo, con el tema de la edad.
Como yo comencé a trabajar tan jovencita –tenía 15 años–, a partir de los 25 ya me empezaron a preguntar si me preocupaba envejecer. Mi manera de combatirlo era ignorar esas preguntas.
Eso nunca se lo dirían a un actor de 25 años, ni de 30 ni de 40…. Ahí sí que hay mucha diferencia en el trato.
Hay preguntas tan absurdas que uno no tiene por qué contestar.
Es una forma de reaccionar que a veces me parece más eficaz que regalar el titular de queja.
Muchas actrices también responden con hechos: Reese Witherspoon y Nicole Kidman han producido Big Little Lies para crear mejores papeles femeninos. ¿Estas acciones provocan el cambio en la industria?
Si tienes la posibilidad de producir, hay que hacerlo.
Yo lo hice el año pasado con Ma Ma, y repetiré, aunque no tengo la oportunidad todos los años.
También le gustaría dirigir. ¿Sabe ya qué quiere contar?
Sí, tengo dos historias en la cabeza desde hace 20 años, pero no ha llegado el momento ni la persona con la que escribirlas, porque yo no soy guionista.
Recuerdo conversaciones con Almodóvar a los 16 años diciéndole: «Yo siento esta necesidad, igual que he sentido siempre la de actuar».
Y él me animaba: «Tienes que atreverte».
Así reaccionó Bigote Arrocet al reencontrarse con María Teresa Campos
"Se me ha quedado un nudo en el estómago", dijo el humorista chileno al enterarse del ictus sufrido por la presentadora durante su participación en 'Supervivientes'.
(Ahora con el dinero de las semanas que estuvo en Supervivientes , la cuidará o poco a poco se irá? No olvidemos que cobraba 24.000 E por semana de permanencia hiciera o no hiciera nada...Parece un Yogui pero es muy de materia y una filosofía aplicada a vivir muy bien a costa de otros.....o eso dicen... )
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