Se llama Nicolás Toth y es venezolano, pero desde hace cuatro años vive en Madrid.
Este es el hombre con el que se relaciona a Paula Echevarría.
La actriz lo niega, pero hay algunos testimonios gráficos de que la
pareja comparte muchos momentos de ocio con un grupo de amigos al que
también pertenecen Carolina Herrera hija y la modelo Eugenia Silva.
Fuentes próximas al empresario venezolano aseguran que este mantiene una
relación pero no con la actriz.
Lo que nadie niega es que son amigos.
De hecho ellos mismos desde hace meses cuelgan fotos en grupos en las
redes sociales.
Toth llegó a España de la mano de su compatriota Boris Izaguirre.
El
venezolano tiene una agencia de comunicación con Rafael Ríos, que se
llama Mr. Ríos & Mr. Toth.
Sus negocios se reparten entre Nueva
York, Miami y Londres. Su trabajo consiste en asesorar a negocios de
lujo.
Toth está muy vinculado al mundo de la moda, pasión que comparte
con Paula Echevarría
El
actor Fernando Andina, con el que Echevarría trabajó en la serie El Comisario, es el nexo de unión entre la intérprete e influencer con su nuevo grupo de amigos.
La única foto que han compartido en las redes sociales solos es una
en la que salen los dos en el último estreno de la serie que ella
protagonizaba, Velvet. La imagen la publicó en un inicio Toth, quien ahora ha convertido en privado su perfil de Instagram y está sorprendido por el revuelo que se ha organizado. En el pasado también se relacionó a Toth con la diseñadora Vicky Martín Berrocal a quien también calificó solo de "amiga".
La actriz, de 39 años, y el cantante, de 35, han vivido durante más de dos años un matrimonio que solo funcionaba bien para los photocalls. En la intimidad de su hogar ella estaba sola con su hija y con sus
padres, que ahora pasan más tiempo en Madrid que en Asturias —de donde
es la familia— para acompañarla en la difícil travesía de la separación Las largas sesiones de rodaje de la actriz y las interminables giras del
artista permitían a la pareja mantener públicamente la apariencia de
que su relación iba bien, aunque hace tiempo que atravesaba una profunda crisis.
La actriz se vuelve a mostrar ambigua y temerosa sobre el concepto que defiende la igualdad de la mujer.
La actriz Blanca Suárez ayer durante la edición de los premios Yo Dona 2017
Una Moda de Siglos , se le olvidó decir a Blanca, muy guapa ella y no sé si buena actriz pero ignorante en la lucha de la mujer.
¿Incomprensión o miedo a la polémica? Por una u otra razón la actriz Blanca Suárez ha vuelto a patinar con el concepto de feminismo.
Durante la fiesta de la revista Yo Dona en la que se le entregó un premio por su constante implicación en diferentes causas solidarias, la actriz de las seriesLas chicas del cable o El Internado
contestó lo siguiente cuando fue preguntada si se consideraba feminista
por Europa Press:
“Estoy absolutamente de acuerdo en que es una moda,
ahora mismo hasta hacemos camisetas.
Creo que esto es algo que está muy
bien que cobre fuerza porque nunca está de más en temas que no terminan
de resolverse del todo.
Se ha avanzado mucho, prefiero ver esa parte
pero creo que esto viene de hace años.
Por muy de moda que esté ahora,
lleva muchos años”.
¿Sí,
no o todo lo contrario? No parece tan difícil dar una respuesta sobre
feminismo, un concepto que la Real Academia define como: "Ideología que
defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los
hombres”. La respuesta ambigua de la intérprete –con quien no hemos
podido hablar porque se encuentra en jornadas de rodaje intensivo– se
suma a otras declaraciones de la actriz que ya han levantado polémica
entre sectores que defienden los derechos de la mujer. Marta Simón,
miembro del equipo que la representa, ha manifestado: “Conozco muy bien a Blanca
y es una mujer feminista. Estoy segura de que estas declaraciones
habrán venido a colación de algo y habrá querido decir que es un tema
que está en boca de todos. Ella no piensa de esa manera tan simple”. En cualquier caso llueve sobre mojado. El pasado mes de mayo en una entrevista con la revista Woman
se le interrogó sobre si se consideraba feminista y su contestación se
volvió a quedar entre dos aguas: “Tengo un poco de conflicto con este
término. Porque creo que la definición de feminismo es la igualdad. Yo
quiero igualdad, quiero ser exactamente igual a un hombre. Yo he
conseguido mi parcelita de derechos y los demás la respetan”.
En cualquier caso llueve sobre mojado. El pasado mes de mayo en una entrevista con la revista Woman
se le interrogó sobre si se consideraba feminista y su contestación se
volvió a quedar entre dos aguas: “Tengo un poco de conflicto con este
término. Porque creo que la definición de feminismo es la igualdad. Yo
quiero igualdad, quiero ser exactamente igual a un hombre. Yo he
conseguido mi parcelita de derechos y los demás la respetan”.
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Pero después se hacía un lío al hablar sobre la serie de Netflix Las chicas del cable,
la necesidad de independencia que tenían las mujeres que se reflejan en
ella y la situación femenina en la actualidad: “Creo que existen trabas
y lacras, pero no sé si al nivel de que la mujer sea independiente. Yo
no dependo de nadie. Creo que se ha avanzado un montón, aunque quedan
cosas por conquistar. Lacras contra las que luchar. Pero hemos avanzado
mucho”.
De acuerdo, pero ¿por qué decir abiertamente 'sí soy
feminista' o asociar el término a un trabajo interpretativo se evita en
lugar de defenderlo? Sorprende que se matice siempre que la palabra sale
a relucir. Así ocurrió también en una entrevista en El Mundo,
el pasado mes de abril, con motivo de esta misma serie que trata
precisamente sobre cuatro mujeres a finales de los años 20 que acceden a
un puesto de trabajo y pelean por ser independientes, votar o tener
derecho a su propia sexualidad. “El feminismo se podría considerar un
personaje más de la serie”, dijo Suárez. “No creo que la serie haya sido concebida con ese lema
feminista. Una de las motivaciones y hándicaps que tienen los personajes
es la lucha por la igualdad laboral, humana, en todos los aspectos del
trabajo y de la vida”. ¿En qué quedamos entonces, es o no feminista la serie? ¿Es o no es machista que Pablo Motos entreviste al elenco de mujeres que la protagoniza en su programa y lo primero que les pregunte es si bailan regetón e insista en si saben o no perrear
o con qué actor de Hollywood les gustaría grabar una “escena de cama”? Blanca Suárez tampoco lo tuvo claro entonces y cuando las redes ardieron
tachando las preguntas de machistas, ella se limitó a decir que no
salía de su asombro: “Estamos ahí para pasarlo bien, creo que hay un
exceso de sensibilidad en nuestra sociedad que no entiendo, parece que
hay que tener muchísimo cuidado de cómo se habla y todo se puede sacar
de contexto”.
Es cierto que ocurre, pero cuando se tiene tanto cuidado
para apartar la etiqueta feminista de tu discurso, puede pasar que el
equívoco deje espacio a la duda. Algo que no sucede cuando la actriz Robin Wright declara: “Feminismo significa igualdad. Y punto”. O Emma Watson afirma contundente con motivo del Día Internacional de la Mujer: “Después de dar mi discurso sobre las mujeres en las Naciones Unidas el año pasado, recibí amenazas online
diciendo que publicarían fotos mías desnuda. Sabía que era mentira pero
eso le hizo comprender a mucha gente a mi alrededor la urgencia del
problema sobre la igualdad de género. Esa es la realidad. Las mujeres que hablamos de este tema recibimos amenazas”.
La brecha
entre los más ricos y los más pobres se amplía. Elda y Rubí son las
ciudades más industrializadas de España; Pozuelo y Girona, donde más
pesa el sector servicios.
La riqueza en España está concentrada en unos pocos epicentros
geográficos. En los municipios del noreste de Madrid se concentran las
ciudades con mayor renta por hogar de España. En la costa de Andalucía
se localizan, por contra, los municipios menos prósperos, según la
estadística de indicadores urbanos publicado este martes por el INE, con
datos de 2014. Esta serie de datos recoge información sobre las
condiciones de vida de 126 ciudades españolas. Y la diferencia se va
agrandando año a año. La diferencia entre la renta media anual de los 10
municipios más acaudalados y la riqueza de las 10 ciudades más pobres
se amplia. Pozuelo de Alarcón, con una renta media por hogar de 73.014
euros, es el municipio más rico de España. Le siguen Majadahonda (57.623
euros) y el barcelonés San Cugat del Vallés (53.767 euros). Entre los
cinco primeros más pujantes también están las ciudades madrileñas de Las
Rozas (52.604 euros) y Alcobendas (51.627 euros). En el lado contrario, destaca Torrevieja (Alicante), con una
renta media por familia de 14.462 euros. En el podio de los más
desfavorecidos también sobresalen los municipios andaluces de Sanlúcar
de Barrameda (17.222 euros), Fuengirola (18.225 euros), La Línea de la
Concepción (18.324 euros) y Benalmádena (19.849 euros). La mayoría de
los municipios que figuran con menos riqueza son turísticos y su nivel
de renta está afectado por la estacionalidad del sector y la economía
sumergida que existe entorno al turismo.
Más industrializados
El INE clasifica a los 126 municipios españoles, 17 más que
el año pasado, en función de su renta media anual de las familias. Esta
se calcula a través de las declaraciones de renta como el conjunto de
ingresos percibidos por los hogares una vez descontados los impuestos y
cotizaciones sociales. El fraude fiscal o la infradeclaración no se
tiene en cuenta en los registros del INE. La estadística también recoge el empleo de cada municipio
atendiendo al sector económico. Según esto, Elda (Alicante) y Rubí
(Barcelona) son los dos municipios españoles donde el sector industrial
tiene más peso. En Elda se concentran buena parte de la industria del
calzado de España, y Rubí acumula industrias de varios sectores. Su
valor es tener un amplío polígono industrial y estar relativamente cerca
de Barcelona.
En 2008 los empleados a tiempo
parcial hacían al mes una media de 0,2 horas de más, según el INE,
es decir, 12 minutos. A comienzos de este año, ese tiempo es de 33
minutos, apenas 5,4 minutos menos que quienes tienen una jornada
completa. En España, donde la mayor parte de quienes trabajan a media
jornada querían hacerlo ocho horas al día, estos números suponen un
“claro indicador” de precariedad, apuntan los expertos.
Una de las características que diferencian al mercado laboral español de otros es que muchos de los empleados a tiempo parcial desean trabajar más horas. Y parece que lo están consiguiendo, pero no a base de contratos con
jornadas más largas, sino con horas extra. A comienzos de año, cada uno
de estos ocupados trabajaba al mes una media de 0,52 horas por encima de
lo pactado, según la última encuesta trimestral de coste laboral publicada, o 0,55 si se toma el dato anualizado y no trimestral. En
la misma serie se aprecia, en cambio, una tendencia contraria en
quienes sí que cuentan con contratos a tiempo completo. Hace nueve años,
estos empleados trabajaban una media de 0,84 horas (50,4 minutos) al
mes por encima de su jornada laboral. Ahora lo hacen 0,62 horas (38,4
minutos). “Esa es una evolución lógica por la crisis”, explica Carlos
Martín, director del gabinete económico de CC OO. “Cuando las cosas van
mal, los que tienen empleo trabajan más horas y cuando llega la
recuperación esta situación se revierte. Pero eso no está sucediendo con
quienes trabajan a jornada parcial. Es lo contrario”.