El cantante compareció en 'El Hormiguero' con un tono muy apagado y su ya cada vez más habitual maquillaje en los ojos.
Hace un par de años que Miguel Bosé, 61 años, vive en Panamá con sus cuatro hijos.
Se instaló allí para llevar una vida alejada de la atención mediática en un intento de que los niños vivan en el anonimato.
Bosé solo viene a España por motivos de trabajo. Ahora acaba de aterrizar por la gira Estaré que va a realizar por varias ciudades y para algunas entrevistas como la que concedió este martes por la noche a Pablo Motos en El Hormiguero de Antena 3.
El cantante sorprendió a la audiencia por su tono de voz más apagado y profundo que el suyo habitual.
De hecho, las redes sociales se llenaron de comentarios haciendo referencia al extraño timbre de voz del cantante.
Todo parece indicar que la causa fue el cansancio - acababa de llegar de viaje- y un pequeño catarro.
Se pinta con tonos muy oscuros que endurecen su mirada y contrastan con la palidez de su piel.
El cantante también recurre a un vestuario muy particular como viene siendo habitual en él.
El hombre que salió siendo más joven al escenario con una falda, ahora apuesta por los chalecos, las chaquetas largas y los tonos oscuros.
Hace tiempo que Bosé tiene problemas de peso, como él mismo ha reconocido, algo que tiene que ver con su genética y con su gusto por la buena mesa.
Además, el cantante presume de ser un buen cocinero.
Durante la entrevista con Motos, Bosé habló mucho de la educación que da a sus hijos y contó lo involucrado que está en ella en un intento de que sean ciudadanos del mundo.
También abordó cuestiones de política internacional y en especial de la situación que se vive en Venezuela, de la que ya se ha pronunciado en otras ocasiones.
"Los venezolanos se sienten muy solos", aseguró en el programa.
Madrid
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Durante la entrevista con Motos, Bosé habló mucho de la educación que da a sus hijos y contó lo involucrado que está en ella en un intento de que sean ciudadanos del mundo. También abordó cuestiones de política internacional y en especial de la situación que se vive en Venezuela, de la que ya se ha pronunciado en otras ocasiones. "Los venezolanos se sienten muy solos", aseguró en el programa.
Al cantante le irrita “el silencio y la charlatanería de codo en barra de bar de muchos ciudadanos que arreglan el mundo yéndoseles la fuerza por la boca y sin hacer nada.
La clase política no nos va a dar nada, no nos va a regalar nada. Los ciudadanos tenemos que cambiar las cosas nosotros.
Hay una pasividad ciudadana generalizada. No me vale el desencanto, ni la pérdida de entusiasmo. No me vale, me enfurece”
Bosé empezó su gira en febrero en México, con entradas agotadas tres noches seguidas en el Auditorio Nacional.
Después de Estados Unidos y Sudamérica, ahora le toca España: 23 de junio en Madrid y 27 en Barcelona.
En otoño volverá a América.