Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

3 jun 2017

J. F. Kennedy, el hombre del cuadro.......................... Rubén Amón..

Nunca sabremos qué le gustaba realmente a Kennedy. Lo que sí sabemos es que Kennedy nos gustaba y nos gusta.

 

Elaine de Kooning, en su estudio de Nueva de York, trabaja sobre varios retratos del presidente Kennedy.
Elaine de Kooning, en su estudio de Nueva de York, trabaja sobre varios retratos del presidente Kennedy.
Elaine de Kooning fue convocada para retratar a JFK.
 No había artista más rápida, instintiva ni vanguardista que ella, de forma que la sesión de posado en la villa de Palm Beach —diciembre de 1962— tendría que haberse resuelto en unas horas.
Y unas horas tuvo De Kooning delante de sí al modelo, nerviosa, desconcertada, pero el retrato la capturó como un sortilegio.
 No conseguía trasladar al lienzo esa personalidad incandescente ni ese poder afrodisiaco.
 Le resultaba “más grande que la vida” y le sugería una dimensión desconocida o inexplorada de la humanidad.
 Hubiera preferido pintar a Dorian Gray o la faz de Cristo.
 Se notaba torpe e impotente la artista. Se había enamorado del modelo y era incapaz de retratarlo, incluso cuando le acuciaban en la Casa Blanca con los plazos de entrega.
Elaine de Kooning no podía reconocer que en lugar de un retrato había pintado 38. 
Ni podía aceptar que su casa estaba poseída.
 Ni podía admitir que ninguno de los lienzos alojaba, pese a la obstinación y los intentos, la personalidad ni el espíritu de Kennedy. 
Murió sin ver su retrato él, y ella dejó de pintar durante un año traumatizada por la noticia.
 Está expuesto el cuadro en la Galería Nacional de Retratos de Washington. 
Está expuesto como una mera y frustrante aproximación que el historiador Thurston Clark utiliza como metáfora del personaje inasible e inaccesible que fue Kennedy.
Él mismo ha dedicado su vida y su obra a escrutarlo.
 Ha escrito las biografías de referencia y ha convertido su casa en una especie de memorial, aunque el acceso privilegiado a vídeos, documentos, escritos, testimonios, informes, fotografías, películas y cuadros tampoco le permite despejar el enigma.
Y el enigma lo plantea Thurston lejos de la paranoia: el problema no es quién mató a Kennedy.
 El problema es quién fue Kennedy en esa mezcla de carnalidad y de intelectualidad que desdoblaban el carisma y el hermetismo.
Acercarse a Kennedy es la mejor forma de alejarse. 
El propio Thurston se identifica con la pintora De Kooning en la impotencia de captar un alma evanescente. 
Y acaso como consuelo, evoca una confesión de JFK al editor de The Washington Post, Ben Bradlee, de acuerdo con la cual Kennedy concluía que una buena biografía —y un buen cuadro— debe responder a una sola pregunta.
—¿Qué le gusta a esa persona?
Thurston concluye que nunca sabremos qué le gustaba realmente a Kennedy.
 Lo que sí sabemos es que Kennedy nos gustaba y nos gusta.
 Y que la tentación de definirlo, de pintarlo, de “escribirlo” engendran una enorme frustración ahora que se cumplen 100 años de su nacimiento.
 Y que observamos la Casa Blanca ocupada por el mayor antagonista o impostor que nunca hubiéramos imaginado.

Los recuerdos de Carrie Fisher y Debbie Reynolds, a subasta

El hijo de la actriz de ‘Cantando bajo la lluvia’ vende más de mil recuerdos personales y de sus películas de su madre y su hermana.

Las actrices Debbie Reynolds y, a la derecha, Carrie Fisher, en una imagen de 2011.
Las actrices Debbie Reynolds y, a la derecha, Carrie Fisher, en una imagen de 2011.
Los trajes que llevó Debbie Reynolds en 'The Unsinkable Molly Brown' y,. a la derecha, en uno de los números musicales de 'Cantando bajo la lluvia'.  foto
Los trajes que llevó Debbie Reynolds en 'The Unsinkable Molly Brown' y,. a la derecha, en uno de los números musicales de 'Cantando bajo la lluvia'. AP
 
La casa en la que vivieron juntas Reynolds y Fisher se ha puesto a la venta, aunque eso estará al alcance de unos pocos millonarios.
 Lo que sí parece que podría ser más asequible es un centenar de objetos personales y de tesoros de Hollywood que saldrán a subasta a partir del 23 de septiembre.
 Una figura de acción de la princesa Leia de 1978, la silla que utilizó Fisher en el set de rodaje durante El retorno del Jedi (1983), el vestido de seda color lavanda que llevó Reynolds en uno de los números musicales de Cantando bajo la lluvia (1952) u otro traje de su película The Unsinkable Molly Brown (1964), son algunos de los objetos que la casa Profiles in History va a sacar a subasta. Además, una mesa de escritorio propiedad de Carrie Fisher, una figura con luces y sonido que poseía la actriz del famoso C3PO o también una réplica de los zapatos rojos de rubíes de Dorothy, la protagonista de El mago de Oz, que eran de Debbie Reynolds, una ávida coleccionista de los recuerdos de Hollywood.


Una réplica de los zapatos de rubíes de la película 'El Mago de Oz', propiedad de Debbie Reynolds. ampliar foto
Una réplica de los zapatos de rubíes de la película 'El Mago de Oz', propiedad de Debbie Reynolds. AP
Mi madre y mi hermana eran unas magníficas coleccionistas, amasaron una alucinante y diversa colección”, asegura en un comunicado Todd Fisher, hijo de Reynolds.
 “El alcance de esta colección rivaliza con muchos museos. Para hacer realidad los deseos de mi madre, hemos decidido compartir parte de su magnífica colección con sus amigos y fans”, añade. 
En total, más de 1.500 lotes van a salir a subasta en una puja que se espera que dure varios días.
Las sillas que Carrie Fisher utilizó durante el rodaje de 'Star Wars: Episodio VI - El retorno del Jedi' que salen a subasta.
Las sillas que Carrie Fisher utilizó durante el rodaje de 'Star Wars: Episodio VI - El retorno del Jedi' que salen a subasta. AP

Una parte de los beneficios se va a destinar a The Thalians, la ONG fundada por Debbie Reynolds para luchar contra el estigma de las enfermedades mentales, y a la Jed Foundation, organización escogida por Billie Lourd, la hija, y también actriz, de Carrie Fisher, que trabaja en la misma dirección.
Escritorio de la fallecida actriz Carrie Fisher que va a poner a subasta Profiles in History.  Escritorio de la fallecida actriz Carrie Fisher que va a poner a subasta Profiles in History. A

 Por otra parte, la casa de 1928 de Beverly Hills en la que madre e hija vivieron juntas varios años se ha puesto a la venta por 18 millones de dólares (algo más de 16 millones de euros). La mansión incluye piscina, pista de tenis y una casa para invitados en la que vivió muchos años Carrie Fischer, que falleció a los 60 años por un ataque al corazón.

 

Elena y el futuro.................................. Boris Izaguirre

Norman Foster es un arquitecto más de puentes que de muros.

Norman Foster y Elena Ochoa Foster, el pasado 7 de mayo en Londres.
Norman Foster y Elena Ochoa Foster, el pasado 7 de mayo en Londres.

 

Norman Foster es, desde hace tiempo, uno de los arquitectos más contundentes y famosos. 
Esta semana ha inaugurado su fundación en Madrid y ha organizado un fórum titulado: El futuro es ahora.
 Una de las cosas que me alucinaron de la sede de la fundación fue el automóvil de Le Corbusier, ese otro arquitecto que cambió el siglo XX, un símbolo del progreso tecnológico con un interior tapizado en tela de cuadros, una idea tan doméstica como sexy. Detrás del automóvil, en una esquina del jardín, entre la calle y el bellísimo pabellón diseñado por el señor Foster, visible y casi olvidada, hay una pieza de hormigón que formó parte del Muro de Berlín.
 Entre ambas piezas hay arquitectura e historia. Ambas son europeas pero representan ideas totalmente diferentes. 
La belleza y la utilidad enfrentada, o próxima, al totalitarismo y la ausencia de libertad.
Foster es un arquitecto más de puentes que de muros. Donald Trump es más de levantar muros y desmontar puentes.
 Y durante la fiesta de inauguración muchos se entretuvieron estableciendo puentes entre Elena Ochoa y Tita Thyssen.
 Ambas damas han conseguido que tanto la colección de arte de un esposo barón como las maquetas y planos del marido sir cohabiten en Madrid.
 Es probable que tenga que ver con aquello de que la española cuando besa, besa de verdad.
 Elena, más que una nueva Tita, es una titana. Mi marido puede regañarme si me dejo llevar por la mitomanía pero encuentro maravilloso que en España existan, proliferen, mujeres así. Mientras escuchaba en el fórum las ponencias sobre el futuro, observé a Ochoa de reojo, siempre con esas magníficas gafas que solo ven hacia ese futuro lleno de tecnología y arte, pendiente de Norman como cualquier otra esposa pero al mismo tiempo presentándole gente nueva, diferente, de distintos ámbitos y planos. De Pascua Ortega a Marta Ortega. 

Manteniendo viva la curiosidad, que es la tecnología más antigua que conocemos.
 Desde Eva y Adán.
El fórum transpiraba éxito y asombro. 
Manuela Carmena lo inauguró en inglés, bien leído, con vestido de estampado rosado y una rebequita cereza.
 Me enterneció la elección porque una alcaldesa puede usar estampados siempre que quiera, las arquitectas no.
 Michael Bloomberg, exalcalde de Nueva York y uno de los filántropos más conocidos, cautivó a otras damas con su sentido del humor.
 “Debería ser el próximo presidente de Estados Unidos”, proclamaron.
 La entrevista al diseñador jefe de Apple, Jonathan Ive, decepcionó un poco, quizás porque su entrevistadora parecía un poco hackeada. “O quizás porque sus productos ya lo dicen todo”. Christiane Amanpour, la cara más famosa de CNN, parecía estar en un campo de batalla pero todos transmitían esa sensación de estar haciendo historia y que Madrid, analógica y tecnológica, tenía un buen día.
 En el descanso, Ramón Freixa sirvió un aperitivo.
 Escuchaba a Bob Colacello, uno de mis periodistas favoritos y célebre director del Interview de Andy Warhol, conversar junto a dos editores de revistas españolas, con el Palacio Real detrás, inundado de una luz cada vez más rosada. 
 Comentaban que en el fórum vaticinaron que en un año existirían unas pastillas que te harían hablar francés, o el idioma que desees, con tan solo tomarlas. 
“Habría que considerar los efectos secundarios”, susurró Colacello. Ochoa pasó por allí y en castellano antiguo le dije: “Gracias, Elena”. Ella estrechó mi mano: “No, gracias a ti”.

La reina Letizia y sus dos hijas, Sofía y Leonor, en la comunión de la Infanta el pasado 17 de mayo. 
La reina Letizia y sus dos hijas, Sofía y Leonor, en la comunión de la Infanta el pasado 17 de mayo.
Ojalá en el futuro todos tengamos las gafas de Elena Ochoa. Mientras tanto, observamos cómo los presupuestos de la Casa del Rey rompen cualquier puente entre los partidos de izquierda y los demás. 
 Podemos tenía la intención de que los miembros de la Casa del Rey hicieran públicos sus patrimonios, igual que los altos cargos de la Administración del Estado, pero el PP, PSOE y Ciudadanos no lo permitieron. 
Quedarían mejor si facilitan ese poquito más de transparencia.
 Con tanta tecnología haciendo avanzar el mundo, ¿por qué seguir sin saber cuánto cuesta la peluquería de Zarzuela?
 Una peluquería que es un servicio público.
 Serviría también para acotar esos impertinentes rumores que implican directamente a la princesa de Asturias y a la infanta Sofía en la arquitectura de algunos de los peinados de la Reina. Siempre me gustó el reino de la moda porque era lo más parecido al futuro. 
Y me alegré cuando descubrí que Céline acaba de proponer usar una sandalia de diferente color que la otra. 
Ay, ojalá esta norma dure hasta el próximo fórum con Elena y Norman Foster.

¿Libertad para Noelia de Mingo?.................... Mónica Ceberio Belaza

La oposición de algunos familiares de las víctimas ha reabierto un viejo debate: ¿Qué hacer con los enfermos mentales que han cometido delitos?

Noelia de Mingo, en el traslado a la Audiencia Provincia de Madrid en 2006.
El caso está grabado en la memoria de los españoles.
 El 3 de abril de 2003 una médico residente de reumatología de la Fundación Jiménez Díaz, Noelia de Mingo, asesinó en el centro hospitalario a tres personas, dos pacientes y una doctora, con un cuchillo que llevaba escondido en un bolsillo de la bata. 
 Apuñaló a otras siete. Sembró el terror por los pasillos de la tercera planta hasta que fue reducida por unos celadores.
 Padecía esquizofrenia paranoide con delirios y alucinaciones.
La Audiencia Provincial de Madrid consideró que De Mingo no era responsable de sus actos por el trastorno mental que padecía. 
Fue calificada como inimputable y, por tanto, no se le impuso una pena por los delitos de asesinato, tentativa de asesinato y lesiones que había cometido, sino una medida de seguridad: sería internada en un psiquiátrico penitenciario el tiempo que requiriera su enfermedad mental, hasta un máximo de 25 años.
Ahora, tras 11 años internada en el centro de Fontcalent (Alicante), podría salir en libertad.
 Los informes médicos aseguran que la enfermedad está en “remisión completa”, ha disfrutado de permisos de hasta 90 días, estudia idiomas y escribe relatos y, según los psiquiatras, es consciente de su enfermedad.
 Debe, eso sí, tomar la medicación, porque la esquizofrenia no se cura, sino que se pueden controlar sus síntomas. 
 El juzgado de vigilancia penitenciaria, con el visto bueno del fiscal, ha propuesto modificar la medida de internamiento por la custodia familiar: su madre se ha comprometido a acogerla y a cuidar que tome sus medicinas con el control añadido de un médico.
 La última palabra la tiene la Audiencia Provincial.
Algunos familiares de las víctimas han mostrado su oposición y se ha reabierto un viejo debate: ¿Qué hacer con los enfermos mentales que han cometido delitos? 
“En este caso, si así lo recomiendan los médicos, la libertad parece una decisión lógica”, opina José Luis Díez Ripollés, catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Málaga. 
“Las medidas de seguridad no son un castigo. Se trata de controlar la peligrosidad de la persona.
 Y si según los psiquiatras es seguro que se quede con su madre, parece razonable que no siga internada. 
La sentencia no establecía 25 años, sino ‘hasta un máximo de 25 años’; es decir, hasta que lo exija su enfermedad mental”.
Hay casos más problemáticos: aquellos en los que se cumple el plazo máximo de internamiento previsto por los jueces y la persona, según los médicos, sigue siendo un potencial peligro. 
Ante estos supuestos, las respuestas varían en el derecho comparado.
 En algunos países nórdicos los enfermos mentales inimputables quedan fuera del ámbito penal, pero la jurisdicción civil y el sistema sanitario pueden recluirlos el tiempo que sea necesario. 
En otros lugares se ha optado por alargar de forma indefinida penas y medidas de seguridad hasta que se considere que la persona ha dejado de ser una amenaza.
El dilema es complejo.
 Pero no parece lógico cuestionar la puesta en libertad cuando, como en el caso de esta doctora, hay consenso médico sobre que su salida no es peligrosa.