Siempre entre las nubes hay esos huequitos de Sol que te dan valor.
Un Blues
Del material conque están hechos los sueños
3 jun 2017
Elena y el futuro.................................. Boris Izaguirre
Norman Foster es un arquitecto más de puentes que de muros.
Norman Foster y Elena Ochoa Foster, el pasado 7 de mayo en Londres. Dave J Hogan (Getty Images)
Norman Foster es, desde hace tiempo, uno de los arquitectos más contundentes y famosos. Esta semana ha inaugurado su fundación en Madrid y ha organizado un fórum titulado: El futuro es ahora. Una de las cosas que me alucinaron de la sede de la fundación fue el
automóvil de Le Corbusier, ese otro arquitecto que cambió el siglo XX,
un símbolo del progreso tecnológico con un interior tapizado en tela de
cuadros, una idea tan doméstica como sexy. Detrás del automóvil, en una
esquina del jardín, entre la calle y el bellísimo pabellón diseñado por el señor Foster,
visible y casi olvidada, hay una pieza de hormigón que formó parte del
Muro de Berlín. Entre ambas piezas hay arquitectura e historia. Ambas
son europeas pero representan ideas totalmente diferentes. La belleza y
la utilidad enfrentada, o próxima, al totalitarismo y la ausencia de
libertad. Foster es un arquitecto más de puentes que de muros. Donald Trump es más
de levantar muros y desmontar puentes. Y durante la fiesta de
inauguración muchos se entretuvieron estableciendo puentes entre Elena Ochoa
y Tita Thyssen. Ambas damas han conseguido que tanto la colección de
arte de un esposo barón como las maquetas y planos del marido sir
cohabiten en Madrid. Es probable que tenga que ver con aquello de que
la española cuando besa, besa de verdad. Elena, más que una nueva Tita,
es una titana. Mi marido puede regañarme si me dejo llevar por la
mitomanía pero encuentro maravilloso que en España existan, proliferen,
mujeres así. Mientras escuchaba en el fórum las ponencias sobre el
futuro, observé a Ochoa de reojo, siempre con esas magníficas gafas que
solo ven hacia ese futuro lleno de tecnología y arte, pendiente de
Norman como cualquier otra esposa pero al mismo tiempo presentándole
gente nueva, diferente, de distintos ámbitos y planos. De Pascua Ortega a
Marta Ortega.
Manteniendo viva la curiosidad, que es la tecnología más antigua que conocemos. Desde Eva y Adán.
El fórum transpiraba éxito y asombro. Manuela Carmena lo
inauguró en inglés, bien leído, con vestido de estampado rosado y una
rebequita cereza. Me enterneció la elección porque una alcaldesa puede
usar estampados siempre que quiera, las arquitectas no. Michael Bloomberg,
exalcalde de Nueva York y uno de los filántropos más conocidos, cautivó
a otras damas con su sentido del humor. “Debería ser el próximo
presidente de Estados Unidos”, proclamaron. La entrevista al diseñador jefe de Apple, Jonathan Ive, decepcionó un poco, quizás porque su entrevistadora parecía un poco hackeada.
“O quizás porque sus productos ya lo dicen todo”. Christiane Amanpour,
la cara más famosa de CNN, parecía estar en un campo de batalla pero
todos transmitían esa sensación de estar haciendo historia y que Madrid,
analógica y tecnológica, tenía un buen día. En el descanso, Ramón Freixa sirvió un aperitivo. Escuchaba a Bob Colacello, uno de mis periodistas favoritos y célebre director del Interview
de Andy Warhol, conversar junto a dos editores de revistas españolas,
con el Palacio Real detrás, inundado de una luz cada vez más rosada. Comentaban que en el fórum vaticinaron que en un año existirían unas
pastillas que te harían hablar francés, o el idioma que desees, con tan
solo tomarlas. “Habría que considerar los efectos secundarios”, susurró
Colacello. Ochoa pasó por allí y en castellano antiguo le dije:
“Gracias, Elena”. Ella estrechó mi mano: “No, gracias a ti”.
La reina Letizia y sus dos hijas, Sofía y Leonor, en la comunión de la Infanta el pasado 17 de mayo.gtresonline
Ojalá en el futuro todos tengamos las gafas de Elena Ochoa.
Mientras tanto, observamos cómo los presupuestos de la Casa del Rey
rompen cualquier puente entre los partidos de izquierda y los demás.
Podemos tenía la intención de que los miembros de la Casa del Rey hicieran públicos sus patrimonios,
igual que los altos cargos de la Administración del Estado, pero el PP,
PSOE y Ciudadanos no lo permitieron.
Quedarían mejor si facilitan ese
poquito más de transparencia.
Serviría también
para acotar esos impertinentes rumores que implican directamente a la
princesa de Asturias y a la infanta Sofía en la arquitectura de algunos
de los peinados de la Reina.
Siempre me gustó el reino de la moda porque era lo más
parecido al futuro. Y me alegré cuando descubrí que Céline acaba de
proponer usar una sandalia de diferente color que la otra. Ay, ojalá
esta norma dure hasta el próximo fórum con Elena y Norman Foster.
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