El sectarismo y la envidia han acabado con el proyecto del actor en Málaga. Una pena.
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España arrastra una gran asignatura pendiente en cultura, y es la
capacidad de atraer talento para la promoción y generación de sinergias
que ayuden a lograr objetivos ambiciosos que beneficien a todos. Algunas
ciudades lo han conseguido por su cuenta, como Bilbao con el
Guggenheim, o Málaga. Esta última se ha transformado en un polo cultural
dinámico capaz de hacer convivir el legado de Picasso, del
Thyssen-Bornemisza, del Pompidou, de las colecciones de San Petersburgo o
del arte contemporáneo en foros distintos que dialogan y se
complementan entre sí de forma atractiva y ejemplar. De ahí lo incomprensible del tropiezo cometido con el actor Antonio Banderas, que con razón se ha sentido “humillado”
por su ciudad natal. El Ayuntamiento de Málaga, gobernado en minoría
por el PP, había impulsado un concurso de ideas para dar contenido a los
antiguos cines Astoria y Victoria, en pleno centro de la capital, que
adquirió en 2010 por 21,7 millones de euros. Banderas, que ha ejercido
en foros internacionales como embajador oficioso de Málaga y Andalucía,
ganó el concurso de ideas para convertirlo en centro cultural. Su
propuesta implicaba la creación de un teatro, espacios de exposiciones,
cine y comercio. Pero la candidez del alcalde al insinuar que el próximo
pliego de condiciones podría incluir la necesidad de una persona “con
capacidad de proyección” generó una inmerecida lluvia de acusaciones de
favoritismo hacia el actor. IU, con los socios de Podemos y Ciudadanos,
propuso anular el concurso de ideas, aunque ni siquiera era vinculante. El PSOE miró para otro lado y se abstuvo. Desbordado por las
descalificaciones, Banderas se ha retirado. Ahora, hipócritamente, todos
se lamentan. Cualquier plan que implique dinero público debe gestionarse con
transparencia. Algo que debería ser compatible con la promoción de
proyectos de alto interés. Este lo era, pero el sectarismo y la envidia
han acabado con él. Una pena.
El nuevo parte médico informa que la periodista será trasladada en las próximas horas a planta.
La periodista María Teresa Campos
permanece estable y ha experimentado una “leve mejoría” en las últimas
horas, según ha informado este jueves el Hospital Universitario
Fundación Jiménez Díaz a través de un comunicado. La presentadora de
televisión está ingresada en el centro hospitalario madrileño desde el
pasado martes tras sufrir un ictus.
La mejora en el estado de salud de Campos va a permitir que en las
próximas horas abandone la UCI y vaya a ser trasladada a planta, según
consta en el parte médico del centro sanitario emitido a petición de la
familia. Ayer fue su hija, Terelu Campos,
quien informó de la evolución de su madre a los medios que hacen
guardia en las puertas del hospital desde que se conociera el traslado
de la popular presentadora. “Aunque la lesión no ha sido muy grande, sí
ha afectado a una zona malísima”, aseguró durante una transmisión en
directo con el programa de Telecinco Sálvame, del que es colaboradora habitual. Tal y como ha revelado su familia, a lo largo del día de este jueves
está previsto que se le realice a María Teresa Campos una resonancia
magnética cuyo resultado determinará el alcance de sus lesiones y su
posterior tratamiento. “Teresa ha pasado la noche bien. Está animada,
mejorcita. Los médicos han decidido pasarla a planta y para ella esto es
fundamental", ha dicho Carmen Borrego, hija mayor de la presentadora,
en unas declaraciones recogidas por la revista ¡Hola! Según
Borrego, la isquemia cerebral por ahora le ha afectado al músculo óptico
y que no ve con nitidez, “pero los médicos creen que lo va a
recuperar”. Sus hijas, Terelu Campos y Carmen Borrego, han permanecido
en el centro hospitalario la mayor parte del tiempo, y han agradecido
públicamente las muestras de apoyo recibidas así como la atención
prestada por el equipo médico. María Teresa Campos tiene 75 años y lleva décadas vinculada al mundo de
la televisión, en concreto desde sus primeras apariciones en Televisión
Española en los años ochenta, cuando trabajó en programas junto al
periodista Jesús Hermida y se ganó el apodo de "reina de las mañanas". Sus últimos trabajos en la pequeña pantalla fueron en el espacio ¡Qué tiempo más feliz!, recientemente cancelado por Telecinco, y Las Campos, un reality show familiar en el que aparecía junto a sus hijas y su pareja, Edmundo Bigote Arrocet. María Teresa Campos ha pedido a sus hijas que no informen de lo ocurrido a su pareja, que está en Honduras participando como concursante en Supervivientes, decisión que Terelu Campos respeta aunque no comparte.
La
ganadora de la primera edición de 'Operación Triunfo' insinúa en
televisión la existencia de muchos intereses que la perjudicaron al
principio de su carrera.
Rosa López, la ganadora de la primera edición de Operación Triunfo,
confesó este miércoles que estuvo a punto de perder la voz por una
negligencia médica. La cantante hizo esta confidencia entre lágrimas en Mi casa es la tuya,
el programa que conduce Bertín Osborne en Telecinco. Ante la mirada de
su madre, Paca, a quien Rosa López consultó antes de contar lo que para
ella ha debido ser uno de los tragos más amargos de su carrera, empezó a
hablar y no paró.
“Había acabado Operación Triunfo,
había participado en el Festival de Eurovisión y estaba en mitad de una
gira tremenda. Pero ese no fue el problema porque yo ya había trabajado
mucho antes. Descansas, bebes mucha agua, duermes y otra vez perfecta. Yo estaba cansada pero me encontraba bien y un día se me acercó una
chavala del equipo preguntándome si me pasaba algo. No sé qué paranoia
tenía esa mujer en la cabeza, pero me convenció para traer a un médico o
supuesto médico. En principio era solo para que me viera, pero casi sin
darme cuenta me estaba pinchando en el culo un no sé qué de un bote con
colorcillo azul y blanco. Después consulté con un novio que tenía
entonces que era laringólogo y me dijo que las cuerdas vocales no se
pueden ver con una lupa como hizo ese supuesto médico”.
Ya entre lágrimas, pero diciendo que se sentía feliz de
contar por fin ese secreto y de hacerlo delante de su madre, siguió
desvelando lo que desembocó en un silencio que duró desde septiembre de
2002 hasta julio de 2003, meses en los que Rosa no dio ni un solo
concierto. “Me olvidé de la inyección y canté”, explicó Rosa. “El primer
concierto, bien . El segundo, bien y en la sexta canción del tercero, en
El Escorial, me estaba asfixiando, no podía ir ni para delante ni para
atrás. Luego, fuera del escenario me quedé inconsciente. Mi padre salió
al escenario pidiendo disculpas, diciendo que volvería a salir… Durante ocho meses, Rosa López
permaneció encerrada en su casa, deprimida, sin poder hablar y
comunicándose exclusivamente a través de lo que escribía en una pizarra. Una situación que terminó en una delicada operación de sus cuerdas
vocales que solo se atrevió a abordar el que entonces era su novio,
Pablo Muñoz, por el miedo de otros facultativos a poder dejar sin voz a
la que era Rosa de España. Precisamente su expareja intervino
en el programa para afirmar: “Había muchos intereses creados a su
alrededor. Sabía lo que tenía desde que la vi por primera vez y sabía
que la solución por cómo estaba evolucionando era la cirugía”. Rosa también desveló que pasó por una crisis en 2008 en la que llegó a
pensar en abandonar su carrera: “No sé ni por dónde empezar, porque para
mí era un pecado solo pensarlo después de tanto esfuerzo propio y de mi
padre. Pero sentí como si la vida no avanzara, sentí un gran vacío. La
vida solo se vive una vez”. Entre contradicciones y las inseguridades
que siempre le han caracterizado, Rosa López afirmó que la música es su
vida, que se flagela ella sola muchas veces porque es muy exigente y que
aunque en el pasado dudó, hoy tiene claro que no abandonará su
profesión nunca.
María Teresa Campos está informada de su evolución pero desconoce la posible lentitud de su recuperación.
Terelu Campos ha confirmado este miércoles por la tarde que su madre, la presentadora María Teresa Campos,
se encuentra estable y reacciona de manera natural del ictus que
provocó ayer su ingreso en un hospital de Madrid.
La también
presentadora ha detallado que "aunque la lesión no ha sido muy grande,
sí ha afectado a una zona malísima". También ha añadido, visiblemente
emocionada y temblorosa durante en una trasmisión en directo con el
programa Sálvame del que es colaboradora habitual, que a su
madre le han realizado distintas pruebas a lo largo del día, entre ellas
una que ha permitido comprobar que puede comer con normalidad, sin
riesgo de que lo ingerido pueda desviarse hacia el pulmón y provocar
daños mayores.
Aunque, según sus palabras, el momento es "tranquilo" no ha olvidado
explicar que los riesgos todavía existen y que los médicos les han
informado de que cada paciente reacciona de forma distinta:
"Algunas
personas mejoran en unos días, otras en semanas y otras en meses. La
evolución de Teresa", ha añadido, "probablemente será más lenta de lo
que desearíamos". Pasados los primeros momentos de gravedad máxima,
ahora queda esperar a los resultados de la resonancia que se le
practicará a la presentadora a lo largo de esta tarde para poder tener
noticias más específicas sobre el futuro de la salud de María Teresa Campos, que tiene 75 años.
Sin poder evitar las lágrimas, Terelu Campos
ha explicado que gracias a la rapidez de las personas que habitualmente
trabajan en casa de su madre —María, Leo y Gustavo, el chófer—, ella
está viva. "Su rápida reacción permitió aplicarle un tratamiento que
solo es efectivo en las primeras horas de ocurrido el accidente
vascular", dijo su hija en referencia probablemente a la trombólosis
intravenosa que es el sistema habitualmente empleado para minimizar las
consecuencias de esta grave patología.
María Teresa Campos
está informada de todas las pruebas y resultados que van llegando pero,
según su hija, está más desanimada que ayer y la información que recibe
se le da de forma psicológicamente correcta. "Para la Campos", dijo
Terelu, "evolución lenta pueden ser dos días y habrá que ir diciéndole
las cosas según se vayan produciendo". Los compañeros de la presentadora apuntaron a la sucesión de problemas de
los últimos años como causa del ictus. Ella misma ha llegado a
manifestar que ha vivido momentos de estrés máximo por la carga de
trabajo. A lo que se ha podido sumar el dolor por la inesperada muerte
de su hermana Araceli en 2015, la desaparición del programa ¡Qué tiempo tan feliz! y los problemas con Hacienda, que le han obligado a vender algunas propiedades para saldar una deuda de casi 800.000 euros.