Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

7 may 2017

Día de la Madre: las únicas personas con superpoderes de verdad

Homenaje a la mujer que nos ha traído al mundo en una jornada que mezcla tradición, religión y muchas compras.

Día de la Madre.  ¡Gracias Mamá! Quality

Día de la Madre solo hay uno en el calendario aunque en realidad todos deberían ser fiesta para ellas, las personas que nos han dado la vida trayéndonos a este mundo.
 Seguramente hoy sea la jornada en que más “mamá, te quiero mucho” se pronuncien, y eso que la fiesta no coincide en el mismo día en todo el mundo.
 Es un día para celebrarlo con ella y junto al resto de la familia o para recodar su imponente figura si ya no está entre nosotros.
 Hoy, primer domingo de mayo, además de España, el Día de la Madre lo festejan países como Hungría, Lituania, Portugal, Sudáfrica y Rumanía. 
La próxima semana lo celebran otras naciones como Estados Unidos, China, Cuba, Nueva Zelanda, Alemania, Brasil, Chile, Grecia, Italia, Perú, Uruguay o Venezuela, y a partir de ahí las fechas varían y cada país tiene sus usos y costumbres en un amplio periodo de fechas que va desde febrero hasta diciembre.
 La Iglesia católica, por ejemplo, lo celebra a nivel mundial el día 8 de diciembre, coincidiendo con la Inmaculada Concepción.
Los más pequeños de la casa también viven hoy uno de sus grandes días, mezcla de ilusión y nervios, con el regalo realizado en el colegio.
 Las nuevas tecnologías han facilitado tanto la vida a los profesores que ya no hay regalo mañoso que se les resista a los reyes de la casa para agasajar y sorprender a sus madres, a las que en muchos casos dejan con la boca abierta de verdad.

Y es que las madres son reconocidas como las únicas personas del planeta con superpoderes, capaces de trabajar en casa y fuera de ella, tener tiempo para todo sin demostrar cansancio y en no pocos países del mundo, especialmente todavía en África y Asia, ser, además de madres, esposas, educadoras de los hijos y el sustento de la economía familiar.
 Por fortuna, los nuevos tiempos, la conciliación laboral y el reparto de tareas también van poco a poco consiguiendo que los superpoderes de las madres estén más repartidos al frente de la familia.

Pero para complementar la jornada festiva, también es un día dedicado al consumismo: flores, joyerías, perfumerías y restaurantes viven hoy uno de sus días grandes del año, por encima de otras celebraciones como San Valentín, gracias a las matriarcas de las familias. 
Y si no, siempre tendremos Internet a un solo clic para esas compras más sofisticadas y originales.

Todo el mundo coincide en que las madres se merecen más de un día de celebración, pero la unanimidad ya no es tal a la hora de la fecha en su honor ni de los orígenes de esta fiesta, ya que existen falsas creencias a su alrededor que mezclan religión, tradición y hasta intereses comerciales.
Los primeros indicios de esta festividad los encontramos en la Antigüedad, ya que en Egipto todos los años se honraba a la diosa Isis, madre de todos los faraones.
 Sin embargo, la primera celebración del Día de la Madre tiene lugar en la antigua Grecia, donde se le rendía honores a Rhea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades. 
Asimismo, los romanos llamaron a esta celebración Hilaria cuando la asumieron de la cultura griega.
 La fiesta era el 15 de marzo en el templo de Cibeles y durante tres días se realizaban ofrendas.
En la Inglaterra del siglo XVII también celebraban un acontecimiento que se denominaba Domingo de las Madres. 
Los niños iban a misa y regresaban a sus hogares con regalos para sus progenitoras. 
Además, como muchas personas trabajaban para gente adinerada y no tenían la oportunidad de estar en sus hogares, ese día se les daba la jornada libre para visitar a sus familias.

En 1870, la poetisa y activista social Julia Ward Howe escribió la proclama del día de las madres, un apasionado llamamiento a la paz y al desarme de las naciones titulado ‘¡Levántense, mujeres de hoy!’.
 El 12 de mayo de 1907 encontramos la raíz de la celebración actual, cuando el ama de casa Ana Jervis quiso conmemorar el fallecimiento de su madre y organizó un día de la madre para hacerlo.
 A partir de entonces encabezó una activa campaña que fue extendiéndose a todo el territorio de los Estados Unidos.
Finalmente, el presidente Wilson declaró en el año 1913 el Día de la Madre como el segundo domingo de mayo en Estados Unidos, fecha fue encontrando eco en otros países que lo adoptaron hasta la celebración conocida en la actualidad.


Y por si aún no había motivos suficientes para tener en cuenta la celebración, fiel a la tradición de sorteos especiales en los días importantes, se celebra el Sorteo de la ONCE del Día de la Madre, con un premio de 17 millones de euros en su honor y es que el consumismo nos tienta demasiado como para no acceder a reconocerle a la madre con un regalo, en su día en el calendario, que es la persona a la siempre le deberemos la vida porque fue ella quien nos la dio.
Sea como fuera, ¡feliz Día de la Madre!

 

 

Euskadi también tuvo sus justos........................ Luis R. Aizpeolea

Ciudadanos corrientes, víctimas del terrorismo, intelectuales y políticos plantaron cara a ETA durante los años de plomo.

Cristina Cuesta, escritora. 
Cristina Cuesta, escritora.
En los denominados años del plomo en el País Vasco, un puñado de ciudadanos corrientes se levantó contra ETA. 
No eran muchos, pero tampoco una nimiedad.
 Entre ellos se cuenta Roberto Lertxundi, secretario general en 1979 del Partido Comunista de Euskadi (PCE), que participó, ese año, en la primera manifestación contra el terrorismo en democracia, celebrada en Portugalete.
 O los dueños de la librería Lagun, que se negaron a cerrar en una huelga organizada por el entorno etarra.
 Son, en palabras del historiador Raúl Ruiz Romo, los justos, los que sin ser víctimas, rechazan permanecer al margen. 
A excepción del PCE por convocar la primera manifestación contra ETA, y del Pacto de Ajuria Enea, por su vertiente movilizadora, no aparecen políticos, aunque fueron bastantes los que tuvieron un comportamiento digno.

28 de junio de 1978. Primera manifestación ciudadana contra ETA en democracia

Un exlíder comunista: “A la primera manifestación fuimos solo unas decenas”
La convocó el Partido Comunista de Euskadi (PCE) en Portugalete, Romo y Eibar en protesta por el asesinato del periodista José María Portell.
 Roberto Lertxundi, su secretario general entonces, lo explica: “Algunos militantes del PCE procedíamos de ETA y creímos que desaparecería con la democracia. Nos equivocamos. 
Y comprobamos que el terrorismo no era malo sólo por asesinar inocentes: también perjudicaba a Euskadi y a la izquierda al primar la supervivencia y subordinar los problemas sociales y políticos.
 En aquella primera manifestación nos juntamos sólo unas decenas. Había miedo y mucha gente cerraba las ventanas a nuestro paso. Los militantes del PCE, el partido que más luchó contra la dictadura, teníamos la sensación de que ETA nos robaba la democracia.
 Salimos a la calle para reivindicar nuestra dignidad”.

29 de abril de 1980. Primer rechazo público de un empresario a la extorsión

Cristina Cuesta, hija de un asesinado: “La desatención era tremenda”
Juan Alkorta, un empresario donostiarra autodidacta, fue, a sus 59 años, el primero que plantó cara a ETA.
 En una carta pública lo argumentó: “Me rebelo ante la idea de tener que pagar para salvar la vida, de ceder al miedo absoluto de morir”.
 Alkorta desafió a ETA pocos días antes de que Euskadi inaugurara Parlamento y Gobierno autónomos, y les emplazó:
 “ETA es el problema más grave que tiene el pueblo vasco, al que se le distrae con asuntos de segundo orden.
 Confío en que las nuevas instituciones lo aborden”.
 También retó a ETA: “Seguiré viviendo como siempre. Me veréis en mis empresas; en Atocha aplaudiendo a la Real”.
 El domingo siguiente se fotografiaba a la salida del estadio, acompañado del secretario general del PSE, Txiki Benegas.
 Le ayudaron a sobrevivir, además de las medidas de seguridad, su coraje y su conocimiento de la política y la sociedad vascas.
 Fue amigo de Felipe González, en cuyo domicilio estuvo alojado. Falleció con 83 años.

27 de mayo de 1980. Primer manifiesto de intelectuales

Gesto por la Paz montó la campaña del lazo azul: “A veces llevarlo era heroico”
Lo redactaron el lingüista Koldo Mitxelena, el antropólogo e historiador Julio Caro Baroja y el cantautor Xabier Lete.
 Lo firmaron 33 intelectuales.
 Denunciaron el terrorismo y totalitarismo de ETA.
 Lo coordinó el director de la revista nacionalista Muga, Eugenio Ibarzábal, que sumó a Eduardo Chillida, entre otros. Ibarzábal lo cuenta: 
“No fue difícil recoger las 33 firmas.
 Podían haber sido muchas más.
 Era como si de repente nos percatáramos de que ETA, a la que se creía fruto momentáneo del franquismo, lejos de desaparecer, pretendía adueñarse de la situación.
 Sorprendía no sólo su actuación sino su soberbia al exigir que la solución pasaba por aceptar sus condiciones”.
 Ibarzábal recuerda que la fragilidad política del momento condicionó el manifiesto: “Había que hacer algo porque lo anterior no tenía autoridad y lo nuevo (democracia y autonomía) no acababa de instalarse. 
Todo pendía de un hilo. Era el momento de alzar la voz contra ETA”. Él se muestra contrariado por actitudes como la del escritor Mario Vargas Llosa, quien, refiriéndose al terrorismo, habla del “condenado nacionalismo, problema de fondo”. 
“Si el origen del terrorismo era el nacionalismo, ¿por qué tantos nacionalistas, como Mitxelena y los promotores de la carta de los 33, condenábamos a ETA?”, replica.

Julio de 1983. Primer ataque del entorno de ETA a la Librería Lagun, símbolo de la resistencia cultural al totalitarismo

Elkarri recibió críticas por su perfil ‘abertzale’ y ataques de Batasuna
Nació en la Parte Vieja donostiarra en 1968 con María Teresa Castells e Ignacio Latierro como promotores. 
Atacada por los ultras en el franquismo, en julio de 1983 sufrió la primera agresión de ETA tras negarse a secundar un cierre promovido por el entorno etarra después de que un terrorista muriera activando una bomba.
 El Gobierno civil no envió policías por temor a entrar en la Parte Vieja. 
Sólo tres comercios de la zona no secundaron el cierre, los mismos que habían cerrado durante el franquismo para protestar contra las condenas a muerte del juicio de Burgos
 (lo que a Castells le costó un mes de cárcel por no pagar la multa gubernativa).
En los noventa, los ataques fueron sistemáticos.
 En noviembre de 1996 la librería fue arrasada. 
“Empezó a llegar mucha gente.
 En las Navidades siguió el flujo. Nos compraban los libros destrozados.
 Seguimos por el apoyo ciudadano”, dice Latierro.
 El grave ataque de enero de 1997 tuvo repercusión internacional y la Ertzaintza se instaló permanentemente. 
 Pero en 2000, tras atentar ETA contra José Ramón Recalde —esposo de Teresa Castells— y amenazar a Latierro —sus amigos José Luis López Lacalle y Juan Mari Jáuregui fueron asesinados—, Lagun se trasladó a otro punto de la ciudad por seguridad.
 Latierro explica su actitud: “Nunca cedimos al chantaje de ETA. Quisimos ser coherentes con nuestra resistencia al totalitarismo y divulgación de la cultura democrática. 
Hemos comprobado que los antifranquistas activos han sido quienes, en democracia, más se han enfrentado a ETA”. 

Gentes procedentes de movimientos sociales, cristianos de base o sindicalistas, sin color político, decidieron responder a la “anormalidad” del terrorismo, recuerda Imanol Zubero, uno de los promotores de Gesto por la Paz. 
“No éramos víctimas del terrorismo.
 Queríamos denunciar la anormalidad de ETA con una fórmula sencilla: quince minutos de silencio por atentado”.
 Su primera salida fue a la Plaza Circular de Bilbao el 25 de noviembre de 1985, tras cuatro asesinatos de ETA en 24 horas.
Su eco social creció con su campaña del lazo azul, mediados los noventa. 
“ETA hizo tres secuestros muy largos en dos años —Julio Iglesias Zamora, José María Aldaya y Ortega Lara— y quisimos responder permanentemente.
 El lazo rojo contra el sida nos dio la idea.
 Era una fórmula sencilla. No requería ser un héroe, aunque en algunos lugares llevarlo fue heroico.
 Comprobamos su repercusión porque Batasuna respondió con contramanifestaciones. 
Les disputamos la calle”, dice Zubero.
 En 1997 pasaron a segundo plano.
 “Las instituciones ocuparon nuestro espacio con sus convocatorias a cada atentado.
 Gesto fue una expresión de la dignidad de los vascos”.

13 de abril de 1986. La rebelión de una víctima

El 13 de abril de 1986, en unas jornadas sobre prensa y terrorismo en San Sebastián, una joven de 24 años tomó la palabra como víctima —su padre había sido asesinado tres años antes— y reclamó un espacio.
 Era insólito. Se llamaba Cristina Cuesta.
 En la mesa estaba el entonces director de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián.
 Pidió que la entrevistaran y pocos días después Mercedes Milá la llevó al programa que presentaba en TVE.
 Cuesta anunció su sueño de crear una asociación por la paz. Recibió 3.000 cartas y seleccionó a 22 gipuzkoanos para constituir el grupo inicial.
 El 22 de mayo salieron a la Plaza de Gipuzkoa donostiarra 60 personas para protestar por el asesinato de un policía.
Cuesta lo explica: “Reaccioné por rebeldía. Me sentía víctima de una profunda injusticia.
 Quería que las víctimas hablaran. Tuve de profesores a Alfredo Tamayo y Fernando Savater, que se resistían a las huelgas de los etarras y les plantaban cara”. 
Confluyó con Gesto por la Paz y en 1989 constituyó una Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo.
 “La desatención era tremenda”. Hoy sigue trabajando por las víctimas como gerente de la Fundación Miguel Ángel Blanco y su empeño es impedir que ETA imponga su relato
. “Quieren huir de su responsabilidad en el daño causado”.
 Al romper ETA la tregua de 1998-99 surgió la plataforma Basta Ya, crítica con el nacionalismo —gobernaba en Euskadi el soberanista Juan José Ibarretxe—, y organizó manifestaciones masivas contra una ETA desesperada, que asesinaba indiscriminadamente.
 Dos de sus integrantes, Joseba Pagazaurtundua y José Luis López de Lacalle, fueron asesinados por la banda.
 El escritor y filósofo Fernando Savater, que había militado en Gesto y en el Foro de Ermua, cuenta por qué fundó Basta Ya: “Daba a la movilización sentido político.
 No esperábamos a que hubiera víctimas para manifestarnos.
 No éramos muñecos de pim pam pum. Combatimos a ETA. Defendimos la Constitución y rechazamos el nacionalismo obligatorio”.
 Savater explica así su compromiso: “Yo me dedicaba a hablar de ética y no podía permanecer pasivo.
 También venía entrenado de la lucha antifranquista. Además, el terrorismo me tocó muy cerca.
 Cristina [Cuesta] era alumna mía, y Juan de Dios Doval, parlamentario asesinado por ETA, amigo de mi familia. 
Después asesinaron a Joseba Pagazaurtundua, que era como de la familia, y lo intentaron con Recalde y otros amigos”.
Él cree que la movilización social, especialmente tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco, sirvió para concitar el Pacto Antiterrorista y la ilegalización de Batasuna, que aceleró el fin de ETA. 
Su móvil personal fue este: “Sentirnos realizados como personas y no avergonzados por la pasividad. 
Además, aquel activismo nos hizo revivir la juventud, defender los ideales por los que luchamos contra la dictadura, precisando la democracia que queríamos”. 

 

Las madres salen del armario...................... Luz Sánchez-Mellado

Las cosas empezarán a cambiar en serio cuando cada una geste, para, críe y eduque como quiera.

Sara Carbonero y su hijo Martín, en 2015.
Sara Carbonero y su hijo Martín, en 2015. getty
Hoy no es el día, sino el año de las madres. 
Hoy, además de las flores, los collares de macarrones, los perfumes de todo octanaje y los restaurantes a reventar de hijos festejando a las autoras de sus días, hay un inédito ruido de fondo alrededor de esta fiesta que unos celebran por gusto y otros porque lo dicen los grandes almacenes.
 El que ha provocado la salida, qué digo salida, la estampida del apolillado armario de los tópicos sobre la maternidad perfecta de un puñado de mujeres que se ha atrevido a gritar en libros y entrevistas por tele, prensa y wifi una obviedad que llevaba milenios sepultada bajo toneladas de almíbar, abnegación y entrega absoluta a las crías.
 La maternidad podrá no tener precio para algunas, pero desde luego, no es gratis para nadie. 
 Y algunas no la quieren ni regalada.
Lejos del no tan remoto "dar mucho, pedir poco" de la medalla de la madre que aún llevan colgada al cuello algunas abuelas, las hijas y nietas de aquellas progenitoras reivindican que, además de madres, son personas. 
 Con deseos, frustraciones, quejas -sí, quejas- y anhelos.
 Y que, a pesar de que para muchos pasan a ser la mamá de o, en el mejor de los casos, una MILF –mother you like to fuck- en cuanto paren, además de nodrizas y matronas, son mujeres. 
Algunas, incluso, no desean ser madres en absoluto.
 Nada nuevo bajo el agujero de ozono. 
Pero, a lo que se ve, sí revolucionario, a tenor de la que les ha caído encima a algunas por gritarlo, y no precisamente desde el heteropatriarcado, sino desde las propias congéneres. 

Dejemos aparte la eterna lucha por la conciliación, la corresponsabilidad, los techos de cristal, los de cemento y los de hormigón armado y hablemos de nuestras propias contradicciones. A la periodista Samanta Villar, por ejemplo, le llovieron críticas de mujeres por osar decir en su libro que ser madre no era lo mejor que le había pasado su vida y que, al parir a sus mellizos, su vida tal y como la conocía, había terminado.
 Al tiempo, la periodista Sara Carbonero, madre de dos niños, se sumaba a una iniciativa promovida por una empresa láctea para cambar la definición de la palabra "madre" en la RAE, incluyendo conceptos como la entrega absoluta, el amor incondicional y la renuncia a una misma, y también le cayeron chuzos de punta. 
Esa es la novedad. 
Que se hable. Que se debata.
 Que se discuta. Que la maternidad entre en la agenda.
 El ruido de fondo no altera lo fundamental desde que el globo es globo.  
Ser madre es caro, duro, disuasorio en algunos casos.
 Pero compensa. O no.
 Y el mundo sigue girando. 
Hoy es nuestro día, nuestro año, comadres. 
Pondremos las flores en agua, nos pondremos los collares de macarrones aunque nos horroricen, nos rociaremos una micra del perfume dulzón que nos han regalado los críos en los pulsos y nos echaremos 2.500 calorías al cuerpo en la comilona de marras. Buenas somos nosotras.
 Todito te lo consiento menos faltarle a mi madre.
 Convengamos, no obstante, en que las cosas empezarán a cambiar en serio cuando cada una geste, para, críe y eduque como quiera a su prole.
 Cuando no se la juzgue ni se la condene más allá de la sana discrepancia.
 Cuando en los medios, en este sin ir más lejos, no se publiquen solo listas de regalos para mamás con cremas antiarrugas –nada que objetar, soy público objetivísimo-, cuando para el día del padre se publicaron bazares de tecnología.
 La verdadera normalidad habrá llegado cuando sea a la inversa y nadie se percate de nada.
 Y ese reto nos incumbe a todos.

 

Grandes inventos de la humanidad.........................Juan José Millás.

COLUMNISTAS-REDONDOS_JUANJOSEMILLAS
LA HISTORIA es sincrónica, aunque nos las arreglamos para percibirla como sucesiva.
Tal es la función de las agendas y de los abecedarios y del motor de cuatro tiempos. 
Pero todo ocurre a la vez. Ahora mismo acontece el Holocausto, por ejemplo, y el tráfico de esclavos, tan antiguo, y la edad de piedra o la de los metales. 
Vivimos simultáneamente en la contemporaneidad y en el medievo, en el útero de nuestra madre y en el ataúd. 
El éxito del Aleph, el cuento de Borges, se explica a partir de esta revelación.
 Usted y yo ya estuvimos aquí, como esa mosca a la que aplastamos con el periódico en el salón y vuelve a aparecer dos minutos después en la cocina. 
Ya estuvimos aquí y fuimos reyes y lacayos, y mendigos y príncipes y lo seguimos siendo, todo de golpe.
 Estamos vivos y muertos a la vez y somos felices y desdichados de forma simultánea.
 Pero como tal acumulación de hechos provoca mucha angustia, nos hemos inventado la sucesión del mismo modo que, para defendernos del azar, se nos ha ocurrido la causalidad. 


DETENIDOS DOS CLANES DE PROXENETAS QUE TATUABAN CÓDIGOS DE BARRAS A MUJERES 
 
Y el invento funciona. 
El pronombre “yo” me libra de ser “ella”. 
“Ella” es la dueña de ese trozo de piel de la fotografía donde un proxeneta (él) ha grabado el código de barras que señala su precio. Se trata de una mujer rumana explotada en cualquier garito de carretera cuyas luces de neón observamos desde el coche, ignorantes de que, sin dejar de estar fuera, estamos dentro del burdel.
 La otredad, también un gran invento, nos insensibiliza frente a la barbarie.
 No soy rumano, ni mujer, ni me han tatuado la muñeca, así que puedo seguir mi camino alegremente.