Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

30 abr 2017

Letizia, reina en rojo para el cumpleaños de Guillermo de Holanda

Los Reyes de España asistieron a la celebración de los 50 años del rey holandés junto a miembros de otras casas reales.

Los Reyes, en La Haya.
Los Reyes, en La Haya. Getty Images

Los Reyes de España asisten este fin de semana a los actos organizados para celebrar el 50 cumpleaños de Guillermo de Holanda. 
Se trata de una cita privada aunque a ella acuden representantes de varias casas reales. 
Don Felipe y doña Letizia mantienen estrechas relaciones de amistad con los reyes de Holanda. 
"Se trata de celebraciones totalmente privadas, con lo cual, no se harán públicos los detalles de las celebraciones", dijo a una portavoz de la Casa Real holandesa, poniendo de relieve el gran secretismo que mantienen los Orange en torno a los eventos de este fin de semana.
El diario nacional AD, aludiendo a sus fuentes, señaló que Guillermo disfrutó el sábado con sus invitados en el puerto deportivo de Maasvlakte, en Rotterdam, debido a la privacidad que ofrece su ubicación
. Por la noche cenó en el palacio de Noordeinde, en La Haya, con sus amigos de otras familias reales europeas, entre los que destacan los escandinavos, los belgas y los españoles.
Para la ocasión doña Letizia, que fue fotografiada junto a don Felipe a la salida del hotel en el que se hospeda, vistió un llamativo vestido rojo asimétrico y peinó su melena con ondas.
 El conjunto lo complementó con una espectacular pulsera perteneciente al joyero de la familia real española, una pieza de las llamadas de "pasar".
Don Felipe y doña Letizia, saliendo del hotel para la cena de Guillermo de Holanda.
Don Felipe y doña Letizia, saliendo del hotel para la cena de Guillermo de Holanda. Getty Images
Las actividades de celebración pública del quincuagésimo cumpleaños de Guillermo finalizaron el viernes, con una cena en el Palacio de Ámsterdam con 150 holandeses que lograron acceder al evento tras un sorteo en el que participaron más de 11.000 personas.
Los 150 ciudadanos que compartieron mesa real con los monarcas holandeses se caracterizaron por haber nacido todos un 27 de abril, 50 de ellos incluso el mismo año que el rey Guillermo, en 1967.
La invitada más antigua era una mujer que nació en 1917, durante la Primera Guerra Mundial, cuando reinaba Guillermina de los Países Bajos (1890-1948).

La cena, retransmitida en las redes sociales y en los medios de comunicación, finalizó con una foto "gigapixel" de grupo, una imagen mil veces más nítida que una normal que se tomó en la plaza Dam de Ámsterdam, en presencia de cientos de curiosos.
El día del rey es una jornada festiva nacional, cada 27 de abril desde que hace cuatro años el monarca Guillermo llegó al trono, y los holandeses tienden a celebrarlo vestidos de naranja y con grandes eventos musicales y fiestas en barcos en los canales del país.
De hecho, es el único día en el que es legal beber alcohol en la calle, y muchas familias salen a vender a las puertas de sus hogares comida, ropa y objetos que no utilizan, sin riesgo de ser multados por hacerlo.


 

Cuando la CIA estudiaba a Foucault y Sartre............ Álex Vicente

Un informe desclasificado revela que la agencia de EE UU siguió de cerca la vida intelectual en la Francia de los ochenta.

Michel Foucault, con megáfono, y Jean-Paul Sartre, hablando con periodistas, durante una manifestación, en 1972, frente a la fábrica de Renault en protesta contra el asesinato de Pierre Overney.
Michel Foucault, con megáfono, y Jean-Paul Sartre, hablando con periodistas, durante una manifestación, en 1972, frente a la fábrica de Renault en protesta contra el asesinato de Pierre Overney. INA via Getty Images
En los últimos días de la Guerra Fría, la CIA hizo algo más que controlar los movimientos de Gorbachov y observar el paisaje cambiante del antiguo telón de acero. 
También tuvo a sueldo a un grupo de espías que siguió de cerca a los principales filósofos franceses y analizó su actividad intelectual. Su objetivo consistía en evaluar las posibles consecuencias de su corpus teórico respecto a la percepción de Estados Unidos en el viejo continente.
 Un informe firmado en diciembre de 1985, desclasificado en 2011 y desenterrado ahora por la revista Los Angeles Review of Books, revela que la CIA dedicó medios y personal a estudiar la obra de autores como Michel Foucault, Roland Barthes, Louis Althusser o Jacques Lacan, entre otros nombres de la corriente posestructuralista.

Este informe de 20 páginas, titulado Francia: defección de los intelectuales izquierdistas, sostenía que los citados autores habían terminado por “repensar y rechazar el pensamiento marxista”. 
Según la oficina parisiense de la CIA, se abría así una nueva etapa marcada por “un espíritu de antisovietismo”, lo que podía favorecer una mejor acogida de la política exterior de Ronald Reagan en territorio francés.
 “Aunque las políticas estadounidenses nunca son inmunes a la crítica en Francia, está claro que es la Unión Soviética la que está a la defensiva.
 La notable frialdad del presidente Mitterrand respecto a Moscú deriva, en parte, de esta extendida actitud”, reza el informe. 
Para demostrarlo, la CIA se apoyaba en un sondeo de 1985, que demostraba que solo el 27% de los franceses tenía una opinión desfavorable de Estados Unidos. 
Tres años atrás, los críticos sumaban el 51%.




André Glucksmann (izquierda) y Jean-Paul Sartre, en el Palacio del Elíseo en junio de 1979.
André Glucksmann (izquierda) y Jean-Paul Sartre, en el Palacio del Elíseo en junio de 1979. AFP
Los autores del estudio recuerdan que, hasta el primer tercio del siglo pasado, existió un equilibrio ideológico entre los intelectuales franceses.
 Apuntan que hubo un Tocqueville por cada Jaurès. 
Es decir, un conservador ilustrado por cada izquierdista empecinado.
 “Esa paridad se evaporó durante la guerra”, lamenta el informe. El conservadurismo francés quedó vinculado a Vichy.
 Y la izquierda, en cambio, a la lucha contra el fascismo, lo que explicaría, según la CIA, su atractivo entre los intelectuales.
Sin embargo, la agencia considera que, a partir de Mayo de 68, se produce un cambio de paradigma.
 De entrada, a través de la emergencia de los llamados Nuevos Filósofos, como André Glucksmann y Bernard-Henri Lévy, una nueva generación desencantada con la aventura marxista que deja de hacer la vista gorda respecto a su deriva totalitaria y adopta posturas menos críticas con Estados Unidos.
 “Han compensado su prosa abstrusa convirtiéndose en personajes mediáticos que defienden sus opiniones en programas de radio y televisión largos e intelectualizados, que los franceses veneran”, reza el informe.
No es secreto que la CIA tenía a la cultura en muy alta estima, al considerarla un instrumento ideológico fundamental. Por ejemplo, mantenía estrechos vínculos con el Congreso para la Libertad de la Cultura, con sede en París y delegaciones en 35 países, que promovía libros, exposiciones y conciertos para difundir el anticomunismo en Europa y Latinoamérica.
 Por otra parte, la prestigiosa revista literaria The Paris Review fue fundada en 1953 como tapadera a las actividades como espía de su director, Peter Matthiessen, según confesó antes de su muerte en 2014. 
Para la CIA, la capital francesa constituía, en ese sentido, un punto estratégico. “Los intelectuales importan en Francia, probablemente más que en la mayoría de democracias occidentales. Tradicionalmente han jugado un papel clave para defender las políticas de distintos partidos”, apunta el informe.
  Es decir, Sartre, Derrida o Althusser, “la última camarilla de sabios comunistas, ahora bajo el fuego implacable de sus antiguos protegidos”.
 El informe, de un incorregible optimismo, celebra la emergencia de pensadores neutrales o incluso de derechas.
 Pero no cae en la cuenta de que, mientras las teorías de Barthes y Foucault se extinguían en Francia, también se empezaban a infiltrar en las universidades de EE UU. 
Bajo el nombre genérico de French Theory, inspiraron la emergencia de los estudios culturales y la llamada política identitaria, que propició la creación de los estudios de género o la atención académica a minorías como los afroamericanos. 
El canon tradicional de las humanidades quedó fracturado para siempre.
 “Los intelectuales conservadores se quejaron, a principios de los noventa, de que se enseñara el nihilismo francés a sus hijos en los campus”, apunta François Cusset, profesor de Civilización estadounidense en la Universidad de Nanterre, en un artículo dedicado al informe en Le Monde.
El novelista Laurent Binet, que publicó recientemente La séptima función del lenguaje (Seix Barral), donde ponía en escena a esa generación de filósofos en torno al asesinato (ficticio) de Barthes, se admira ante la importancia que la CIA otorgaba a esos pensadores.
 “Resulta halagadora la influencia que les suponía.
 También es halagador para los franceses, a los que la agencia ve como lectores asiduos de Foucault y compañía, lo que me parece un poco exagerado”, afirma el escritor. 
“Y, por último, es halagador para la propia CIA.
 Ignoraba que en su interior hubiera especialistas capaces de leer y entender sus ideas y debates.
 En el fondo, es tan divertido como revelador. 
Si la CIA se toma en serio el mundo de las ideas, será que el mundo de las ideas todavía no ha muerto”. 
(Quizás por eso quitan la asignatura de Filosofía de los actuales planes de estudios) Leer, estudiar, debatir, reflexionar, contradecir....que peligroso es para esos espias anafalbetos.

 

¿Quién decidirá por mí cuando yo no pueda hacerlo.........Ana Lorite

Los españoles cuentan con figuras jurídicas ante la incapacitación que les permiten designar un tutor que vele por sus intereses.

Una especialista ayuda a caminar a un enfermo de alzheimer en el centro CRE de Salamanca.
Una especialista ayuda a caminar a un enfermo de alzheimer en el centro CRE de Salamanca.
¿Qué ocurre si perdemos nuestra capacidad para expresarnos o nuestro juicio se ve afectado?
 Que nos podemos ver abocados a la incapacitación que, según los expertos, es “la muerte civil” del ciudadano.
 ¿Quién decide entonces por nosotros?

 Con el incremento de la esperanza de vida y el desarrollo de las demencias asociadas a la edad, cada vez son más los españoles que, conscientes de una posible futura incapacidad, deciden nombrar, mientras pueden expresar su voluntad, a una persona de confianza que pueda velar por sus intereses personales o patrimoniales.

 Los mecanismos legales que permiten dar instrucciones hoy de lo que queremos para el futuro son el poder preventivo y la autotutela. 

Ambos son documentos públicos notariales que cuestan alrededor de 50 euros.

 El primero permite a una persona elegir a otra para que represente sus intereses en caso de que pierda la capacidad para manifestar su voluntad.

 El segundo incluye, además, la designación de un tutor.

J uan, de 40 años, acudió a una notaría por un asunto de su empresa y descubrió que existían ambas figuras jurídicas de protección. 

A su madre le acababan de diagnosticar alzhéimer y sabía que el proceso de toma de decisiones iba a resultarle complicado si no lo solucionaba mientras su madre era todavía capaz de hacerlo.

 Lo habló con ella, le explicó la situación y acudieron a asesorarse con un notario de todo lo que representaba dar ese paso.

 Juan es hoy legalmente su apoderado y tutor.

 

En los últimos diez años en España, las autotutelas se han triplicado y los poderes preventivos se han multiplicado por doce, como revela un estudio presentado por el Consejo General del Notariado. Sin embargo, estas figuras legales no son ampliamente conocidas, según ha podido comprobar este periódico tras realizar varias entrevistas a personas de distinta edad, sexo y condición.

Más sensibilidad ante la autoprotección

El informe realizado por el Consejo General del Notariado concluye que si en 2007 fueron poco más de 400 las personas que decidieron hacer un poder preventivo, en 2016 esta cifra ha crecido en más de un mil por ciento (5.602 personas).
 En ese mismo periodo, la autotutela casi ha triplicado sus cifras: de las 1.310 realizadas en 2007 se ha llegado a las 3.299 del año pasado.
En Cataluña, la penetración de ambas figuras legales es muy destacada y arroja datos de aproximadamente el 50% del total del Estado, según dicho informe. 
Uno de motivos fundamentales es que dicha comunidad introdujo por primera vez en España la autotutela en 1991.
Dichos mecanismos de autoprotección no solo se utilizan en situaciones de enfermedades asociadas a la edad, sino también en previsión de una dolencia grave o un accidente.
 Y por supuesto, y en esto incide mucho la notaria Almudena Castro-Girona, en el caso de padres con hijos discapacitados que quieren velar por el futuro de sus vástagos cuando ellos desaparezcan.
 La notaria, que también dirige la fundación Aequitas del Consejo General del Notariado para abordar temas de vulnerabilidad y preside la Comisión de Derechos Humanos de la Unión Internacional del Notariado, habla de la labor social de los notarios: “Trabajamos para unir a la sociedad y a los operadores jurídicos”.

Estas figuras legales permiten hacer lo que la experta denomina un “un traje a medida”: decidir dónde quieres vivir, quién quieres que se ocupe de tus asuntos, o en casos de niños discapacitados qué les apetece comer, a qué les gusta jugar, o cómo se comunican.
 José Ángel Martínez Sanchiz, presidente del Consejo General del Notariado, califica de muy positivo contar con el asesoramiento imparcial y gratuito de un notario, especialmente en situaciones donde es esencial que las personas que van a protegerse de cara al futuro conozcan las posibilidades que ofrece la ley. 
“Somos modistos”, dice Castro-Girona: “La tela es la vida de las personas, el hilo son las leyes y nosotros cosemos ambas cosas”.
La diferencia fundamental entre poder preventivo y autotutela es que el primero se aplica inmediatamente: su eficacia comienza en el mismo momento de la discapacidad del afectado, corroborada por un facultativo experto en medicina legal, de modo que todos sus asuntos personales o patrimoniales pueden seguir funcionando con normalidad y no es necesario llegar a la incapacitación judicial, que llevaría varios meses hasta su declaración.
 Fue lo que le ocurrió a Manuel, cuya madre estuvo seis meses ingresada en una residencia de una forma “un tanto alegal” hasta que salió la sentencia judicial de incapacitación de la mujer, gravemente enferma de alzhéimer
. En la autotutela, el que ha sido designado tutor necesitará siempre autorización judicial para realizar actos que afecten al patrimonio del declarado incapaz pero, sin embargo, puede tomar decisiones en el ámbito personal o familiar, como establecer la vivienda habitual de la persona a quien represente o decidir su ingreso en una residencia.
 Por eso Martínez Sanchiz afirma que muchas veces se suelen otorgar simultáneamente ambas escrituras.

“Hay quien vive la incapacitación de sus padres como una traición”, sostiene Castro-Girona.
 Y también quien pretende utilizarla porque no le gusta el modo de vida de sus progenitores (los casos más sonados fueron los de Di Stefano y la duquesa de Alba).
 La experta afirma que se trata de hacer “justicia preventiva” y tira de hemeroteca para explicar casos como el de algún anciano que llega a su notaría con la directora de la residencia, o un hijo o un sobrino para dejarles el piso en herencia porque si no, o lo echan o lo abandonan.
 “No somos meros testigos, no es hacer un corta y pega en un documento, tratamos de tú a tú con la persona”. 
Y concluye: “Se trata de evitar, sobre todo, la judicialización de la vida”.

El ‘pack’ preventivo ante la discapacidad

La Ley de protección patrimonial de personas con discapacidad, de 2003, dice que cualquier persona con la capacidad de obrar suficiente, en previsión de ser incapacitada en el futuro, podrá en documento público notarial adoptar cualquier disposición relativa a su propia persona o bienes, incluida la designación de un tutor.
El notario, como funcionario público que ejerce por delegación del Estado, dará fe de que el interesado está en plena posesión de sus facultades mentales y que es su deseo otorgar la escritura pública de autotutela y/o poder preventivo. 
Además de controlar que el documento se ajuste a la legalidad vigente, con su asesoramiento y control se pueden evitar engaños o fraudes, como que una persona obligue a otra a firmar un documento en el que le designe tutor o apoderado o que, incluso, falsifique su firma.
Estos documentos redactados y/o autorizados por un notario adquieren la entidad de documentos públicos, a los que la ley reconoce veracidad, firmeza y fuerza probatoria.
 Una vez firmada la escritura, se envía una copia electrónica al Registro Civil.
 Cuando comienza el procedimiento de incapacitación, el juez consultará con el Registro para saber si esa persona ha otorgado una escritura de autotutela y/o poder preventivo.
Mientras que el afectado conserve sus facultades, dichos documentos se pueden cambiar o revocar.
Almudena Castro-Girona habla del pack preventivo ante la incapacitación que incluye, además de los mencionados poderes, las voluntades médicas anticipadas.

La decisión de Cristina Cifuentes.....................J.avier Casqueiro

El relevo del director general del Canal de Isabel II fue determinante para destapar operaciones en paraísos fiscales de anteriores responsables y conexiones mediáticas.

FOTO: Cristina Cifuentes, el pasado jueves. / VÍDEO: Declaraciones de Cifuentes sobre la Operación Lezo en el XVI Congreso del PP de Madrid.
Una operaria levantó el miércoles pasado las alfombras de los pasillos que dan al despacho de Presidencia de la Comunidad de Madrid, que entre 2012 y 2015 perteneció a Ignacio González. Cristina Cifuentes, su excompañera y sucesora en el cargo, supo apreciar el patente contenido metafórico de esa operación de limpieza. 
 La semana ha sido dura y dolorosa para el PP —otra más—, como explicó la propia Cifuentes en su discurso ante la ejecutiva regional reunida el jueves con urgencia para tratar de exorcizar los demonios internos.
El partido vive en estado de shock permanente: el propio González, expresidente regional, duerme en prisión con parte de su familia; dimite definitivamente la exlideresa Esperanza Aguirre
se suceden los episodios de corrupción y proliferan ahora quienes lo intuían o sabían todo.
 Pero la decisión determinante e inusual en política de denunciar ante la Fiscalía las maniobras oscuras de González y su entorno en el poderoso Canal de Isabel II correspondió a Cifuentes, lo que descubrió una guerra larvada con el más importante grupo mediático conservador en España y recelos en los dirigentes más acomplejados del PP.
 
La actual presidenta regional, que ha admitido recientemente que en ocasiones se hace "la rubia" en reuniones con hombres para arañar más cosas en las negociaciones, tomó posesión de ese despacho en la Puerta del Sol de Madrid un sábado 27 de junio de 2015. 
Al acto acudió, no por casualidad, Mariano Rajoy y seis ministros de su Gobierno. 
El presidente destacó entonces: "Lo que ocurra en Madrid es muy importante para España".

Auditoría de la Comunidad

Apenas un mes más tarde se constituía en la Asamblea de Madrid una comisión de estudios y de auditoría sobre el endeudamiento y la gestión pública en la Comunidad en los años del PP.
 La comisión empezó sus trabajos indagando sobre la faraónica y muerta Ciudad de la Justicia y, a comienzos de 2016, abordó el agujero negro del Canal de Isabel II, la empresa pública más potente de la administración regional (casi 1.000 millones de presupuesto en 2017).
 En sus primeras comparecencias fueron citados el consejero de Presidencia y nuevo presidente del organismo, Ángel Garrido, ahora mucho más que la mano derecha de Cifuentes; el exgerente Adrián Martín; y la exdirectora financiera de la entidad desde 2007, Fernanda Richmond, entre otros directivos y trabajadores del ente.

Como conclusión de esas primeras informaciones genéricas sobre el Canal y sus filiales en Latinoamérica, muchas veces bloqueadas por esos exdirectivos, Cifuentes decidió exigir la destitución de Martín y buscó, con ayuda de cazatalentos, un nuevo director general para esa macroempresa.
 El contrato, en mayo de 2016, fue para Rafael Prieto, un gestor de multinacionales, de 53 años, con experiencia en compañías como PSA-Peugeot.
Dos meses después, en julio de 2016, ya con el control político y administrativo del Canal, Prieto constató varias operaciones irregulares que le llevaron a trasladar un auténtico dilema a Cifuentes.
 La nueva presidenta madrileña lo sopesó todo y comunicó la única solución que había encontrado al presidente del PP, Mariano Rajoy, y a Dolores de Cospedal, la secretaria general y su gran baluarte en la cúpula popular.
 Les informó de que no tenía más remedio que entregar esa documentación sobre actuaciones sospechosas del Canal a la Fiscalía Anticorrupción.

Diputados regionales del PSOE y de Podemos también habían comenzado a preguntar e investigar por su cuenta sobre la sorprendente expansión latinoamericana del Canal y tramitaron su propia denuncia ocho meses más tarde.
 Las llamadas de atención que alertaron entonces a los nuevos responsables del Canal se produjeron al seguir el rastro de varias operaciones que acababan con oscuros pagos en Suiza y en sociedades off shore, que son las empresas radicadas en paraísos fiscales que se utilizan sin ninguna actividad económica reconocida.
La compra en 2013 por 21,4 millones de euros de Emissao, una compañía brasileña de gestión de aguas, fue el detonante de todo. El Canal la adquirió por medio de su filial en Colombia, Inassa, y un año después esa sociedad valía solo 5,4 millones.
Edmundo Rodríguez Sobrino, consejero de Audiovisual Española 2000, editora de La Razón, presidía en esa época Inassa y era el hombre de confianza de González en el Canal.
 La cercanía entre Rodríguez Sobrino y González se evidenció en aquel viaje que ambos hicieron a Cartagena de Indias en 2008, en el que fueron espiados y grabados con unas sospechosas bolsas de plástico en las que, según dijeron, llevaban toallas.

Conmoción

La conmoción en el PP por la detención de González y su banda de amigos fue total, pero no hubo sorpresa. 
Cifuentes se apuntó rápidamente el tanto de que había facilitado al máximo la colaboración con la justicia. Rompía con otras imágenes del pasado en su partido.
 La oposición subrayó que no le quedaba otra.
El juez tomó declaración por escrito a Cifuentes y convocó en la Audiencia Nacional a la ahora jefa de gabinete de la presidenta regional, Marisa González Casado, periodista con casi 30 años de experiencia.
 Las 17 grabaciones con más de una hora de duración que Velasco mostró a Marisa González abrieron un flanco inquietante en la investigación. 
El juez citó de inmediato al presidente de La Razón, Mauricio Casals, y al televisivo director del mismo diario, Francisco Marhuenda, por un presunto delito de coacciones a Cifuentes y su equipo.
En algunas transcripciones del sumario secreto se escucha a Marhuenda contar a Rodríguez Sobrino su versión de una charla que mantuvo con Cifuentes a mediados de 2016:
 "Le hemos dicho que eres un soldado nuestro, que eres intocable para nosotros y ella por las malas tiene mucho que perder. En una guerra no puede ganar".
 Casals conmina a Marhuenda en otra conversación a que deje claro a Cifuentes que esa "guerra" no sería solo de La Razón y que implicaría a otros medios del grupo como Antena 3, La Sexta y Onda Cero.

Marhuenda se permitió, en alguna de esas intervenciones, insultar a la jefa de gabinete y a Cifuentes y, tras declarar ante el juez, precisó que "nunca, nunca" había pretendido presión alguna. 
Sus insultos no provocaron una catarata de reacciones ni de asociaciones de prensa ni de otras dirigentes políticas o feministas.
El juez preguntó a las afectadas si consideraban una presión señalar un día en la sección del periódico Sube y baja al consejero Garrido por una mala gestión o un editorial muy contrario a la recién impulsada ley regional integral contra la violencia de género. Cifuentes y González Casado asumieron esas críticas normales en su trabajo. 
El magistrado no fue más profundo sobre los intereses de esos directivos en otros aspectos o negocios, según fuentes de la investigación, y les desimputó.
Una de las presiones más insistentes que ha sufrido el equipo de Cifuentes en este tiempo fue la reclamación de que la presidenta regional debía recibir en su despacho oficial a Rodríguez Sobrino, que estaba muy inquieto por la posible documentación que pudiera facilitarse al juez desde la Comunidad sobre su etapa en el Canal. Ese encuentro nunca se concedió.

El PP ha querido mostrar su apoyo a Cifuentes en este caso, sobre todo en público a través de los denominados jóvenes vicesecretarios nacionales y otros portavoces. 
Aguirre y González estaban ya de retirada en la política, se habían generado muchos enemigos y se consideran fácilmente amortizables.
 Desde la cúpula del PP se comprende que Cifuentes tenía escasa capacidad de maniobra ante la imparable deriva judicial del caso pero destacan que ahora debe manejar y resolver ella "la guerra y el lío mediático que se avecina" con un grupo como Atresmedia tan importante para el partido conservador.
Ni Rajoy, de viaje, ni Cospedal, con antiguas relaciones muy estrechas con Aguirre y González, ni la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, se han explayado sobre este conflictivo caso. Marhuenda fue durante años jefe de gabinete y colaborador estrecho de Rajoy y Casals, al que los medios etiquetan como El príncipe de las tinieblas del Grupo Planeta en Madrid. Casals desayuna frecuentemente en el hotel Ritz con Santamaría.
Cifuentes, que ha asentado su proyección política con constantes apariciones en televisiones, no quiere perpetuar ni desarrollar este conflicto con ese grupo de comunicación y se propone preservar sus buenas relaciones con Antena 3, La Sexta y Onda Cero.

La Operación Lezo ha tocado así de lleno al PP y a Cifuentes en un momento que parecía, en teoría, de su máximo esplendor.

 A sus 52 años se encontraba al fin en posición de gestionar una de las administraciones con más poder y presupuesto de España (18.538 millones de euros). 

 Después de haber asumido el mes pasado el mando también en la presidencia del PP de Madrid se había convertido con el gallego Alberto Núñez Feijóo en uno de los valores seguros para el futuro de su partido.