Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

28 abr 2017

Micromachismos. Cómo nos explican las cosas los hombres

María R. Sahuquillo
Paula Laborda: estudiante de filología hispánica.
 / “Cuando hablas con otras mujeres y compartes tus reflexiones te das cuenta de que no estás sola, de que todas estamos expuestas al machismo. 
No son asuntos personales, son políticos”, dice Laborda, de 19 años, que milita en el Bloque Feminista. / Ramón Palacios-Pelletier
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Interrupciones en las reuniones de trabajo, “olvido” de méritos y propuestas, invisibilidad en conferencias, infantilización. 
Actitudes sutiles catalogadas como neomachismo o micromachismos muestran que la discriminación persiste. 


CUENTA CONSUELO CASTILLA que a principios de los años ochenta, cuando lanzó su empresa de recursos humanos, llegaba un momento en que los directivos de las compañías con los que se reunía sacudían la cabeza y le preguntaban: “Muy bien, buenas propuestas, pero ¿dónde está tu jefe?”.
 Aquello, dice con una pequeña sonrisa, la marcó. “Es una frase que escuchaba a menudo”, recuerda.
 “Casi no había empresas lideradas por mujeres en España y ellos no podían entender que yo fuera la persona más importante de la mía”.
 Hoy, Castilla, de 62 años, es socia y presidenta del grupo AdQualis, que rastrea profesionales con talento para puestos de dirección.
 Su larga trayectoria como headhunter le ha permitido ver la evolución de la presencia femenina en el mercado laboral.
 Y el machismo, reconoce, no se ha evaporado.
“Antes era común que las compañías me dijeran: ‘No te enfades, pero no me presentes candidatas, preferimos a un hombre para ese puesto’. 
Pese a ello, yo siempre las incluía, aunque para que las contrataran tuvieran que ser el doble de buenas.
 Eso ya casi no sucede, ahora las empresas buscan talento sin importar el género. 
Sin embargo, sigue habiendo casos de machismo aunque ahora este sea más disimulado”, señala Castilla en uno de los despachos que su firma, radicada en Barcelona, tiene en Madrid. 
Casos como tener dos candidatos, un hombre y una mujer, y no querer promocionarla a ella pese a tener más preparación; como relegar a puestos de menor responsabilidad a una directiva que ha sido madre.
 “Todo con argumentos como que la mujer tiene los niños, que no podrá viajar tanto…”, lamenta. 
“Excusas, como se suele decir, de mal pagador”.

“Estos sesgos inconscientes y cotidianos perpetúan los estereotipos”, dice la científica López Sancho
El machismo, como el racismo, ha ido mutando.
 En el mundo occidental y desarrollado ya no es usual ese sexismo a voces que predicaba que las mujeres valen menos.
 Eso está mal visto. Hoy consiste en algo más soterrado, más sutil. “Los espacios de trabajo donde solo hay hombres ya son una excepción, o esa escena del franquismo en la que el hombre llegaba a casa y su esposa le ponía un coñac”, señala Laura Nuño, directora de la cátedra de Género de la Universidad Rey Juan Carlos. 
“Pero los varones siguen manteniendo un espacio de privilegios que reproducen y perpetúan a través de lo que se está llamando neomachismo o micromachismos”. Micromachismos.
 Un término que el psicólogo argentino Luis Bonino empezó a utilizar en 1990 para describir un machismo “de baja intensidad”, “suave”, “cotidiano”. 
Un concepto para referirse a ese más oculto que se ha extendido, pero que disgusta tanto a Nuño como a otras muchas expertas, que sostienen que el término micro minimiza el problema.
 “A nadie se le ocurriría decir microrracismo, por ejemplo”, dice Nuño.
 “Es machismo, aunque, como estás constantemente expuesta a él en el proceso de socialización, lo naturalizas. 
Estamos en una cultura sexista, por eso es muy difícil que lo evidencies”.
Sin embargo, cualquier mujer que analice su día a día va a detectar esos detalles machistas, reflexiona la abogada Sara Marquina, empleada en una compañía financiera desde hace 15 años. 
“Yo me canso de ver paneles y conferencias en los que los ponentes son únicamente hombres porque no se han molestado en buscar a ninguna mujer a pesar del buen número de profesionales potentes que hay”, lamenta. 
“Y eso nos invisibiliza. La opinión de las mujeres se tiene menos en cuenta.
 He asistido a reuniones bochornosas en las que alguna de mis compañeras o yo hemos hecho alguna propuesta que ha sido ignorada y que, justo después, un hombre haya sugerido lo mismo y a él sí que se le haya escuchado. 
Me cansa también cuando un hombre te explica algo que no solo tú ya sabes, sino que probablemente manejes mejor que él.
 La última vez, ayer mismo, cuando un compañero quiso aclararme un asunto de seguros, algo que es mi especialidad y no la suya”, relata la abogada.
 
El colega de Marquina hizo un mansplaining, otro término anglosajón que se ha popularizado para describir esa situación en la que un varón explica algo a una mujer de una manera condescendiente o paternalista.
 Una palabra que puede sonar a parodia, pero que plasma –con mayor o menor acierto, aquí las opiniones de las expertas también difieren, porque algunas creen que puede minusvalorar el fenómeno– algo que es lamentablemente muy habitual.
“En una sesión en la que iba a intervenir me llamaron ‘la niña’. Tenía 50 años”, relata una científica
A Paula Laborda también le han hecho mansplaining unas cuantas veces.
 O, por mencionar otro comportamiento común, la han interrumpido cuando daba su opinión. 
“En las clases o en las asambleas, a las mujeres se nos escucha menos y a veces nos vemos obligadas a tener actitudes masculinizadas, como levantar la voz o pegar un puñetazo encima de la mesa para que se nos tome en cuenta”, dice.
 Esta estudiante de filología de 19 años, que empezó a militar en el Bloque Feminista Estudiantil cuando llegó de su Zaragoza natal a la Universidad Complutense de Madrid, señala que es frecuente que los hombres monopolicen las conversaciones y levanten la voz por encima de la de las mujeres.
 Y no es solo su percepción. Hay estudios (como uno de las universidades de Princeton y Brigham Young) que han constatado que no solo los hombres suelen hablar más en las reuniones, sino que en estos entornos a las mujeres se las interrumpe más; incluso, otras mujeres.
 Los datos constatan esa discriminación, resultado del machismo que aún pervive en la sociedad.
 Indicadores como la brecha salarial, por la que la mujer europea cobra un 16,5% menos, de media, por un trabajo de igual valor, según datos de Eurostat. 
Que ellas sufran más desempleo o que tengan trabajos de menor calidad.
 Que se sigan ocupando casi en exclusiva de las tareas domésticas y de los cuidados de la familia (en España dedican al día 2,5 horas más de media a las tareas del hogar, por ejemplo, según un estudio de Fedea).
 O el consabido techo de cristal que tanto está costando romper: solo un 17% de las consejeras de las grandes empresas españolas son mujeres, y solo el 3% de las consejeras delegadas (como acredita la misma fuente). 
 Cifras que rebaten de plano la forma de machismo más habitual hoy día: el negacionismo.
 “Consiste en negar la desigualdad con frases como ‘qué queréis si está todo conseguido’ o negar incluso la violencia de género”, abunda la profesora Nuño.
 Isabel Bernal Martínez, de 18 años, ha pasado varios meses investigando sobre los llamados micromachismos para una de sus asignaturas de 2º de bachillerato en el IES Infanta Elena en Jumilla (Murcia).
 Y ha reparado en ejemplos obvios de cosas que no cambian: desde la diferencia que hace la RAE entre “hombre público” (que tiene presencia e influjo en la vida social) y “mujer pública” (prostituta) hasta las divergencias entre los juguetes que se promocionan para niños y para niñas.
 “El machismo no solo es la violencia de género, que es como la cumbre, sino que está en el lenguaje, en los comportamientos, en las bromas”, relata.
 “Cosas que, como no son tan agresivas, no consideramos que puedan ser peligrosas, pero que sí lo son.
 Como cuando se les dice a los niños ‘los que se pelean se desean’, algo con lo que vas interiorizando que cuando un chico te tira del pelo o te insulta es porque te quiere
. O como cuando el lenguaje asocia lo relacionado con la mujer con lo malo y lo masculino con lo guay, como esto es un coñazo o es la polla”.


 

27 abr 2017

Lluis Llach, Atahualpa Yupanqui y el pensamiento de Mariano Rajoy



No esperas del autor de tantas letras gloriosas, sencillas y tiernas, un dicterio así, una amenaza.


Lluis Llach, en el Parlamento de Cataluña.
Lluis Llach, en el Parlamento de Cataluña.
Lluis Llach habla bajito, como los convencidos.
 Susurra sus convicciones, como si cantara al oído sus antiguas, y bellísimas, canciones. 
Cuando baja a la tierra, es decir, a su tierra, eleva el tono, o por lo menos lo pone a la altura de los titulares. 
Se van a enterar los que desobedezcan. No esperas del autor de tantas letras gloriosas, sencillas y tiernas, un dicterio así, una amenaza
 Los poetas cantantes suelen ser metafóricos y sutiles, como pompas de jabón.
 Pero Llach rompió a hablar y tembló el misterio, su misterio. Lo puso al descubierto. Un spoiler, como Santi Vila.
Más distante, en el espacio, habló otro personaje que no se caracteriza por los periodos largos: Mariano Rajoy, el presidente del Gobierno, se atasca en las frases, las dice a la mitad o termina susurrándolas, en medio de un gallo; Dios no lo llamó por los caminos de la ópera, porque es incapaz de sostener un do.
 Pero ahí está, de presidente del Gobierno, tan lejos de la ópera como de Ortega y Gasset, viajando ahora, además, a tierras entrañables pero extrañas donde no deben estar acostumbrados a identificar su pensamiento político con lo que ocurre en la realidad. Es, como pensador político, alguien por estrenar.
 Por decirlo en términos académicos, no ha hecho aún el ingreso en esa asignatura: hasta el momento, por lo que se ve, ha estado estudiando la organización de los partidos.
 Y en este apartado ha sacado, de momento, un sobresaliente en Triquiñuela y un suspenso en Transparencia. 

Ahora ha añadido a la Antología Breve de Mi Pensamiento Político, obra verdaderamente inédita, esa frase magnífica que parece resumir la Ley del Talión por otros medios.
 La dijo: "Aquí quien la hace la paga"
 En las series inglesas y norteamericanas (España ha seguido esa mala costumbre) se pone risa enlatada cada vez que alguien dice algo que los realizadores consideran que tiene que hacer gracia. Creo que no ha hecho gracia: ha dado que pensar.
 Y no porque sea un pensamiento, la verdad.

En realidad, Rajoy ha querido seguir la Unidad de Pensamiento de Atahualpa Yupanqui, ilustre antecesor argentino de Lluis Llach, entre otros.
 El maestro Yupanqui, que vivió en España los años de su relativo oscurecimiento, iba al cine, caminaba por las calles, rasgueaba su guitarra triste y se juntaba en el Café Gijón con sus devotos.
 La anécdota la cuenta Manuel Vicent, de modo que debe ser verdad, porque ocurrió en su vecindario.
 Aquellos devotos se pasaban el día y la noche esperando que el maestro dijera algo, cualquier cosa, una jaculatoria, algo que pudiera ser tan hermoso o definitivo como Los ejes de mi carreta. Hasta que alguno de aquellos fans de Atahualpa contó un suceso que a él le abrió los ojos.
 Así que Atahualpa hizo ademán de hablar. Y ante la expectación general dijo esto exactamente:
—Eso demuestra que aquí quien la hace la paga.
Es curioso rastrear, pues, en la Antología Entre Silencios de Atahualpa Yupanqui la voluntariosa decisión del presidente del Gobierno de adornarse con acertijos similares.
 Los tópicos sirven, en la conversación, para no ir más allá.
 Por eso Rajoy los dice para no ir más allá. 
Cuando apruebe Pensamiento nos tendrá al tanto de que hay más allá de lo que le copió a Atahualpa.
 Pues en este país quien la hace él mismo dice que la paga. 
Y a ver cómo le pone música Lluis Llach a todas estas espinas que reclaman obediencia o castigo.

 

El Rey alaba el talento e ingenio de Antonio Banderas......... Miquel Alberola

Felipe VI entrega al actor el galardón Camino Real por tender puentes entre España y Norteamérica.

Antonio Banderas y, a la derecha, el rey Felipe, esta mañana en Alcalá de Henares.

El Rey ha resaltado los vínculos entre España y Norteamérica en la entrega del Premio Camino Real, del Instituto Franklin, personificados este miércoles en el actor malagueño Antonio Banderas, que ha sido distinguido con el galardón en su cuarta edición por ser “una de las figuras españolas más destacadas en el panorama artístico norteamericano” y “un referente de los valores españoles, que ha conservado con celo el legado cultural español y permanecido siempre fiel a sus orígenes”, según el acta del jurado.
En el acto, celebrado en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares y al que han acudido los embajadores de México y Canadá y el consejero cultural de Estados Unidos, Felipe VI ha definido a Banderas como “uno de los españoles más polifacéticos” y “un claro ejemplo de talento, ingenio y versatilidad” que España es capaz de dar.
 “Todo lo ha hecho de forma sencilla y cercana”, ha señalado. “Ya formas parte de la larga historia de unión entre España y Norteamérica, y eres, además, un referente y un modelo de superación personal y profesional”, ha añadido. 

En su discurso, el rey Felipe ha evocado la relación de los españoles con Estados Unidos, con hitos como la fundación de San Agustín, la primera ciudad que se estableció en EE UU, o su presencia en la independencia del país con la intervención de Bernardo de Gálvez. 
Un nexo que ha reforzado el intérprete, de 56 años, con su trabajo y su compromiso personal.
 
Antonio Banderas recibe el premio Camino Real demanos de Felipe VI. ampliar foto
Antonio Banderas recibe el premio Camino Real demanos de Felipe VI. AFP
La distinción tiene como objetivo reconocer a los españoles que con su trabajo y actitud proyectan y potencian la imagen de España en Estados Unidos.
 El galardón pretende asimismo ser un reconocimiento implícito de la importancia histórica de España en Norteamérica.
 Los anteriores premiados fueron el cantante Plácido Domingo, el cardiólogo Valentín Fuster y el deportista Pau Gasol.
En su intervención, Banderas, que ha acudido a la ceremonia con su pareja, Nicole Kimpel, ha realizado un desdoblamiento equidistante entre José Antonio Domínguez, su nombre, y Antonio Banderas, su marca artística.
 Uno fue creación del otro, pero entre ambos, ha dicho, hay diferencias: uno pertenece a una familia normal y el otro, el “individuo virtual”, tiene “cientos y cientos de tíos, primos y sobrinos”.
 Uno era anónimo y el otro es perseguido por un rumor, su “propio nombre suspirado” dos o tres metros a su espalda.
 “Lo que se pierde José Antonio Domínguez lo ganó Banderas, y viceversa”, ha precisado.
 Ese juego ha motivado al Rey a que cerrara su parlamento siguiendo su estela: 
“Me alegro de que hayáis venido los dos. José Antonio Domínguez, también”.

Banderas ha agradecido el reconocimiento y ha descrito a España, "a pesar de la que ha caído", como “sinónimo de oportunidad y de empleo”, como un soñado espacio de libertad. “Banderas compartirá parte de su premio con su otro yo, porque este hizo algo muy importante: no olvidó de dónde vino. No olvidó su tierra, ni su aire, ni su cielo, ni su mar.

 Y en no olvidar reside parte de su esfuerzo diario por ser coherente”, ha manifestado el malagueño. 


Pepe Navarro: “Con Ivonne Reyes tenía una relación paternofilial......” Mábel Galaz


Mi casa es la tuya Pepe Navarro
El presentador Pepe Navarro. GTRES

El presentador ha asegurado que nunca le preguntó a la modelo quién era el padre de su hijo y ha admitido su error de no hacerse la prueba de ADN.

Pocas veces una paternidad ha sido motivo de tanta atención mediática durante tanto tiempo.

 La cuestión debe generar gran expectación ya que Telecinco, especialista en cuestiones que tienen que ver con el mundo de los famosos, no ha dudado en dedicar su última entrega de Mi casa es la tuya a dar la palabra a Pepe Navarro para que desmienta que es el padre del hijo de Ivonne Reyes.

 Si el programa de Bertín Orbone es largo —cerca de dos horas y media— más de la mitad se fue en dejar al periodista que explicara lo que no ha querido contar en los nueve años que lleva esta historia en los medios de comunicación.

 Y es que hasta anoche, Navarro no dio su versión de los hechos.

 "Con Ivonne tenía una relación paternofilial", aseguró. "Cuando me dijo que estaba embarazada le pregunté si pensaba tener el bebé. 

Nunca le pregunté quién era el padre. Yo sabía que no lo era". 

El periodista indicó que ambos tuvieron una relación "intermitente y esporádica" durante algún tiempo, pero que esta había acabado cuando Ivonne Reyes se quedó embarazada.

 Eso sí, desveló que tuvo una idea para rentabilizar su estado: propuso a Antena 3 hacer un programa en el que ella iría contando sus experiencias durante la gestación, según asegura Navarro.

También arremetió contra la modelo cuando aseguró que ella no era "la madre coraje" que pretendía dar a entender y habló sobre la exclusiva que vendió sobre el embarazo y afirmó que Reyes mantiene una campaña desde hace años contra él para desprestigiarle.

 En ese momento del programa, aparecieron en vídeo las dos madres de sus otros hijos.

 El presentador y su familia aseguraron ser víctimas de un ataque sin fin por parte de Reyes. 


Ivonne Reyes.
Ivonne Reyes. GTRES
Bertín Osborne no actuó como figura imparcial, apoyó a su anfitrión.
 Pepe Navarro recibió al cantante en su espectacular casa de Ibiza, pero lo hizo antes de que el Supremo desestimara un recurso utilizando una prueba de ADN de muestras recogidas por un detective privado contratado por la familia Navarro para negar que el hijo de la artista venezolana fuese su hermano.
 Por eso, el programa se vio obligado a poner un rótulo aclarando que la grabación era anterior a la sentencia.
La Sala Primera del Tribunal Supremo, en un auto del que ha sido ponente Francisco Javier Orduña Moreno, rechazó la demanda interpuesta por la hija mayor de Navarro, Andrea, que pretendía revisar la sentencia firme dictada el 2 de febrero de 2012 por la Audiencia Provincial de Madrid -Sección 22ª- en virtud de la cual se declaró que Pepe Navarro era padre biológico de un menor cuya madre era la entonces demandante Ivonne Reyes.
"El mayor error que cometí fue no querer hacerme la prueba de paternidad", admitió Pepe Navarro quien aseguró estar dispuesto a seguir luchando. 
"No tengo nada en contra de ella que no sea el daño que le está haciendo a mi familia. 
 Quiero solucionar esto y punto, me equivoqué en un momento determinado de mi vida, no queriendo hacerme la prueba". 
No parece que la cosa vaya a quedar así. Ivonne Reyes se prepara para responder. 
Nueve años de culebrón parece que no han sido suficientes para zanjar este asunto, algo de lo que Telecinco debe alegrarse porque mejora sus audiencias.
El programa comenzó antes de derivar en el conflicto de la paternidad, con un repaso a la vida profesional de Pepe Navarro durante el cual dejó caer su deseo de volver a la televisión.