Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

22 abr 2017

‘Patria’, el incómodo espejo de Euskadi............... Borja Hermoso

La novela de Fernando Aramburu, con 150.000 ejemplares vendidos, provoca un impacto en el País Vasco post-ETA.

El escritor Fernando Aramburu, el pasado miércoles en Barcelona. JOAN SÁNCHEZ / EPV
Van faltando ya adjetivos y adverbios hiperbólicos para hablar de lo ocurrido con Patria, novelón de 642 páginas con el que el escritor Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959) entra como un cuchillo en la mantequilla en el universo de ETA: en el de los asesinos, en el de sus víctimas y en el del desolador contexto familiar de todos ellos.
 150.000 libros vendidos (un 20% en Euskadi, según la editorial Tusquets) y 12 ediciones enmarcan la evidencia de un éxito, el comercial, simbolizado en ese Reino de las Seis Cifras al que solo acceden los elegidos. 
Pero Patria ya es otra cosa, algo más que un libro.
 Puede que un espejo incómodo de la sociedad vasca tras años de cierta ruina moral ante los crímenes de la banda.

En los bares de San Sebastián, la ciudad del autor y el escenario de gran parte de la trama de su novela, se habla de Patria. 

 En las bibliotecas públicas apenas hay ejemplares disponibles ante la avalancha de peticiones.

 En sus chats del colegio, los padres y las madres discuten sobre Patria. Las principales librerías de la ciudad siguen vendiéndolo a velocidad de crucero. 

A la izquierda abertzale le cuesta admitirlo porque no puede ni ver a Aramburu, bestia maldita gracias a libros anteriores (Los peces de la amargura, Años lentos…) pero está leyendo Patria. En un momento histórico en el que la muerte de ETA ha permitido otra Euskadi, este libro ha venido a demostrar el poder que puede llegar a tener la literatura no solo como arma de placer sino también de reflexión, confesión y hasta redención.

Todo ha ocurrido mucho más rápido de lo que teníamos previsto. Está claro, la novela ha tocado fibras que nos han sorprendido a todos. Y el boca a oreja ahora mismo sigue corriendo sin parar”, explica un más que sorprendido Juan Cerezo, editor del libro para Tusquets, quien añade: “Yo creo, por las noticias que nos llegan de nuestra gente en el País Vasco, que el libro en Euskadi ha vencido todo tipo de prejuicios y posicionamientos previos. Aramburu creó unos personajes con los que el lector puede empatizar aunque en realidad esté en una posición inverosímil para poder hacerlo”.

“No tengo explicación”, confiesa el propio escritor. 
“Constato que Patria ha dejado de ser lo que pudiéramos llamar una obra literaria para convertirse en otra cosa. ¿Un fenómeno social? 
No estoy seguro.
 Intuyo que lo que cuenta mi libro ha tocado un nervio que estaba ahí, muy sensible, especialmente para la sociedad vasca… yo dudo que un lector vasco pueda hacer una lectura de mi libro similar a la que pueda hacer un lector de otra parte de España.
 Pero porque pienso que el lector vasco es capaz de entender aquí cosas entre líneas”.
 Fernando Aramburu lleva más de 30 años residiendo en Alemania. Tiene lo que se llama perspectiva y es consciente de su encaje en el panorama político-cultural vasco. 
Así lo cuenta: “Sé que no soy un hombre aceptado por el mundo radical, entre otras cosas porque me he postulado siempre – y a título personal, nunca desde un partido ni desde una plataforma- en favor de las víctimas del terrorismo.
 Esto me deja absolutamente frío. 
Yo hablo desde el abrazo, desde la compasión con los que sufrieron el acoso terrorista, pero he querido proyectar una mirada generosa sobre la historia reciente que hemos tenido los vascos y no he querido hacerlo con un solo ojo, sino que he metido en mi novela destinos cercanos a personajes de la izquierda abertzale
  Su misión, porque tiene una misión, y no es solo literaria, está clara: 
“Se trata de que las generaciones venideras sepan qué pasó y lo sepan a partir de algunas versiones literarias, cinematográficas, fotográficas o historiográficas que no justifiquen el terrorismo y que no blanqueen la historia. 
Si esto ocurre se habrá producido la derrota cultural de ETA. 
Y yo estoy comprometido con esta derrota”.
 El pensador, profesor y escritor donostiarra Fernando Savater –tres o cuatro guardaespaldas durante más de 10 años para poder andar por las calles de Donostia y seguir vivo, pero la pesadilla acabó- opone un matiz al impacto de la novela en el ámbito vasco:
 “Por las conversaciones que yo he tenido con amigos de allí, creo que es un libro-fenómeno, sí, pero más para la gente de fuera del País Vasco que para la del País Vasco
 La gente de allí, este tema nos lo sabemos de sobra, en cambio creo que la gente de fuera no podía imaginar que este tema del terrorismo era así”, asegura Savater, que reconoce estar ante “un tour de force desde el punto de vista literario, porque es a la vez un libro de apariencia sencilla y muy complejo”.
Aitor Gabilondo (San Sebastián, 1974) es el culpable de series de éxito como El Príncipe o Allí abajo.
  Será él quien se encargue de adaptar para la televisión la novela de Aramburu. 
Un empeño personal. “Para empezar, es la primera gran historia que se escribe después de que ETA deje de matar”, comenta Gabilondo, que explica así la que quizá sea para él principal virtud del relato: 
 “Aramburu aterriza su historia en personas digamos normales, a ras de suelo, lo cuenta todo desde un lado humano, él ha visto seres humanos donde hasta hace cinco años veíamos solo terroristas”.
De “catarsis” han calificado algunos el efecto extraliterario de un libro como Patria. Aitor Gabilondo es uno de ellos: “Cuando ETA estaba activa había un montón de dolores de los que no se podía hablar, los vascos estábamos atenazados porque vivíamos bajo una dictadura social. 
En ese sentido el relato de Patria resulta catártico, al menos para mí, porque muchas de las historias que se cuentan en ese libro yo las escuché a media voz en Donosti, en la carnicería de mis padres en el mercado de La Brecha. 
Al leer Patria me dije: ‘Ya era hora, por fin se puede hablar. Y te dan ganas de llorar, al menos a mí me dieron…”.
En su artículo del pasado domingo en EL PAÍS, El país de los callados, Mario Vargas Llosa se refería a la Euskadi que según él no se enfrentó a los violentos. 
“Pero mira, yo creo que ese país de los callados del que habla Aramburu y del que escribía Vargas Llosa en EL PAÍS en referencia al País Vasco de entonces evitó, creo yo, que por ejemplo un familiar de una víctima cogiera una escopeta, bajara al bar y matara a un tío de Herri Batasuna
 Esa especie de prudencia/cobardía muy característica nuestra evitó posiblemente, yo qué sé, una guerra civil”, argumenta Gabilondo.
Como no podía ser de otro modo, Patria no ha encontrado un consenso cerrado (“Es que yo no sé por qué un libro tiene que gustar a todo el mundo”, advierte Fernando Aramburu). 
Sentado delante de un café en un bar con vistas a La Concha, el escritor y editor donostiarra Inazio Mujika muestra su rechazo a las falsas piedras filosofales, aun reconociendo los méritos de Patria: “Para entender lo que ocurrió en Euskadi hay que leer muchas cosas.
 Está claro que Patria ha sido vendida como EL relato de lo que ocurrió, y evidentemente no lo es, como tampoco lo es por ejemplo Martutene, la novela de Ramón Saizarbitoria, que sin embargo es mucho más rica y cuenta muchas más cosas”.
 “También un libro como El eco de los disparos, de Edurne Portela, añade Mujika, “me parece un libro profundo, tan importante al menos como el de Aramburu”.

En su opinión, Patria es “una novela de tesis”. 
“El propio Aramburu ha hablado de su novela como ‘aportación a la derrota literaria de ETA’. 
Y a mí eso me parece funcionalizar la literatura, y la literatura es ante todo complejidad.
 Pero resulta que hoy, si alguien escribiera una novela con un terrorista como protagonista, le acusarían de estar apoyando a ETA”.
 Aunque tilda de “estereotipados” algunos personajes del libro, Mujika considera que Aramburu es “ante todo, un muy buen guionista, y parece lógico que ahora quieran hacer una serie. 
No me parece alta literatura pero una cosa tengo que reconocer: cogí la novela y no la podía soltar”.
Otro enfoque ofrece quien fuera director de diarios como El Correo y ABC, el periodista y escritor José Antonio Zarzalejos (Bilbao, 1954)
. “Todos los que hemos vivido en el País Vasco conocemos ese ambiente opresivo, tenso, cargado y gris que era el del miedo y el de la amenaza.
 Hasta ahora nadie había contado esto así a través de una novela. Aramburu demuestra que la ficción puede permear mucho más en el ánimo que el ensayo o el relato histórico.
 Esta novela marca un antes y un después, es un parteaguas. 
Supone la derrota literaria de ETA. Rompe ese esquema de relato que ETA quería para el posterrorismo”, explica el autor de Contra la secesión vasca.
  “La sociedad vasca en general, y la abertzale en particular”, prosigue, “está rompiendo todos los espejos. 
No quiere verse en ninguno.
 En cuanto ven un espejo, pedrada al espejo.
 Y entonces han tirado una pedrada al libro de Aramburu. ¿Por qué? Porque este libro construye un relato desde el punto de vista de las víctimas de ETA. El relato de Patria les viene fatal”.
 Hontza y Lagun son dos de las librerías más importantes de San Sebastián. La primera, de amplio e interesante fondo, está especializada en libros en euskera y en temática nacionalista.
 Uno de sus responsables, Ramón Tatiegi, habla así del impacto del libro de Fernando Aramburu en la calle: “La novela ha creado mucha expectativa: primero porque es buena literatura; y segundo, porque hay un verdadero interés de la gente por el tema literario del conflicto vasco, y aún más desde que ETA dejó de matar; es cierto que Patria ha roto fronteras, ha llevado ese tema del conflicto al gran público”.
 Pero Tatiegi matiza:
 “Desde hace ya algunos años se vienen publicando sobre todo en euskera, libros sobre el conflicto vasco. 
Hay autores como Bernardo Atxaga, Ramón Saizarbitoria, Harkaitz Cano, Kirmen Uribe, Jokin Muñoz y otros que se han interesado por la violencia y sus consecuencias. 
Pero no llegan a toda la gente a la que deberían llegar”.
Lagun sufrió durante lustros, en su antiguo emplazamiento de la Parte Vieja donostiarra, el acoso de los violentos con pintadas, rotura de cristales y amenazas de muerte. 
En 2001 sus dueños se mudaron al centro de la ciudad. Son Ignacio Latierro y María Teresa Castells, viuda del exdiputado socialista y exconsejero del Gobierno Vasco José Ramón Recalde, quien sobrevivió a un grave atentado de ETA en 2000. Latierro considera Patria como “un extraordinario fenómeno de difusión”.
 “Yo creo”, explica apoyado en una pila de libros en su librería de la calle Urdaneta, “que su publicación ha coincidido con un momento histórico concreto en el cual este libro provoca una catarsis en mucha gente en este país. 
Hay muchas maneras de reconocerse a través de Patria: hay quien se reconoce en el sufrimiento, hay quien lo hace en el silencio, o en la hipocresía, incluso hay quien se reconoce en la práctica de la violencia y de la intimidación. 
Creo que en gran medida para muchos vascos esta novela es un espejo”.



 

21 abr 2017

Carmena dice que Aguirre “no está en condiciones” de seguir en el Ayuntamiento

La alcaldesa de Madrid sostiene que la dirigente del PP "debe asumir sus responsabilidades".

Manuela Carmena con Esperanza Aguirre en el pleno de Madrid.
Manuela Carmena con Esperanza Aguirre en el pleno de Madrid.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, se ha sumado, aunque de forma velada, a las peticiones de los grupos políticos para que Esperanza Aguirre, líder de los populares en el Ayuntamiento, dé un paso atrás y no continúe al frente de su formación.
 "Para el Ayuntamiento de Madrid, creo que no es bueno que uno de nuestros concejales esté en esta situación", ha afirmado este viernes la regidora refiriéndose a la detención de Ignacio González, exvicepresidente y sucesor de Aguirre en la Comunidad de Madrid. "Una persona en su situación no está en las condiciones adecuadas de formar parte del Consistorio", ha sostenido Carmena.
Ignacio González sucedió a Aguirre como presidente de la Comunidad en 2012 y se mantuvo en el cargo hasta 2015.
 El pasado miércoles, una operación de la Guardia Civil le arrestó, junto a otros 11 sospechosos, por un supuesto caso de desvío de fondos en el Canal de Isabel II, organismo que presidió González mientras Aguirre lideraba el ejecutivo regional. 
 Tanto González como Francisco Granados, exdirigente del PP arrestado por otro caso de corrupción, eran los hombres más cercanos a Aguirre durante su época al frente de la Comunidad y del PP madrileño.

Por esta vinculación, Carmena, alcaldesa de la capital desde 2015, ha sostenido que la permanencia de Aguirre al mando del grupo municipal del PP "dificultaría" el debate interno al Consistorio. "Para el Ayuntamiento de Madrid estaría bien que no estuviera una persona en su situación", ha reiterado la regidora durante el Foro Mundial sobre las Violencias Urbanas que se celebra en Madrid. "Ella [Aguirre] debe reflexionar y ser consciente de que tiene que asumir responsabilidades políticas", ha agragado.
Carmena se suma así a la petición de los grupos municipales para que Cristina Cifuentes, presidenta del PP de Madrid, aparte a Aguirre del cargo.
 También el sindicato Comisiones Obreras ha exigido esta mañana al PP "depurar responsabilidades", obligando a Aguirre a dimitir por ser "la máxima responsable del estado de corrupción en el que ha vivido la Comunidad en los últimos años".
Fuentes municipales de los populares han subrayado que esta mañana el grupo se ha reunido para debatir los temas que irán al pleno de la próxima semana. 
Se ha tratado de una reunión "habitual", que tiene lugar todos los viernes, aunque no se descarta que se haya debatido sobre la situación particular de Aguirre.
Para desmentir las voces que apuntaban a una reunión extraordinaria que abordara el posible cese de la popular, el grupo del PP ha publicado un tuit con un vídeo en el que se puede ver a Aguirre junto a todo su grupo hablando de cuestiones municipales. "Como todas las semanas, con Esperanza Aguirre e Íñigo Henríquez de Luna y todos nuestros concejales para preparar el pleno ordinario del mes de abril", reza el mensaje.
 De Luna es el número dos del PP en el Ayuntamiento de Madrid.
El jueves, tras declarar como testigo en el juicio de la Gürtel, Aguirre afirmó que si González cometió irregularidades en el Canal Isabel II sería algo "muy lamentable". 
La dirección nacional del PP, según desveló EL PAÍS, no quiere presionar a la dirigente para que no se atrinchere más de la cuenta. Pero se ciñen a las propias palabras y compromisos de Aguirre cuando ya dimitió como presidenta del PP de Madrid, en febrero de 2016, por su "responsabilidad política in vigilando" ante distintas imputaciones de corrupción por el caso Púnica de dirigentes del partido en su comunidad.

 

La reina Letizia, como si no hubiera pasado el tiempo 11 años después

21 de Abril de 2017
Reina Letizia repite estilo © Gtresonline

El enigma sin nombre de Diana Quer................ Sonia Vizoso

La investigación judicial reúne indicios de que la desaparición de la joven no fue voluntaria pero no incriminan a nadie.

La madre de Diana Quer, a los pocos días de su desparición.
La madre de Diana Quer, a los pocos días de su desparición. ©GTRESONLINE

“Los datos son múltiples, inmensos, y su cruce nos tiene que llevar a resolver este caso”
. Estas palabras de esperanza fueron pronunciadas por el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, solo dos meses antes de que el caso Diana Quer haya sido archivado.
 El juez ha tirado la toalla, al menos provisionalmente, después de ocho meses de 200 interrogatorios, rastreos por tierra, mar y aire, supuestos testigos que acabaron perdiendo veracidad y vigilancia a sospechosos que se quedaron simplemente en eso, en sospechosos. La desaparición de esta joven madrileña de 18 años mientras volvía de una verbena en A Pobra do Caramiñal (A Coruña) en la madrugada del 22 de agosto de 2016 seguirá por el momento inmersa en el más absoluto misterio.
¿Qué le ocurrió a Diana Quer? ¿Cómo es posible que la repercusión mediática del caso no haya traído ni la más mínima pista sobre su paradero? ¿Cómo puede ser que nadie haya visto a esta mujer desde las 2.40 horas del 22 de agosto pasado? 
El juez admite que “existen indicios de la desaparición no voluntaria” y no descarta que la joven fuera víctima de “ilícitos graves”.
 Pero ese oscuro rastro no conduce a nadie. 
 Ni a un presunto autor, ni a un cómplice, ni tan siquiera a un encubridor.
 La Guardia Civil ha tomado declaración a varios sospechosos, pero no ha reunido contra ellos pruebas que propicien siquiera su imputación judicial.
 Los ha vigilado con la esperanza de que cometieran algún error incriminatorio, pero nada de eso ha ocurrido. 

Esta es la razón por la que el instructor ha decidido cerrar provisionalmente la causa judicial, al margen de que prosigan las pesquisas policiales.
 Es tal la cantidad de datos obtenidos en los rastreos telefónicos que su análisis por parte de los investigadores para hallar cabos de los que tirar podría hacer expirar los plazos máximos de instrucción marcados por la ley.
 Si las indagaciones de la Guardia Civil recabasen nuevas pruebas de calado, el proceso penal se reabriría, explica el titular del juzgado de instrucción número 1 de Ribeira (A Coruña), Félix Isaac Alonso Peláez, en su auto de sobreseimiento provisional.
Quer fue vista por última vez a las 2.40 horas en el Paseo do Areal de A Pobra, cuando supuestamente regresaba de una verbena al chalé adosado donde veraneaba con su madre y su hermana. 
El rastro seguido por la Guardia Civil se prolonga hasta cerca de las cinco de la madrugada pero no es físico.
 Es la señal de su teléfono móvil, hallado en octubre por un mariscador en el fondo de la ría de Arousa, la que hace suponer que la joven se subió, por voluntad propia o no, a un coche que atravesó el limítrofe municipio de Boiro y llegó a la zona de Taragoña, en el ayuntamiento de Rianxo.
 Es el veloz desplazamiento del celular el que permite deducir a los investigadores que la muchacha iba en un vehículo, pero ningún testimonio lo acredita.
El teléfono acabó en el fondo del mar, bajo el puente de la autovía que llega a Taragoña (Rianxo).
 Nada certifica que fue ella quien lo arrojó desde el coche, ni tampoco lo contrario.
 Los investigadores analizaron las grabaciones de las cámaras de tráfico y la señal de los móviles de unas 80 personas que hicieron la misma ruta entre las tres y las cinco de la madrugada de aquel 22 de agosto. 
Y pese a los intensos rastreos no se ha hallado ninguna pista que reconstruya los pasos de Diana Quer más allá de ese viaducto. Como si a la joven se la hubiese tragado la tierra.
La Guardia Civil mantiene todas las líneas de investigación abiertas, incluido el secuestro pese a que nadie ha pedido un rescate.
 La imagen de la joven ha sido difundida por toda Europa, por si hubiese sido víctima de una red de tráfico de mujeres.
 La presión sobre los investigadores y las autoridades también ha sido mucho mayor que en el caso de las cuatro o cinco personas que desaparecen al día en España sin que se vuelva a saber de ellas, según datos de SOS Desaparecidos. 
Pero nada ha sido suficiente para despejar el enigma de Diana Quer.