"Sigan luchando por la verdad, la justicia y el estilo de vida estadounidense", dice la nota que acompaña el regalo.
Se ha convertido en una tradición que Tom Hanks obsequie a los corresponsales de la Casa Blanca un máquina de café expreso.
La primera vez que lo hizo fue en 2004 durante la Administración de George W. Bush y más tarde repitió el gesto durante el mandato de Barack Obama.
Este año el ganador de dos premios Oscar lo ha vuelto hacer, pero esta vez junto a la cafetera ha enviado un mensaje a los periodistas. “A los corresponsales de la Casa Blanca: sigan dando una buena pelea por la verdad, la justicia y por el estilo de vida estadounidense. Especialmente por la verdad”.
La misiva tiene un grabado realizado por el ganador del premio Pulitzer Bill Mauldin en el que se ve a unos soldados desaliñados y heridos en las calles de una ciudad con la frase:
"Las tropas estadounidenses frescas, enérgicas y victoriosas, están trayendo a miles de prisioneros hambrientos, harapientos y cansados de la batalla”.
El regalo del actor se da dentro de un contexto de tensión entre la prensa y Donald Trump, quien tilda a los medios de "publicar noticias falsas" y ser el enemigo número uno del pueblo.
El obsequio también les recordaba que debían cuidar la cafetera: "Ustedes saben que deben limpiarlo después de usarlo".
Los desplantes del presidente Donald Trump a la prensa se han vuelto ya una costumbre.
El sábado pasado el político republicano anunció que no asistiría a la cena de corresponsales de la Casa Blanca, uno de los eventos sociales más esperados del año en Washington y que se viene celebrando desde comienzos del siglo XX.
Su decisión se conoció un día después de que su equipo provocara enérgicas protestas de esos mismos corresponsales por denegarle el acceso a un encuentro de prensa a varios medios nacionales e internacionales.
“No participaré en la cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca de este año.
Por favor, manden mis mejores deseos a todos y pasen una estupenda velada”, tuiteó el magnate.
El rechazo del actor, de 60 años, al mandato de Trump no es nada nuevo.
Durante las elecciones apoyó públicamente a la demócrata Hillary Clinton.
Tras la victoria del empresario, Hanks tuiteó: "Vamos a estar bien porque constantemente le decimos al mundo quiénes somos, tenemos el país más grande del mundo, porque siempre estamos avanzando hacia una unión más perfecta".