Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

1 mar 2017

Mujeres en la Transición............................. Carlos Pardo.......................

'Media vida', de Care Santos, último Premio Nadal, es una buena aunque convencional novela sobre el perdón.

 

¿Qué puede esperarse del Premio Nadal? No es una pregunta retórica, así que respondo
. En primer lugar, uno espera un producto editorial que cumpla con unos objetivos comerciales, llegar a un público amplio y determinado, un target.
 Uno confía asimismo en que la novela premiada siga las convenciones de la mal llamada novela clásica: sea fácil de leer, pero compleja en sus peripecias.
 Uno también desea identificarse con los personajes, un final catártico. 
Y uno estaría dispuesto a exigir, pues no sucede así siempre, que no le den gato por liebre, que sea la novela de un escritor y no de un personaje mediático.
 Media vida, de Care Santos, último Premio Nadal, tiene todos estos ingredientes: una arquitectura cuidada que se apoya en escenas casi teatrales, oportunos correlatos objetivos (una tormenta de verano, la boda de Lady Di), la creación de unos personajes emocionantes y la voluntad de dar testimonio de una generación de mujeres (un target… universal) que llega a la transición española con algo más de cuarenta años y un bagaje de coerción. 
Media vida es todo esto, y también una buena novela.

Una noche de verano de 1950, cinco amigas juegan a “acción o verdad” en un internado de monjas.
 Olga, perversa oficiante, obliga a Julia, huérfana y pobre, a llevar a cabo una dura prueba que cambiará su vida. 
Años después, en 1981, a punto de que se apruebe la Ley del Divorcio, en la que ha colaborado la propia Julia, ahora diputada comunista, las amigas quedan para cenar y ponerse al día…
Olga y Julia son dos polos opuestos de estos modelos de mujer, pero cada uno de los personajes manifiesta un sentido propio de la supervivencia a una violencia ejercida sobre las mujeres desde la educación.
 Santos las sigue en las horas previas a la cena con envidiable agilidad y cálculo, conocemos su pasado por epifanías a la vez íntimas e históricas: el concierto de los Beatles en la Monumental, el estreno de Lo que el viento se llevó
Su presente emerge en pequeños gestos y la necesidad de reapropiarse de sus experiencias.
 Una estructura coral, para entendernos, más cercana a una película de Mankiewicz que a una novela de Virginia Woolf.
Sin querer desvelar aquí la trama, Santos ofrecerá en la cena la prometida catarsis: la historia de España, de sus borrados de memoria, se entrelaza con la marginación de unas mujeres a las que se ha negado la voz e incluso el placer: “Les hemos consentido demasiada mediocridad a estos hombres nuestros”.
Más allá de que los diálogos a veces son explicados por un narrador innecesario, más allá de que uno espere más de un personaje como Olga (un comienzo magistral y un final acartonado), incluso comprendiendo que Santos ata todos los cabos con unas sospechosas coincidencias (salvadas con gracia, con un aire de tragedia clásica), pocas pegas se le pueden poner a Media vida, una novela consciente de sus limitaciones.
 Podemos dudar de la ambición del proyecto literario, pero no de la pericia de la autora ni de su paradójica autenticidad: con unas reglas conocidas, nos devuelve un emocionante artificio sobre los usos de la memoria y el perdón.

Media vida. Care Santos. Destino, 2017. 414 páginas. 20,50 euros

Gente Moda Gastronomía Titulares Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo, padres de un niño

La pareja, que se casó en 2015, ha dado la bienvenida a su primer hijo este martes, el cuatro nieto de Carolina de Mónaco.

Pierre Casiraghi y Beatrice de Borromeo el Día Nacional de Mónaco, en noviembre de 2016.
Pierre Casiraghi y su esposa, Beatrice Borromeo, han sido padres de un niño por primera vez, el cuarto nieto para Carolina de Mónaco. 
La noticia se ha desvelado por un mensaje publicado en la cuenta de Instagram de Matilde Borromeo, la hermana de la recién estrenada madre que decía: "28/2/2017, nueva fecha para incluir en el calendario de mi familia", junto a una foto tomada desde el hospital de Mónaco, en el que ha nacido el nuevo miembro de la familia Grimaldi.

Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi se casaron hace algo menos de dos años en una doble ceremonia celebrada en Mónaco y en Italia, la primera civil y la segunda religiosa.
 La cita congregó a representantes de la vida social internacional, ya que ambos están considerados dos de sus miembros más famosos.

 

La nuera de Carolina de Mónaco, que trabaja en la redacción del diario izquierdista Il Fatto Quotidiano es hija de una relación larga y conocida, pero que nunca llegó a ser oficializada en matrimonio, entre el conde Carlo Borromeo y Paola Marzotto, hija de Marta Marzotto, un aristócrata y una influyente mujer de la jet set italiana.
Pierre es el menor de los tres hijos que Carolina tuvo con Stefano Casiraghi.
 La pareja reside en Milán.
 Ella trabaja como periodista y él en los negocios de los Casiraghi. También pasan mucho tiempo en Mónaco, y dicen que Beatrice es la nuera favorita de Carolina.
La princesa de Mónaco ya tenía tres nietos. Dos de su hijo Andrea y uno de Carlota.

El obispo de Canarias dice que la gala drag de Las Palmas le apena más que el accidente de Spanair

Las víctimas del siniestro recuerdan al religioso que en el siniestro murieron 154 inocentes.

Drag Sethlas, durante el concursoDrag del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. FOTO: Foto: EFE (Elvira Urquijo). VÍDEO: ATLAS

El obispo de Canarias, Francisco Cases, ha enfurecido a las víctimas del accidente de Spanair, en el que murieron 154 personas, al decir en un comunicado que el día más triste de su etapa en Canarias ha dejado de ser el día del accidente en Barajas del avión que partía hacia Canarias, para ocupar ese puesto el triunfo de la "frivolidad blasfema" en la Gala Drag Queen del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria en la que el ganador actuó travestido como una Virgen María y también como un Cristo crucificado.
 El Obispo debe callarse y no decir agravios comparativos, no se confunda, una cosa es el Carnaval y un Jurado puso como reinona a un Drag, ese Jurado si hubiera visto todo lo que la Iglesia se escandiliza podría no dejarlo competir y menos darle el Título de Drag del Carnaval de 2017.
No se escandalicen los que no lo hacen con familias que se quedan si casa, sin empleo y sin comer o ¿El Obispo ha dicho algo y no me he enterado? 
Habrá quien le guste o no esa Gala pero estaba aborratada de Gente, un carnaval es eso un festejo una fiesta, una desgracia son los que se mueren de hambre o en trágicos accidentes.
Vaya que ni quitar esa Drag elegida repito....elegida por un Jurado. podían haberla quitado pero tampoco hacía falta y si la coronaron es porque tendrían sus razones. No salió sola, salió, repito porque la eligieron, así que la Iglesia insensible a casos más complicados, pederastas, por ejemplo.....no tiene que decir nada de un Carnaval, no volvamos a tiempos franquistas que se prohibia todo, dejen a la imaginación en paz y no nos distraigan de casos de otra índole, guerras, hambres etc....


Drag Sethlas,en otro momento de su actuación. EFE
La presidenta de la Asociación de Víctimas de Spanair AVJK5022, Pilar Vera, le ha recordado que en aquel siniestro de aviación murieron y se destruyeron "no solo 154 personas", sino también sus familias.
 "Nosotros también estamos muertos en vida, condenados a luchar contra un sistema que nos ha victimizado todavía más al negarnos verdad y justicia, además de herirnos con palabras como las suyas", le ha contestado Vera a través de un comunicado en que también ha pedido al obispo que, "si ha olvidado a las víctimas, lo haga del todo" y deje de citarles.
El espectáculo ganador, del drag Sethlas ha generado una gran polémica y reacciones tanto en las redes sociales como por parte de algunas instituciones
. En su comunicado, el Obispo de Canarias se pregunta "si no hay límites a la libertad de expresión" o "si no hay recursos para cortar la frivolidad blasfema que ofende a muchos ciudadanos". 
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el arzobispo Ricardo Blázquez, también ha pedido respeto a las creencias católicas y ha indicado que no le parecen "adecuadas" esas referencias religiosas en los carnavales.
 
Drag Sethlas defendió este martes que no pretendía "herir a nadie", sino que solo "buscaba polémica". 
"Y lo he conseguido", aseguró.
 Los representantes políticos también se cruzaron mensajes sobre los límites del espectáculo.
El presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, de CC, publicó desde su cuenta personal un mensaje en Twitter en el que aseguraba que "el Carnaval es transgresión (...) Pero nunca debe utilizarse para ofender tanto los valores de tanta gente".
 Horas después, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo (del PSOE), le salió al paso, también desde su cuenta personal, subrayando que, además de "transgresión" y "libertad", el carnaval también representa "la tolerancia".

 

Los Oscar: acertó Trump, menos en una cosa............. Juan Cruz..

Dos hemisferios, uno insomne, pendientes de la gala de los premios más populares.

Brian Cullinan, a la izquierda y con cara seria, de PwC, habla con Warren Beatty en el escenario. De espaldas, con vestido rojo, la otra auditora de PWC, Martha Ruiz. LUCY NICHOLSON (REUTERS) | EPV
Acertó Trump, perdonen que les diga.
 Menos en una cosa. Déjenme que les cuente.
Este es un mundo de insomnes que mira cualquier cosa. 
Quedarse de noche, en este hemisferio, viendo a los futbolistas norteamericanos disputándose ligas que no seguimos, o asistir embobados, hasta que la madrugada se hace sol, a los premios más famosos del mundo, es un deporte que arruina la cadencia de los días… en este hemisferio.
No es una bobada, para nada; todo el mundo está fascinado por el cine desde que se inventó el cine. 
Desde que existe la radio estamos fascinados con la radio, nos fascinan los periódicos (todavía), y nos fascina la televisión.
 Nos tendrían que fascinar (también) los libros, los museos, la conversación también es fascinante.
 Pero todo eso que es fascinante no hace caja ni convoca pinchazos. Así está la cosa en los dos hemisferios.
Es difícil calcularlo, pero mientras uno ve la televisión ocurren muchas otras cosas que no se mueven pero que siempre movieron el mundo: por ejemplo, los libros.
 Los libros movieron el mundo hasta el punto que quienes querían que el mundo fuera inmóvil quemaban libros y quemaban a sus autores. 
Aun hoy es así: ahora no los queman, pero les dicen que van a quemarlos.
Todo lo que ocurre quieto tiene poco prestigio; pero lo que se mueve, desde la imagen del futbolista detrás del balón, al ejercicio muscular, y facial, de Gary Cooper solo ante el peligro, el gesto de Frank Underwood mandando matar a los infieles, al gesto de Clint Eastwood disparando y mascando tabaco, resulta imbatible para la audiencia.
 Eso le ha ganado la partida al silencio, a la música y al libro, qué quieren que les diga.

No se han hecho estadísticas, y acaso conviene que no se hagan, sobre lo que se puede hacer, por ejemplo, mientras retransmiten los Oscar, o cualquier otro de los eventos que nos tienen despiertos porque son de visión inexcusable e incluso obligatoria en este universo en el que todo lo prescindible resulta perentorio. 
Pero serían muchos libros, de poesía, de narrativa, de ensayo; habría muchas conversaciones pendientes que se podrían dilucidar en ese tiempo, muchos gestos de amor, incluso muchos odios reprimidos se podrían satisfacer en ese rato largo, y nocturno, que le regalamos a la televisión sobre un acontecimiento que se desarrolla a la primera luz de la noche en su sitio y que nosotros nos disponemos a ver en nuestra propia madrugada.
Pero preferimos los Oscar y así estamos, año tras año, desde Ingrid Bergman y Faye Dunaway a los chicos de La La Land, pendientes de los subtítulos de los discursos.
 Luego nos vamos a la cama habiendo siendo protagonistas sentados de todo lo que se mueve y suscita pasión porque depende de votaciones o marcadores inciertos.
Este año ha habido dos espectáculos paralelos a la gala de los Oscar, uno en la propia sala de Hollywood, donde el desacierto de la burocracia ha puesto de moda otra vez los rostros de Faye Dunaway y de Warren Beatty
 Gran escándalo mundial de los insomnios.
 Valió la pena quedarse, ¿eh? No es lo mismo verlo en directo que ver las imágenes luego en los propios televisores, en las webs de los periódicos, etcétera.
 No es lo mismo, no es lo mismo.
Y luego vamos al trabajo con estas ojeras.
El otro espectáculo paralelo se lo dio a sí mismo Donald Trump, este “hombre del norte, norteamericano”, que diría Pablo Neruda. Como contraprogamar es su poder, reunió en su casa, la Casa Blanca, a un nutrido grupo de congéneres que tampoco podían ver (quizá sí, lo dejaron grabando) el espectáculo de esa gala.
 Luego él se encargó de comentar lo deslucido que había sido todo, triste que eso pase en su país.., esas cosas que dice para ponerse él en el pedestal.
Una teoría se le podía regalar a este hombre tan pragmático y dicharachero: si en lugar de hacer una fiesta para no ver los Oscar se hubiera puesto a leer un libro a lo mejor al día siguiente habría sabido más de la naturaleza humana. 
Todo está en los libros, habría que decirle.
 Pero es imposible, él volverá a ver la televisión, es tan ligero que te lleva a la cama con imágenes que ya te sabes.
 El libro es una lata, siempre te pone a pensar.
En eso no acertó Trump, pero es que él no está aquí para celebrar a otros sino para celebrarse a sí mismo.
 Él es Oscar Trump, que no se olviden.