Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

7 feb 2017

Tatiana Santo Domingo, una de las mujeres más ricas de Europa

La nuera de Carolina de Mónaco posee una fortuna de 2.000 millones, según 'Business Insider'.

Tatiana Santo Domingo, con Andrea Casiraghi y su hijo Sasha. GTRES

Se hizo famosa en Europa por su matrimonio con el hijo mayor de Carolina de Mónaco, Andrea Casiraghi, pero Tatiana Santo Domingo, de 33 años, era antes de su boda uno de los personajes más conocidos de la jet set mundial.

 Aunque pertenecía a ese círculo que prefería no salir en la llamada prensa social. 

Su papel en la familia Grimaldi la colocó en primera línea de la actualidad, aunque a su pesar.

 Ahora vuelve a estar de actualidad porque la revista Business Insider cifra su fortuna personal en 2.000 millones de euros, lo que la convierte en una de las mujeres más ricas del continente. El aumento de su cuenta corriente se debe, en parte, a la herencia recibida tras la muerte de su abuelo, el magnate Julio Mario Santo Domingo, que murió en 2011.

 Su patrimonio se estima que era de 6.000 millones. 

Los hijos de Carolina de Mónaco y sus parejas, en el Baile de la Rosa. GTRES
Julio Mario Santo Domingo fue un personaje singular, creador de todo un imperio.
 Nació en Panamá en 1923 pero fue en Barranquilla (Colombia) donde empezó su gran escalada hasta convertirse en multimillonario. 
Su padre, Mario, uno de los pioneros de Avianca, fraguó ya un buen patrimonio, pero él lo multiplicó hasta colocarse entre los hombres más ricos del país y del mundo. 
Murió en el puesto 108 de la lista Forbes
La compañía aérea colombiana, por ejemplo, estuvo entre sus posesiones para honrar la memoria paterna.
 Pero hubo mucho más. Su fortuna la amasó con el negocio de la cerveza: creó la marca Bavaria, que le sirvió de lanzadera o tapadera para muchas otras empresas.
 Su venta-fusión con la sudafricana Sab Miller, la segunda más importante del mundo, catapultó su fortuna. 
Fue el acaudalado con más imagen internacional en los años sesenta tras emigrar a Nueva York y codearse con la jet set
 Sufrió críticas por sus ideas progresistas o su apoyo al presidente Ernesto Samper.
 Los Santo Domingo son el clan que encabeza la jet-set de Colombia, la “familia bien” alejada de los escándalos propios de otros miembros de la clase alta local.
 
Tatiana Santo Domingo siempre ha trabajado. 
Se asoció hace años con Dana Alikhani para poner en marcha una firma de moda ecológica, Muzungu Sisters, que promueve diseños artesanos de comercio justo.
 Con Andrea Casiraghi, su marido, y con sus dos hijos reside en Londres aunque pasa temporadas en Mónaco. 
La pareja se casó en 2013 en una ceremonia civil y después repitió boda una religiosa en 2014.
 Dicen de ella que es la nuera favorita de Carolina de Mónaco, que incluso en ocasiones viste sus diseños.
 Hasta la boda de Alberto de Mónaco con Charlene se veía en la pareja a los futuros herederos del Principado.

Anabel Alonso sabe cómo callar a los que la insultaron por su traje de los Goya

Además el actor Eduardo Casanova ha recibido insultos homófobos por llevar un esmoquin rosa a los que también ha contestado en la red social. 

Anabel Alonso Goya 2017
Anabel Alonso en la pasada gala de los Goya.

 

Anabel Alonso acudió el pasado sábado a la gala de los Goya como parte del elenco de La Reina de España.
 Lo hizo con un traje de lentejuelas en tono fucsia combinado con una camisa lazada. 
Hasta aquí, todo fenomenal pero, tal y como nos ha descubierto Buzzfeed, la actriz y cómica no ha querido callarse ante los trolls que aprovechan el anonimato de la red para degradar e insultar al resto.
Una tuitera destacó su llegada a la alfombra roja con el siguiente tuit: “Y llegó la gorda que se cree graciosa”.








Anabel Alonso sabe cómo callar a los que la insultaron por su traje de los Goya

Además el actor Eduardo Casanova ha recibido insultos homófobos por llevar un esmoquin rosa a los que también ha contestado en la red social.

Anabel Alonso Goya 2017
Anabel Alonso en la pasada gala de los Goya.

Anabel Alonso acudió el pasado sábado a la gala de los Goya como parte del elenco de La Reina de España.
 Lo hizo con un traje de lentejuelas en tono fucsia combinado con una camisa lazada. Hasta aquí, todo fenomenal pero, tal y como nos ha descubierto Buzzfeed, la actriz y cómica no ha querido callarse ante los trolls que aprovechan el anonimato de la red para degradar e insultar al resto.
Una tuitera destacó su llegada a la alfombra roja con el siguiente tuit: “Y llegó la gorda que se cree graciosa”.
Ante la indignación del patio de los participantes en la red social, la intérprete afectada ha sabido cómo callar a la artífice del insulto: “Te puede gustar o no cómo voy vestida o cómo me sienta el traje, pero ser faltona y maleducada está de más”, contestó la actriz a propósito del tuit degradante.

Su intervención ha sido de lo más aplaudida. 
Echando un vistazo al timeline de la actriz, ésta se ha pasado las últimas 24 horas agradeciendo las muestras de apoyo contra el bullying que ha sufrido.
Pero la cómica no ha sido la única en sufrir los insultos del patio de Twitter después de la fiesta del cine español.
 La aparición del actor y director de Pieles Eduardo Casanova desencadenó una serie de graves insultos homófobos. 
 El tuitero @parado_new fue quien inició el hilo de insultos al tuitear la frase “Retuit si le hace falta una Mili”, acompañada de una foto del actor en la alfombra roja ataviado con esmoquin rosa de The Stoat.
 Muchos usuarios de la red social contestaron a su tuit con una serie de faltas de respeto hacia el joven, con claras referencias a su homosexualidad.
 A pesar de que el tuit inicial parece haber sido borrado, recopilamos a continuación algunos de los insultos que se desencadenaron:Son todos unos sinvergüenzas Homófobo, ustedes solo salen en Twiter a masacrar a un actor , puede que igual sean todos Homo sin reconocerlo....que da igual.....el de Fuerteventura parece que conoce muy bien a las cabras.

Ver imagen en Twitter
Y llegó la gorda que se cree graciosa.

La Academia de Cine denuncia el robo de joyas por valor de 30.000 euros durante la gala de los Goya

Los ladrones se apropiaron de las alhajas en una habitación del hotel en el que se entregaron los galardones.

Anne Igartiburu, Bárbara Lennie y Marta Nieto con joyas de Suárez en los Goya. Gett

La Academia de Cine ha denunciado el robo de joyas valoradas en 30.000 euros durante la gala de los Premios Goya, que se celebró este sábado 4 de febrero, según ha confirmado la Jefatura Superior de Policía de Madrid. 
Los ladrones aprovecharon, posiblemente, la entrega de los premios para sustraer cuatro pares de gemelos, una sortija y un juego de pendientes que habían sido prestados para el evento por la Joyería Suarez.
 Para hacerse con ellas, tuvieron que acceder a una de las habitaciones del hotel Marriot Auditorium, donde se celebró la gala, y donde se almacenaban los objetos dentro de sus respectivas cajas.

Las primeras sospechas han recaído sobre un trabajador de los Premios Goya, según fuentes policiales citadas por Europa Press. La puerta de la habitación no estaba forzada y se investiga si la tarjeta de acceso pudo ser manipulada, según estas mismas fuentes. 

Los investigadores están visionando las cámaras de seguridad del hotel donde ocurrió el robo, situado en el número 400 de la avenida de Aragón, frente al aeropuerto de Madrid-Barajas. Los ladrones probablemente se colaron en la estancia a partir de las diez de la noche del sábado pasado, que fue cuando comenzó la entrega de premios. 

Las joyas sustraídas estaban en la habitación que había reservado el departamento de producción y vestuario de la gala.
 No se guardaron bajo una especiales medidas de seguridad ni dentro de cajas fuertes. "Es normal no disponer de un vigilante de seguridad específico cuando las joyas no superan una cierta cantidad de valor o no tienes ninguna pieza exclusiva.
 Lo habitual es contar con una póliza de seguros con determinada cobertura ante este tipo de sucesos", ha señalado a Europa Press el secretario general del Gremio de Joyeros y Relojeros de Madrid, Armando Rodríguez.
El número de personas que pasaron por la habitación entre el sábado y el lunes, momento en el que se descubrió su falta, fue "incontable", según indican fuentes policiales.
 Las cajas con las joyas desaparecidas nunca fueron usadas por los artistas que participaron en los Premios Goya, según la policía.
 Tras acabar la celebración, el cuarto se cerró con llave y ésta, quedó a cargo del personal de la productora.
El robo no se descubrió hasta las diez de la mañana de este lunes. El jefe de la gala y el responsable de seguridad del hotel acudieron por la tarde a denunciar los hechos en la comisaría del distrito de San Blas, cuyo grupo de Policía Judicial se ha hecho cargo de las investigaciones. 
Los agentes de Policía Científica han realizado una inspección ocular de la habitación y han reclamado también un listado completo de todo el personal de la productora.
El secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, ha tachado de "lamentable" el robo y ha expresado su deseo de que los objetos sustraídos puedan ser recuperados lo antes posible.
 "Creo que ha sido [joyas prestadas] a Bárbara Lennie y es una desgracia que puede ocurrir en cualquier momento", ha explicado Benzo en una entrevista en RNE.
 El secretario de Estado ha expresado su deseo de que "recuperen lo robado" después de ironizar con su presencia en la gala: "Yo no he intervenido en eso (el robo), fui a los Goya, me divertí y me fui".
Este no fue el único robo durante la gala.
 Un operador de cámara de TVE también ha denunciado que le sustrajeron varios objetivos y tarjetas de memoria que había dejado en un momento durante la celebración de los Goya.
 Cuando regresó a recogerlos, ya no estaban.

 

 

6 feb 2017

“Los libros nos protegen de lo que pasa ahí fuera”

Lola Larumbe, propietaria de la librería Rafael Alberti de Madrid, recomienda libros como un doctor receta medicamentos.

Lola Larumbe, en la librería Rafael Alberti.
Si existiera una escuela para aprender a ser librero, Lola Larumbe debería ser su jefa de estudios.
 En ella se concentran todas aquellas virtudes que un buen librero debe conservar: disposición, amabilidad, conocimiento, sentido crítico, paciencia, inteligencia. 
Lola recomienda libros como el doctor receta medicamentos, con la exacta convicción de que lo que proponen a sus pacientes-clientes-lectores tiene la extraordinaria cualidad de salvar y animar vidas.

Leí a Lola antes de conocerla. 
Ella escribió el hermoso prólogo del libro Mujeres y libros, de Stefan Bollmann
 Allí Lola, recordando la España franquista, incidía en la necesidad de que las mujeres leyeran libros como herramienta para conquistar la independencia.
 Después de conocerla, entendí que ninguna otra persona hubiera sido mejor para introducir ese impecable ensayo.
 Lola ha dicho en alguna ocasión que el oficio de librero es hermoso si tú lo haces hermoso.
 Ella no ha dejado de intentarlo desde que llegó a principios de los años 80, en un convulso y revolucionario Madrid.
Cinco años antes Enrique Lagunero había abierto esta librería en pleno barrio universitario. “Nosotros somos ahora la segunda generación. La librería se llama Rafael Alberti para homenajear al gran poeta que estaba en el exilio y del que Lagunero era muy amigo, pero también a toda una generación esencial en nuestro país”, explica la librera, que también recuerda los años furibundos en los que grupos de extrema derecha campaban a sus anchas por todo Madrid atentando contra periódicos, librerías o revistas. “Cuando heredamos la librería, intentamos mantener el espíritu abierto y de talante progresista que todavía conserva”, relata Lola.
 
Interior de la librería Rafael Alberti de Madrid.
En su librería uno viene a comprar libros, por supuesto, pero sobre todo, viene a refugiarse; cuando has tenido un mal día, cuando el mundo no te gusta, cuando las cosas fallan... la librería Alberti deja que te quedes allí, sin ser molestado, mientras observas cómo van recibiendo a un tipo insólito de ser humano: aquel que “está dispuesto a compartir la lectura y el placer la amistad”.
 Cada sábado realizan actividades infantiles para ir propagando este placer —el de la lectura y el de la amistad— a los más pequeños. Sin embargo, hay una actividad que brilla especialmente en este refugio: 
“Desde el año 2002 hasta ahora, y con la ayuda de la editorial Pre-Textos y del Colegio Mayor Chaminade, desarrollamos un programa que se llama Encuentros en Alberti, en el que intentamos poner en contacto a autores con sus lectores”, explica Larumbe. Comenzaron escribiendo y enviando cartas a los escritores que más les conmovían —los poetas Muñoz Rojas y Joan Margarit, entre otros— y les invitaban a acudir al encuentro.
 Lola tiene grabado a fuego el primero de ellos: “Fue con Bernardo Atxaga.
 El almacén era un galpón lleno de libros y de cajas.
 Hicimos un gran esfuerzo para ordenarlo y limpiarlo.
 Alquilamos las sillas de un sitio de bodas cercano y las trajimos todas en mi coche”, comenta entre risas.

Es difícil imaginar ahora, en una época en la que las promociones de libros proliferan durante todo el año, la titánica labor de esta mujer, esforzándose por concitar a un grupo de 60 o 70 personas para escuchar a autores que venían de cualquier parte del país.
 Y pese a esta dificultad, en el año 2005, la librería se llevó el premio que concedía el Ministerio de Cultura y que valoraba su fantástico e ingente trabajo.
Fachada de la librería Rafael Alberti.
Pese a que el barrio no conserva muchas de las cualidades que sí tenía en su origen (“Era un barrio con muchos bares y cuando los alumnos salían de la universidad venían aquí”), y ahora ha sido sustituido por otros como Lavapiés, Chueca o Malasaña que han sido “higienizados, modernizados y gentrificados”, a la librera le gusta este aroma de los años 70 que se respira en este “barrio transversal que no está de moda pero que tiene una caída hermosa hacia el Parque del Oeste y desde el que se puede ver una preciosa puesta de sol”.
 Unos días antes de la última Navidad, la librería sufrió un accidente a causa de una negligencia que rompió las cañerías e hizo desplomarse el techo:
 “Hubo bastante destrozo material y destrozo anímico también, porque a veces te fallan las fuerzas.
 Si no vendes libros dices 'pues tengo que mejorar', pero si es una negligencia de alguien, pues te vienes abajo”.
 Sin embargo, la librería, gracias a la gran red de amigos que ha ido fabricando, mimando y cuidando en este tiempo, consiguió un enorme apoyo y una solidaridad inaudita: 
“Tanto apoyo nos dio muchas ganas de mejorar, de dejar el espacio más bonito y con nuevas ganas de recibir a gente”, concluye Larumbe.
La librera cree tanto en sus amigos-clientes-lectores como en los libros que dispensa con fervor: 
“Los libros nos protegen de lo que pasa ahí fuera, de todas esas cosas que no siempre son tan bonitas como querríamos. 
El libro te aguarda, te recoge, es un sitio para estar”. Aunque sospecho, antes de despedirme, que para Lola los libros son nada más —y nada menos— que la más hermosa de las excusas para iniciar nuevas amistades.
 La nuestra, por supuesto, acaba de comenzar.