Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

2 feb 2017

Visto para sentencia el juicio de las ‘tarjetas black’ tras cuatro meses de sesiones

Solo uno de los 65 acusados, Virgilio Zapatero, ha hecho uso de su derecho a la última palabra.

Rodrigo Rato llega a la última sesión del juicio por las 'tarjetas black'.
La Audiencia Nacional ha dejado este jueves visto para sentencia el juicio contra los 65 usuarios de las polémicas tarjetas opacas o black de Caja Madrid -exconsejeros y exdirectivos de Caja Madrid y Bankia-, para quienes la fiscalía solicita penas que van desde los 12 meses hasta los seis años de prisión por apropiarse indebidamente del patrimonio de la extinta entidad.
 Los acusados se gastaron 12 millones de euros en ropa, viajes de lujo o comidas en los más caros restaurantes. 
 Solo se ha devuelto el 14% del total.  
La sección cuarta de la sala de lo Penal ha dado por concluida la vista oral contra los expresidentes Miguel Blesa y Rodrigo Rato, y otros 63 antiguos consejeros y directivos de la caja, que comenzó el pasado 26 de septiembre con las cuestiones previas de las partes y que ha necesitado de nueve sesiones adicionales.
Con excepción de Virgilio Zapatero, el resto de los 65 acusados no ha querido hacer uso de su derecho a la última palabra, una vez que el abogado que debía exponer hoy sus conclusiones, el de Gerardo Díaz Ferrán, ha concluido con su exposición.
 El exministro socialista ha reiterado que nunca obró de mala fe y que en todo momento usó la tarjeta con mesura y diligencia.
La defensa del expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán ha solicitado hoy la libre absolución para su cliente al estimar que su conducta en el uso de las tarjetas siempre "se acomodó" a la normativa, ya que solo realizaba "gastos inherentes a su cargo de consejero".
Así lo ha señalado el letrado Carlos Pardo a la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal, ante la que ha impugnado el contenido de la hoja de cálculo Excel aportada a la causa por Bankia, y ha cargado contra las acusaciones por presentar una "mínima o nula" capacidad probatoria, razón por la que, en su opinión, no ha quedado probada la presunta apropiación indebida origen del proceso.
Los 65 procesados (eran 66 imputados pero falleció Miguel Ángel Araujo) gastaron un total de 12 millones con cantidades que van desde los 8.367 a los 456.000 eurosentre 2003 y 2012. 
En realidad disfrutaron de 15,5 millones, pero lo que consumieron entre 1999 y 2003 ha prescrito y no será juzgado.
De esta cantidad, 15,25 millones, fueron cargados exclusivamente a Caja Madrid y 245.200 euros adicionales se facturaron a Bankia en 2011 y 2012, antes de la llegada de José Ignacio Goirigolzarri a la presidencia. 
Entre los acusados están miembros de casi todos los partidos y sindicatos.

 

Una sentencia condena a Telecinco a pagar 7 millones por ‘Pasapalabra’

Muere José Antonio Alonso, exministro de Interior y Defensa, a los 56 años

El magistrado ha fallecido en Madrid como consecuencia de un cáncer.

José Antonio Alonso, en su despacho del Congreso, en 2008. CRISTÓBAL MANUEL / ATLAS
José Antonio Alonso, de 56 años, que fue ministro de Interior y Defensa con José Luis Rodríguez Zapatero, ha fallecido hoy en Madrid como consecuencia de un cáncer, según ha confirmado en Twitter el secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca.
Nacido en León el 28 de marzo de 1960, hijo de un peluquero de barrio (El Crucero), era juez desde los 25 años, y fue portavoz durante un tiempo de la asociación progresista Jueces para la Democracia. 
Era amigo personal desde los 13 años del que fue presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, con el que compartió pupitre en la Facultad de Derecho de León.
Gran lector, de gran simpatía y bonhomía, Alonso generaba entre quienes le rodeaban un excelente ambiente de trabajo, como en su día dijo el socialista Eduardo Madina, quien lo definió como "un amigo y un compañero de mano a mano y día a día".
Fue juez en Torrelavega y Santoña (Cantabria), Pamplona y Las Palmas de Gran Canaria y, desde 1989, juez de lo Penal y más tarde magistrado de una Sección Penal de la Audiencia Provincial de Madrid. 
Ya en su etapa de portavoz de la asociación judicial progresista Jueces para la Democracia (JpD), entre 1994 y 1998, defendió, a contra corriente de los poderosos sectores corporativos de la carrera judicial, que era necesario "fomentar los controles sobre el poder de los jueces, entre ellos el de la crítica pública de sus resoluciones". 
Alonso fue elegido vocal del CGPJ por el Congreso de los Diputados, a propuesta del PSOE, por el turno de juristas, tras no haber conseguido suficientes votos de sus compañeros de JpD para el turno de jueces.




Tras la victoria electoral de 2004, Zapatero nombró a su amigo Toño ministro de Interior (2004-2007) y, posteriormente, pasó a ser titular de Defensa (2007-2008), tras la salida de José Bono.
 Se convirtió, así, en el primer juez que ocupó dicha cartera.
 Fue el ministro del Interior que tuvo en sus manos las primeras fases de la investigación de la matanza terrorista del 11 de marzo de 2004 en Madrid (192 muertos). 
Casi nada más llegar al cargo tuvo un fuerte choque con su antecesor, el popular Ángel Acebes, al afirmar que en los atentados de los trenes hubo "una clara imprevisión política".
Fue nombrado el 24 de marzo de 2008 portavoz del PSOE en el Congreso en sustitución de Diego López Garrido
. Alonso sufrió una cefalea que fue confundida con un ictus en junio de 2011, de la que se recuperó.
 En 2012 dejó la política "por razones personales y familiares" y se reincorporó a la carrera judicial como magistrado de lo penal de la Audiencia Provincial de Madrid.

El entonces líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, el hombre que lo sustituyó en Interior, agradeció a Alonso el trabajo realizado a través de su cuenta de la red social Twitter.
 "Gracias a Toño Alonso por su magnífica labor y su esfuerzo de estos años. Seguiremos trabajando juntos".
Hace dos años fue diagnosticado de un cáncer de pulmón. Este jueves ha fallecido en el hospital Ramón y Cajal de Madrid. 
El pleno del Congreso ha guardado a su inicio un minuto de silencio por el fallecimiento de Alonso tras el acuerdo entre el portavoz socialista, Antonio Hernando, y la presidenta del Congreso, Ana Pastor.
 Este mediodía se abrirá la capilla ardiente en el tanatorio de La Paz de Alcobendas (Madrid).
Ver imagen en Twitter
PSOE

 

Mujeres horno....................................Luz Sánchez-Mellado

Ser madre o padre biológico puede ser un anhelo, pero no un derecho inalienable.

India es un país principal para la maternidad subrogada.
Con estas líneas no voy a ganar amigos.
 Puede, incluso, que pierda alguno muy querido. Pero hay asuntos que nos aluden personalmente y que nos arañan la conciencia aunque no nos toquen nada.
 Cierto que no tuve problemas para concebir, gestar y parir a mis hijas. 
Al revés, fue dicho y hecho, hijos, soy ubérrima.
 Cierto que nadie cercano los ha tenido hasta ese punto. 
Cierto, por tanto, que no puedo ponerme en la piel de los que ansiando ser padres y, no pudiendo o no queriendo acudir a la reproducción asistida o la adopción, invierten todas sus ganas, tiempo y dinero en contratar a una desconocida a miles de kilómetros para que reciba en su útero sus gametos y geste y para a sus hijos.
Un vientre de alquiler; una gestación subrogada, según el eufemismo que prefieren quienes la usan; una mujer horno, sin paños calientes. 
Una incubadora humana que, OK, voluntariamente y a cambio de una compensación económica o un deseo de ayudar al otro, en el mejor y menos creíble de los casos, llevará nueve meses en su seno a una futura persona carne de su carne aunque no sea genes de sus genes, para luego entregarla a sus legítimos progenitores. 
No sé. Se me hace bola.
Cierto que la ciencia no resuelve todas las infertilidades. 
Que la adopción es una carrera de obstáculos.
 Que quien puede pagarlo lo hace fuera y que es iluso ponerle puertas al globo.
 La vocación de trascendencia, amor y proyección en el otro alienta la paternidad desde que el hombre es hombre. 
Ser madre o padre biológico puede ser un anhelo, pero no un derecho inalienable.
 La posible regulación de la gestación subrogada divide al PP y al PSOE. No me extraña.
 No es un asunto ideológico. Es más bien, sí, una cuestión de tripas. Y de conciencia.
 No estoy orgullosa de las mías. No sé si cambiaría de opinión si tuviera a alguien querido en esa tesitura.
 Solo sé que las mujeres no somos hornos. Y que tenía que decirlo.