Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

25 dic 2016

Es Navidad, ¿qué se hace hoy?............. Juan Tallón

Susan Sontag (1933-2004).
El 25 de diciembre es uno de esos días especiales en los que la gente hace lo de siempre. 
En su diario de 1964, Josep Pla anotaba en la entrada correspondiente a esa fecha que él optó por no levantarse. 
Y no arrepintió. «Como en la cama. Canelones».
 Después se pasó la tarde durmiendo.
 A las siete y media se despertó y trabajó un rato, pero no mucho, sin salir de la cama.
 Por la noche, cenó también en la cama, pollo asado frío, riquísimo.
 «He pasado muy buen día», resumió. 
En la Navidad de 1890, su colega Leon Tolstoi se mostró más activo, al menos en términos físicos.
 Para empezar, se levantó temprano. «Son las ocho de la mañana. Acabo de poner el árbol de Navidad»
 , escribió reconociendo que había dejado las tradiciones para el último momento.
Sylvia Plath recoge en sus diarios que el día de Navidad de 1958 «jugué, hice bromas, di la bienvenida a mamá.
 Tal vez la odie, pero hay más cosas. También la compadezco y la quiero.
 A fin de cuentas, como suele decirse, “es mi madre”».
 Fuera de eso, se peleó con su marido, el también poeta Ted Hughes.
 Ninguno de los dos sabe qué profesión ejercer, ni qué esperar de lo que escriben. «La poesía no es lucrativa».

William Faulkner, en la Navidad de 1932, también tenía la cabeza en su literatura.
 En carta al editor Bennett Cerf fechada el 25 de diciembre le confiesa que «estaría orgulloso de que publicaras El ruido y la furia, y confío en que algún día nos pongamos de acuerdo». En Oxford (Misisipí) hace un tiempo pésimo, «sin embargo, tengo un barrilito de moonshine [licor destilado ilegalmente] y cuatro libras de tabaco inglés, por lo tanto qué me importa, como dice el poeta»
La bebida proporciona compañía a muchos autores por esas fechas. En el segundo tomo de Los diarios de Emilio Renzi, Ricardo Piglia destaca en la entrada del 25 de diciembre de 1969 que se siente desvalido.
 Y confiesa: «Fiesta anoche, mucho alcohol, en una quinta en las afueras, permanecimos ahí nadando en la pileta hasta el amanecer».
Las celebraciones dependen del ánimo de cada momento.
 Susan Sontag pasó la Navidad de 1948 «completamente absorta» escuchando el concierto para piano forte en Si menor de Vivaldi, según sus Diarios tempranos.
 Ese mismo día también admitía estar «casi al borde de la locura.
 A veces hay momentos fugaces que sé con la certeza de que hoy es Navidad que estoy tambaleante al borde de un precipicio sin fondo».

 La debilidad parecía también dominar a Franz Kafka el 25 de diciembre de 1911.
 En la última de las notas de ese día escribe: «Correr hacia la ventana y a través de las maderas y cristales rotos, debilitado por haber empleado todas las fuerzas, saltar sobre el alféizar»
Max Aub acostumbraba a obviar las navidades en sus diarios.
 En una de las contadas veces que dejó anotaciones, el 25 de diciembre de 1951, escribió que «hay muertos que se quedan y otros que se van.
 Unos flotan, otros se hunden».
 Y cita a su amigo Xavier Villaurrutia, del que se conmemora el primer aniversario de su fallecimiento. No es posible saber si lo pasó bien o mal, o ambas cosas.
 Como divertida cabe calificar la Navidad de Julio Ramón Ribeyro en 1955. 
La pasó en Munich, entre champán y martini. 
A las tres de la madrugada acompañó a una mujer en taxi hasta su casa.
 «Ella utilizaba el latín y yo la entendía. Escena que me hace recordar al Félix Krull de Thomas Mann que al hacer el amor hablaba en alejandrinos».
 El 25 de diciembre de 2000, Mario Levrero ni siquiera salió de casa. 
Se había mudado a vivir al mundo de su computadora, en la que jugaba y resolvía solitarios compulsivamente, de día, de tarde, de madrugada, con tal de no escribir el libro al que se había comprometido.
 Admite que esa jornada estuvo un rato sentado, en silencio, sin hacerle caso al ordenador, y no se sintió mal. 
No le llegó la angustia. «Después de un rato lo que me llegó fue la compulsión de volver a la máquina», evoca en La novela luminosa.

En un mundo sin máquinas, pero mucho más asfixiante, vivía Alejandra Pizarnik
En la Navidad de 1959 durmió nueve horas.
 Caminó durante toda la mañana, y a su regreso se encerró en la habitación, llena de «hojas sueltas con poesías escritas que esperaban para que las corrigiera».
 Pero prefirió leer durante varias horas a Artaud. «Finalmente arrojé el libro, que me quemaba, hice un poema lleno de alaridos y me fui a la cocina a hundirme en revistas idiotas de cine y folletines y comencé a comer sin hambre». Pizarnik hablaba a gritos con su diario, como Cesare Pavese, que en la entrada del 25 de diciembre de 1937 de El oficio de vivir, destaca: 
 «O con amor o con odio, pero siempre con violencia».
 A continuación, después de saber que la mujer de la que está enamorado se ha ido con otro, señala que «querría más bien morir yo que recibir esta noticia de ella»


Los consumidores comienzan a pisar el freno....... Thiago Ferrer Morini Twitter María Fernández

Los analistas apuntan a que en 2017 se ralentizará la tasa de crecimiento del gasto.

Por mucho que los siglos y las tecnologías la hayan complicado, el punto inicial de toda economía siempre ha sido cuando alguien saca la cartera para llevarse un producto a casa.
 Los 27.140 euros que, de media, se gastó cada hogar español en 2015 impulsaron la recuperación de la economía; fue el primer incremento del consumo familiar en términos reales en siete años. Los analistas esperan que 2016 sea igualmente positivo; según la consultora Deloitte, las ventas minoristas en estas fechas navideñas crecerán un 4% con respecto al año pasado.
 Pero el mercado ya da señales de que esta alegría consumista viene impulsada por una serie de circunstancias extraordinarias; algunas de ellas, como un petróleo a precios bajos o los incentivos fiscales en el IRPF, están a punto de terminar.
Con dos palabras: crecimiento descendente —un aparente contrasentido—, la totalidad de los grandes servicios de estudios del país, desde el Banco de España a Funcas, AFI, BBVA o Caixabank resumen lo que va a pasar: se empieza a terminar el efecto rebote de la economía.
 Daniel Fuentes, economista sénior de Analistas Financieros Internacionales (AFI), traslada que la mitad del crecimiento actual del PIB se explica por el tirón del consumo privado.
 “El año que viene todos los analistas vemos una desaceleración, aunque todavía crecerá un 2,5%”, cree. 

“En 2017 el crecimiento promedio anual del consumo privado se ralentizará hasta el 2,3% [este año crecerá un 3%] debido a la menor contribución de la renta y la riqueza inmobiliaria y la desaparición de algunos factores transitorios”, abunda el último análisis de BBVA.
 El servicio de estudios del Banco de España pronostica un avance del 2% y la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) del 1,9%.
El índice de confianza del consumidor se mantiene a niveles muy altos y no anticipa el principio del fin de un ciclo.
 “Hasta el tercer trimestre de 2016 el consumo ha ligado tres años de crecimiento, progresando un 8,5% desde sus mínimos de 2013”, analiza Miguel Cardoso, del servicio de Estudios del BBVA. 
El aterrizaje, que se da por seguro, será suave y empezará debido al alza de precios inducida por el incremento del petróleo.
 “Venimos de años con un IPC negativo, y el que viene pronosticamos una inflación de un 1,4% o un 1,5%, y los hogares lo van a acusar”, considera Fuentes.
La política fiscal, además, ha cambiado de signo.
 La última subida selectiva de impuestos y el fin de las rebajas en el IRPF van a restar dinero del bolsillo de los españoles, y eso se trasladará a la calle
. Es, como resume Cardoso, algo que tarde o temprano tenía que ocurrir.
 “Es importante transmitir que las tasas de crecimiento son, en cierta medida, insostenibles, temporales. Se deben al ciclo de la economía”.
María Jesús Fernández, economista sénior de Funcas, añade que ya no hay tanto colchón del que tirar, “la tasa de ahorro está baja en términos históricos. 
En 2015, en porcentaje de renta disponible bruta fue del 8,2% y este año acabará cerca, en el 8,1% y en el 7,9% en 2017. Sólo en 2007 fue tan baja”.
Los sindicatos van más allá y leen en los datos nuevas tensiones. Carlos Martín, responsable del Gabinete Económico de CC OO, lo enfoca en que el crecimiento, el fruto de la recuperación, se va filtrando menos a las familias por obra de la devaluación salarial y por el deterioro de las condiciones de trabajo.
 “Y esto último se ha utilizado para amortizar los platos rotos de la crisis, ya no solo desde el punto de vista de la demanda, sino también financiero.
 La reforma laboral ha servido para que las familias cumplan, de forma tremendamente disfuncional, como bancos de las empresas en situación de crisis”. 

Los empresarios están sorprendidos y lo reconocen.

 Elisa Pereira, responsable del Servicio de Estudios de la patronal CEOE, recuerda que el primer factor de la expansión del gasto está en el empleo, y la correlación suele ser a la par. 
“El empleo ha crecido, sí, pero que el consumo vaya a acabar el año creciendo un 3% más o menos… ha sido una sorpresa, dada la moderación salarial. 
Las familias con hipoteca han visto cómo sus cuotas han bajado junto con los tipos.
 Eso da un margen para consumir.
 Por otro lado, las familias han hecho un esfuerzo de desendeudamiento muy importante”, añade. Sin embargo, aunque los tipos van a seguir bajos, “el margen de maniobra es muy pequeño”, porque han llegado al suelo.
Y todavía no, pero a más largo plazo también finalizará ese “regalo”, del que los españoles han disfrutado en estos últimos años.
 “Dentro de poco vamos a ver cómo ese estímulo [traducido en el euríbor para los hogares] va a desaparecer.
 No sucederá el año que viene ni el siguiente, pero, a la larga, la financiación empezará a encarecerse”, avanza María Jesús Fernández.
El túnel en el que entró la economía en 2008 hizo que los ciudadanos, incluso los que mantuvieron sus puestos de trabajo, dejasen de plantearse comprar un nuevo coche, viajar a ese destino lejano o embarcarse en una hipoteca.
 Esas decisiones quedaron “embalsadas”, como les gusta decir a los economistas, pero no indefinidamente. 
Porque al final, los bienes tienen una vida que se agota, lo que forzó que en 2013 comenzase a girar de nuevo la rueda del gasto. Esa curva ascendente, sin embargo, no distribuyó bonanza a todo el mundo por igual: España es uno de los países miembro de la OCDE con mayor desigualdad salarial, según un reciente estudio de la organización.
Los economistas dicen que un muerto es un drama y un millón, una estadística. 
El análisis que hace desde UGT Gema Ramón, responsable confederal de servicios sociales, desgrana lo que los datos no cuentan. 
 “No podemos decir que haya un crecimiento real del consumo. 
La reactivación va directamente ligada a la creación de puestos de trabajo, y con las condiciones de altísima temporalidad, las bajas tasas de cobertura, la falta de rentas mínimas de inserción, el hecho de que el 18% de los ocupados esté en riesgo de pobreza…, todo esto, evidentemente, hace que no podamos ver una reactivación”. Porque a la pobreza de los parados se ha sumado en los últimos años otra clase de miseria: la de los trabajadores con nómina.
 Más de seis millones de personas cobran menos del salario mínimo interprofesional.
 Y elevarlo un 8% (hasta los 707 euros), como acaba de acordar el Parlamento, no tendrá apenas efecto en la economía, según la decena de analistas consultados. 

Más coches

Por sectores, hay claros ganadores y perdedores.
 Aun sin el plan PIVE, las ventas de coches crecen a dos dígitos y la patronal Anfac no disimula su optimismo: el año próximo las fábricas españolas producirán tres millones y se matricularán 1,4 millones entre turismos y comerciales. 
“Unas cifras que nos toca mantener e incluso mejorar, pero sin olvidar los nubarrones que se ven en el camino”, matiza Mario Armero, su vicepresidente.
Desde la patronal aseguradora Unespa, por el contrario, recuerdan que “en 1999, los hogares españoles dedicaron cinco de cada cien euros de su renta disponible a adquirir protecciones de seguro y fondos de pensiones.
 Pero al aumentar las rentas, esta mejora no fue utilizada para mantener un ritmo relativo de adquisición de seguros.
 El dinero de más que pasaron a ingresar los hogares fue para otras cosas, por así decirlo.
 La crisis no fue sino la continuidad de esta evolución hasta 2011, cuando la ratio fue hasta levemente negativa.
 El sector se recuperó hasta 2014, pero el año pasado fue negativo”.
Tomás Pascual, presidente de una de las mayores empresas de alimentación del país, Calidad Pascual, reconoce por su parte que en su negocio se prevé “cierta desaceleración del gran consumo que, pese a todo, crecerá en torno al 2,2%.
 Hay una amenaza latente de reducción del consumo doméstico ya apuntada por el Banco de España, pero probablemente va a atenuarse mucho en la práctica”. 
Él es optimista, confía en que su empresa va a vender más.
 En el sector de salud, que se proyecta como uno de los de mayor crecimiento por el envejecimiento de la población, el vaso se ve medio vacío: uno de cada cinco españoles (10,5 millones) tiene seguro privado, un leve ascenso con respecto a 2014.
 “Un 84% de la población considera que es el Estado el que debe hacerse cargo de los gastos derivados de la asistencia sanitaria”, afirman desde la Alianza por la Sanidad Privada Española.
 “Sin embargo, un 34% piensa que no hay que limitar el gasto cuando se trata de pagar por la salud”.




 

Asaltar los cielos y contraprogramar a Dios.................. Juan Cruz..

La batalla Iglesias-Errejón enseña los dientes en Twitter.

Errejon y Pablo Iglesias, en el Congreso.
Pablo Iglesias, líder de Podemos, que en su lucha por asaltar los cielos ha contraprogramado en el pasado a todo dios (a Pedro Sánchez, al Rey, al PP en su Congreso, incluso al minuto de silencio por la muerte de Rita Barberá), ahora ha contraprogramado al mismo Dios, que nacía para los cristianos a las mismas horas en que sus fieles, comandados por Pablo Echenique, Rafael Mayoral, Irene Montero y Ramón Espinar, arremetían contra el Judas en que convirtieron de la noche a la mañana a Íñigo Errejón, el díscolo verso suelto de la antes compacta formación eclesial.
La reconvención en Twitter creció desde la mañana del 24 con la virulencia que tienen las redes: el primer disparo, y ¡¡boom!!, leña al díscolo. 
Eso parecía que iba a ser. Pero la flecha se torció.
 Comenzó Espinar, que había despedido la noche anterior a José Manuel López (otrora considerado por un gran podemita, Juan Carlos Monedero, como “el mejor político de España”). 
Y luego siguieron los ya citados; Echenique se rezagó, pero terminó diciéndole a Errejón lo mismo que el hastag oficial marcó en tan señalada fecha: AsíNoÍñigo.
 El secretario de organización, asustado quizá por la balasera desplegada, terminó llamando compa al compañero a abatir, como si le pasara la mano por el hombro para quitarle al menos una bala, la suya.
 Pero Echenique le vino a decir lo mismo a Errejón: o te quitas o te quitan, o dejas de fraccionar o te fraccionamos. 
Para asaltar los cielos sólo hay un dios verdadero y tú no lo eres, ïñigo. Así no, compa.
Fue un espectáculo diseñado para señalar, como los repudios cubanos (y que Dios me perdone); 
la cabeza en la picota era la de Íñigo Errejón, por revolverse a favor de López. 
Ahí estaba su cabeza, para que los fieles dispararan en el hastag… Las balas se torcieron y se volvieron díscolas, como el hombre que había hablado demasiado. Así que pronto la cabeza que aparecía y desaparecía de este inmenso recuento de dimes y diretes era la del propio líder máximo de la formación que tiene a Errejón, precisamente, como segundo referente político. 
Ha sido Pablo el que mandó disparar, decían muchos de los afectos, ahora decepcionados por la naturaleza fratricida de la metralla utilizada. 
 Iglesias apareció, pero desde otro lado del templo, felicitando la Navidad: hay que quitársela a los ricos para dársela a los pobres.
Pero el hastag no desapareció ni desaparecieron, de vez en cuando, los que arreciaban en el temporal que había querido mostrar la indicada flecha, contrarrestados inmediatamente por los soldados de la otra infantería. Así No Íñigo, se transformó, sin demasiada intermitencia, en Así No Pablo, aunque esta innovación no tuvo efecto real en el cielo de Twitter.
Así se romperán en trocitos y se disolveran entre poderes y dime y diretes, Así No! Podemos, así se perderán las intenciones que un dia parecieron que en el mundo político algo se  movía , pero !Así NO! a quien corresponda.
Un repaso a ese intercambio descubre la naturaleza del enfado del líder por la reacción de Errejón (y los suyos) ante la defenestración alevosa del anterior mejor político de España del puesto que ocupaba en la Comunidad de Madrid.
 El mapa que traza esa discusión ya no esconde nada, ni siquiera el compa de Echenique rebajó la tensión.
Lo dijo un tuitero, avanzada la batalla: ustedes entretenidos en Twitter y ni Dios ayuda en la cena. 
El plato Íñigo Errejón, que habían dispuesto para ser disuelto en las nubes gástricas de la Navidad, estaba demasiado crudo para tanto diente.
 Ahora habrá que ver que dice Dios.
 Estará lavándose las manos, como Pilatos.
Dios nunca dice nada.

 

24 dic 2016

El Discurso del Rey

Volverán Las Oscuras Golondrinas de Gustavo Adolfo Bécquer

en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día…
ésas… ¡no volverán!

Y las Palabras del Rey resumiendo un" annus horribile"
esas no volverán...
Para qué ese discurso de Paz y Prosperidad?
dime tu a dónde va.... 

Asomaba A Sus Ojos Una Lágrima de Gustavo Adolfo Bécquer

y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.

Yo voy por un camino; ella, por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún ¿por qué callé aquel día?
Y ella dirá ¿por qué no lloré yo?

Y por qué iba a llorar? 
el discurso del Rey dime tú a dónde va..? 

Fingiendo Realidades de Gustavo Adolfo Bécquer

con sombra vana,
delante del Deseo
va la Esperanza.
Y sus mentiras
como el Fénix renacen
de sus cenizas.

Eso, menos muertes y más vida. 
El Discurso del Rey dónde va?