Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

27 nov 2016

Lo que saben los ignorantes.......................................Rosa Montero

Llevamos un año de victorias de la irracionalidad. 
Más que los votantes, me parecen culpables los políticos que se han olvidado de servir a la sociedad.

COLUMNISTAS-REDONDOS_ROSAMONTERO
ESCRIBO estas líneas en el calentón del triunfo de Trump, y para cuando aparezcan (la impresión de El País Semanal se toma 15 días) quizá otros comentaristas hayan dicho lo mismo.
Ojalá, porque eso indicaría que empezamos a tomarnos en serio este problema. 
En el primer ar­tícu­lo que publicó tras las elecciones, mi admirado John Carlin decía: “Los analfabetos políticos que votaron a Trump han caído en lo que la historia juzgará como un acto de criminal irresponsabilidad hacia su propio país”.
 Muy cierto. Esos votantes son unos incultos y también los culpables directos del desastre. 
Han ganado los supremacistas blancos, los partidarios del rifle, los sexistas irredentos.
 Que nadie se llame a engaño: el machismo, ese prejuicio tan soterrado y poderoso, ha sido una de las causas por las que Clinton perdió. 

son ignorantes y se equivocan, de la misma manera que se equivocó trágicamente el pueblo alemán en 1932 cuando votó a Hitler
Pero, además de esto, yo creo que hay gente con una responsabilidad aún mayor por lo que está sucediendo en el mundo. Llevamos un año de victorias de la irracionalidad, del retrogradismo, de la demagogia.
 Y los analistas políticos, ante cada derrota del sentido común, llámese Brexit o trumpismo, se limitan a decir: son unos ignorantes y se han equivocado.

Pues sí, son ignorantes y se equivocan, de la misma manera que se equivocó trágicamente el pueblo alemán en 1932 cuando votó a Hitler.
 Pero ¿por qué está sucediendo de repente todo esto? ¿Qué es lo que saben esos ignorantes para portarse así? 
Pues saben, o sienten, que no pintan nada
. Que esta democracia supuestamente representativa no les representa en absoluto.
 Que hay una distancia sideral entre sus problemas y la clase política. 
Que la mayoría de los políticos no trabajan para el bien común, sino para su propio provecho.
 Y que el sistema es una maquinaria férrea, inmutable y ajena que les aplasta una y otra vez: la crisis mundial la están pagando los ciudadanos más desfavorecidos.

Los profesores Vitali, Glattfelder y Battiston estudiaron en 2011 más de 43.000 empresas multinacionales y descubrieron que el 80% de ellas estaba controlado por tan sólo 737 personas.
 Hay un millar de individuos que poseen el mundo, y los políticos deberían estar de nuestra parte, de parte de todos los demás ciudadanos, para intentar controlar a los potentados. 
Pero ¿acaso alguien siente que están de nuestro lado? 
Yo, desde luego, no. 
La democracia, que tiene a su favor la transparencia, nos muestra una y otra vez todos los fallos del sistema, su corrupción, su hipocresía. 
. Y la gente ignorante, harta de no sentirse ni siquiera escuchada, se vuelve hacia los profetas antisistema, hacia los neonazis, los neoestalinistas o los tiranos teocráticos como el ISIS, creyéndolos puros y distintos. Un trágico error que vamos a pagar todos con sangre, porque fuera del sistema democrático sólo está el infierno. Pero, claro, para que la democracia siga funcionando hace falta devolverle la legitimidad y la credibilidad que ahora parece haber perdido.
LA DEMOCRACIA, QUE TIENE A SU FAVOR LA TRANSPARENCIA, NOS MUESTRA UNA Y OTRA VEZ TODOS LOS FALLOS DEL SISTEMA
De modo que sí, querido Carlin, esos analfabetos que votaron a Trump han cometido un acto de criminal irresponsabilidad, pero a mí aún me parecen más culpables los políticos que se han olvidado de su condición de servidores de la sociedad y que se diría que sólo viven para sus propios intereses.
 Creo que muchos de los votantes de EE UU no se sienten representados ni por los demócratas ni por los republicanos y, por otra parte, ¿qué ejemplo de veracidad dan todos esos sectarios como Susan Sarandon que prefieren seguir empecinados en las luchas partidistas en vez de pensar en los ciudadanos, en el bien común? 
El mismo ejemplo que dio la izquierda aquí tras las primeras elecciones, cuando, en vez de pactar, como les ordenaban las urnas, prefirieron convocar nuevos comicios porque creyeron que sacarían más tajada, más poder personal, sillones, cargos.

Cuando, días antes de las elecciones, Trump rompió con los republicanos, ya sospeché que ganaría. 
Porque eso le daba aún más credibilidad al energúmeno: “Ha roto con los políticos corruptos, él sí que va a ser capaz de hablar por nosotros”, me imagino que pensaron los analfabetos de Carlin. Equivocadamente, desde luego.
 Y, aun así, algo saben.
 Algo fundamental que deberíamos ser capaces de escuchar.

Mil cien años........................................Javier Marías.

Un libro, ‘El saco de Tesalónica’, sirve para encontrar paralelismos entre la angustia y el destino de sus habitantes con los de sitiados y huidos actuales.

COLUMNISTAREDONDA_JAVIERMARIAS
ME LLEGA un librito meritorio.
 Interesará a tan poca gente –pese a su interés– que vale la pena dar noticia de él. 
Se trata de El saco de Tesalónica, del clérigo bizantino 
 (“cubuclisio”) Juan Cameniata o Kaminiates, quien vivió el ataque sufrido por su próspera ciudad a manos de los agarenos o sarracenos en el año 904, recién iniciado el siglo X.
 No es una obra única en ningún aspecto, ni siquiera en lo referente al lugar devastado, más conocido hoy como Salónica: hay relatos de su toma por parte de los normandos en 1185 y de la invasión de los otomanos en 1430, a las órdenes del sultán Murad II.
 Las ciudades sitiadas, su conquista, su quema y las matanzas habidas en ellas, son una constante de nuestra historia, y sin duda uno de los puntos fuertes de series ficticias, vagamente medievales, como Juego de tronos
Y es sabido que Tolkien se inspiró en la caída de Constantinopla de 1453, que tan maravillosamente narró Sir Steven Runciman, para las más emotivas batallas de El Señor de los Anillos. 
 Los asedios siempre funcionan narrativamente, y siempre producen la fascinación del espanto.
La breve obra de Cameniata (Alianza, cuidada edición de Juan Merino Castrillo) tampoco resiste la comparación estilística con textos muy posteriores como La caída del Imperio Bizantino del extraordinario cronista Jorge Frantzés o Sfrantzes (lean, lean a Frantzés los que puedan; ay, no en español si no me equivoco, pero sí en otras lenguas a las que se lo ha traducido). 
Pero, como señalan los editores, no deja de causar perplejidad pensar que lo contado en ella sigue ocurriendo en torno al Egeo y el Mediterráneo, casi igual que hace mil cien años, con las capturas y carnicerías del Daesh o de Boko Haram más al sur, con la esclavitud reinstaurada (si es que alguna vez se fue), con las masas de refugiados a la deriva, manipulados y engañados por mafias. Cameniata, todavía cautivo en Tarso de Cilicia (hoy Turquía), relata los hechos en forma de misiva, confiado en que ésta ayude a un intercambio de prisioneros o a un rescate.
 Como clérigo, no puede evitar ser pelmazo al principio, achacando la desgracia que aguardaba a los tesalonicenses a la “vida disipada” y a los numerosos pecados en que habían incurrido.
 Lo que sí se ve pronto es que la ciudad ufana estaba mal preparada para el combate, y que además, como sucede a menudo en estos casos, la inferioridad bélica se conjugó con la mala suerte, casi de forma cómica. 

El principal encargado de la defensa, el estratego o “protospatario” León Quitzilaces, “estando a lomos de su caballo, se encontró a Nicetas … cuando decidió darle un abrazo … y descuidó las riendas.
 Se asustaron los caballos y más aquel que montaba el estratego, afectado por un entusiasmo natural, e irguiendo la cerviz y con las crines encrespadas, se encabritó y lo tiró de la silla.
 Éste cayó de cabeza … y, arrojado al suelo, se rompió el fémur derecho y el hueso del cotilo.
 Daba lástima y renunciaba a vivir”.

Cameniata, su familia y bastantes más lograron salvar la vida prometiendo la entrega de riquezas escondida
Poco después los sarracenos, al mando de otro León –León de Trípoli–, renegado cristiano y sanguinario, vencieron las murallas desde sus barcos e iniciaron la terrible matanza.
 Es curiosa la cantidad de veces en que Cameniata señala la estupefacción y la parálisis de los tesalonicenses, con el enemigo ya encima, como causa o agravante de su absoluta derrota.
 “No sabían de qué manera ponerse a salvo … Toda la gente completamente agitada y confusa, desconcertada sin saber qué hacer ni cuándo y poniendo en peligro su vida.
 Ninguno se preocupaba de cómo repeler el destino inminente, sino que daba vueltas en su mente a cómo o con cuánto dolor encontraría la muerte”.
 O bien: “Podía verse a los hombres como naves a la deriva arrastradas de aquí para allá, … hombres, mujeres y niños precipitándose y amontonándose unos sobre otros, dándose el abrazo más lamentable, el postrero”
Cameniata, su familia y bastantes más lograron salvar la vida prometiendo la entrega de riquezas escondidas. Fueron embarcados tras diez días de saqueo. Hacinados para la larga travesía, Cameniata no ahorra detalles infrecuentes en las narraciones: “Lo peor de todo eran las necesidades de vientre, a las que no había forma de dar salida según apremiaba la necesidad física de evacuar. Muchos, dando prioridad al pudor del asunto, constantemente corrían peligro de morir al no poder aguantar el apremio”. O bien: “Aquella agua, siendo un flujo de las letrinas de la ciudad, era capaz de matar sin necesidad de ningún otro medio a los que la bebían. 
Pero como poción pura y placentera de nieve recientemente derretida, así llevaba cada uno a su boca aquella podredumbre y aceptaba en su imaginación que el fétido cáliz estaba lleno de miel”.
El ansiado intercambio de prisioneros se inició catorce meses después del saco de Tesalónica, pero se interrumpió a los tres días. No se sabe por qué, ni cuál fue el destino de Cameniata, si se contó entre los afortunados o si ya fue esclavo hasta el final de su vida. Cuánta gente no habrá hoy en Irak, en Siria, en Nigeria, preguntándose lo mismo, cada amanecer, con desaliento

 

El siglo XX queda definitivamente atrás con la muerte de Fidel Castro................................... Pablo de Llano.

El siglo XX queda definitivamente atrás con la muerte de Fidel Castro

El fallecimiento del fundador de la Revolución cubana cierra un capítulo de la historia de América Latina.

Solo las personas que llegaron a saber lo que fue la Revolución Cubana y los que vimos su desarrollo, saben que ahora no es momento de críticas, ya hubo tiempo para saber en lo que fue la Revolución Cubana y en lo que se transformo. Escribo desde la Nostalgia de un tiempo perdido que no es el de Proust aunque igual podría serlo, y los cubanos si pasaron calamidades con el bloqueo de EE.UU no lo olviden nunca. Pasada la Guerra Fria y sin la ayuda de la URSS, hoy Rusia, se quedó sola y Fidel se convirtió en un peligro del que no se podian librar. 

Vi el Documental de Oliver Stone, y realmente como personaje si lo analizamos era muy interesante. EE.UU prohibió ese documental que se convirtió casi en clandestino, como cuando con el Franquismo ibamos a ver en silencio el Acorazado Potemkin, claro que la social no lo sabia ni sabia nada de historia pero todos erámos espiados y posible carne del comunismo. Erámos niños en busca de un cambio, ¿Por qué los que no hicieron nada de nada, solo estudiar en tiempos revueltos ahora están en Partidos se supone que democráticos, están la mayoria en puestos de Gobierno y no digamos los nacionalistas que ni saben como fue la Lucha en Canarias pero reivindican el gofio, las papas con mojo, las isas y folias y no se preocupan nada más que de consignas que ahora ya no son democráticas pero muchos creíamos que si. Lucha y Libertad. Es facil agitar ahora la bandera, da igual la que sea, nacionalista mejor, cuando aquí mismo hubo un tiempo que te hacian un Consejo de Guerra por escribir en un periódico un Poema de Pedro Lezcano. Un Poema con libro permitido, pero lo leían pocos, un periódico era un arma cargada de futuro como la Poesía, un puñado de letras era peligroso.

Y Recordar desde la Nostalgia que pensamos que con Fidel podríamos abrir una puerta a la esperanza resulta que analizar La Cuba de Fidel donde muchos españoles, canarios y no canarios tuvieron que huir de la Guerra Civil española.

Y muchos fueron asesinados y no sabemos donde están sus cuerpos, mi abuelo fue fusilado, se creyó eso  de los que no tenían las manos manchadas de sangre y su delito era ser republicano, y lo mataron y no se sabe dónde está. Fue en Valencia.

 Y que tenga que leer manchagadas de leche y queso , vinos, pan y gofio en el potaje, eso para algunos es muy revolucionario, el PSOE nos vendió al PP, lo demás ya forma parte de la Historia de nuestras vidas.

 

26 nov 2016

Cuatro fiestas y un funeral................................. Boris Izaguirre

Madrid puede ser una ciudad donde la vida es tumultuosa y la muerte un desamparo..

 

De izquierda a derecha: Boris Izaguirre, el doctor Bonaventura Clotet, Belén Rueda y Miguel Bosé, en la Gala Sida el pasado martes en Madrid.
Madrid es una fiesta sin fin, así lo he comprobado esta semana, agitándome entre salones de academias, estrenos de cine, recepciones en embajadas y cenas en casas vecinas a la Zarzuela. 
Y, de repente, en medio de todo, la muerte de Rita Barberá, inesperada y solitaria en una habitación de hotel.
 Igual que Bacon, el pintor inglés, que murió en otro hotel cerca del Prado.
 Madrid puede ser una ciudad donde la vida es tumultuosa y la muerte un desamparo.
Mi primera reacción ante el fallecimiento de la exalcaldesa de Valencia fue recordar que en España la muerte santifica. Forma parte de nuestra educación ver la muerte de esa manera. 
Y, en efecto, los gestos y palabras de homenaje empezaron a crecer y a eclipsar lo demás. 
El Partido Popular en su bipolaridad ensalzó de todas las maneras posibles a quien habían expulsado de sus filas.
 En ese sentido, la muerte de Barberá tiene un significado enorme: es probable que Rajoy haya conseguido su segunda legislatura al aceptar su salida del partido y que ahora desde el cielo será ella, la repudiada, quien mejor le ampare en su nuevo gobierno.

Pero en Madrid la fiesta continua.
 El Día de Acción de Gracias es igual a la Navidad para los estadounidenses y la capital empieza a celebrarla con su característica soltura cambiando los pavos por capones o pulardas, que es un ave que gusta mucho a las anfitrionas porque es más jugosita y menos aparatosa. 
En la Gala Sida, capitaneada por Miguel Bosé, había tanta electricidad por ser la primera vez que se celebraba en la capital que se fue la luz en la cocina donde terminaban la cena
. Y la pularda, indecisa, se retrasó.
 La gala recaudó más de un millón de euros, en una ciudad que es solidaria pero también pesetera.
 Fue un éxito.
 Y también hubo cobra. Laura Sánchez retransmitía en streaming la alfombra roja y cuando le preguntó a Carmen Lomana algo sobre los ochenta, Carmen congeló su rostro, los ochenta quedan muy atrás, hasta que Sánchez aclaró que hablaba sobre los orígenes de la enfermedad.

Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler, en la fiesta de 'Vanity Fair' por motivo de su número 100, el pasado martes en Madrid.
No podíamos imaginar que esa misma noche sería la última de Rita.
 Seguimos vivos y la vida continua.  
Brad Pitt acudió al estreno de Aliados y posó sin permitir ninguna pregunta.
 La que sí habló fue Lucía Bosé cuando inauguró una exposición de sus obras, que mezclan el collage y el humor, en el Cock, un mítico bar que acogió la movida pero fue también el lugar de escarceo discreto durante el franquismo. 
“Entrábamos por Chicote”, explicaba Lucía, haciendo referencia al bar que agasajaba a Dominguín, Ava Gardner y los príncipes de Mónaco, “pero luego veníamos al Cock por una puerta falsa. Y aquí pasaba de todo, sin ser noticia”.
Algunas noticias, como la de una muerte, deseas por un instante que sean falsas.
 Para evitar noticias falsas en las redes habrá legislación verdadera, de esto se hablaba en la última cena de Thanksgiving de los embajadores norteamericanos.
 Que las redes mandan mucho se comprobó con el Brexit y el triunfo de Trump, noticias reales que habríamos preferido fuesen falsas.
 Pero publicar lo que es cierto-cierto supone un camino difícil-difícil, que pasa por asumir que ya no existe frontera o muro entre la verdad, la noticia y el entretenimiento.