Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

25 nov 2016

Lo que los ojos esconden; La Historia unió a su madre y a un ministro franquista

Historia de Carmen: Memorias de C. Díez de Rivera

Carmen Díez de Rivera
Asoma en estas páginas una vida titánica.
 Carmen Díez de Rivera encarna una tragedia que se proyecta sobre una España decidida a olvidar todo lo que pueda ser un obstáculo al goce.
 Fue la hija pequeña de María Sonsoles de Icaza, esposa de Francisco Díez de Rivera, marqués de Llanzol. 
Nace en 1942 y pronto llama la atención por la belleza de sus ojos azules y el rubio intenso de su pelo. 
En el Madrid dolorido y pequeño de entonces empieza a correr la especie de que el padre es Ramón Serrano Suñer, el influyente ministro de Asuntos Exteriores y cuñado de Franco. 
El drama llega con la fuerza de una tragedia griega cuando, a los 17 años, Carmen Díez de Rivera se presenta en su parroquia para pedir los papeles para casarse.
 Ignora que se ha enamorado de su hermanastro Ramón Serrano-Suñer y Polo.
 Ese trauma determinará su vida y quizá su muerte, en noviembre de 1999.

La periodista Ana Romero conoció a Carmen Díez de Rivera en marzo de 1999, y lo que empezó como una entrevista para El Mundo ha acabado en un libro a medias entre la historia de vida y la biografía. Como se escribe en la nota introductoria, el material a partir del cual se ha escrito este volumen procede de conversaciones, de los diarios y las declaraciones en cinta magnetofónica que Carmen le proporcionó. A esto se añaden aportaciones de amigos y fuentes bibliográficas.

La vida de Carmen Díez de Rivera a disposición del lector es apasionante. 

 Ana Romero comienza por mostrar los primeros años de la vida de una niña de la aristocracia madrileña. Si la marquesa de Llanzol es retratada como una mujer pendiente de su belleza y de la moda del gran Balenciaga, la visión de Serrano Suñer, apenas apoyada en sus memorias y en la interesante, pero incompleta, biografía que le hizo Ignacio Merino, resulta algo endeble.

Tras descubrir de quién es hija en 1965, Díez de Rivera escapa al áfrica Negra. 

En Costa de Marfil da clases en la selva.
 De vuelta a España decide, en un gesto infrecuente en la época y en su clase social, que tiene que ganarse la vida. 
Busca trabajo y da con un Adolfo Suárez director general de Radio Televisión Española con 37 años. 
Se permite, en el propio despacho de Suárez, llamarle fascista. Vuelve a coincidir con él en una cena en el palacio de La Zarzuela y acaba trabajando para él. 
En el entretanto trabaja con Zubiri y su madre la echa de casa.  
En julio de 1976 Carmen Díez de Rivera es nombrada directora del Gabinete del Presidente de Gobierno, Adolfo Suárez. 
Durará en el cargo hasta mayo de 1977, aún cuando su vinculación a Suárez se prolongue en el tiempo. 
Relacionada con La Zarzuela, vive con un gran protagonismo la Transición.
 A través del libro vemos a Carmen como elemento clave, junto al Rey, de la legali- zación del PCE. 
Monárquica pero fascinada por las banderas republicanas y los puños en alto de los primeros mítines de la Transición, transmite una visión agria de Suárez.

Siempre atada a los distintos avatares políticos, cae víctima de un cáncer que, en su opinión, le trata equivocadamente un médico madrileño.

 Muere una mujer que ha quedado en el inconsciente colectivo de su generación. 
Bella, contradictoria y uno de los personajes esenciales para entender la Transición. 
Carrillo dió un esbozo de la relación que se atribuía a Carmen con Suarez y admite la nula realidad entre los dos, no obstante a  Suarez, cosas de la vida, se le van muriendo las mujeres que conoce y quiere, de cáncer. 
Y la vida de esa mujer Carmen Diez de Rivera es para que se conozca a fondo.

 

El Black Friday 2016 ya está aquí. ¿Cuáles son las mejores ofertas y descuentos que hacen las tiendas?

Electrónica, vino, vuelos y hasta cirugía estética. Las empresas se vuelcan con la jornada de descuentos

 
Carteles con ofertas del Black Friday en San Sebastián.
Ya ha llegado el Black Friday 2016 
. Es el quinto año que los comercios españoles celebran el viernes negro. 
Pero esta vez lo hacen a lo grande. Se han sumado desde tiendas tradicionales a clínicas de cirugía estética. Pocas empresas son las que se reservan los descuentos solo para el viernes y la ola de rebajas se prolongará durante todo el fin de semana y hasta el lunes, que se cierra con el Cyber Monday. Las promociones son el pistoletazo de salida a las compras navideñas, una moda tradicional de Estados Unidos (vinculada a la celebración de Acción de Gracias), pero que se está convirtiendo en unos de los eventos de rebajas más promocionados también en España.

 
Carteles con ofertas del Black Friday en San Sebastián.
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¿Qué ofrecen las empresas españolas?
 La avalancha de comercios, tiendas online y cadenas que se han sumado a las rebajas del Black Friday 2016 hace imposible recoger todas las propuestas, pero a continuación destacamos algunas de ellas.
 De todas formas, antes de comprar, mira siempre la letra pequeña, ya que no siempre te la recuerdan hasta que estás a punto de pagar.

 

Hipermercados y grandes cadenas

Media Markt. Es la gran cadena que más años lleva volcada por esta moda del viernes negro y ha aguantó hasta el los últimos días antes de confirmar qué iba a ofrecer.  
Hacen ofertas hasta el día 27 de noviembre
 Han apostado por televisores inteligentes, películas a mitad de precio, una gama amplia de móviles y algunos electrodomésticos. Entre las ofertas que destacan, sacarán 10.000 unidades de un portátil por 299 euros y 4.400 de la consola PS4 con dos juegos por el mismo precio.

El Corte Inglés. La cadena de grandes almacenes, una de las que apuesta por estas rebajas prenavideñas desde hace más tiempo, ha concretado que tendrá ofertas los próximos 24, 25, 26 y 27 de noviembre, tanto los grandes almacenes como la web
 Asegura que las ofertas alcanzan 2.000 marcas y ha puesto ejemplos, como frigoríficos Liebherr por 599 euros, televisores inteligentes LG por 539 euros o jamones ibéricos de 7 kilos por 159 euros. 
Harán descuentos incluso en prácticamente todos los departamentos, desde viajes a seguros.

Nosotras mismas..................... ................................ Luz Sánchez-Mellado


Manifestación en noviembre de 2015 en Madrid contra la violencia de género.

“Se tarda más en usar un lápiz de labios que en desfigurar con ácido............................ Ángel L. Martínez Cantera......”

Reshma Qureshi sufrió una agresión que le destrozó la cara. Hoy es modelo y hace campaña para acabar con la venta de abrasivos.

No”, espeta Reshma Qureshi (1997) poco después de saludar. “Ese es el problema: la negativa. 

Estos hombres nunca aceptan un no por respuesta”.

 Sentada al borde de la cama, las cicatrices de su cara marcada por el ácido contrastan con las sábanas lisas y las paredes tersas.

 Chocan la pulcritud y los tonos monocromáticos de la estancia con el caos del slum del barrio de Kurla, en el centro de Bombay. 

Fuera, las grietas del empedrado absorben las últimas lluvias del monzón arrastrando desechos, mientras las hendiduras de las tapias aplacan la llamada al rezo de la mezquita y el ruido del tráfico.

 Dentro, las huellas de su rostro también arrostran una decena de dolorosas cirugías y ahogan el grito de una generación de mujeres atemorizadas por la violencia machista en India.

Más aún si se tiene en cuenta que muchas de las agresiones no se denuncian por miedo a represalias y por falta de apoyo social e institucional. 

Pero no se trata de un problema exclusivo de India. 

También las mujeres colombianas padecen esta lacra, aunque la mayoría de los casos se concentran en Pakistán, Afganistán, Bangladesh, Camboya o India.

 La Fundación Internacional de Supervivientes de Ácido estima que entre 500 y 1.000 mujeres de la región asiática sufren estos ataques anualmente.

El problema en India es la impunidad.
 De los más de 200 casos del pasado año, sólo 11 han sido juzgados.
 No es de extrañar que la agresión a Reshma ocurriese en Uttar Pradesh; el Estado septentrional en el que suceden más de la mitad de los ataques con ácido y uno de los que registra más incidentes de violencia machista: tanto casos de feticidios femeninos como de asaltos sexuales y violaciones.
“El ácido es demasiado accesible y barato para el daño que puede hacer.
 Sólo cuesta 20 rupias [25 céntimos de euro]”, dice Reshma, secándose la oquedad de la cuenca del ojo ausente.
 En 2014, su hermana mayor y ella iban a hacer el examen de Alim —curso básico de entendimiento del Corán— cuando fueron asaltadas en su ciudad natal, Allahabad. 
Su hermana se estaba divorciando de su pareja, acusado de maltratos y denunciado por el secuestro de su hijo.
 Irreconocibles bajo el niqab, fueron agredidas por el marido y otros dos hombres; que confundieron a Reshma por su hermana. Parte de sus 17 años de belleza y felicidad se carcomieron en pocos segundos.
 La corrosiva burocracia se unió a la decena de cirugías por las que Reshma tuvo que pasar. 
Alrededor de un millón de rupias (13.700 euros) en tratamiento médico; de las que el Gobierno sólo sufragó la insuficiente ayuda estipulada por ley. 
En 2013, una sentencia del Tribunal Supremo indio endureció la regulación para vender sustancias químicas —como el ácido sulfúrico— utilizadas en este tipo de ataques, limitó las existencias de estos productos, estipuló el registro de la identidad de los compradores y obligó a los gobiernos estatales a compensar a las víctimas con 300.000 rupias (4.000 euros) en un máximo de dos meses tras el ataque.
 Sin embargo, Reshma tuvo que esperar un año para recibir la insignificante cantidad por parte de la misma administración estatal que sigue sin enjuiciar a su agresor.
 Pese a la hiriente pesadilla administrativa, Reshma casi debe sentirse tristemente afortunada, ya que el 80% de las supervivientes nunca llegan a recibir la cantidad compensatoria; según informa Make Love Not Scars (Haz Amor No Cicatrices)
 Creada para sensibilizar a la población india sobre los ataques con ácido, esta organización también ofrece atención médica urgente y rehabilitación, así como apoyo legal y vocacional a las afectadas. Su fundadora, Ria Sherma, ayudó económicamente a Reshma Qureshi desde el primer momento e ideó la campaña para acabar con la venta de ácido en India: #EndAcidSale
Entonces, los carteles con el rostro Reshma marcado por el ácido tuvieron el doble efecto deseado: hacer publicidad sensibilizando a los ciudadanos de Mumbai y transformar a una víctima en superviviente cumpliendo su sueño de ser modelo.

Reshma Quereshi es maquillada y peinada por numerosas manos.

 

Según datos oficiales del Ministerio del Interior, 222 indias sufrieron ataques con ácido en 2015. 
Menos que en 2014 —309 víctimas—, pero una cifra inexplicablemente alta comparada con el escaso centenar de casos registrados en los años precedentes