Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

2 nov 2016

El Trueno lector............................................................ Juan Cruz

La duda alimentó el espíritu del Capitán Trueno y el respeto fue su divisa

El personaje creado por Víctor Mora, fallecido en agosto, protagoniza una muestra en Madrid.

 

Una viñeta del Capitán Trueno.
Si a un niño de 10 años le venía un tebeo en 1958 en el que un guerrero medieval se iba a luchar en las Cruzadas tras haber leído a Platón; si además ese héroe sabía quién era Hipatia, que murió por una biblioteca, y también se interesaba por los inventos aerostáticos imposibles en el siglo XII, ese niño iba a vivir en la incredulidad o en el asombro.
 Y seguiría leyendo.
No fue sólo eso el Capitán Trueno.
 Fue un precursor de la alianza de las civilizaciones, pues partió de su casa, impulsado por las lecturas (se ha ido de tu casa, le dijo un amigo a su padre, por haberle dejado leer a Platón) para cumplir como un cruzado.
 Pero se desvió, respetó a los moros, buscó aliados en ellos y jamás se ensañó con sus razones.
 La duda alimentó su espíritu y la tolerancia fue su divisa, cumplida por el fiel Crispín que (como dice Juan Barja, filósofo, director del Círculo de Bellas Artes, que alentó la exposición ahora abierta en esa entidad) fue heredero del lector Trueno en la pasión por los libros y por el simpar Goliath, aun a regañadientes, que era muy bruto.
Y yo me sentí Sigrid, aquella mujer que siempre cabello rubio al viento lo esperaba en la Isla de Thule. Cuando de niños nos prestábamos cuentos pude leer y enamorarme del Capitán Trueno gracias a que un niño un poco mayor que yo me dejaba esos cuentos para niños. Las niñas intercambiabamos los de Princesas de la colección Graciela, o Azucena.


Además, y esto lo pone de manifiesto también Barja, Víctor Mora burló a la censura biempensante de la época colocándole al Capitán Trueno junto a una novia con la que se acostaba.
 No fue el único desafío, pero cuando los censores se asomaban a esa intimidad, en pleno franquismo, Mora los burlaba haciéndolos vivir en tiendas separadas.
 Cuando se ponían más pesados aún los vigilantes del rigor mortis del franquismo, el genial guionista, que militaba entonces con los comunistas catalanes y sabía latín, soltaba algún grito patriótico, Santiago y Cierra España, por ejemplo, y santas pascuas.
Otra viñeta del capitán Trueno.
A los niños que teníamos aquella edad en 1958 nos duró el Capitán Trueno toda la vida; y varias generaciones, hasta ahora mismo, han convivido con esta invención que, además, nos pareció real como la vida misma.
 ¿Nos puso a leer? le pregunté a Patxi Lanceros, profesor, comisario de esta muestra que nos ha devuelto más de medio siglo de vida: “No sé si nos puso a leer.
 Pero seguramente a muchos nos encontró con avidez de lectura, y a una edad temprana.
 Y la inmersión en ese tebeo, tanto la lectura como la (im)paciente espera semanal, nos hizo ver que en la lectura había algo importante, y fascinante”. 
A él, como a Barja, como a Juan Calatrava, que también escribe en el luminoso catálogo de la muestra, le potenció la lectura “hasta hacerme un enfermo (de la lectura, por lo menos).
 He leído más que he vivido, como escribió Borges”.


Era imposible un hombre así entonces, por eso los niños de esa edad teníamos razón para el asombro y para vivir pendientes del Capitán Trueno, cuyas extraordinarias aventuras nos hicieron lectores llenos de las preguntas que nos engancharon al personaje, a sus acompañantes (Sigrid, Crispín, Goliath) y a sus amigos, entre ellos el científico Morgano, cuyo globo convirtió al protagonista en un héroe cosmopolita.
El Capitán Trueno le abrió la mente, a él y a millones de truenófilos, a “los mares de Stevenson, Melville, Conrad o Salgari. Pero también los de Homero y los gélidos mares del Norte.
 Y muchas tierras. 
Y, seguramente, fijó la idea de que siempre, y en todas partes, habrá déspotas y tiranos. La lucha es interminable”.
La aventura empieza en 1191. 
Mora estaba fascinado, indica Lanceros, por el ciclo artúrico; pero nada de lo que inventó era falso, propio de magos, como bien demuestra, en el catálogo el científico y académico José Manuel Sánchez Ron. 
Hay globos, robots, elementos que dotan a la invención de un realismo que dista de ser mágico y que cautivó a los adolescentes porque hacían del héroe un personaje de carne y hueso.
Los nombres de los grandes autores a los que Mora recurre (de Platón a Verne) existen, están ahí, no se explican, los niños tienen que salir a buscarlos, y eso creó una curiosidad que no se terminaba de saciar nunca.
 Esa traducción a la que estaban obligados los niños lectores “redundaba en una fuerza estética, poética —y también ética— de la que carecían otros comics contemporáneos”, dice Juan Calatrava.
ampliar foto
Los valores (lealtad, defensa del débil, nobleza, amistad) fueron otro elemento de su perdurabilidad.
 Son valores “atemporales y llegaban directamente a la mente del lector”.
 Calatrava añade que el pasado entonces, como decía Löwenthal, era “un país extraño”; “pero constituía no una referencia erudita sino un territorio imaginario lleno de acontecimientos y de hechos por descubrir”.
Sigue inoculándonos la misma fascinación, dicen los truenófilos de hace medio siglo. ¿Y hoy? “Quien se acerque hoy al cómic sin esa experiencia previa es obvio que lo hará con otra lectura cuyo rasgo principal será la ausencia de la historia”.
 Barja ve así al personaje que abrió a la imaginación su infancia: “Era un inconformista, reclamaba justicia, iba contra los tiranuelos, estaba con los campesinos; Mora fue capaz de unir las palabras guerra y represión en aquellos años terribles de Franco. Imagino que de niño noté algo. Algo noté, sí, que dura y es el origen de esta muestra”.
Barja ve en ese lector que fue Trueno y en el personaje que fundó Mora y dibujó (en primer lugar) el genial Ambrós, un trasunto, por la época y por la dimensión de su narrativa, de Tiempo de silencio o de La colmena.
 Sánchez Ron lo ve como habitante de un mundo en el que la ciencia ya no era magia.
 Fue un compañero de aventuras antes de que aquellos chicos que teníamos diez años supiéramos qué era leer.

Segundo varapalo eléctrico:¿Soria va a estar en este Gobierno que es el suyo?

El ‘bono social’, mal diseñado y peor financiado, sufre otro revolcón en el Supremo.

José Manuel Soria, exministro de Industria EFE
El Tribunal Supremo ha rechazado por segunda vez la norma que regula el llamado bono social eléctrico, que implica una reducción del 25% en la tarifa eléctrica que pagan 2,4 millones de consumidores, en teoría jubilados y hogares con rentas más bajas. El coste del bono se cargaba en las cuentas de las empresas eléctricas y el tribunal ha estimado, por segunda vez, que este modo de financiación es discriminatorio y que Industria no ha explicado satisfactoriamente por qué se financia de esta forma.
Los consumidores tendrán que asumir de nuevo el coste de esa subvención con un recargo directo o indirecto en sus recibos, salvo que Industria decida embalsar los costes otra vez. 
Pero no se trata solo de precios, sino de malas leyes, malas prácticas administrativas y mala gestión. 
Porque en un sistema mal regulado, como el eléctrico, la financiación del bono nació como resultado de un pacto de moqueta, según el cual el Gobierno, en 2009, renunciaba a algunos derechos a cambio de que las eléctricas pagaran la tarifa subvencionada para las rentas más bajas. 
Ese pacto fue recurrido por las compañías ante el Supremo, que lo anuló en noviembre de 2013.
 Industria, con Soria al frente, modificó la ley, pero sin provecho ni escarmiento, porque el Tribunal ha vuelto a rechazarla por las mismas razones.

Más allá del presunto incumplimiento del acuerdo por las compañías —que el Gobierno debería recordar cuando Bruselas falle sobre el exceso de Costes de Transición a la Competencia pagados por los consumidores— estamos ante otro caso de leyes torpes que le cuestan al contribuyente cantidades notables en indemnizaciones.
 Si el bono social es necesario para ayudar a las rentas más bajas, finánciese en el Presupuesto o con normas legales; si no es necesario —hay evidencias de que del bono se benefician rentas altas—, elimínese. 
Pero, por favor, pertinacia en el error con cargo al consumidor, no.

 

Isabel Pantoja cobrará 100.000 euros por actuación

La tonadillera comparecerá en una rueda de prensa el 10 y el 11 de noviembre publica su nuevo disco. Cantará en Madrid, Sevilla y Barcelona.

Isabel Pantoja, en una de sus últimas actuaciones. GTRES

Una semana después de cumplir su condena por blanqueo de dinero, Isabel Pantojadesvela parte de su plan para retomar su carrera artística.
 Según informa su nueva casa de disco Universal, la tonadillera comparecerá en Aranjuez el próximo día 10  en el Teatro Real Carlos III de Aranjuez.
 Allí será la presentación mundial de su álbum Hasta Que Se Apague El Sol para un reducido número de seguidores y medios de comunicación.
 Pantoja cantará en directo varios temas acompañada de una Orquesta Sinfónica compuesta por 83 músicos, dirigida por el maestro Carlos Checa.
 La actuación será retransmitida en directo vía streaming a través de la web oficial de Isabel Pantoja http://www.isabelpantoja.es/
Y un día después publicará su nuevo trabajo con el que pretende recuperar su puesto en el panorama musical y dejar atrás años en los que se habló más de ella por sus problemas judiciales que por su carrera. 
Pantoja regresa también necesitada de dinero tras cumplir con la justicia y por eso planea una gira internacional.
 Pero de momento solo hay tres localizaciones confirmadas Madrid, Sevilla y Barcelona aunque está organizando una gira por América que incluirá México, donde participará en un homenaje a Juan Gabriel, a quien debe su nuevo disco.
 La cantante cobrará por cada actuación 100.000 euros.
Pantoja, con su hermano Agustín. GTRES
La puesta en escena para el regreso de Pantoja no escatimará esfuerzos.
 Se planea que actúe con una gran orquesta y un grupo de mariachis.
La foto de su nuevo disco la presenta vestida de blanco impoluto con un traje de aire mexicano para hacer honor a los temas del álbum compuestos por su amigo Juan Gabriel. 
Su rostro aparece difuminado por un exceso de Photoshop que parece querer ocultar los rasgos de una mujer de 60 años.
Desde Universal aseguran que este será uno de los grandes discos de Pantoja pero aportan pocos detalles más
. Se sabe que se grabó en México semanas antes de que la tonadillera ingresara en la cárcel de Alcalá de Guadaira.
 Lo hizo con el apoyo incondicional de Juan Gabriel que sin saberlo le hizo a su amiga su último regalo.

 

Aunque no notemos nada porque nada ha cambiado, el PP toma medidas........

Acuerdo urgente para mantener las pensiones.

El nuevo Gobierno debe impulsar un gran pacto para reformar la financiación del sistema.

....................

 

 
Jóvenes Jubilados en Horcajo de Santiago, Cuenca.
Es, sin duda, la primera reforma que debe afrontar el nuevo Gobierno.
 Afecta a 9,5 millones de pensionisas, de los cuales en torno a 6 millones perciben una jubilación y la evolución demográfica en nuestro país augura la ruina del sistema si no se toman medidas
. El sistema público de pensiones requerirá 120.000 millones de euros este año, lo que supone en torno a un tercio del gasto público total de España y equivale al doble del gasto en Sanidad y tres veces el de Educación.
 La hucha, que se fue llenando en los años de mayor crecimiento económico y de empleo, se vaciará en diciembre de 2017.
Pocos problemas socioeconómicos están tan bien diagnosticados como el de las pensiones públicas contributivas.
 El sistema de reparto vigente implica que los trabajadores activos de hoy pagan las percepciones de los jubilados de hoy. 
No hay previsión ni capitalización. 
El sistema está topado por una cotización máxima que se detrae de la remuneración de los activos y por una pensión máxima.
 Este sistema de reparto ha entrado en crisis en un momento político delicado (más de 300 días sin Gobierno efectivo).
Entiéndase por crisis no una quiebra del sistema y el impago de las percepciones. 
Un sistema de reparto como el vigente en España tiene garantizado en torno al 10% del PIB en ingresos.
 Los pensionistas siempre dispondrán de ese 10%; pero si el PIB cae, el número de los pensionistas aumenta, la pensión se prolonga o aparecen otros desequilibrios internos, la pensión será menor y el poder adquisitivo puede hundirse.
 La crisis así entendida se ha hecho evidente por el rápido agotamiento del Fondo de Reserva de la Seguridad Social (la hucha) que ha pasado de un depósito de más de 60.000 millones a guardar hoy apenas 24.000. 
pulsa en la foto
El sistema de pensiones públicas necesita una reforma en profundidad.
 No un cambio de modelo, sino un patrón más adecuado de gestión y financiación
. Con sueldos más bajos, la cotización cae aunque la afiliación aumente; con contratos temporales, sucede lo mismo.
 La suposición de que la crisis actual del sistema es coyuntural y el déficit del sistema (unos 17.000 millones) desaparecerá con rentas más altas y empleo más estable es demasiado optimista.
 Es probable que la caída de rentas salariales y el estancamiento del empleo fijo hayan llegado para quedarse.
Mientras tanto, los gastos del sistema crecen, por efecto del mayor acopio de jubilaciones, porque las pensiones cada vez son más altas, porque la relación entre cotizantes y pensionistas se deteriora y porque el sistema de reparto no puede sostener una afluencia creciente de jubilados con largos periodos de percepción y subsistencia.
 El factor que pone en peligro la financiación del sistema a largo plazo no es el paro, ni la depresión salarial, sino la persistente ampliación del periodo que media entre el comienzo de la percepción y el momento del fallecimiento del pensionista.
 Este plazo crece por el aumento de la esperanza de vida; aumenta y dilata el coste de las percepciones, mientras que los ingresos por cotizaciones se mantienen en el mismo porcentaje de PIB.
La pregunta crucial para el jubilado o al borde de la jubilación es si percibirá su pensión sin merma de cuantía, de derechos (¿por qué los futuros pensionistas no van a percibir la misma pensión que los actuales si cotizan igual?) y de poder adquisitivo durante su vida. La respuesta es que si no se toman ya medidas correctivas, el sistema entrará en crisis (riesgo de recorte de las percepciones) en los próximos cinco años.

Reforma perentoria

El agotamiento de la hucha implica que a partir de diciembre de 2017 el desequilibrio entre ingresos y pagos del sistema pasa a constituirse en deuda y deberá ser soportado por el Presupuesto en forma de endeudamiento.
 A nadie se le escapa que el Presupuesto del Estado difícilmente puede soportar, con su estructura actual de ingresos y gastos, un esfuerzo financiero de 15.000 millones, que es lo que costaría absorber las pensiones de viudedad y orfandad.
 Sin contar con el hecho de que las cuentas del Estado sufren vaivenes cíclicos más acusados que las cotizaciones.
¿En qué consistiría la reforma financiera o corrección del sistema de pensiones públicas?
 A título indicativo, el paso inicial es un acuerdo político-social sobre una reforma profunda dentro del actual sistema de reparto.
 El acuerdo trasciende el Pacto de Toledo; debe implicar un compromiso de los agentes políticos y sociales a largo plazo, porque el modelo vigente implica una distancia creciente en el periodo de percepción de la pensión.
 Importan por supuesto y mucho las decisiones de reforma a corto plazo, para prevenir los recortes.
 En el marco de ese acuerdo deseable parece oportuno explorar algunas vías de acción. Como estas:
1. Respaldo presupuestario, en lo que permita la política de estabilidad, de los derechos de los trabajadores activos y los jubilados.
2. Supresión rápida y ordenada de las exenciones y reducciones de cotización (como las tarifas planas) que se aplican como estímulo a la creación de empleo e incentivan poco o nada.
3. Sondear la posibilidad de crear recargos fiscales transitorios (en Renta o en Sociedades), para hacer frente al descenso de ingresos. El PSOE ya ha propuesto un tributo especial.
4. Calcular el impacto y consecuencias de eliminar parcialmente el tope máximo de cotización, quizá aplicable a las rentas salariales más altas.
 En este punto, el debate es enconado porque se supone que eliminar el tope de cotización debería tener como consecuencia un aumento correlativo de la pensión máxima. 
Según los más cautelosos, implicaría un encarecimiento del factor trabajo.
5. Reforma o recorte de la pensión de viudedad, pensada inicialmente como una compensación en un mercado laboral con escasa presencia de la mujer. Podría considerarse la sustitución del régimen actual por una prestación pagada por una sola vez.

6. Ampliación efectiva de la edad de jubilación, pactada con las empresas.
 En este ámbito, sería oportuno sondear también la modificación de las normas que impiden a un jubilado seguir trabajando, siempre y cuando pague una cotización.
La reforma no es trágica, pero sí perentoria.
 Lo que se decide sobre pensiones surte efecto a largo plazo.
 No hay margen para parches demagógicos, ni demoras.