Las 57 cámaras de videovigilancia —35 tienen un 80 % de movilidad y
las 22 restantes son fijas—, que se reparten a lo largo de la autovía de
Barbanza (AG-11), se han convertido en uno de los principales pilares
de la investigación sobre el caso Diana Quer, la joven madrileña el
pasado 22 de agosto en A Pobra (A Coruña). Sin embargo, los
investigadores se han encontrado con un problema casi de bulto: los
vídeos no tienen la calidad suficiente para identificar las matrículas
de los vehículos, según informa La Voz de Galicia. Por
este motivo, está siendo muy complicado determinar el vehículo en el
que se cree que Diana, o su teléfono, pudo desplazarse aquella madrugada
entre A Pobra, localidad en la que fue vista por última vez, y Rianxo,
municipio en el que su móvil emitió la última señal antes de apagarse. CIENTOS DE LLAMADAS Por
su parte, el subdelegado del Gobierno en Lugo, Ramón Carballo, ha
confirmado que "se han recibido muchas llamadas, tanto de Pedrafita como
desde Castroverde" que sitúan a la joven desaparecida Diana Quer en esa
zona de la provincia lucense. "Hay cientos de llamadas que la Guardia Civil y la Policía atienden, hacen el seguimiento y se lo comunican al equipo que lleva la investigación". Por
ello, la Guardia Civil de Lugo "está haciendo un informe para pasárselo
al equipo de investigación que lleva el caso (en A Coruña), y, a partir
de ahí, a ver si llegan a alguna conclusión". "Esperamos que aparezca
lo más pronto posible", desea.
Sin Mercedes Milá, no hay Gh posible. Ni Jorge Javier Vazquez que va dejando Sálvame con la pesada de Carlota Corredera.....¿Como no vamos a estar cansados de Jorge J. Váquez que se le nota cansado y aburrido.El único que se cree sus propias gracias es el pesado de Kiko Hernández inculto y sabelotodo, y envidioso.....no vale ya .quiten Sálvame de Luxe que no tienen dignidad y es un descaro lo que cobran. Jorge Javier Vázquez, presentador de 'Gran Hermano 17'.
Poco queda de aquella primera edición de Gran Hermano
que tuvo a media España pegada a la pequeña pantalla. Corría el año
2000 y un grupo de extraños se encerraba en una casa llena de cámaras
para exponer su vida durante 24 horas a todo el que quisiera mirar. El
experimento sociológico resultó ser todo un filón para Telecinco, que en
la edición que ganó Ismael Beiro logró una media de 7.811.000
espectadores y un 51,2% de cuota de pantalla. Eran otros tiempos, con
menos canales y menos opciones para elegir cómo y qué televisión ver. Pero la mina de oro estaba ahí. La prueba está en que 16 años después, la cadena sigue apostando por su reality estrella para la temporada otoñal. Sin
embargo, los datos de audiencia y la reacción de la audiencia en las
redes sociales en la presente edición han hecho saltar las alarmas. El
programa arrancó con 2.557.000 espectadores en su primera gala, casi un
millón menos que en su anterior edición. El jueves 15, en su segunda
gala, bajó a 2.110.000 espectadores, siendo superado en número de
espectadores por el regreso de Águila Roja (2.580.000). La semana pasada, en su tercera gala, la serie de La 1 volvió a imponerse en número de seguidores (2.418.000) a Gran Hermano (2.117.000), que sí vence en cuota de pantalla al abarcar un tramo horario más amplio. En su cuarta gala, el jueves 29, Gran Hermano
volvió a perder espectadores, quedándose con 2.038.000 seguidores, y
volviendo a ser superado fácilmente por el superhéroe de TVE. Las cifras
del resto de noches dedicadas al reality son todavía más
bajas. ¿Ha llegado el ocaso del formato? ¿Nos hemos cansado del
"experimento sociológico"? ¿Qué está pasando con Gran Hermano?Sencillamente que Jorge Javier ya resulta aburrido y cansado.
Tres noches a la semana Una de las causas del agotamiento que está sufriendo el
formato puede estar en la sobreexposición al que se ve sometido. Telecinco exprime al máximo cada uno de sus realities, con galas,
programas en prime time dedicados a ellos, seguimiento en el resto de
espacios de la cadena... Los martes, Gran Hermano: Límite 48 horas
está marcando datos bastante discretos (1.472.000, 1.483.000 y
1.619.000 espectadores, respectivamente, en los tres martes de esta
edición). Los jueves son la noche fuerte con la gala y los domingos es
el turno del debate, que este año en sus dos primeras semanas se ha
visto superado por las películas de La 1 y Antena 3. El que se trate de
la 17ª edición del reality también influye. Desde la edición 2009-2010, la media de audiencia del programa se sitúa por debajo de los 3 millones.
Casting de concursantes No es nada nuevo, pero cada año se acentúa la sensación de
que los participantes en el programa solo van por la fama rápida que
otorga. La naturalidad con la que se enfrentaron al reality la
mayoría de los concursantes de la primera edición queda ya demasiado
lejos. Ahora lo que busca el programa es dar con perfiles que permitan
seguir alimentando una maquinaria que se retroalimenta y lleva a las
mismas caras de un espacio a otro, desde Gran Hermano a Supervivientes o Mujeres y Hombres y Viceversa. Estrategias desesperadas Si el casting de este año no funciona, no pasa nada:
recurrimos a viejas glorias y listo. Es lo que han hecho con el
Contraclub. Sin embargo, eso tampoco funcionó y el programa cerró el
chiringuito de forma apresurada. También se ha intentado aumentar la
audiencia con caras de Mediaset de actualidad, como Terelu Campos o Alba
Carrillo tanto dentro de la casa como fuera de ella. Pero estas
estrategias no han dado frutos. Cambio de presentador Muchos echaron la culpa del bajón sufrido por el programa a Jorge Javier Vázquez. Es evidente que el cambio de presentador
se nota en un formato en el que Mercedes Milá lo era casi todo. Aunque
Vázquez no puede cargar con toda la culpa del agotamiento del formato
—ha sido el último en llegar—, en las primeras galas no parecía hacerse
con el programa y no se le veía todo lo cómodo que debería estar. Las
comparaciones son odiosas y, en este caso, jugaban en contra del
presentador de Sálvame. En cualquier caso, esta edición solo lleva cuatro galas emitidas. Habrá que esperar al final para dictar sentencia.