Jean van Heijenoort, pionero en la historia de la lógica, al margen de sus aportaciones científicas, fue un personaje clave de la época.
La obra de León Trotski tuvo un gran impacto en el pensamiento occidental del siglo XX y su figura, más allá del valor histórico, genera una indudable fascinación: la historia de su alzamiento, su enfrentamiento con Stalin, su exilio y finalmente su caída, rodeada de violencia y traición.
Este último hecho es el que se narra en la reciente película El elegido (Antonio Chavarrías, 2016), centrada en Ramón Mercader, el español entrenado por los servicios soviéticos que cometió el asesinato.
Mercader fue uno de los asombrosos personajes que rodeaban al revolucionario ruso.
Otro, menos conocido, fue Jean Louis Maxime van Heijenoort (Creil, Francia, 23 de julio de 1912).
Van Heijenoort fue un pionero en la historia de la lógica matemática.
Leyó su tesis doctoral en matemáticas en la Universidad de Nueva York en 1949.
Se especializó en lógica y filosofía de las matemáticas, y fue profesor en la Universidad de Columbia primero, luego en la de Brandeis, y desde 1977 en la Universidad de Stanford, hasta que falleció en 1986.
Su Source Book, publicado en 1967, se considera una obra cumbre en la historia de la lógica matemática.
Contiene la primera traducción completa al inglés del Begriffsschrift, trabajo de Gottlob Frege, padre de la lógica matemática y la filosofía analítica, seguido de 45 artículos de otros autores (entre ellos, grandes nombres de la matemática como Guiseppe Peano, Richard Dedekin, Georg Cantor, David Hilbert, Ernst Zermelo, John von Neumann, Alfred North Whitehead y Bertrand Russell) sobre lógica y teoría axiomática de conjuntos, publicados entre 1889 y 1931.
El libro se culmina con el célebre artículo de Kurt Gödel sobre la incompletitud de la aritmética de Peano.
El valor de este libro es enorme, ya que mucha de esa literatura hasta entonces no era accesible en las universidades norteamericanas.
La gran mayoría de las traducciones fueron debatidas con los propios autores.
Además, contiene introducciones a cada uno de los artículos y multitud de notas a pie de página que completan, explican y contextualizan los trabajos.
Se considera el libro más influyente en historia de la lógica y de los fundamentos de las matemáticas.
El pintor Diego Rivera, también comunista,
solicitó su visado al presidente Lorenzo Cárdenas, e instaló a Trotski y
Van Heijenoort en la casa de Frida Kahlo
Poco tiempo antes Van Heijenoort se había unido a la Liga Comunista, y su militancia y su excelente conocimiento de idiomas (hablaba con fluidez francés, ruso, alemán e inglés) llevaron a Raymond Molinier, líder de la Liga, a recomendarlo a Trotski.
Fue entonces enviado a Prinkipo Island (Büyük Ada, Turquía) donde el revolucionario ruso estaba exiliado, y de allí lo acompañó a Francia, tras recibir un permiso especial del primer ministro francés Édouard Daladier para instalarse en el país.
Van Heijenoort se convirtió en una persona indispensable del grupo de fieles de Trotski, y en 1937 lo acompañó a México D. F., huyendo de la Gestapo y los asesinos de Stalin.
El pintor Diego Rivera, también comunista, solicitó su visado al presidente Lorenzo Cárdenas, e instaló a Trotski y Van Heijenoort en la casa de Frida Kahlo, su pareja sentimental, en el barrio de Coyoacán.
Cuando Ramón Mercader (en ese momento con nombre y nacionalidad falsos: Frank Jackson, belga) asesinó a Trotski con un piolet en 1940, Van Heijenoort estaba en Nueva York, a donde se había trasladado para estar con su segunda mujer, Beatrice "Bunny" Guyer; allí comenzó a trabajar en su doctorado bajo la dirección de James Johnston Stoker en la Universidad de Nueva York.
Fue así en la gran manzana donde se enteró de la muerte de Trotski por un periódico: “Trotski, wounded by friend in home, is believed dying".
Van Heijenoort lamentó no haber estado allí: siempre pensó que si él hubiera seguido con Trotski, Mercader, el falso amigo, no le hubiera engañado.
En EE UU tuvo que ocultar su pasado comunista para sobrevivir en el macartismo
. Sus diferentes identidades anteriores le ayudaron a pasar inadvertido, y pudo desarrollar una tranquila vida académica. Su trabajo fue muy valorado y tras su fallecimiento se publicaron numerosos obituarios en prensa.
Su final también fue novelesco.
A lo largo de su vida, el guapo Van –así lo llamaban- se casó cuatro veces, e incluso fue amante esporádico de la propia Frida Kahlo.
Su cuarta esposa fue Ana María Zamora, hija de un abogado de Trotski.
Su relación fue tormentosa: se divorciaron, se volvieron a casar y se separaron de nuevo.
Pero no podían vivir el uno sin la otra.
En marzo de 1986, Van Heijenoort fue a visitarla a México, por última vez.
Una noche, la del 29 de marzo, ella lo asesinó con tres balazos en la cabeza mientras dormía, suicidándose después.