La actriz
alega diferencias irreconciliables y pide en la demanda de divorcio la
custodia de los seis hijos que tienen. El actor se declara "muy triste".
Una de las parejas más estables de Hollywood parece que no lo era tanto. Brad Pitt y Angelina Jolie se separan. La pareja de actores se casó en secreto en agosto de 2014
en Francia después de 10 años de noviazgo. En total, 12 años de
relación y seis hijos en común. Ha sido Jolie quien ha dado por
terminado el matrimonio al presentar ayer, lunes, la solicitud de
divorcio alegando “diferencias irreconciliables”. Esta ruptura,
equivalente en Hollywood a un divorcio en una casa real, se debe, según
fuentes cercanas a la familia, a la manera en que Pitt educa a sus
hijos, con la que la actriz está disconforme. Aunque ya hay medios que
apuntan a una infidelidad por parte del actor . Pitt ha afirmado a la
revista People que está "muy triste por lo sucedido", pero que
"lo que importa es el bienestar" de sus hijos. Y, ha pedido a la prensa
que les deje "espacio durante los tiempos complicados que se avecinan".
Twitter se inunda de memes pletóricos de la actriz sobre la reacción
que ha podido tener al conocer que Angelina Jolie ha pedido divorciarse
de Brad Pitt.
Caos total en Internet. El divorcio del año, de la década y posiblemente del siglo ha pillado a todo el mundo desprevenido (solo un tabloide, US Weekly,
insinuó sutilmente la ruptura hace meses alegando que Jolie quería
centrarse en una posible carrera política) e Internet ha reaccionado tal
y como mejor sabe hacerlo: con GIFs, obviamente.
No es para menos, Brangelina estuvieron mucho antes que los Kimye, los (efímeros) Swiddleston olas Cake. Más
que una pareja, practicamente era una sacrosanta entidad (acompañada
por su tribu de seis hijos).
Pero si alguien sale reforzado de este
divorcio, a ojos de los internautas, es Jennifer Aniston. La ex pareja de Pitt ha tenido que aguantar durante años la narrativa de ser conocida en los tabloides como Sad Jen (Triste Jen), y pese a disfrutar una vida más que plena –tal y como recordó aquí–, se le ha atribuido constantes depresiones porque Brad, supuestamente, la engañó con Angelina Jolie mientras rodaban Sr. y Sra. Smith.
Un estudio sobre bullying alerta de que Whatsapp es la herramienta más habitual para el acoso.
Ella es una adolescente aplicada a punto de cumplir 14 años, con una familia normal
(padre, madre, hermanos) sin problemas económicos. Las llamadas y
mensajes con insultos y amenazas le llegan sobre todo desde el Whatsapp. Las hacen sus propias compañeras de clase, también chicas. Le escriben
casi siempre por la tarde, cuando ya está en casa. Ella es la víctima
estándar del ciberbullying, una forma de acoso escolar que
supone intimidar o humillar de forma reiterada en el tiempo a través de
las redes sociales, por el correo electrónico, en un chat o con el
móvil. Uno de cada cuatro casos de acoso es de este tipo, según un
estudio publicado este martes. Y de nuevo, la víctima más común suele ser una chica.
La proporción de ciberacosados aumenta conforme lo hace la edad de la
víctima y afecta mucho más a las chicas (70,25% de los casos) que a los
chicos (29,8%). El hostigamiento es diario para un 71,8% de las
víctimas. Nueve de cada 10 víctimas tienen alguna secuela psicológica.
Sobre todo sufren ansiedad (79,5%), seguida de tristeza, soledad y baja
autoestima. Uno (o una) de cada diez ha tenido pensamientos suicidas o ha llegado
a intentar acabar con su vida. Uno de cada tres casos se considera de
"alta gravedad" porque la víctima recibe golpes o patadas, lleva más de
un año sufriendo a diario y la violencia aumenta conforme pasa el
tiempo. Una familianormal La mayoría de las víctimas de esta lacra son de nacionalidad española
y proceden de familias "convencionales" y sin problemas económicos en
el 86% de los casos, según refleja el Estudio sobre ciberbullying según los afectados,
elaborado por la fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en
Riesgo) y la fundación Mutua Madrileña a partir de la base de datos de
los teléfonos de ayuda a niños y adolescentes y a los adultos y la
familia de ANAR que ha atendido 60.408 llamadas relacionadas con acoso
escolar, de entre los que se han seguido 1.363 casos de bullying. Los ciberacosadores pertenecen normalmente al mismo centro escolar
que la víctima y actúan en grupo (de dos a cinco personas) del mismo
sexo que la víctima y que, en ocasiones, fueron sus amigos previamente. También son adolescentes "y les mueve la agresividad o la venganza",
según el estudio. La mayoría de los acosados tiene un "alto rendimiento escolar", según
el informe. Son el 36,2% frente al 33,3% de rendimiento medio y el
30,5% de rendimiento bajo. Pero el estudio alerta de que sufrir
ciberacoso "desmotiva en alto grado el esfuerzo escolar de quienes lo
sufren".
"Que se de en uno de cada cuatro casos es un porcentaje alto, muchos
siguen con la idea de que es algo novedoso, pero no es un fenómeno
nuevo, se da cada vez más", explica al teléfono Benjamín Ballesteros,
director de programas de la Fundación ANAR. La explicación de que sea un
fenómeno que se produce más en alumnos más mayores (el acoso en general
comienza a los 11 años) está relacionado con la "incorporación" de las
nuevas tecnologías a la vida de los adolescentes. "Normalmente reciben
su primer móvil a los 12 años y es entonces cuando empiezan a formar
parte de su vida", añade Ballesteros. Sobre la mejor edad para tener un teléfono móvil, Ballesteros
recomienda a los padres: "Deberían entregarlo en el momento en el que
consideren que ya están preparados para ir solos a la calle, el peligro
es similar. Y deberían alertarles de forma parecida a como les cuentan
los problemas que puede traer salir solo".
A quién acudir Las víctimas de ciberbullying suele pasar una media de nueve
meses antes de que atreverse a contarlo. Acuden más a los padres
(81,3%) que en otros tipos de acoso en las escuelas (62,1%). A
Ballesteros les llama la atención que lo cuenten: "Es cierto que tardan
casi un curso, pero lo cuentan, se lo dicen a todo el mundo pero no
siempre las reacciones son adecuadas, las familias tienden a
aminorarlo". El responsable de la fundación recomienda a los padres "que
le den la importancia que tiene, profundicen en ello con sus hijos y lo
cuenten en el centro escolar". El informe destaca que en en este tipo de casos "es más habitual" que
los profesores tomen medidas respecto al acoso tradicional. El 28% de
los docentes no hizo "nada especial, solo escuchar el caso del
adolescente". La mayoría de las familias afectadas (59,3%) consideraron
que la actuación de los profesores no había sido la adecuada. Las dos fundaciones autoras del trabajo consideran "esencial" adoptar
un protocolo de actuación unificado para toda España con las medidas a
adoptar en los centros escolares. Los protocolos actuales son, en la
mayoría de los casos, de ámbito regional.
El francés Olivier Polge se crió en los campos de rosas de Grasse, donde
nace el emblemático Nº 5 de Chanel. Ahora ha asumido el reto de
actualizarlo para las nuevas generaciones manteniendo su personalidad. TAMBIÉN EN EL universo etéreo y pausado de los perfumes, el siglo XXI
logra sus conquistas. Chanel Nº 5, la fragancia más icónica del pasado
milenio, se adapta a los nuevos tiempos rebautizada como Nº 5 L’Eau. Para ello, según explica el perfumista y actual nariz de la casa
francesa, Olivier Polge —su creador, o más bien reformulador—, se han
modificado sus “acordes y notas”. Semántica musical que, aplicada al
olfato, se podría traducir por un lampedusiano “que algo cambie para que
todo siga igual”. Aunque tal vez resulte osado tratar de descifrar un
trabajo cuya técnica está en manos de un selecto club de expertos y en
el que los sentidos y el laboratorio desempeñan un papel sustancial. Polge, sobra decirlo, es a sus 41 años uno de estos gurús del perfume
que –para que no decaiga el símil musical– se refiere al nuevo producto
como a una milimetrada “nueva composición”. Detrás de algo tan inasible
hay una densa cadena humana, tecnológica e industrial que, precisamente,
nace en Grasse,
población al sur de Francia, de donde es oriundo Polge y donde madura
la exquisita rosa centifolia, clave en la base del Nº 5 y cuyo destilado
absoluto se obtiene en la misma finca en la que se celebra la
entrevista con el perfumista. Con un manto rosa a sus espaldas, Polge intenta poner en palabras lo que
le ha supuesto el reto de reinterpretar un clásico. “Estamos intentando
hablar a las nuevas generaciones, que tienen otra relación con las
fragancias, pero sin traicionar lo que nos diferencia”, afirma sobre una
fórmula que pretende ser menos “vestida” que la original, “más libre y
fresca”. “Es más difícil reescribir un perfume que crear uno de la
nada”, asegura. “Trabajar con la memoria y con una identidad tan
poderosa como la del Nº 5 es un desafío complejo”.
Creado en su primera versión en 1921 por Ernest Beaux, este perfume
cambió el relato de la historia de la belleza. Por primera vez, un
embotellado se alejaba de los olores básicos para ofrecer uno compuesto
en el que naturaleza y química se daban la mano. El Nº 5 no quería
reproducir solo el aroma de lilas, rosas o jazmines, sino crear un
mezcla abiertamente artificiosa, capaz de invocar una nueva y audaz
frontera femenina.