Muchas personas sucumben a la creencia errónea de que la capacidad de caer bien es algo natural, que no se puede aprender y que solo tienen unos pocos afortunados (los guapos, los animales súper sociables y los más talentosos).
Es fácil caer en esta concepción equivocada.
Cuando hablo para públicos reducidos, suelo pedirles que me describan a la persona más agradable con la que hayan trabajado. La gente, inevitablemente, suele ignorar las características innatas (como la inteligencia, la extroversión o el atractivo) y se centra en cualidades que escapan del control de la gente, como la cercanía, la humildad y el optimismo.
Estas cualidades, entre otras, son propias de personas con inteligencia emocional.
Los datos de más de un millón de individuos recogidos en un estudio de TalentSmart demuestran que la gente que tiene estas cualidades no solo cae bien, sino que supera a aquellos que no caen bien con una gran diferencia.
El 90% de los que mejor resultado obtuvieron en el estudio de TalentSmart tenían mucha inteligencia emocional; la gente que tiene más inteligencia emocional gana una media de 29.000 dólares (casi 26.000 euros) más al año que la gente que tiene menos inteligencia emocional.
Además, cada punto más de inteligencia emocional supone un aumento de 1300 dólares (unos 1160 euros) en el salario.
Caer bien es una cuestión de inteligencia emocional que escapa de nuestro control.
A diferencia de las características fijas e innatas, como el cociente intelectual, la inteligencia emocional es una cualidad flexible que se puede mejorar con esfuerzo.
Con el objetivo de ayudarte a aumentar la inteligencia emocional, he investigado un poco para encontrar los hábitos clave que hacen que las personas emocionalmente inteligentes caigan bien.
1. Son auténticas. Ser auténtico y sincero es esencial para caer bien.
A nadie le gustan las personas falsas. La gente gravita alrededor de las personas auténticas porque sabe que puede confiar en ellas.
Es difícil estar a gusto con alguien que no sabes cómo es de verdad o que no sabes cómo se siente realmente.
La gente que cae bien se conoce a sí misma.
Tiene la seguridad suficiente como para estar cómoda siendo como es.
Si te concentras en lo que te motiva y lo que te hace feliz como persona, te convertirás en una persona mucho más interesante que si intentas ganarte el cariño de la gente tomando decisiones que tú crees que harán que caigas bien.
2. Hacen preguntas consideradas. El mayor error que cometemos en general a la hora de hablar con los demás es que nos centramos tanto en lo siguiente que vamos a decir o en cómo nos va a afectar lo que está diciendo la otra persona que no escuchamos a nuestro interlocutor.
Oímos las palabras altas y claras, pero el significado se pierde. Esto se puede evitar fácilmente haciendo muchas preguntas. A la gente le gusta saber que la están escuchando y algo tan sencillo como una pregunta aclaratoria demuestra que, además de que estamos atentos, nos preocupamos por lo que nos están diciendo.
Te sorprenderá el respeto y el aprecio que recibirás solo por hacer preguntas.
3. No juzgan. Si quieres caer bien, tienes que tener la mente abierta.
Tener la mente abierta te hace cercano e interesante a los ojos de los demás. Nadie quiere tener una conversación con alguien que se ha formado una opinión preconcebida y no está dispuesto a escuchar.
Tener la mente abierta es crucial en el entorno de trabajo, donde la cercanía implica accesibilidad a nuevas ideas y ayuda.
Para eliminar juicios e ideas preconcebidas, lo que hay que hacer es ver el mundo desde la perspectiva de otras personas.
Esto no significa que tengas que creer en lo que creen los demás o justificar su comportamiento, simplemente significa que dejas de juzgar el tiempo suficiente como para entender qué es lo que les mueve. Solo entonces les estarás dejando ser quienes son en realidad.
4. No buscan llamar la atención. A la gente no le atraen las personas que están desesperadas por llamar la atención.
No hace falta desarrollar una gran personalidad o ser extrovertido para caer bien. Lo único que necesitas para ganarte a la gente es ser amable y considerado.
Si hablas de una forma amable, segura y concisa, te darás cuenta de que la gente te presta más atención que si intentas demostrarles que eres una persona importante.
La gente percibe tu actitud rápidamente y se siente más atraída por la actitud que muestres que por los conocimientos que tengas o la gente a la que conozcas.