Paco advirtió a Asunción que ella era el amor de su vida pero que tenía una debilidad: las mujeres.
El actor Paco Rabal, en una imagen de 2001. Bernardo Perez
Decía Fernando Fernán-Gómez que él abandonó la noche cuando se dejó
de encontrar en ella a Paco Rabal. Fernando y Paco eran un ciclón cada
uno por su lado y, juntos, formaban una pareja imbatible, que iluminó
durante décadas las madrugadas de Madrid.
El 28 de agosto de 2001, hace 15 años, Emma Cohen nos convocó en su casa de Algete para celebrar el 80.ª aniversario de Fernando. Paco no pudo acudir: estaba con Asunción Balaguer en el Festival de Montreal y volvían a la mañana siguiente.
Fernando se veía rodeado de gente que le idolatraba, pero extrañaba a Paco.
Él escribió una vez que Paco era el novio de la vida, que es de lo mejor que se puede escribir de alguien.
Casi al tiempo que Fernando le evocaba, Paco moría.
Fue una muerte hermosa y simbólica hasta el desconcierto. Viajaba al lado de Asunción en el avión que les devolvía a España.
Volaban por encima de Burdeos, donde murió Goya, al que Paco había interpretado en dos ocasiones, la última en Goya en Burdeos, por la que mereció el Goya.
Entonces, ahí, en el cielo de Burdeos, Paco y Asunción brindaron con champán y, de repente, Paco se sintió mal.
La causa fue muy poco romántica - una insuficiencia respiratoria- pero es complicado imaginar para Paco un adiós más dulce y más suyo.
En los primeros tiempos de su relación, Paco advirtió a Asunción que ella era el amor de su vida pero que tenía una debilidad: las mujeres
. Asunción le dijo: “Pero si te vas con otras, vuelve”. Paco le lanzó una promesa: “Volveré siempre. Estaré contigo hasta el final”.
Y él era un hombre de palabra.
Y ella una mujer fiel y leal. Tuve la ocasión de poder hablar un largo rato con ella hace unos años, nombraba siempre a Paco con inmenso cariño, hasta u precioso collar de turquesas que era una maravilla, me comentó que se lo había regalado Paco y con los años cubría mejor su escote.
Sus palabras eran como si Paco Rabal estuviera vivo, y así no los transmitia. Paco estaría con muchas mujeres, algunas se saben sus nombres pero tan fiel, tan encantadora tan suave su expresión y alegria en sus recuerdos no pudo nunca conocer a otra.
El 28 de agosto de 2001, hace 15 años, Emma Cohen nos convocó en su casa de Algete para celebrar el 80.ª aniversario de Fernando. Paco no pudo acudir: estaba con Asunción Balaguer en el Festival de Montreal y volvían a la mañana siguiente.
Fernando se veía rodeado de gente que le idolatraba, pero extrañaba a Paco.
Él escribió una vez que Paco era el novio de la vida, que es de lo mejor que se puede escribir de alguien.
Casi al tiempo que Fernando le evocaba, Paco moría.
Fue una muerte hermosa y simbólica hasta el desconcierto. Viajaba al lado de Asunción en el avión que les devolvía a España.
Volaban por encima de Burdeos, donde murió Goya, al que Paco había interpretado en dos ocasiones, la última en Goya en Burdeos, por la que mereció el Goya.
Entonces, ahí, en el cielo de Burdeos, Paco y Asunción brindaron con champán y, de repente, Paco se sintió mal.
La causa fue muy poco romántica - una insuficiencia respiratoria- pero es complicado imaginar para Paco un adiós más dulce y más suyo.
En los primeros tiempos de su relación, Paco advirtió a Asunción que ella era el amor de su vida pero que tenía una debilidad: las mujeres
. Asunción le dijo: “Pero si te vas con otras, vuelve”. Paco le lanzó una promesa: “Volveré siempre. Estaré contigo hasta el final”.
Y él era un hombre de palabra.
Y ella una mujer fiel y leal. Tuve la ocasión de poder hablar un largo rato con ella hace unos años, nombraba siempre a Paco con inmenso cariño, hasta u precioso collar de turquesas que era una maravilla, me comentó que se lo había regalado Paco y con los años cubría mejor su escote.
Sus palabras eran como si Paco Rabal estuviera vivo, y así no los transmitia. Paco estaría con muchas mujeres, algunas se saben sus nombres pero tan fiel, tan encantadora tan suave su expresión y alegria en sus recuerdos no pudo nunca conocer a otra.