Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

11 ago 2016

Theresa May, cuando los zapatos sí importan..............................................María Garrido

La primera ministra británica gestiona su armario con la misma personalidad que exhibe en la arena política. 

Su ropa parece mostrar el temperamento de quien avisa que no va a ceder ante las críticas.

Theresa May
A Theresa May combina vestidos clásicos con grandes collares.
Foto: Getty
Que una mujer se ponga al frente del momento más delicado de la historia reciente de Reino Unido y que las búsquedas sobre su aspecto, su ropa y su afición por los zapatos superen las de su currículum puede parecer una mala noticia.
 Pero existe una razón por la que Theresa May puede hacer de la anterior afirmación una paradoja. Si hasta ahora la moda era un asunto menor, frívolo y relegado a las esposas de los políticos más poderosos, ahora una mujer es la política poderosa y lo que se pone, cuándo y por qué forma parte de un discurso propio, desacomplejado, emancipado de la pareja y, en este caso, rotundo: May ha llegado para hacer política cumpliendo el mandato más delicado de los británicos, sí.
 Pero su ropa sugiere que lo hará a su manera.
Su toma de posesión no ha podido ser más elocuente: traje levita negro y de corte clásico, ella es una política conservadora.
 Pero roto por una llamativa franja amarilla que desafía supersticiones y unos zapatos con acabado de leopardo que parecen estar diciendo “cuidado”.
 El diario sensacionalista The Sun dedicó a esos pies calzados en “print animal” su portada.
 Y The Mirror también apostó por trivializar la imagen de Theresa May a propósito de su decidida defensa de la moda.
 

zapatos Theresa May

La portada que The Sun dedicó a sus zapatos.
 No es la primera vez que la primera ministra, que declaró que si tuviera que llevarse un objeto de lujo a una isla desierta “sería un número de Vogue”, gestiona su armario con la misma personalidad que exhibe en la arena política.
 Dicen de ella que es competente, seria, astuta y difícil
. Hace unas semanas se presentó en el congreso de los tories con un sastre de tartán de Vivienne Westwood con tales guiños punk que harían levantarse de su tumba a aplaudir al mismísimo Sid Vicious.
 Y en un acto reciente con Cameron y la reina Isabel lució unas botas mosqueteras de charol y un abrigo tan pop como Andy Warhol.
 La audacia de Theresa May es palmaria.
 Su seguridad, apabullante
. Su ropa parace mostrar el temperamento de quien avisa que no va a ceder ante las críticas que apuntan a sus ideas homófobas y su mano dura con los inmigrantes. 
Pero reducir a frivolidad o vanidad tanto aplomo solo indica una torpe interpretación de los códigos con los que nos comunicamos.
Theresa May zapatos leopardo
Para la toma de posesión se puso un traje clásico roto por una franja amarilla y combinado con zapatos de leopardo.
Sin embargo, los medios británicos llevan desde 2002 sacando punta a la punta, remates y color de sus zapatos y a la ausencia en la vida de May del acontecimiento biográfico que para algunos todavía sigue siendo el único marchamo de validez de la existencia femenina: la maternidad
. Durante la breve carrera por el liderazgo en el Partido Conservador de la semana pasada, su rival, Adrea Leadsom declaró en The Times que estaba más capacitada que May para dirigir el país “porque ella era madre y May no”.
La tontería, en efecto, no requiere más comentario aunque sí las disculpas que Leadsom tuvo que ofrecer.
Solo quien haya caminado encima de unos tacones sabe lo difícil que es mantener el equilibrio en ellos.
 Así que, mientras unos y otros buscamos pistas en su imagen y su vida que desvelen su capacidad profesional, ella avanza.
 Como tantas mujeres, no se libra de las justificaciones: “Me gusta la ropa y me gustan los zapatos. Uno de los mayores desafíos para las mujeres en el trabajo es ser nosotras mismas.
 Quiero demostrar que puedes ser una mujer lista y que además te encante la moda.
 No es incompatible tener una carrera profesional con irse de compras”.
 Sobra la pedagogía, señora May. Quien opine que sus zapatos son una fruslería no la entenderá. Quienes sabemos que la moda es una armadura inteligente más no la necesitamos.
 A Theresa May no le falta personalidad a la hora de vestir.

A Theresa May no le falta personalidad a la hora de vestir.
Foto: Getty
Theresa May en un acto en 2015.

Las amargas vacaciones de la profesora Elena Scherbakova..................................José Antonio Hernández

El Ministerio de Justicia y el Poder Judicial piden informes sobre el caso de una ciudadana rusa detenida en Grecia que acabó en una cárcel de Barcelona por un grave error policial y judicial.

La abogada Mari Carmen Pino aún recuerda el rostro de Elena Scherbakova la mañana de aquel 21 de agosto de 2014 cuando tuvo que asistirla ante el juzgado de Instrucción 26 de Barcelona
. Iba esposada y demacrada.
 Dos guardias civiles la habían escoltado la víspera en coche desde Madrid, recién aterrizada de un vuelo que la había traído desde Atenas (Grecia) custodiada por dos policías españoles.
 Nacida en 1960 en Rusia, Elena Scherbakova tenía aquel día “la mirada perdida", rememora Mari Carmen. "No hablaba nada: me llamó la atención la profunda tristeza que noté en su rostro”.
 Le acusaban de un terrible asesinato. A Mari Carmen le tocaba guardia en el turno de oficio.
 Hoy Mari Carmen sigue convencida de que en el drama de Elena Scherbakova confluyeron “casualidades jurídicas” adversas "y mala suerte".
 
Centro penitenciario de mujeres Wad-Ras en Barcelona en 2006.

 En 2010, un hombre halló en un monte del término de Igualada (Barcelona) un cadáver semienterrado y envuelto en bolsas. 

El cuerpo estaba molido a palos, según acreditó la autopsia. 

Un juez de Igualada abrió diligencias por asesinato y más tarde las remitió a los juzgados de Barcelona.

 Los Mossos d’Escuadra lograron identificar el cadáver. Era un ciudadano ruso afincado en la ciudad condal.

 Y marido de Elena Scherbakova, quien, junto a su hijastra y el novio de esta, coincidiendo con la fecha del crimen, había tomado un avión en el aeropuerto de El Prat con destino a Moscú (Rusia).

 

Los Mossos localizaron el domicilio del cadáver y lo registraron. En la casa seguía viviendo una hija de Elena Scherbakova, también hija biológica del muerto.
 Y también vieron una de las habitaciones a medio pintar. 
Los agentes descubrieron pronto que la finalidad de la pintura era ocultar manchas de sangre en la pared.
 Luego se comprobó pertenecía al hombre asesinado.
 El juzgado de Barcelona ordenó el ingreso de la joven en un centro de menores, entonces tenía de 17 años.
En 2010, un hombre halló en un monte de Igualada (Barcelona) un cadáver semienterrado y envuelto en bolsas
¿Por qué no se fue usted a Moscú con su madre y su hermanastra”, le preguntaron en el juzgado.
 “Me gusta Barcelona”, respondió la menor. Al año siguiente, al cumplir los 18 años, quedó libre.
 Y nada más ha sabido el juzgado de ella.

Las pesquisas judiciales se centraron en los prófugos, y sobre todo, en la esposa, Elena Scherbakova.
 En Barcelona se hizo cargo del crimen el Juzgado 26, que dirige Roser Aixandri.
Tras la autopsia y el hallazgo de la sangre en la casa de alquiler que compartían en Barcelona Elena Scherbakova y el fallecido, la juez Aixandri emitió una orden internacional de búsqueda y captura contra la presunta asesina y los otros fugados.
 Pasó el tiempo y ningún éxito.
Cuatro años después, el 14 de julio de 2014, a 3.081 kilómetros de Barcelona, la policía griega informó a España de que acaba de detener a Elena Scherbakova.
 Estaba de vacaciones. 
Era estío y su ruta de asueto incluía un recorrido por varias islas. Las autoridades griegas la encarcelaron en Atenas a la espera de noticias de España, que al instante anunció una petición de extradición por el crimen de Igualada.

La policía griega ofreció a Elena Scherbakova dos opciones, una rápida y otra más lenta: viajar voluntariamente a España y aclarar cuanto antes los graves cargos que pesaban sobre ella o personarse en un proceso de extradición que podía demorarse meses (y con visos de prosperar). 
Eligió la vía rápida. No podía creer lo que le estaba pasando.
 En Grecia, de vacaciones y con los grilletes. 
Y es que, cuando mostró su pasaporte ruso para franquear la aduana del aeropuerto, sonó una alerta roja en los terminales de Interpol Europa.
 Los agentes disponían de una ficha policial en la que figuraba el nombre, fecha y lugar de nacimiento de la persona buscada en Barcelona.
 Y unas huellas dactilares tomadas en fotocopia por los Mossos y extraídas del documento de identidad que Elena Scherbakova había aportado en el contrato de alquiler del piso.

Tras más de un mes encarcelada en Grecia, dos agentes el Cuerpo Nacional de Policía españoles viajaron a Atenas a por ella el 20 de agosto de 2014.
 Cuando llegó a Barcelona al día siguiente, la juez Aixandri estaba de vacaciones.
 La sustituía una colega. El juzgado avisó a una abogada de oficio para que la representara.
 Mari Carmen la vio ese día por primera y única vez. “Le noté un rostro muy triste. No hablaba castellano y la acompañaba un intérprete de ruso”.

“Cuéntame todo para que pueda defenderte” - le pidió Mari Carmen estando ellas frente a frente, en privado.
“Me miró y solo me dijo: ‘yo no he sido, yo no he sido’… Y agachó la cabeza y se calló.
 Tampoco declaró ante la juez. Se acogió a su derecho a no declarar”, evoca Mari Carmen.
 El juzgado 26 de Barcelona decretó su ingreso en prisión sin fianza en una cárcel de mujeres
. Eso sí, se acordó practicar un análisis de las huellas dactilares, señala la letrada.
18 días estuvo recluida en Barcelona hasta que se descubrió el monumental error.
 Es decir, que la Elena Scherbakova detenida en Grecia durante sus vacaciones y recluida en Barcelona no era la Elena Scherbakova buscada por el asesinato a palos de su esposo.
 A nadie, ni en Grecia ni luego en Barcelona, se le ocurrió hacer un cotejo fiable de las huellas dactilares. 
En ambas Elenas coincidía casi todo: año y lugar (Rusia) de nacimiento y nombre y apellidos.
 Pero tampoco nadie, ni en Grecia ni luego en España, creyó sus palabras de inocencia.
 La mujer injustamente recluida era una ingeniera y profesora de universidad, tenía hijos y estaba viuda, pero la muerte de su marido había sido natural.

La juez Roser Aixandri entiende, y así lo ha comunicado al Ministerio de Justicia y al Consejo General del Poder Judicial, que le pidieron un informe sobre este asunto, que se trató de “un error policial” por no cotejar correctamente las huellas
. Recuerda que, cuando se incorporó tras las vacaciones al juzgado y preguntó por lo ocurrido, le dijeron que las huellas de la ficha policial apenas tenían calidad.
-¿Y la chica no se puso a gritar, o lo que fuera, cuando llegó desde Grecia proclamando su inocencia y viendo que la volvían a meter en la cárcel por algo que no había hecho?
-Pregunté y me dijeron que no dijo nada, que no declaró - señala la magistrada a EL PAÍS
 ¿Y no pudo ser que, al ser rusa, no la entendieran bien?
-No, no; declaró con intérprete.
 Su abogada me comentó posteriormente que en Rusia muchas personas prefieren callar por miedo a que les ocurra algo peor… Es verdad”, agrega la juez, “que muchos detenidos niegan lo que se les imputa; pero, vamos, si la chica, por ejemplo, hubiese dicho: yo jamás he pisado Barcelona, soy viuda, vivo en tal sitio… se notaría que algo no encaja… pero no dijo nada.
“Luego creo que se hizo cargo de ella un abogado del Consulado de Rusia”, comenta Aixandri, que nada más ver el informe sobre las huellas ordenó su inmediata libertad.
 El responsable del consulado declinó hablar sobre este asunto.
El Poder Judicial, en un informe del pasado dos de febrero, culpa de este grave error, aunque no llega a calificarlo así porque señala que carece de facultad para enjuiciar decisiones judiciales, “no solo a la autoridad extranjera [Grecia, donde no se cotejaron las huellas], sino también a las nacionales [las españolas]”.
 Y tampoco exime al juzgado 26, puesto que “a disposición” suya quedó al ser trasladada a Barcelona. 
Y también es el que ratificó su ingreso en la cárcel de mujeres, “privándola indebidamente de su libertad”, señala el órgano de gobierno de los jueces en un informe.
 Estuvo presa en Barcelona hasta el 10 de septiembre de 2014. “Es un error de carácter material que se incardina entre los supuestos de funcionamiento anormal de la Administración de Justicia” y que, por tanto, debe ser reparado económicamente. Quien decide finalmente si se indemniza es el Ministerio de Justicia.
18 días estuvo recluida en Barcelona hasta que se descubrió el monumental error
Elena Scherbakova, la profesora universitaria, volvió inmediatamente a Rusia.
 La juez Aixandri ordenó retirar su nombre de las alertas de Interpol Europa ante el temor de que, tanto a su vuelta a Rusia como en lo sucesivo, pudiera sufrir otro percance similar en cualquier aduana.
Quien sigue huida es la otra Elena Scherbakova, la presunta asesina.
 Quizás se esconda en Rusia, país al que huyó hace seis años y no se ha vuelto a saber de ella. Aixandri reactivó recientemente la orden internacional de búsqueda y captura. 
Pero, son tantas las coincidencias de filiación entre ambas Elenas, que la magistrada confiesa que no se atreve a descartar la repetición de lo sucedido en cualquier paso fronterizo. 
Y eso que “la secretaria del juzgado y yo”, indica la juez, “estuvimos mirando un día las fotos de ambas y, si bien tienen una edad similar, físicamente no se parecen”.
Por fin libre en Rusia, la profesora ha demandado al Estado español por daños y perjuicios. 
Tuvo serios problemas con su trabajo universitario: cuando regresó de su pesadilla, el curso académico llevaba tiempo empezado. Sin contar el daño psicológico que sufrió al verse esposada y encarcelada en dos países y en la cárcel de una ciudad, Barcelona, que jamás antes había pisado.
 En su demanda reclama “una indemnización de 5.900 euros, a razón de 100 euros por cada día que estuvo privada de libertad”. Un total de 59.

Rivera Hitchcock.......................................................................J.uan Cruz

El líder de Ciudadanos fue allí como un elefante, con un paquete de medidas y en el PP temblaron.

 
Albert Rivera durante la rueda de prensa de este miércoles en el Congreso.
El elefante parió un ratón.
 Dicho en otro idioma, Much ado about nothing, la manera que tuvo Shakespeare de decir mucho ruido y pocas nueces
. Dentro del discurso de Albert Rivera previo a su encuentro con Rajoy habitaba un vacío. Rivera fue allí como un elefante, con un paquete de medidas y en el PP temblaron; también en las Redacciones. ¿En qué minuto va a decirlas para calentar el Internet?
¿Va a decir que se vaya Rajoy? ¿Se va él mismo?
 En el minuto 17 todo era vaselina y pachanga, narcisismo.
Y cuando rompió a desvestir el mármol, los redactores jefes, y hasta el PP, supieron que, en efecto, Shakespeare tenía razón: much ado about nothing.

Respiró el PP y rabiaron los redactores jefes.
 ¿Para eso ralentizo la reunión de primera? Rivera se llevó en una mano una margarita, para deshojar una hoja escasa, y en la otra tenía el libro en el que Hitchcock explica el macguffin.
 Para decir que no iba a decir mucho dijo demasiado, porque iba a salvar a Rajoy después de haberlo suspendido en el balcón.

El macguffin consiste en adelantar que una cosa puede ser grande para que la gente se distraiga creyendo que va a haber un terremoto, cuando lo que hay a la vista es un ratón.
 Le adelantó Rivera a los periodistas (y al Parlamento, por eso avisó de que pusieran la bandera de Europa) que aquello iba a ser la mundial (o la europea) y resultó que simplemente quería decir que al día siguiente le iba a poner las cosas fáciles a Rajoy
 aunque anunciara, oh Hitchcock, que se las iba a tener muy tiesas con él.
Y nada, eran nueces.
Por eso los vigilantes asustados del PP (asustados por el macguffin, como los periodistas) enseguida se sintieron dueños de sus vacaciones…
A investidura hecha, puente de plata.
 Y de puente largo se podrán ir ya... hasta el 17.
Ahora tendrá que llenar el PSOE el hueco, si se decide
. Ese prontuario, ese macguffin, tendrá que ser prolongado por los socialistas si deciden poner negro (o rojo) sobre blanco los vacíos de este papel con el que Rivera le ha aliviado el futuro a Rajoy
. El paro, la educación, Cataluña, la economía, la costumbre de corromperse…
 Pues no hay tela que cortar para una legislatura que se presenta oscura como el reinado de Witiza. Witiza no es Rajoy; este va a gobernar, y es obvio que sabe que lo que le ha escrito Rivera es una carta de amor (o de requerimiento), que después de tanto hablar solo hizo un borrador de afectos.
 Si el PSOE quiere tiene tela, porque lo que le hizo Rivera a Rajoy es un prêt-à-porter diseñado por Hitchcock y dicho por él con la prestanza de Narciso.
 

 

Mortal Luis Miguel.................................................................... Elena Reina

El Sol de México ha dejado de ser, para sorpresa de sus fieles, el dios latino a quien todo se le perdona.

Se dice, aunque igual no es este el caso, que los ricos y famosos cara al público se ponen así cuando están en rehabilitación. Puede ser un caso de excesos como ocurrió tristemente con Camilo Sesto, abusos de todo tipo y miedo a encajar su senectud les conduce de cara a un abismo al que llegarán sin remedio. Muy Triste para quien un dia tuvo todo.

Luis Miguel en el Festival Viña del Mar en 2015. EL PAÍS VÍDEO
Luis Miguel fue un dios. 
El dios del pecho más bronceado de Iberoamérica, el del pelo alocado y traje impecable, el dios de las mujeres más guapas y de las suites de lujo, el de la mejor mesa en un restaurante, el dios de los dientes blancos y sonrisa perversa. 
El creador del latin lover, el rey de la música latina.
 Y como una deidad que era, se le identificó con el sol. 
Pero Luis Miguel Gallego Basteri, para sorpresa de sus fieles más devotas, es a sus 46 años un mortal más. 
Y como tal, se ha aparecido esta semana en un restaurante de Los Ángeles con su novia belga, después de meses de misterio.
Vestidos los dos de negro y con una sonrisa de oreja a oreja, miraban por primera vez en mucho tiempo a las cámaras.
 Después de que la prensa mexicana e internacional haya escrito todo sobre el fin de su carrera, él muestra los dientes
. Pero la mala racha sigue persiguiendo al Sol de México.

Luis Miguel es un hombre cansado, capaz de cantar solo 20 minutos en un concierto y huir; de cancelar el resto y dar explicaciones incoherentes.
 Un artista maduro que ya no se desabrocha nunca más el botón de la camisa hasta el ombligo, que no consigue salir como antes en la foto, ni por su lado derecho
. Un artista que hace 10 años que no saca un solo éxito, que lleva seis sin producir un disco y que ha roto relaciones con los recintos más importantes de México y Estados Unidos. Él, que se coronó como el primer latino en llenar el Madison Square Garden de Nueva York con 23 años.
Luis Miguel hizo tanto en tan poco tiempo y tan joven, que ha podido vivir hasta hace un año con la tranquilidad que le dejaron sus rentas
. Plantaba a sus admiradores y seguían agotando las entradas, culpaba al clima para cancelar un concierto y los más aguerridos lo entendían sin pestañear.
 La fe ciega de sus feligreses parecía no tener límites, pero los tenía.

El 9 de febrero de 2015 en Mérida, Yucatán, El Sol se apagó y no ha logrado remontar desde entonces.
 Después de una hora de espera y de los abucheos del público, tuvo que presentarse el organizador del evento para zanjar el asunto
: "El artista simple y sencillamente se metió a su cuarto, pidió botellas de alcohol y está emborrachándose. Por eso es que no se presentó y esa es la verdad. No sabemos si va a venir, no ha tenido ni la decencia de cancelar".
Aquel fue el comienzo del peor periodo de Luis Miguel.
 Pero nadie creía que fuera a ocurrir lo que sucedió después.
 El Sol traicionó a uno de los recintos más emblemáticos del país, y lo hizo dos veces
. Gerardo Estrada, director del Auditorio Nacional de México, recuerda el vergonzoso momento que sufrió la noche del 19 de noviembre del año pasado:
 "Cuando estaba bajando las escaleras de mi despacho para ver el show en vivo me topé con que Luis Miguel se estaba yendo.
 Ya tenía la camioneta preparada en la puerta. Me quedé en shock".

Ese fue el primer golpe bajo a una institución que, según cuenta el coordinador, siempre había confiado en él. 
En marzo y abril de este año lo volvieron a intentar con cuatro fechas nuevas. 
Pero Luismi volvió a dejar plantado al recinto que lo encumbró batiendo récords de asistencia. 
El Sol ya no podrá pisar el imponente escenario si su empresa no corre con todos los riesgos, aseguran desde el Auditorio. 
Después de siete años sin ofrecer una entrevista, los seguidores del artista pudieron verlo en un encuentro prefabricado por sus productores para una cadena argentina. 
La única respuesta contundente llegó cuando reconoció finalmente que estaba enfermo de un oído.
 Un Luis Miguel más naranja que bronceado justificó su retiro "temporal" por los niveles de decibelios que ha tenido que soportar a lo largo de su carrera. 
Comenzó con 11 años, en 1981, de la mano de su padre, un cantante español desconocido en su tierra apodado Luisito Rey (Luis Gallego Sánchez).
 Y desde entonces se codeó con la flor y nata del famoseo de la época.
 Su carrera dio un brinco definitivo cuando uno de los personajes más turbios de la historia mexicana, el jefe de la Policía de la Ciudad de México, Arturo El Negro Durazo, financió su primer álbum que lo bautizaría para siempre como El Sol.
 Durazo fue acusado años más tarde de contrabando, acopio de armas y abuso de autoridad.
Después de años con documentación falsa, que supuestamente le había proporcionado el propio Durazo, Luis Miguel se convirtió en mexicano.
 Él no había nacido en Veracruz, como señalaban sus papeles, sino en Puerto Rico el 19 de abril de 1970.
 Para tapar el escándalo, el presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari (gobernó de 1988 a 1994), quien se confesaba fan del cantante, le dio sin preámbulos la nacionalidad.
Con un padre conflictivo —según reconoció en diferentes entrevistas— y la desaparición de su madre italiana, que nunca llegó a superar, Luis Miguel salió adelante.
 Se convirtió en el dios que todos quisieron que fuera.
 Pero en una entrevista para una cadena mexicana confesó: "Fue un sueño que comenzó cuando era muy pequeño, que se llevó por delante mi infancia y muchas cosas, no sabría decir si ha merecido la pena".

"Cuando canto en vivo es cuando siento realmente que estoy acompañado.
 Después regreso a la soledad de la que me he tenido que acostumbrar y que ya necesito", revelaba un Luis Miguel cansado en su época más dorada.
 En medio de su retiro, muchos se preguntan si podrá regresar a los escenarios, esta vez sin bajar de las alturas. Como el común de los mortales.

Ver imagen en Twitter
Revista ¡HOLA!