Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

20 jul 2016

Esta fue la primera foto que se tomó en Marte hoy hace 40 años..................................... Daniel Mediavilla

El 20 de julio de 1976, la sonda Viking 1 tomó una imagen que dio inicio a una misión que tenía como objetivo primordial buscar vida microscópica extraterrestre.


Hace 40 años, en el verano de 1976, una niña rumana llamada Nadia Comaneci mostraba al mundo en Montreal la posibilidad de un aterrizaje perfecto después de cabriolas imposibles.
 A millones de kilómetros de distancia, el 20 de julio, una máquina de 600 kilos bautizada como Viking 1 la emuló clavándose sobre la superficie de Marte como ningún otro objeto construido por humanos lo había hecho jamás.
 Pocos segundos después, tomó la primera fotografía de la historia de aquel planeta
. Igual que esos amigos que incluyen sus pies en la panorámica de la playa paradisiaca, como para demostrar que no han subido a Facebook una imagen bajada en cualquier sitio de Internet, la Viking 1 apuntó su cámara hacia abajo y se fotografió la pata.
Estaba apoyado sobre un terreno que parecía un desierto de arena y rocas.
Después de aquella primera imagen, histórica pero poco espectacular, llegaron muchas otras, algunas panorámicas impresionantes como nunca se habían logrado en un mundo extraterrestre
. El artefacto tenía un plan de trabajo previsto de cuatro meses, pero siguió produciendo información cuatro años más.
 Durante meses, los científicos de la NASA que habían logrado la hazaña de colocar a la Viking 1 y a su gemela la Viking 2 sobre Marte esperaron encontrar lo que en el fondo iban buscando.
 Aquellas sondas habían llegado en busca de vida microscópica, pero el tiempo pasó y las señales del descubrimiento del milenio nunca se materializaron.
Las Viking contaban con sofisticados sistemas para buscar procesos como la fotosíntesis o restos de los gases que producen las bacterias, pero no los encontraron.
Solo durante un breve período, pareció que uno de los experimentos realizados daba un resultado positivo que acabó siendo falso.
Aquella decepción, según contaba Victorino Parro, vicedirector del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC) de Madrid, “cambió la manera de plantear las misiones a Marte, y ahora se trata de avanzar en el conocimiento de las condiciones que el planeta ofrece para la vida, con objetivos que se puedan cumplir, antes de lanzarse a buscar la vida en sí y arriesgarse a que suceda algo parecido a lo que pasó con las Viking”.
Cuatro décadas después, en buena medida gracias al trabajo de aquellos pioneros sobre el terreno, la imagen de Marte es mucho más completa, aunque quizá también por eso menos excitante para la imaginación.
 A partir de los 90, llegaron al aquel planeta robots capaces de desplazarse que han seguido ampliando información sobre su geología y han continuado regalándonos imágenes espectaculares. Pero la primera fue aquel trozo de desierto pedregoso con pie que llegó hace cuatro décadas.

 

19 jul 2016

Ellas mueren solas...............................................Luis Landeira

NICO of the VELVET UNDERGROUND; at CBGB (Country, Blue Grass, and Blues) music club Manhattan, New York City, USA; late 1970's ; Credit: Felipe Orrego / ArenaPAL www.arenapal.com
Nico, de The Velvet Underground, a finales de los setenta. Fotografía: Cordon Press.
Solo en Madrid, unas veinte personas mueren solas cada trimestre
. A menudo se pudren durante meses antes de ser descubiertas por algún vecino cotilla. 
No debería sorprendernos. 
Según la última Encuesta Continua de Hogares realizada por el Instituto Nacional de Estadística, el número de personas que viven solas no deja de aumentar, y los hogares se hacen cada vez más pequeños y numerosos. Y todo apunta a que este fenómeno seguirá creciendo, ahora que el sistema ha logrado desencadenar una terrorífica guerra que aísla al individuo y lo vuelve más débil y manejable que nunca.
Con la sociedad reducida a una simple suma de egos sin alma enfrentados por el principio de competencia y unidos por la mutua desconfianza, la mujer sufre tanto como el varón.
 Pero, como bien dijo Cioran, la soledad es un terreno propicio para la locura; sobre todo, cabría añadir, si se trata de una soledad espiritualmente estéril.
A continuación, estudiaremos brevemente los casos de Nico, Cecilia y Billie Holiday.
 Las tres cantaron solas y las tres murieron solas.
 Analizar sus obras más hondas nos puede llevar a vislumbrar las raíces de uno de los males más comunes de nuestro tiempo.
Antes de iniciar su carrera musical en solitario, Christa Päffgen (Colonia, 1938), más conocida como Nico, había sido actriz de Fellini, modelo publicitaria y cantante del grupo The Velvet Underground a instancias de Andy Warhol.
 Hermosa y rubia como la cerveza, Nico tenía el físico perfecto para triunfar en la farándula, pero su alma tenía otros planes
. Junto a Jim Morrison, empezó a hacer excursiones al desierto para tomar peyote y hacer el amor. Según Nico, «Jim poseía el mejor pene que jamás he tenido dentro de mí»
. Además, Morrison era el primer hombre con quien podía follar que había prestado tanta atención a su cerebro como a su cuerpo
. Entre otras cosas, le dio un buen truco para hacer canciones: transcribir sus sueños y adaptarlos a una melodía.
 Para poder componer en soledad, Nico se compró un pequeño armonio portátil que tocaba a todas horas rodeada de velas, pues detestaba la luz eléctrica:
 «Veo las iglesias como algo salido de la Edad Media, y las velas son mi manera de relacionarme con ello».
Nico ya había grabado un disco en solitario antes de aprender a componer, titulado Chelsea girl, pero lo aborrecía por ser una obra-florero compuesta por Lou Reed, Bob Dylan, Jackson Browne y otros pigmaliones. 
En especial, Nico no soportaba los arreglos de flauta perpetrados por Larry Fallon.
 Ella buscaba sonidos, digamos, menos hippies para envolver su semimasculino y germánico timbre de voz.
Tras una temporada empapándose en medievalismo y ácido lisérgico, tomó las riendas de su segundo disco con la ayuda de John Cale.
 El resultado fue The Marble Index (1968), una obra gélida y atemporal cuyos ecos remiten a poetas como William Blake o Samuel Taylor Coleridge, al compositor nazi Carl Orff o al Cantar de los nibelungos. Ante la sorpresa generalizada, Nico aclaró que «mi música procede de la Edad Media.
 No es tonal, no se basa en nuestra escala de notas
. Tiene unos arreglos demasiado antiguos».
 El disco fue un clásico instantáneo, pero también una catástrofe comercial.
 Como dijo John Cale, «no puedes vender el suicidio».
Por si fuera poco, Nico cambió por completo su imagen, tiñendo su pelo con henna rojiza, y vistiéndose con oscuros sayos, pantalones de cosaco y botas españolas.
 Por esa época empezó a consumir heroína para evadirse de problemas como la muerte de su madre, la custodia de su hijo o su ruina económica:
 «Gracias a la heroína puedo convertir el día en noche», sentenció. 
El hambre se juntó con las ganas de comer cuando conoció al director de cine experimental Philippe Garrel. Con él se instaló en un viejo ático de París que decoraron a su gusto: tiraron los muebles, pintaron las paredes de negro, cortaron la electricidad y llenaron todo de velas.
 En ese tétrico escenario, la cantautora premoderna compuso Desertshore (1971), un disco a mayor gloria de su voz y su harmonio, donde John Cale añade otros instrumentos y comparte la producción con Joe Boyd.
Más que un disco, Desertshore es un viaje alucinado por las cicatrices interiores de la cantante. Desde la sobrecogedora «Janitor of lunacy», dedicada a su amigo muerto Brian Jones («el vigilante de la locura que paraliza mi infancia») hasta «Mütterlein», un canto fúnebre para su madre entonado en hosco alemán: «Querida y dulce madre, al fin puedo estar contigo, el deseo y la soledad se liberan en beatitud».
 El ambiente que reina en todo el disco es denso, nórdico y trágico, y llega a su cima en temas como «My only child», una oración pagana cantada casi a capella en una catedral de hielo:
 «Sus manos son viejas, sus manos están frías, sus cuerpos a punto de congelarse».
 Apenas hay un par de treguas al oído no iniciado: el interludio melódico de «The Falconer», que Cale suaviza con su cristalino piano («Padre niño, ángeles de la noche, amigo plateado, mi luz de vela») y la desarmante «Afraid», donde Nico canta acompañada por la viola y el piano de su productor frases tan desarmantes como «eres hermosa y estás sola», exorcizando ese eterno complejo de guapa que nació en su adolescencia, cuando fue violada por un soldado norteamericano. 
El trip se cierra con «All that is my own», un tema de fuerte carga simbólica que da sentido al enigma: «Tus vientos sinuosos sembraron mi inspiración, donde la tierra y el agua se encuentran»
. El desierto como fértil paisaje del alma, como espejo de soledades donde Christa se refleja pálida y soberbia.
Tras esta cima, solo quedaba la decadencia. 
La artista aún entregaría otra obra notable, The End… (1973), que incluye una escalofriante versión del tema homónimo de Jim Morrison y otra del himno alemán «Das Lied Der Deutschen», incluyendo los versos prohibidos después del nazismo.
 Pero la separación de Garrel y la forzada regresión hacia un estilo cada vez más rockero que le permitiera pagar sus deudas la llevarían hacia un claroscuro retiro ibicenco que culminó con una muerte prematura y solitaria, al caerse de su bicicleta.
 Las cenizas de Nico descansan en Berlín, en la misma tumba que las de su madre, pero su alma se quedó entre los surcos de Desertshore, en la difusa e impermanente frontera entre pasado y futuro, entre Europa y Eurasia, más allá del cielo y del infierno. 

Evangelina Sobredo Galanes (Madrid, 1948) nació en pleno apogeo del franquismo, en los coquetos chalets adosados de El Pardo.
 Su padre atendía por José Ramón Sobredo y Rioboo, un oficial de intendencia de Franco que se hizo diplomático poco después de nacer su hija.
 Durante años, los Sobredo vivieron de embajada en embajada; la soledad y el tedio de una existencia errática y comodona hicieron mella en Evangelina, que, de vuelta en España, se transmutó en cantautora rebelde sin causa.
 Como nombre artístico eligió «Eva», pero como ya estaba pillado optó por «Cecilia», pues así se titulaba su canción favorita de Simon & Garfunkel.
Las canciones del primer disco de Cecilia aún eran un tanto irregulares; en ellas, lloraba agridulces relaciones amorosas, y vomitaba bilis sobre su propia clase social: «Dama, dama» era un virulento retrato de una señorona burguesa que bien podría haber sido su madre.
El segundo disco fue otra cosa. 
Crecida por su considerable éxito, se soltó la melena y dio a luz a su obra más negra y radical
. Tanto fue así, que la propia discográfica, CBS, decidió tomar medidas antes que aquello cayera en manos de los censores de Franco.
 Inicialmente, el disco iba a titularse Me quedaré soltera, y en portada Cecilia lucía un bombo de embarazada. La discográfica cambió el título por un escueto Cecilia 2 y la provocadora imagen por un anodino perfil de la cantautora.
Oído hoy, Cecilia 2 puede sonar hasta rancio, pero en 1973 fue toda una osadía, mezclar una voz tan femenina y unas melodías tan bonitas con unas letras de fúnebre existencialismo.
 Solo la machadiana «Andar» ofrece una visión mística y gozosa de la soledad:
 «No me pertenece el paisaje, voy sin equipaje por la noche larga, quiero ser peregrino por los caminos de España». 
Por el contrario, la deliciosa «Me quedaré soltera» refleja con humor sardónico el terror femenino a la soledad caricaturizando a las solteronas de la época: «Y si muero de vieja sin tener pareja, dime quién llorará a una solterona llantos de verdad en su funeral».
 Cecilia dejó clara su postura en una actuación televisiva:
 «Mi madre está empeñada en casarme, y entonces he escrito esta canción, porque me voy a quedar soltera».


Pero esto no es nada comparado con el resto del disco. «Si no fuera porque» es una apología del suicidio, suavizada por unas endebles razones para vivir: 
«Si no fuera porque me tienen que enterrar y que dos cipreses negros se comerán mis sueños.
 Si no fuera porque mi padre siempre llora en los entierros me mataría mañana sin pensar en ello»
. Y «Con los ojos en paz» cuestionar el amor, la música y hasta la propia existencia:
 «Si yo me quedara tranquila, y al acostarme en mi cama no hubiera nada que me preocupara. ¿Cómo sería mi vida? Si vivir es morir cada día».
Por si fuera poco, «Cuando yo era pequeña» exalta la infancia como paraíso perdido, frente a la implacable realidad adulta:
 «Cuando yo era pequeña y rezaba por las noches, para no morir sin duelo sin deciros mis adioses.
 Cuando yo era pequeña era feliz, ahora qué será de mi».
 Y en «Mi ciudad» es un lúcido ataque al progreso y a los grises espacios urbanos, que enlaza con otras canciones de los setenta.
 Solo un año después, Fórmula V lo expresaron aún mejor:
 «Yo vivo en la gran ciudad entre prisas, humo y calor, envuelven mi soledad mucha gente alrededor».
El disco se cierra con «Equilibrista», donde Cecilia muestra su sed de libertad y todo el riesgo que conlleva: «Mi padre quisiera que fuera su niña estudiosa de alguna carrera, mi madre prepara mi boda con un caballero de güisqui con soda, y quiero ser equilibrista».
  Aquí, la cantautora parece intuir la bomba implícita en el feminismo; una bomba fabricada por la Fundación Rockefeller por motivos puramente económicos. 
No es raro, pues, que en su tercer y último disco la postura de Cecilia se suavizara bastante, sobre todo en la canción «Un ramito de violetas»
: «Era feliz en su matrimonio aunque su marido era el mismo demonio».
 Además, la cantautora se enamoró del músico Luis Gómez Escolar, con quien planeaba casarse para vivir en una gran mansión.
 Pero el destino de Cecilia era morir soltera, y así lo hizo cuando, a la vuelta de un concierto, su coche se estrelló contra un carro de vacas.

Nacida en Mariland en 1915, hija de un pobre guitarrista de jazz y una cría de trece años, Eleonora Fagan Gough, o sea, Billie Holiday, no vino precisamente al mundo con un pan debajo del brazo
. A los diez años ya fregaba escaleras y a los once hacía recados en un puticlub.
Tras pasar por varios reformatorios, harta de las cornadas del hambre, hizo de tripas corazón y se empezó a prostituir.
 Logró vivir más o menos bien, hasta que la pillaron y la metieron una temporada a la sombra.
 Escarmentada, dejó los burdeles y se puso a servir mesas en un bar mientras canturreaba sus canciones favoritas
. Extasiado con su voz, un cliente del bar, el clarinetista y director de orquesta Benny Goodman, le propuso grabar un disco.
 Billie tenía dieciséis años y ya ahogaba sus penas en alcohol y marihuana.
Decidida a vivir de su garganta, se embarcó en giras con orquesta por el sur de Estados Unidos
. Allí se sintió más sola que nunca: demasiado blanca para ser «negra» y demasiado negra para ser «blanca». Se negaba en redondo a teñirse la cara con betún, pero no a cantar «Strange fruit», una balada gore sobre las víctimas del Ku Klux Klan escrita por el profesor comunista Abel Meeropol:
 «De los árboles del sur cuelga una fruta extraña.
 Sangre en las hojas, y sangre en la raíz.
 Cuerpos negros balanceándose en la brisa sureña». Cada vez que la cantaba, Billie acababa llorando o echando la pota.
En 1941, la cantante se casó con un crápula que se hartó de ponerle los cuernos y la inició en las drogas duras. El matrimonio acabó como el rosario de la aurora, y ella continuó saltando de pareja en pareja, amando a muchos hombres y a alguna que otra mujer. 
Su especialidad eran las relaciones tormentosas con camellos, delincuentes y proxenetas que la trataban como a un trapo y le chupaban el dinero y la salud.
 Por eso cantaba con tanto empeño «My man», versión yanqui del clásico gabacho «Mon Homme»: «Tiene dos o tres chicas que le gustan tanto como yo, pero lo amo.
 No sé por qué estoy con él.
 No me es fiel y además me pega».
Billie también se mató, pero más lentamente, con droga y a disgustos.
 Hasta el moño de mujeres, hombres y viceversa, pasó los dos últimos años de su vida acompañada por un perro. 
Estaba en arresto domiciliario por posesión de narcóticos cuando una cirrosis hepática acabó con ella en el tórrido verano de 1959.
 Murió arruinada y a su entierro fueron cuatro gatos. 
Alguien debió recitar, a modo de elegía, cierto escolio de Nicolás Gómez Dávila: «La única ejecutoria de nobleza, en nuestro tiempo, es la derrota».


Marcada por la tragedia, la voz de Billie transformaba tonadas casi cómicas como «Everything happens to me» en bellísimos cataclismos emocionales: «Tengo una cita para jugar al golf y se pone a llover, intento dar una fiesta y el tipo de arriba se queja. Supongo que voy por la vida perdiendo trenes y cogiendo resfriados. Todo me pasa a mí». Tampoco es la alegría de la huerta «Solitude», un estándar de Ellington, DeLange y Mills que en boca de Billie suena como un espectral lamento por la ausencia del ser amado: «En mi soledad te burlas de mí con recuerdos que nunca mueren. Sentada en mi silla, llena de desesperación, no hay nadie que pueda estar más triste. Me siento en la oscuridad con la mirada perdida, y sé que pronto me volveré loca».
Pero quizá la canción más triste del repertorio de Billie, que ya es decir, sea «Gloomy sunday». Escrita por los compositores húngaros Rezsö Seress y Lászió Jávor, narra en primera persona la locura de alguien que planea su suicidio porque su amante ha muerto. Una canción ya de por sí truculenta que, deglutida por Billie, se convierte en un artefacto sonoro no apto para maníaco-depresivos: «Paso este domingo hundida entre sombras infinitas, mi corazón y yo hemos decidido acabar con todo. Sé que pronto habrá velas y se rezarán oraciones. Que nadie llore, que todos sepan que soy feliz de irme». Pese a que fue prohibida por muchas emisoras de radio, la canción provocó una ola de suicidios: diecisiete personas en Hungría y cien en Estados Unidos.

Los diez pueblos más bonitos de España

Algunos de estos pueblos ya son habituales en este tipo de rankings, mientras que otros son la primera vez que aparecen.
Véis que aquí no prima el sol y la playa como en otros muchos de los destinos vacacionales que recogen otros portales.
 Aquí va más la cosa por la historia que nos puede aportar cada uno de estas localidades.
Lo que sí es verdad es que como hace ABCViajar en este ranking, denominarlo como los más bonitos de España, nos parece algo más que atrevido y con cierta carga de menosprecio por el resto de los muchos pueblos de España que podrían perfectamente estar incluidos en este ranking, que los hay y muchos.
Cada uno tendrá sus preferencias acerca de cuáles son los pueblos más bonitos de España y todas ellas respetables, con lo cual os recomendamos que el siguiente ranking lo veáis de forma orientativa y de forma que os dé a conocer algunos sitios que hasta ahora no conocíais.

Santillana del Mar (Cantabria)

Panorámica de la Colegiata de Santillana del Mar
Panorámica de la Colegiata de Santillana del Mar
Santillana del Mar, también conocido como “Villa de las Tres Mentiras” se ubica encuentra en la costa occidental de Cantabria.
 Fue declarado conjunto histórico-artístico en 1889.
 En los aledaños hay varias propiedades protegidas y declaradas como Patrimonio de la Humanidad. Por ello el pueblo tiene una alta afluencia turística y éste es uno de sus principales motores económicos.

Castillo de los Polvazares (León)

Castrillo-de-los-Polvazares-Leon
Es una localidad de la comunidad autónoma de Castilla y León, más en concreto de la comarca de Maragatería. Castrillo de los Polvazares es una localidad española perteneciente al municipio de Astorga, en la comarca de Maragatería, provincia de León, comunidad autónoma de Castilla y León.
Destaca por su arquitectura tradicional y su historia muy comerciante. Sus habitantes acostumbraban a traficar con vinos y pescados, hecho que influyó la arquitectura con puertas grandes para permitir el tránsito de los carros con cargamento.
 Este pueblo es los pocos de la historia que han tenido varios lugares: su primer emplazamiento fue completamente destruido y se rehizo en su ubicación actual.
alberca1
La Alberca, cuyo nombre procede de “bereka” que significa lugar de aguas en hebreo, es un municipio de la provincia española de Salamanca.
 Está formado por La Alberca, Las Batuecas y Prado Carreras lo cual le suma un total de 60,73 kilómetros cuadrados.
 Un total de 1126 habitantes forman parte de este pueblo con raíces prerromanas y religosas.
En la Edad Media fue cuando el rey Alfonso IX de León mandó repoblar la localidad con un flujo de gente procedente de francia.


Forma parte de la red “Los pueblos más bonitos de España” y, como no, de este post.

Albarracín (Teruel)

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Albarracín es una localidad y municipio español del suroeste de la provincia de Teruel, comunidad autónoma de Aragón.
 Cuenta con 1097 habitantes (INE 2009).
La localidad es Monumento Nacional desde 1961; posee la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes de 1996, y se encuentra propuesta por la Unesco para ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la belleza e importancia de su patrimonio histórico.
Se encuentra situada cerca de la antigua ciudad romana de Lobetum.
 Los árabes llamaron al lugar Alcartam que se derivaría del antiguo topónimo de Ercávida, pasando a denominarse más tarde como Aben Razin, nombre de una familia bereber, de donde se derivaría su nombre actual.
 Otros opinan que el término «Albarracín» derivaría del celta alb, ‘montaña’, y ragin, ‘viña’, ‘uva’ o del antropónimo Razin.4
Sin duda el topónimo procede de Ibn (ben) hijo de Razin (reyes taifas de Albarracín desde la fitna hasta Ibn Mardanis, rey Lobo de Murcia. es decir Al lugar de los hijos de Razin, aunque hasta el s. XIX su nombre oficial es Ciudad de Santa María de Albarracín, denominándose en época islámica Santa María de Oriente.

Morella (Castellón)

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Morella es un municipio español situado en el norte de la provincia de Castellón, y una ciudad de dicho municipio, capital municipal y de la comarca de Los Puertos de Morella.
 Su término municipal abarca 413,5 km², el tercero en extensión de la Comunidad Valenciana. En 2012 estaban empadronados en él 2739 personas.
Desde enero de 2013 Morella forma parte de la red Los pueblos más bonitos de España.
El término municipal es limítrofe con la provincia de Teruel, con accesos a través de los puertos de montaña de Torre Miró (1259 m) y Querol (1020 m).
Su clima es mediterráneo de alta montaña, con veranos frescos e inviernos muy fríos con heladas frecuentes (50 días de media de heladas al año) y abundantes nevadas.
 Morella alcanza una media de 15 días anuales de nieve (periodo 1916-2013). La situación causante de las mayores nevadas es la “gota fría” en niveles altos y los vientos del este en superficie entre noviembre y marzo.
 Durante los meses más centrales del invierno, el fuerte viento del mistral (NO), que frecuentemente sopla en esta zona, provoca que la sensación térmica descienda en numerosas ocasiones de unos -20 °C.

Guadalupe (Cáceres)

Guadalupe-Caceres
Guadalupe es un municipio español de la provincia de Cáceres, en la comunidad autónoma de Extremadura.
 Se sitúa en la mancomunidad de Villuercas-Ibores-Jara y en el partido judicial de Logrosán
. Los pueblos más cercanos por carretera son Cañamero, Alía, Castilblanco, Logrosán y Navalvillar de Ibor. El municipio tiene 2013 habitantes según el último dato del INE.
Según la tradición un pastor encontró una talla de la virgen María en el río Guadalupe a finales del siglo XIII o principios del XIV.
Cerca del lugar donde se encontró la imagen se construyó una ermita alrededor de la cual surgió el asentamiento actual con el nombre de Puebla de Santa María de Guadalupe
. Desde la construcción del primer santuario Guadalupe se convirtió en el centro de peregrinación más importante de la península ibérica después de Santiago de Compostela, condición que mantiene en la actualidad a través de la peregrinación que llega de toda España por los caminos de Guadalupe. Esto se debe al hecho de que si Santiago es el patrón de España, la virgen de Guadalupe es la patrona de todas las tierras de habla hispana y ostenta el título de reina de las Españas según la tradición católica.
El actual Real Monasterio de Santa María de Guadalupe es considerado como uno de los mayores símbolos de Extremadura y la Virgen de Guadalupe es también patrona de esta región.
 El municipio cuenta con gran cantidad de monumentos además del monasterio.

Aínsa (Huesca)

ainsa-huesca
La villa de Aínsa (en aragonés L’Aínsa),3 capital del municipio de Aínsa-Sobrarbe (aragonés, L’Aínsa-Sobrarbe),4 es un pueblo de la provincia de Huesca, en la comarca de Sobrarbe, en la Comunidad Autónoma de Aragón (España).
Está situado en el alto Pirineo de Huesca, en la comarca del Sobrarbe.
 Es, junto con Boltaña, la cabeza histórica de la misma, del antiguo condado de Sobrarbe.
Parte de su término municipal está ocupado por el Parque natural de la Sierra y los Cañones de Guara.
Su núcleo original, que se emplaza en un promontorio sobre la confluencia de los ríos Cinca y Ara, está formado por dos calles casi paralelas, la calle Mayor y la calle Santa Cruz, por la plaza Mayor que se sitúa a continuación del castillo situado en una explanada, a proximidad de la Cruz Cubierta, templete donde la leyenda sitúa el milagro de la aparición de la cruz de fuego sobre una carrasca, que dio la victoria a las tropas cristianas al mando del rey García Jiménez.

Frías (Burgos)


Frias-Burgos
Frías es una ciudad y un municipio españoles situados en el norte de la provincia de Burgos, comunidad autónoma de Castilla y León
. La ciudad es la cabecera del municipio, enmarcado en la comarca de Las Merindades, partido judicial de Villarcayo.
Sobre el cerro de La Muela, y cercana al ancho y caudaloso río Ebro, se constituyó un enclave estratégico de paso de dicho río, desde la época romana y sobre todo en época medieval, que unía la costa cantábrica y la meseta, dando lugar a la notable prosperidad de Frías y de su conjunto monumental.
Mantiene una estructura urbana medieval que corona el castillo de los Velasco y la iglesia de San Vicente
. Los edificios mantienen un sistema constructivo en el que van adosándose entre sí
. La solana del piso superior emplea toba y entramado de madera.3
Junto a los municipios de Oña y Poza de la Sal conforma la mancomunidad Raíces de Castilla4 .
Ostenta el honor de ser la ciudad más pequeña de España.

Pedraza de la Sierra (Segovia)

Pedraza-de-la-Sierra-Segovia
Pedraza es una localidad y municipio de la provincia de Segovia (España), situado a 37 km al nordeste de Segovia capital y con una población residente de 467 personas (INE 2011)
. Se trata de una villa medieval amurallada, cuya cuidada rehabilitación motivó su declaración como Conjunto Histórico en 1951.
El municipio se compone de Pedraza y de las localidades de Rades de Abajo y La Velilla.
Su nombre parece derivar de la Pretaria romana, aunque los primeros datos históricos se remontan a Don Fernando Gómez de Albornoz, comendador mayor de Montalbán, que fue nombrado por rey Enrique II de Castilla Señor de Pedraza.
 Posteriormente pasó a manos de la familia Herrera y a finales del siglo XV pasó a los condestables de Castilla por el matrimonio entre Doña Blanca Herrera y Don Bernardino Fernández de Velasco
. Se mantuvo en estas manos hasta que en el siglo XIX se abolieron los señoríos
. Los condestables se asentaron allí, siendo el lugar sitio de paso para grandes personalidades, como artistas, nobles y monarcas.
En el siglo XVI y XVII tiene lugar la época de mayor esplendor del pueblo, y es de cuando datan la mayor parte de casas y palacetes.
 Esta prosperidad fue debida, entre otras cosas, a la exportación hacia el Norte de Europa de la lana de sus rebaños de ovejas merinas y a sus excelentes tejidos, capaces de competir con los mejores que se elaboraban en Flandes.

Leer ficción nos hace más empáticos..............................................Marya González Nieto

Un estudio asegura que se puede aprender sobre las emociones al explorar la vida interior de los personajes ficticios.


 
Leer ficción ayuda a mejorar las relaciones sociales.
Leer ficción fomenta la empatía
. Los lectores pueden formarse ideas sobre las emociones, las motivaciones y las ideas de los otros y trasladar esas experiencias a la vida real.
 Así lo afirma Keith Oatley, psicólogo y novelista, en una revisión de un estudio sobre los beneficios de la lectura para la imaginación que publica hoy en Trends in Cognitive Sciences.
En este nueva investigación se aportan fundamentalmente dos estudios que apoyan la tesis de Oatley. En el primero de ellos se pedía a varios participantes que imaginasen una escena a partir de escuetas frases, tales como “una alfombra azul oscuro” o “un lápiz de rayas naranjas”, mientras permanecían conectados a una máquina de resonancia magnética.
 La escena que debían imaginar, a raíz de las pistas que les iban dando, era la de una persona que ayuda a otra a la que se le ha caído un lápiz al suelo.
 Oatley explica que con tan solo escuchar tres frases se produjo en los participantes la mayor activación del hipocampo, una región del cerebro asociada con el aprendizaje y la memoria.
 “Los escritores no necesitan describir escenarios de forma exhaustiva, solo tienen que sugerir una escena y la imaginación del lector hará el resto”, añade.
La teoría de Oatley, que es profesor emérito de psicología aplicada y desarrollo humano en la Universidad de Toronto, se basa en que la ficción simula una especie de mundo social que provoca comprensión y empatía en el lector
. “Cuando leemos ficción nos volvemos más expertos en la comprensión de las personas y sus intenciones”, explica el investigador.
 Esta respuesta también se encuentra en las personas que ven ficciones televisivas o que juegan a videojuegos con una historia narrativa en primera persona.
 Lo que es común a todas las modalidades de la ficción es la comprensión de las características que asignamos a los personajes, según Oatley.
El otro experimento aportado a la revisión del estudio consistía en que los participantes debían adivinar lo que otras personas estaban pensando o sintiendo a partir de fotografías de sus ojos.
 Para ello podían elegir entre cuatro términos que describían estados de ánimo, por ejemplo, reflexivo o impaciente
. La conclusión fue que las respuestas de los lectores de ficción dieron lugar a términos más aproximados que los lectores de ensayos y libros de no ficción.
 Además de estos dos estudios realizados por Oatley, el psicólogo también aporta otras investigaciones que apoyan sus conclusiones, como uno realizado por Frank Hakemulder, investigador de lengua y literatura en el Institute for Cultural Inquiri (ICON), de la Universidad de Utrecht. Hakemulder afirma que la complejidad de los personajes literarios ayuda a los lectores a tener ideas más sofisticadas acerca de las emociones de los demás.
Todos estos experimentos se enmarcan en un momento de creciente interés por los estudios sobre las imágenes del cerebro.
 Hace unos años, en 2009, cuando el mismo autor publicó el primer estudio sobre esta cuestión,  no había tanta disposición y expectación ante estos temas.
 El giro de la comunidad científica hacia este tipo de investigaciones es algo que se ha producido en los últimos años.
 “Los investigadores están reconociendo ahora que en la imaginación hay algo importante que estudiar”, señala Oatley.
La característica más importante del ser humano es la sociabilidad, asegura Oatley.
“Lo distintivo es que los humanos socializamos con otras personas de una forma que no está programada por instinto, como es el caso de los animales”, explica el psicólogo, para quien la ficción puede aumentar la experiencia social y ayudar a entenderla.