La intérprete y escritora, que fue esposa de Fernando Fernán-Gómez, padecía cáncer.
Ayer lunes por la tarde murió en su casa, a los 69 años, víctima de un cáncer que había ocultado a casi todos sus seres queridos
. A su lado se encontraba Helena de Llanos, cineasta y nieta de Fernando Fernán-Gómez, su pareja durante 37 años
. Justo este viernes 15 de julio se reestrena en los cines Bruja, más que bruja(1976), una inaudita película dirigida por Fernán-Gómez e interpretada por él mismo, Emma Cohen y Paco Algora, fallecido el pasado mes de marzo.
Emma nació en Barcelona en 1946, en una familia bien con la que rompió muy joven.
En París vivió el Mayo del 68, en Barcelona el ambiente de la gauche divine y en Madrid el mundo de las noches y tertulias del Café Gijón, el Oliver o Bocaccio, donde su belleza y su gracia surrealista arrasaban
Siempre fue rebelde, ácrata, inteligente, chispeante y muy inquieta, incapaz de ser sólo actriz.
Muchos la descubrieron como la novia de Edmundo Dantés en El conde de Montecristo (1969), la serie de TVE
. Interpretó todo tipo de cine pero, desde el principio, se convirtió en musa de los más raros, audaces, rojos, vanguardistas y libertarios.
Como actriz, su década dorada fue la de los setenta. A lo largo de su carrera fue dirigida por cineastas como Antonio Maenza, Jorge Grau, Javier Aguirre, Roberto Bodegas, Eloy de la Iglesia, Mariano Ozores, Fernando Colomo, Juan Luis Buñuel, José Luis Garci, Imanol Uribe y José Luis García Sánchez o directores de teatro como Adolfo Marsillach.
En los años ochenta interpretó su personaje más célebre, el de la gallina Caponata de Barrio Sésamo, pero muy pocos conocían la identidad de la actriz.
Fernán-Gómez la dirigió en las series El pícaro —coescrita por ella y Pedro Beltrán— y en Juan Soldado, y en las películas Mambrú se fue a la guerra (1986), El viaje a ninguna parte (1986) y El mar y el tiempo (1989). Su última aparición en el cine también fue con él, en El abuelo (1998) de José Luis Garci.
Publicó su primera novela, Toda la casa era una ventana, en 1983, en la época en la que comenzó a reducir su presencia como actriz.
Luego escribió libros como Muerte dulce (1993), Loca magnolia (1996) o, en 2014, Magia amorosa para desesperadas y desesperados.
Hace cinco veranos, en julio de 2011, en el 75º aniversario del estallido de la Guerra Civil, Emma cumplió un trabajo que le dio una alegría muy íntima: adaptar y dirigir para la Cadena SER una versión radiofónica de Las bicicletas son para el verano, una de las grandes obras del teatro español. Emma se recordaba en la misma mesa que Fernán-Gómez, escribiendo mientras él escribía aquella obra maestra.
Emma Cohen se escapó siempre, de todos los sitios, de todos los clichés.
Se escapó de la alta burguesía de Barcelona a la que pertenecía; se escapó de la interpretación para volcarse en la literatura y en Fernando Fernán-Gómez; en una ocasión se escapó hasta del propio Fernán-Gómez y se fue con Juan Benet.
Pero Fernán-Gómez le escribió una conmovedora carta de amor en Triunfo y Emma volvió a su lado.
Era un ser adorable, ante el que lo más fácil era caer rendido.
En constante homenaje a Fernando Fernán-Gómez
R. H. B.
El productor teatral Jesús Cimarro fue el encargado de dar la noticia
de la muerte de la actriz, directora y escritora Emma Cohen. Cimarro estaba en Mérida en plena celebración del Festival Internacional de Teatro que dirige. “Por suerte o por desgracia, esto es lo que tenemos; es el mundo del espectáculo”, dijo anoche, afectado, a EL PAÍS.
Amigo de la fallecida, era una de las pocas personas que sabía que desde hace ocho meses tenía cáncer, aunque “no pensaba que el desenlace iba a ser tan rápido”.
Desde la muerte de Fernando Fernán-Gómez en 2007, la actriz se había retirado.
Vivía sola en la misma casa que había compartido con su pareja en la urbanización Ciudad Santo Domingo a unos 30 kilómetros de Madrid.
Cimarro comentó que había escrito algunos relatos infantiles y estaba trabajando en una novela.
El productor ha recordado algunas ocasiones en las que trabajaron juntos como el espectáculo que prepararon para la Exposición Universal de Sevilla y que giró por toda España, Los domingos, bacanal, una pieza de Fernán-Gómez, dirigida por José Luis García Sánchez, protagonizada por El Brujo, en la que Cohen también actuaba.