Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

12 jun 2016

Golpe a la comunidad gay.................................................. David Alandete


Amigos y familiares de los fallecidos en el club Pulse de Orlando, tras conocer su muerte.
Mucho camino se ha tenido que recorrer en Estados Unidos a lo largo de décadas pasadas para que una variada comunidad de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales (LGTB) pueda reunirse un sábado por la noche, sin esconderse, en un bar de una ciudad socialmente conservadora del sur del país, como es Orlando, para disfrutar de unas copas y algo de música en el fin de semana en que una buena parte del país ha celebrado el Orgullo Gay.
En uno de estos bares, Pulse, han muerto este domingo al menos 50 personas a tiros, objetivo fácil de un radical armado hasta los dientes.
 No hace falta esperar a que la policía concluya sus pesquisas
. Con los hechos basta: es la peor matanza a tiros en la historia de EE UU, en un local gay.

Orlando es un claro ejemplo de lo mucho que ha evolucionado el país desde que en 1969 un grupo de gais y lesbianas comenzara a manifestarse contra la represión policial en el pub Stonewall de Nueva York
. En aquel entonces quienes demostraran abiertamente su homosexualidad se convertían en unos proscritos, sujetos a discriminación legal en todos los ámbitos imaginables, desde la sanidad al empleo o el ejército.
Meses después de los disturbios de Stonewall abría en Orlando el centro Walt Disney World, uno de los mayores parques temáticos del mundo, consagrado a la sublimación de algo tan conservador como la familia nuclear, donde los príncipes buscaban a hermosas doncellas y estas soñaban con ingresar en la realeza por la vía del matrimonio.
Hoy, hasta Walt Disney World celebra unas jornadas gais estos mismos días de junio. Cualquier miembro de la comunidad LGTB puede acudir a ese vasto parque temático de Orlando a divertirse de forma abierta, luciendo camisetas rojas para demostrar que los conceptos de ‘normal’ o de ‘familia’ pueden ser muy variados.
 Es cierto que Disney no organiza oficialmente esta jornada, pero la acepta con una silenciosa solidaridad, abriendo sus brazos y sus cajas registradoras a las decenas de miles de miembros de la comunidad LGTB que acuden a Orlando esos días.
Parecería, pues, que EE UU haya llegado a la igualdad plena.
 ¡Tiene hasta un presidente que apoya por primera vez el matrimonio gay! Incluso el Tribunal Supremo ha reconocido el derecho de los homosexuales a casarse con todos los beneficios y obligaciones que marca la ley.
 Pero nada más lejos. Y no por una cuestión de derechos y libertades, sino de aceptación social.
En un futuro deberá desaparecer el concepto de trato especial a los homosexuales para considerarlo trato meramente normal
Volvamos a Disney como empresa que ha abierto camino con un tratamiento especial a los gais.
 Hace tres meses amenazó con dejar de hacer negocios en el Estado de Georgia si el gobernador sancionaba una ley que permitiría por un lado a empleados del registro civil negarse a oficiar uniones entre personas del mismo sexo por objeción de conciencia y por otro a organizaciones religiosas despedir a personas por su condición sexual
. Esa ley no es un episodio aislado.
 Es una copia, de hecho, de otra que intentó aprobarse el año pasado en Indiana.
El caso es que las políticas pueden haber avanzado y que en las grandes ciudades como San Francisco, Nueva York, Los Angeles o Washington se puede vivir la propia homosexualidad con libertad, pero lo que debería ser normal es aún considerado trato especial. Para que dos hombres o dos mujeres se den la mano o se besen en público, Disney no debería necesitar un día específico para los gais, como si esta comunidad debiera quedar contenida en su propio perímetro.
En algún tiempo futuro será necesario ir más allá: si de verdad hubiera aceptación y normalidad social, no se necesitarían los millones de bares que hay en el mundo como Pulse, un lugar en el que ha sido tan fácil cometer una masacre.
 Los gais deberían poder mostrarse como tales donde fuera, sin miedos, sin riesgos, sin agresiones.
Eso, sin embargo, es de momento una utopía, y no sólo en EE UU, sino también en países más avanzados en derechos LGTB como España.
 Hasta que ese día llegue, será necesario que la comunidad gay tenga sus espacios de protección y de reivindicación: días especiales en parques temáticos, bares como Pulse o manifestaciones del Orgullo Gay.
Y al fin y al cabo, poco cambiaría que un radical, por motivos que pronto revelarán las autoridades, abriera fuego en ese bar o en cualquier otro, matando a decenas de personas, sean del sexo o de la condición que sean
. Para este tipo de locura no hay distinciones que valgan.




Omar Mateen: estadounidense, 29 años y vigilado por el FBI...................... Pablo Ximénez de Sandoval

El asesino de Orlando estaba casado, tenía un pasado como maltratador y trabajaba de vigilante de seguridad.

 Su familia no cree que el móvil fuera la religión.


Fotos del perfil de Omar Mateen MySpace
Un nombre emerge de la peor matanza a tiros de la historia de Estados Unidos: Omar Siddique Mateen.
Ciudadano estadounidense de 29 años, residía en Port Saint Lucie, una localidad costera a 200 kilómetros al sur de Orlando, donde en la madrugada de este domingo entró armado en un club gay y mató a tiros a 50 personas e hirió a 53.
El nombre del asesino disparó la especulación desde el minuto uno sobre sus motivos. El sospechoso estaba en el radar del FBI. Según la ficha que la policía federal tenía de él, había sido investigado por "posibles conexiones terroristas" y simpatía hacia el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). A las 2 de la tarde, hora de Washington, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, confirmó que el crimen está siendo investigado como "un acto de terrorismo".

El FBI trató el caso al principio como un crimen de odio, de posibles tintes homófobos, sin descartar otras vías de investigación.
El padre de Mateen, Mir Siddique, fue contactado por NBC y aseguró que su hijo estaba motivado por el odio a la comunidad homosexual y no por cuestiones religiosas.
“Esto no tiene nada que ver con la religión”, dijo el padre. Relató que Omar recientemente mostró su desagrado al ver a una pareja gay abrazada en el centro de Miami y, en su opinión, eso podría ser el origen de la matanza.
“Vio a dos hombres besándose delante de su esposa y su hijo y se enfadó mucho”, dijo.
Omar Mateen MySpace
"Estamos pidiendo perdón por el incidente
. No éramos conscientes de que estuviese planteando ningún tipo de acción.
Estamos en estado de shock al igual que todo el país", añadió el padre del asesino.
Las cadenas CNN y NBC, citando agentes de la investigación, aseguraron que el sospechoso había llamado al teléfono de emergencias 911 antes de la masacre y había jurado lealtad a ISIS.
La investigación aún no ha hallado pruebas, 12 horas después de la matanza, de conexiones directas con grupos terroristas.
El FBI está registrando la casa del sospechoso en busca de información en su ordenador y rastreando su huella en las redes sociales.
El diario The Washington Post contactó con la exesposa de Mateen, que habló bajo condición de anonimato
. Aseguró que nació en Nueva York. La familia es originaria de Afganistán.
“No era una persona estable”, dijo la mujer. “Me pegaba. Llegaba a casa y me empezaba a pegar porque la colada no estaba terminada o cosas así”.
Mateen tenía por entonces una pistola de calibre pequeño y trabajaba como guarda de seguridad en un centro de inernamiento juvenil.
La mujer identificó una cuenta de MySpace como propiedad del asesino
. En ella se ven fotos de un hombre joven posando ante el espejo y otras instantáneas del propio Mateen. En una de ellas lleva una camiseta con el logo de la policía de Nueva York.
La pareja se divorció en 2011 después de que los padres de ella supieran de los maltratos y la ayudaran a abandonar la casa.
El matrimonio duró apenas unos meses.

Similitudes con San Bernardino

Las primeras horas de la investigación sobre Omar Siddique Mateen se parecen a la mañana del 2 de diciembre pasado cuando Syed Farook y su esposa, Tashfeen Malik, mataron a tiros a 14 personas en un centro médico de San Bernardino, California. Farook tenía 28 años y Malik 29.
 Él era hijo de inmigrantes paquistaníes nacido y educado en Estados Unidos. En ambos crímenes se utilizó un rifle de asalto.
En San Bernardino, las fuerzas de seguridad extremaron la prudencia antes de considerar la matanza un acto terrorista
. La familia y los amigos de Farook insistieron durante horas en que no se trataba de un radical, sino de un hombre religioso y reservado. Finalmente, el FBI encontró un mensaje en Facebook publicado por Malik con seudónimo en el que juraban lealtad al Estado Islámico o ISIS.

 

Directo | El ISIS asume la autoría del atentado

El tiroteo en un local gay de Orlando deja 50 muertos y 53 heridos, según la policía de la ciudad.

 

 

Agentes de la Policía de Orlando hablan con los familiares que han acudido al exterior del pub Pulse. AP

 Al menos 50 personas han muerto en el tiroteo en un local gay en la ciudad estadounidense de Orlando, según la policía, que ha declarado el estado de emergencia. 

Las autoridades también han subrayado que medio centenar de personas han resultado heridas.

 Un hombre entró en el local en la madrugada del domingo y se atrincheró con varios rehenes. La policía ha confirmado que el agresor, fichado por el FBI por "posible conexión con el ISIS", ha muerto. 

El ISIS, horas después del ataque, ha asumido la autoría del atentado.

La mayor matanza en EE UU desde el 11-S..................................... Joan Faus

El agresor, muerto en un enfrentamiento con la Policía, irrumpió a tiros en el local.

 Amigos y familiares de los atacados en el club Pulse de Orlando, en las inmediaciones del local. STEVE NESIUS (REUTERS) REUTERS-QUALITY

Al menos 50 personas murieron la madrugada de este domingo en una matanza en un club nocturno de Orlando (Florida), en el que supone el peor tiroteo múltiple de la historia de Estados Unidos.
 Los primeros indicios apuntan a un único tirador que murió abatido por la policía.
 Hay 53 personas heridas. Las autoridades todavía no han revelado la identidad del tirador, pero, según la cadena televisiva CNN, se trata de Omar Siddique Mateen, un hombre nacido en Nueva York de padres afganos. 
Según la cadena, el FBI tiene "sospechas de que suscribía una ideología islámica radical". El Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) ha asumido la autoría del atentado perpetrado. La reivindicación ha sido publicada por la agencia de noticias Amaq, considerada afín al grupo yihadista.
No obstante, su padre, Mir Seddique, ha afirmado en declaraciones a NBC que no cree que el ataque protagonizado por su hijo se deba a motivos religiosos sino a motivaciones homófobas. 
"No tiene nada que ver con la religión", ha subrayado el progrenitor, que ha indicado que su hijo se enfadó hace dos meses cuando, durante una visita a Miami, vio a dos hombres besándose.
La matanza en Pulse, una discoteca popular entre la comunidad gay de esta ciudad turística, vuelve a colocar a EE UU ante el pánico del yihadismo y de la violencia armada.
 Y condicionará las elecciones presidenciales de noviembre y los siete meses restantes de mandato de Barack Obama.
Amigos y familiares de los atacados en el club Pulse de Orlando, en las inmediaciones del local. STEVE NESIUS (REUTERS) REUTERS-QUALITY
Al menos 50 personas murieron la madrugada de este domingo en una matanza en un club nocturno de Orlando (Florida), en el que supone el peor tiroteo múltiple de la historia de Estados Unidos. Los primeros indicios apuntan a un único tirador que murió abatido por la policía.
 Hay 53 personas heridas. Las autoridades todavía no han revelado la identidad del tirador, pero, según la cadena televisiva CNN, se trata de Omar Siddique Mateen, un hombre nacido en Nueva York de padres afganos. Según la cadena, el FBI tiene "sospechas de que suscribía una ideología islámica radical". 
El Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) ha asumido la autoría del atentado perpetrado. La reivindicación ha sido publicada por la agencia de noticias Amaq, considerada afín al grupo yihadista.
No obstante, su padre, Mir Seddique, ha afirmado en declaraciones a NBC que no cree que el ataque protagonizado por su hijo se deba a motivos religiosos sino a motivaciones homófobas. "No tiene nada que ver con la religión", ha subrayado el progrenitor, que ha indicado que su hijo se enfadó hace dos meses cuando, durante una visita a Miami, vio a dos hombres besándose.
La matanza en Pulse, una discoteca popular entre la comunidad gay de esta ciudad turística, vuelve a colocar a EE UU ante el pánico del yihadismo y de la violencia armada.
 Y condicionará las elecciones presidenciales de noviembre y los siete meses restantes de mandato de Barack Obama.
En caso de confirmarse los motivos yihadistas, se trataría del peor ataque tras los atentados del 11-S en 2001, en que murieron cerca de 3.000 personas. 
El tiroteo llega a los seis meses de que una pareja de simpatizantes islamistas radicales matara a más de una decena de personas en San Bernardino (California).
El origen afgano incomodará profundamente en EE UU, un país que desde 2001, impulsa una cara intervención militar contra los talibanes en el país centroasiático, en la que es la guerra más larga librada por la primera potencia.
El agente especial del FBI Ronald Hopper declinó, en una rueda de prensa, identificar al autor de la masacre y dijo que todavía no se ha determinado si se trata de un crimen de odio, un acto terrorista o uno criminal.
 Sin embargo, el hecho de que Muhammad Musri, representante de la Sociedad Islámica del Centro de Florida, participara en la comparecencia ante los medios revela que el sospechoso puede ser musulmán.


Amigos y familiares de los atacados en el club Pulse de Orlando, en las inmediaciones del local. STEVE NESIUS (REUTERS) REUTERS-QUALITY
Al menos 50 personas murieron la madrugada de este domingo en una matanza en un club nocturno de Orlando (Florida), en el que supone el peor tiroteo múltiple de la historia de Estados Unidos. Los primeros indicios apuntan a un único tirador que murió abatido por la policía. Hay 53 personas heridas. Las autoridades todavía no han revelado la identidad del tirador, pero, según la cadena televisiva CNN, se trata de Omar Siddique Mateen, un hombre nacido en Nueva York de padres afganos. Según la cadena, el FBI tiene "sospechas de que suscribía una ideología islámica radical". El Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) ha asumido la autoría del atentado perpetrado. La reivindicación ha sido publicada por la agencia de noticias Amaq, considerada afín al grupo yihadista.
No obstante, su padre, Mir Seddique, ha afirmado en declaraciones a NBC que no cree que el ataque protagonizado por su hijo se deba a motivos religiosos sino a motivaciones homófobas. "No tiene nada que ver con la religión", ha subrayado el progrenitor, que ha indicado que su hijo se enfadó hace dos meses cuando, durante una visita a Miami, vio a dos hombres besándose.
La matanza en Pulse, una discoteca popular entre la comunidad gay de esta ciudad turística, vuelve a colocar a EE UU ante el pánico del yihadismo y de la violencia armada. Y condicionará las elecciones presidenciales de noviembre y los siete meses restantes de mandato de Barack Obama.
En caso de confirmarse los motivos yihadistas, se trataría del peor ataque tras los atentados del 11-S en 2001, en que murieron cerca de 3.000 personas. El tiroteo llega a los seis meses de que una pareja de simpatizantes islamistas radicales matara a más de una decena de personas en San Bernardino (California).
El origen afgano incomodará profundamente en EE UU, un país que desde 2001, impulsa una cara intervención militar contra los talibanes en el país centroasiático, en la que es la guerra más larga librada por la primera potencia.
El agente especial del FBI Ronald Hopper declinó, en una rueda de prensa, identificar al autor de la masacre y dijo que todavía no se ha determinado si se trata de un crimen de odio, un acto terrorista o uno criminal. Sin embargo, el hecho de que Muhammad Musri, representante de la Sociedad Islámica del Centro de Florida, participara en la comparecencia ante los medios revela que el sospechoso puede ser musulmán.
Musri dijo que se cree que el agresor no estaba conectado a una red o tuvo ayuda de otras personas. Las autoridades tratan de recabar información sobre el sospechoso y cómo obtuvo las armas.
El tiroteo en el club Pulse se inició alrededor de las 2 de la madrugada, hora local. El tirador, según la policía, utilizó una pistola corta y un rifle de asalto. Hubo unos primeros disparos fuera de la discoteca antes de que accediera al local y abriera fuego. Retuvo a algunos asistentes hasta morir tiroteado por la policía.
El de Orlando es el tiroteo múltiple número 173 de este año en EE UU, según datos del portal Mass Shooting Tracker. Como tiroteo masivo se entiende el que causa al menos cuatro víctimas mortales, excluyendo al autor de los disparos.
Amigos y familiares de los atacados en el club Pulse de Orlando, en las inmediaciones del local. STEVE NESIUS (REUTERS) REUTERS-QUALITY
Al menos 50 personas murieron la madrugada de este domingo en una matanza en un club nocturno de Orlando (Florida), en el que supone el peor tiroteo múltiple de la historia de Estados Unidos. Los primeros indicios apuntan a un único tirador que murió abatido por la policía. Hay 53 personas heridas. Las autoridades todavía no han revelado la identidad del tirador, pero, según la cadena televisiva CNN, se trata de Omar Siddique Mateen, un hombre nacido en Nueva York de padres afganos. Según la cadena, el FBI tiene "sospechas de que suscribía una ideología islámica radical". El Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) ha asumido la autoría del atentado perpetrado. La reivindicación ha sido publicada por la agencia de noticias Amaq, considerada afín al grupo yihadista.
No obstante, su padre, Mir Seddique, ha afirmado en declaraciones a NBC que no cree que el ataque protagonizado por su hijo se deba a motivos religiosos sino a motivaciones homófobas. "No tiene nada que ver con la religión", ha subrayado el progrenitor, que ha indicado que su hijo se enfadó hace dos meses cuando, durante una visita a Miami, vio a dos hombres besándose.
La matanza en Pulse, una discoteca popular entre la comunidad gay de esta ciudad turística, vuelve a colocar a EE UU ante el pánico del yihadismo y de la violencia armada. Y condicionará las elecciones presidenciales de noviembre y los siete meses restantes de mandato de Barack Obama.
En caso de confirmarse los motivos yihadistas, se trataría del peor ataque tras los atentados del 11-S en 2001, en que murieron cerca de 3.000 personas. El tiroteo llega a los seis meses de que una pareja de simpatizantes islamistas radicales matara a más de una decena de personas en San Bernardino (California).
El origen afgano incomodará profundamente en EE UU, un país que desde 2001, impulsa una cara intervención militar contra los talibanes en el país centroasiático, en la que es la guerra más larga librada por la primera potencia.
El agente especial del FBI Ronald Hopper declinó, en una rueda de prensa, identificar al autor de la masacre y dijo que todavía no se ha determinado si se trata de un crimen de odio, un acto terrorista o uno criminal. Sin embargo, el hecho de que Muhammad Musri, representante de la Sociedad Islámica del Centro de Florida, participara en la comparecencia ante los medios revela que el sospechoso puede ser musulmán.
Musri dijo que se cree que el agresor no estaba conectado a una red o tuvo ayuda de otras personas. Las autoridades tratan de recabar información sobre el sospechoso y cómo obtuvo las armas.
El tiroteo en el club Pulse se inició alrededor de las 2 de la madrugada, hora local. El tirador, según la policía, utilizó una pistola corta y un rifle de asalto. Hubo unos primeros disparos fuera de la discoteca antes de que accediera al local y abriera fuego. Retuvo a algunos asistentes hasta morir tiroteado por la policía.
El de Orlando es el tiroteo múltiple número 173 de este año en EE UU, según datos del portal Mass Shooting Tracker. Como tiroteo masivo se entiende el que causa al menos cuatro víctimas mortales, excluyendo al autor de los disparos.