El agresor, muerto en un enfrentamiento con la Policía, irrumpió a tiros en el local.
Amigos y familiares de los atacados en el club Pulse de Orlando, en las inmediaciones del local. STEVE NESIUS (REUTERS) REUTERS-QUALITY
Al menos 50 personas murieron la madrugada de este domingo
en una matanza en un club nocturno de Orlando (Florida), en el que
supone el peor tiroteo múltiple de la historia de Estados Unidos.
Los
primeros indicios apuntan a un único tirador que murió abatido por la
policía.
Hay 53 personas heridas. Las autoridades todavía no han
revelado la identidad del tirador, pero, según la cadena televisiva CNN,
se trata de Omar Siddique Mateen, un hombre nacido en Nueva York de
padres afganos.
Según la cadena, el FBI tiene "sospechas de que
suscribía una ideología islámica radical". El Estado Islámico
(ISIS, por sus siglas en inglés) ha asumido la autoría del atentado
perpetrado. La reivindicación ha sido publicada por la agencia de
noticias Amaq, considerada afín al grupo yihadista.
No obstante, su padre, Mir Seddique, ha afirmado en
declaraciones a NBC que no cree que el ataque protagonizado por su hijo
se deba a motivos religiosos sino a motivaciones homófobas.
"No tiene
nada que ver con la religión", ha subrayado el progrenitor, que ha
indicado que su hijo se enfadó hace dos meses cuando, durante una visita
a Miami, vio a dos hombres besándose.
La matanza en Pulse, una discoteca popular entre la comunidad gay de esta ciudad turística, vuelve a colocar a EE UU ante el pánico del yihadismo
y de la violencia armada.
Y condicionará las elecciones presidenciales
de noviembre y los siete meses restantes de mandato de Barack Obama.
Al menos 50 personas murieron la madrugada de este domingo
en una matanza en un club nocturno de Orlando (Florida), en el que
supone el peor tiroteo múltiple de la historia de Estados Unidos. Los
primeros indicios apuntan a un único tirador que murió abatido por la
policía.
Hay 53 personas heridas. Las autoridades todavía no han
revelado la identidad del tirador, pero, según la cadena televisiva CNN,
se trata de Omar Siddique Mateen, un hombre nacido en Nueva York de
padres afganos. Según la cadena, el FBI tiene "sospechas de que
suscribía una ideología islámica radical".
El Estado Islámico
(ISIS, por sus siglas en inglés) ha asumido la autoría del atentado
perpetrado. La reivindicación ha sido publicada por la agencia de
noticias Amaq, considerada afín al grupo yihadista.
No obstante, su padre, Mir Seddique, ha afirmado en
declaraciones a NBC que no cree que el ataque protagonizado por su hijo
se deba a motivos religiosos sino a motivaciones homófobas. "No tiene
nada que ver con la religión", ha subrayado el progrenitor, que ha
indicado que su hijo se enfadó hace dos meses cuando, durante una visita
a Miami, vio a dos hombres besándose.
La matanza en Pulse, una discoteca popular entre la comunidad gay de esta ciudad turística, vuelve a colocar a EE UU ante el pánico del yihadismo
y de la violencia armada.
Y condicionará las elecciones presidenciales
de noviembre y los siete meses restantes de mandato de Barack Obama.
En caso de confirmarse los motivos yihadistas, se trataría
del peor ataque tras los atentados del 11-S en 2001, en que murieron
cerca de 3.000 personas.
El tiroteo llega a los seis meses de que una
pareja de simpatizantes islamistas radicales matara a más de una decena de personas en San Bernardino (California).
El origen afgano incomodará profundamente en EE UU,
un país que desde 2001, impulsa una cara intervención militar contra
los talibanes en el país centroasiático, en la que es la guerra más
larga librada por la primera potencia.
El agente especial del FBI Ronald Hopper declinó, en una
rueda de prensa, identificar al autor de la masacre y dijo que todavía
no se ha determinado si se trata de un crimen de odio, un acto
terrorista o uno criminal.
Sin embargo, el hecho de que Muhammad Musri,
representante de la Sociedad Islámica del Centro de Florida, participara
en la comparecencia ante los medios revela que el sospechoso puede ser
musulmán.
Al menos 50 personas murieron la madrugada de este domingo
en una matanza en un club nocturno de Orlando (Florida), en el que
supone el peor tiroteo múltiple de la historia de Estados Unidos. Los
primeros indicios apuntan a un único tirador que murió abatido por la
policía. Hay 53 personas heridas. Las autoridades todavía no han
revelado la identidad del tirador, pero, según la cadena televisiva CNN,
se trata de Omar Siddique Mateen, un hombre nacido en Nueva York de
padres afganos. Según la cadena, el FBI tiene "sospechas de que
suscribía una ideología islámica radical". El Estado Islámico
(ISIS, por sus siglas en inglés) ha asumido la autoría del atentado
perpetrado. La reivindicación ha sido publicada por la agencia de
noticias Amaq, considerada afín al grupo yihadista.
No obstante, su padre, Mir Seddique, ha afirmado en
declaraciones a NBC que no cree que el ataque protagonizado por su hijo
se deba a motivos religiosos sino a motivaciones homófobas. "No tiene
nada que ver con la religión", ha subrayado el progrenitor, que ha
indicado que su hijo se enfadó hace dos meses cuando, durante una visita
a Miami, vio a dos hombres besándose.
La matanza en Pulse, una discoteca popular entre la comunidad gay de esta ciudad turística, vuelve a colocar a EE UU ante el pánico del yihadismo
y de la violencia armada. Y condicionará las elecciones presidenciales
de noviembre y los siete meses restantes de mandato de Barack Obama.
En caso de confirmarse los motivos yihadistas, se trataría
del peor ataque tras los atentados del 11-S en 2001, en que murieron
cerca de 3.000 personas. El tiroteo llega a los seis meses de que una
pareja de simpatizantes islamistas radicales matara a más de una decena de personas en San Bernardino (California).
El origen afgano incomodará profundamente en EE UU,
un país que desde 2001, impulsa una cara intervención militar contra
los talibanes en el país centroasiático, en la que es la guerra más
larga librada por la primera potencia.
El agente especial del FBI Ronald Hopper declinó, en una
rueda de prensa, identificar al autor de la masacre y dijo que todavía
no se ha determinado si se trata de un crimen de odio, un acto
terrorista o uno criminal. Sin embargo, el hecho de que Muhammad Musri,
representante de la Sociedad Islámica del Centro de Florida, participara
en la comparecencia ante los medios revela que el sospechoso puede ser
musulmán.
Musri dijo que se cree que el agresor no estaba conectado a
una red o tuvo ayuda de otras personas. Las autoridades tratan de
recabar información sobre el sospechoso y cómo obtuvo las armas.
El tiroteo en el club Pulse se inició alrededor de las 2
de la madrugada, hora local. El tirador, según la policía, utilizó una
pistola corta y un rifle de asalto. Hubo unos primeros disparos fuera de
la discoteca antes de que accediera al local y abriera fuego. Retuvo a
algunos asistentes hasta morir tiroteado por la policía.
El de Orlando es el tiroteo múltiple número 173 de este
año en EE UU, según datos del portal Mass Shooting Tracker. Como tiroteo
masivo se entiende el que causa al menos cuatro víctimas mortales,
excluyendo al autor de los disparos.
Al menos 50 personas murieron la madrugada de este domingo
en una matanza en un club nocturno de Orlando (Florida), en el que
supone el peor tiroteo múltiple de la historia de Estados Unidos. Los
primeros indicios apuntan a un único tirador que murió abatido por la
policía. Hay 53 personas heridas. Las autoridades todavía no han
revelado la identidad del tirador, pero, según la cadena televisiva CNN,
se trata de Omar Siddique Mateen, un hombre nacido en Nueva York de
padres afganos. Según la cadena, el FBI tiene "sospechas de que
suscribía una ideología islámica radical". El Estado Islámico
(ISIS, por sus siglas en inglés) ha asumido la autoría del atentado
perpetrado. La reivindicación ha sido publicada por la agencia de
noticias Amaq, considerada afín al grupo yihadista.
No obstante, su padre, Mir Seddique, ha afirmado en
declaraciones a NBC que no cree que el ataque protagonizado por su hijo
se deba a motivos religiosos sino a motivaciones homófobas. "No tiene
nada que ver con la religión", ha subrayado el progrenitor, que ha
indicado que su hijo se enfadó hace dos meses cuando, durante una visita
a Miami, vio a dos hombres besándose.
La matanza en Pulse, una discoteca popular entre la comunidad gay de esta ciudad turística, vuelve a colocar a EE UU ante el pánico del yihadismo
y de la violencia armada. Y condicionará las elecciones presidenciales
de noviembre y los siete meses restantes de mandato de Barack Obama.
En caso de confirmarse los motivos yihadistas, se trataría
del peor ataque tras los atentados del 11-S en 2001, en que murieron
cerca de 3.000 personas. El tiroteo llega a los seis meses de que una
pareja de simpatizantes islamistas radicales matara a más de una decena de personas en San Bernardino (California).
El origen afgano incomodará profundamente en EE UU,
un país que desde 2001, impulsa una cara intervención militar contra
los talibanes en el país centroasiático, en la que es la guerra más
larga librada por la primera potencia.
El agente especial del FBI Ronald Hopper declinó, en una
rueda de prensa, identificar al autor de la masacre y dijo que todavía
no se ha determinado si se trata de un crimen de odio, un acto
terrorista o uno criminal. Sin embargo, el hecho de que Muhammad Musri,
representante de la Sociedad Islámica del Centro de Florida, participara
en la comparecencia ante los medios revela que el sospechoso puede ser
musulmán.
Musri dijo que se cree que el agresor no estaba conectado a
una red o tuvo ayuda de otras personas. Las autoridades tratan de
recabar información sobre el sospechoso y cómo obtuvo las armas.
El tiroteo en el club Pulse se inició alrededor de las 2
de la madrugada, hora local. El tirador, según la policía, utilizó una
pistola corta y un rifle de asalto. Hubo unos primeros disparos fuera de
la discoteca antes de que accediera al local y abriera fuego. Retuvo a
algunos asistentes hasta morir tiroteado por la policía.
El de Orlando es el tiroteo múltiple número 173 de este
año en EE UU, según datos del portal Mass Shooting Tracker. Como tiroteo
masivo se entiende el que causa al menos cuatro víctimas mortales,
excluyendo al autor de los disparos.
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