Podemos imita el catálogo de Ikea para presentar su programa
La firma sueca
declina hacer valoraciones, a pesar de las múltiples semejanzas con su
publicación. El año pasado se distribuyeron diez millones de ejemplares
en España.
Podemos imita el catálogo de Ikea para presentar su programa
La firma sueca
declina hacer valoraciones, a pesar de las múltiples semejanzas con su
publicación. El año pasado se distribuyeron diez millones de ejemplares
en España
Podemos ha dado a conocer este miércoles su programa electoral de cara al 26-J,
con un formato muy conocido por todos. Por lo general, el texto prima
en este tipo de documentos, pero el partido de Pablo Iglesias ha
preferido esta vez dar importancia la imagen y recurrir al estilo del
catálogo de Ikea, la que es la publicación más distribuida del mundo.
Varios dirigentes de la formación posan en salones, dormitorios y
cocinas, acompañados de propuestas políticas
y de datos estadísticos, además de las medidas de mínimos pactadas con
IU para concurrir en coalición. Tanto la forma de posar como las
fotografías recuerdan al folleto de la firma sueca.
Portada del programa electoral de Podemos, al estilo Ikea
Pablo Iglesias, Iñigo Errejón, Tania Sánchez, Rafael Mayoral y Pablo
Echenique, entre otros miembros de Podemos y personas anónimas, aparecen
realizando labores cotidianas como tendiendo la ropa, regando las
plantas o cortando queso.
Pablo Iglesias, secretario general de Podemos
Los breves textos que acompañan a las imágenes hacen referencia a
ideas como "la eliminación del secreto bancario", "pacto estatal para la
Ciencia y la Innovación" o "compromiso de garantizar la sostenibilidad
del sistema de pensiones".
Si Podemos ha imitado a la tienda sueca de muebles es para "defender
los principios que nos enseñaron nuestros padres utilizando herramientas
nuevas", asegura el texto de la portada del programa electoral.
Rafael Mayoral, secretario de relaciones con la Sociedad Civil de Podemos, tendiendo la ropa
La intención del partido es hacer que su selección de medidas sea más
atractiva y cercana al electorado.
"El espíritu tiene que ver con
revertir esa situación en la que nadie se lee los programas.
Nos
gustaría que este programa fuese el más leído", ha asegurado la
secretaria de Programa, Carolina Bescansa, durante la presentación del
mismo, en palabras recogidas por Europa Press.
En España, en general, se duerme poco y tarde. De media dedicamos a
esta actividad 7,1 horas, que se quedan cortas respecto a las ocho que
recomiendan los expertos.
Una de las razones de ese déficit de sueño es
que nos acostamos más tarde de lo que deberíamos porque nuestro horario
no se corresponde con la localización geográfica del país, que debería
estar en el mismo huso horario que Reino Unido o Portugal. [Consulta aquí todos los temas de Radiografía de España] El sueño de los españoles, un estudio publicado el 1 de junio por el Centro de Investigación del Sueño de Flex,
estima que los españoles duermen de media 7 horas y las españolas 7,2
.
El trabajo, realizado con una muestra de 2.000 adultos, concluye que hay
siete comunidades autónomas que duermen por debajo de la media.
El País Vasco, Ceuta y Melilla son las que más déficit de sueño
acumulan, mientras Cantabria y Navarra son las que más horas duermen.
Entre semana Madrid duerme por debajo de la media, pero son los que más
horas de sueño suman los fines de semana.
El mismo trabajo señala que el 51% de los encuestados se despiertan
con la sensación de no haber descansado bien. Como explica Juan Antonio
Madrid Pérez, catedrático en Fisiología y director del Laboratorio de
Cronobiología de la Universidad de Murcia-IMIB, la somnolencia o el
cansancio al levantarnos es síntoma de que no se han dormido las horas
de sueño necesarias.
Según este experto, en España "por lo general dormimos unos 30 o 40
minutos menos que la media europea".
Las horas de sueño varían con la
edad, el género -las mujeres necesitan más- y la época del año, pero
fundamentalmente dependen de la persona (que pueden tener tendencia
también una tendencia natural madrugar o ser vespertinas).
"Hay quien con seis horas puede funcionar bien, pero en general lo
habitual para un adulto suele ser una media de ocho, entre siete y nueve
horas, y mucha gente no está llegando".
En invierno dormimos mejor
En otoño ganamos en oscuridad natural y a medida que se acerca el
invierno, el tiempo de sueño aumenta.
Por la misma razón, el incremento
de las horas de luz hace que en verano disminuyan las horas de sueño,
aunque en primavera hay picos en los que dormimos más.
Es un mito que España se paralice a la hora de la siesta
.
Como muestra el siguiente gráfico, solo el 16% de los españoles se la
echan a diario
. Pero en verano, por las vacaciones y las jornadas
reducidas que disfrutan en algunas empresas, incorporamos con más
frecuencia este hábito.
Una única cepa de la 'Yersinia pestis' hizo un viaje de ida y vuelta entre Asia y Europa.
Fosa común en Ellwangen (sur de Alemania) en la que fueron enterrados enfermos de peste. Rainer Weiss
Una única cepa de la Yersinia pestis, la bacteria causante de la peste,
está detrás de todas las epidemias de esta enfermedad que han castigado
a los humanos desde la Edad Media.
El ADN bacteriano recuperado de
varios apestados confirma además que el patógeno que provocó la pandemia
de peste negra en la Edad Media europea vino de Asia
. También estaría
detrás de la tercera gran epidemia que, tras regresar al continente
asiático, se extendió desde China al resto del planeta.
La peste es la zoonosis o enfermedad de origen animal que más humanos
ha matado.
A lo largo de la historia se han sucedido al menos tres
grandes pandemias: la plaga de Justiniano, que devastó el Imperio bizantino en el siglo VI, la peste negra,
que acabó con el 60% de la población europea en el siglo XIV rebrotando
en los siglos siguientes y, por último, la tercera pandemia de peste,
surgida en China en el siglo XIX y responsable de la gran mayoría de
casos de peste de la actualidad.
Pero en la historia de la peste aún hay muchas incógnitas por
despejar.
¿De dónde vino la enfermedad? ¿la misma bacteria provocó los
sucesivos brotes que sufrió Europa durante 400 años? ¿Están conectadas
las tres grandes plagas?
Un grupo de investigadores europeos, con
participación española, han recurrido a la genética para intentar
responder a estas preguntas.
Los investigadores lograron ADN bacteriano de una treintena de apestados, algunos enterrados en Barcelona
Los científicos rebuscaron entre los dientes de casi 200 restos de
humanos enterrados en fosas comunes durante brotes de la epidemia en
varias ciudades de Europa, entre ellas Barcelona.
En una treintena de
casos encontraron el rastro de la Y. pestis y en tres lograron el genoma completo de la bacteria.
Comparando este material genético con el de otros apestados de otros
brotes, tanto anteriores (como la plaga de Justiniano), contemporáneos
(Londres o Milán) y posteriores (Marsella), los autores del estudio,
publicado en Cell Host & Microbe, pudieron crear un árbol de la peste y, subiendo por sus ramas, rastrear la evolución de la enfermedad hasta hoy.
Las raíces de ese árbol estarían en Asia central, desde donde llegó
la variedad de la bacteria que provocó la gran mortandad del siglo XIV.
Primero arribó al sureste europeo y, desde allí, al resto del continente
usando como vía de entrada los grandes puertos del sur como Génova,
Marsella o Barcelona
. Aquí la genética confirma lo que la historia ya
sabía. En meses, la llamada peste negra llegó tan lejos como Londres y en un lustro acabó con la vida de hasta el 60% de los europeos.
"No hemos encontrado ninguna diferencia entre las cepas de Barcelona y
Londres, lo que sugiere que una única variedad fue la responsable de la
peste negra", dice el profesor del Instituto Max Planck de Historia y Ciencias Humanas (Alemania) y coautor de esta investigación, Alexander Herbig.
lemania) y coautor de esta investigación, Alexander Herbig.
ampliar fotoEl mapa muestra la ruta seguida por la bacteria de la peste con su llegada desde el este y su regreso. Spyrou et al./Cell Host & Microbe 2016
El genoma bacteriano recuperado en la capital catalana procede de un
apestado que enfermó, según las pruebas de radiocarbono, entre el año
1300 y el 1420.
Aunque el lapso es muy grande, la historia y la genética
permiten reducirlo.
Por un lado, se sabe que los primeros casos de
peste en Barcelona aparecieron en la primavera de 1348. En Londres, la
enfermedad aparecería en el otoño de ese mismo año.
Al ser las dos
muestras idénticas, el apestado inglés y el británico debieron enfermar
en la misma época y de la misma cepa de la bacteria de la peste.
"Se
difundió por toda Europa muy rápidamente y no tuvo tiempo de cambiar
mucho", explica Herbig.
Otro de los genomas completos, recuperado de Ellwangen, al sur de
Alemania, tampoco está datado con exactitud, pero el carbono-14 apunta a
un brote de finales del siglo XVI o principios del siglo XVII. Tras la
gran pandemia de la peste negra, la enfermedad se quedó en Europa,
rebrotando en epidemias locales durante unos 400 años.
Algunas de esos
brotes tuvieron carácter casi de pandemia regional, como la gran peste
de Viena, la de 1649, que acabó con casi la mitad de los sevillanos o la
peste de Marsella de 1720, uno de los últimos grandes brotes en suelo
europeo.
Pues la variedad de Ellwangen está íntimamente relacionada con la
encontrada un siglo después en Marsella y, según el análisis de los
investigadores, desciende de la encontrada en Barcelona y Londres
. Esto
significa que los brotes surgidos en Europa desde la pandemia del siglo
XIV están conectados con la peste negra que la provocó: tras ellos está
la misma cepa original de la bacteria.
Esto confirma la tesis dominante
entre los historiadores que defendían la idea de que la peste vino una
vez y se quedó en reservorios naturales europeos.
Otros investigadores,
sin embargo, mantenían que los brotes posteriores eran fruto de sucesivas oleadas procedentes de Asia.
En realidad, el ADN antiguo parece indicar lo contrario: que la cepa
que provocó la peste negra y asoló Europa durante siglos regresó a Asia.
Lo muestra el genoma de un tercer apestado, este en la ciudad rusa de
Bolgar.
Su datación es la más afinada, ya que se han encontrado monedas
junto al cadáver acuñadas en 1362. Lo particular de este caso es que es
una cepa emparentada tanto con las de Londres y Barcelona (de dos
décadas atrás) como con la que emergió en la provincia de Yunnan en
China 400 años después.
"Ha pasado mucho tiempo desde la peste negra, pero nuestro análisis
demostraría que las cepas modernas descienden de la provocó la muerte
negra en la Europa medieval", comenta el científico alemán.
Así que la Y. pestis
que, probablemente, salió de China a finales del siglo XIII, llegando a
tierras europeas unos 40 años después, llevando la guadaña a todos sus
rincones, acabó volviendo al país asiático para provocar la tercera gran
epidemia iniciada a mediados del siglo XIX, matando a unos 10 millones
de personas en las décadas siguientes.
Solo una mejor higiene, el
reforzamiento del sistema inmunitario y los antibióticos pudieron frenar
a la peste.
Las
últimas defecciones indican que el deshielo no ha parado la sangría:
según fuentes del exilio, en los últimos 18 meses han dejado la isla 83
artistas de ballet.
'La magia de la danza', del Ballet Nacional de Cuba, representada en el teatro Albéniz de Madrid en 2002.
Según algunas fuentes del exilio cubano de Miami, en los últimos 18 meses han dejado la isla 83 artistas de ballet
entre miembros de Ballet Nacional de Cuba, egresados de la Escuela
Nacional de Ballet y miembros de otros conjuntos estatales, como el
Ballet de Camagüey.
Y todo ello, a pesar de la repercusión global del
deshielo de las relaciones con los Estados Unidos, de la visita al
caribe del papa y otros gestos de alta diplomacia.
Desde algunos
sectores de la ortodoxia castrista se pide paciencia.
Pero a un artista de ballet no se le puede pedir paciencia aunque sea
parte de su disciplina; la ambición profesional de superación, cuando
hay talento, es la urgencia de cabecera; la ambición doma la paciencia
para que no se convierta en frustración.
Para un bailarín o bailarina el
tiempo es oro.
Las últimas y sonadas deserciones de una primera
bailarina del BNC, Amaya Rodríguez, y tres jóvenes solistas (que se
consideraban promesas seguras por su calidad y virtuosismo) que cruzaron la frontera de Canadá
tras un viaje oficial del conjunto cubano y entre las que se encuentran
Massiel Alonso y Mayrel Martínez, ponen otra vez la atención sobre un
goteo que nunca ha cesado y que ha poblado el planeta de artistas de la
danza cubanos, desde Holanda, Suecia, Noruega, Italia, Reino Unido y
España a varios países de Latinoamérica, con Estados Unidos a la cabeza.
Amaya Rodríguez había salido legalmente a México con un permiso y
cruzó por su cuenta y riesgo la frontera con Estados Unidos, una espalda mojada más en busca de su oportunidad.
Pero estos jóvenes bailarines aún en tierra norteamericana
hablan con temor.
La mayoría de ellos ha dejado atrás a sus familias en
la isla.
Los que están en Europa, con menos presión política, y
mediática, eluden el compromiso declarado con la oposición o cualquier
actitud contestataria, algo que en la isla sigue siendo delito.
La euforia turística, las remesas de dólares que envían los
familiares cubanos emigrados desde el extranjero, la promesa de la
entrada de grandes capitales occidentales para reindustrializar la isla y
las promesas de apertura en el terreno político no son capaces de tapar
una realidad ruinosa y amarga cuya mejor metáfora es, en el terreno de
la danza, el hecho de que las bailarinas se vean obligadas a remendar
imperturbables sus gastadas zapatillas de ballet.
El ballet ha servido recientemente, como lo fue el pimpón para las
relaciones entre China y Estados Unidos en tiempos de Nixon, para
desbloquear las conversaciones entre Cuba y los estadounidenses, y todo
empezó con una visita oficial del American Ballet Theatre [ABT] a La
Habana después de más de 50 años, de modo que se puede hablar con
propiedad en este caso de “diplomacia del ballet”.
El ABT fue a La
Habana con el plácet de Washington y así empezó esta parte de la
fiesta... o del drama, según se mire
. Hay quien dice que ya no tiene
sentido emigrar o pedir asilo político al pisar suelo norteamericano.
Que se lo expliquen a los bailarines, ellos tienen una respuesta.
Pedro Pablo Peña, director del Cuban Classical Ballet of Miami y del
Miami Arts Center, como viene haciendo desde hace más de 30 años, ha
acogido a estos artistas y prepara para ellos una función especial el
próximo sábado 18 en el Miami Dade County Auditorium.
Será un programa
enteramente clásico que terminará con el segundo acto de Giselle”,
protagonizado por Amaya Rodríguez acompañada por otro cubano invitado,
Carlos Guerra, primer bailarín del Miami City Ballet y artista adorado
por el público de La Florida. También bailarán otros cubanos como Marifé Fumero (Reina de las
Willis) y Arionel Vargas (Hilarión), este último exprimer bailarín del
English National Ballet de Londres. Alonso y Martínez harán también
papeles solistas.
La diáspora de los artistas cubanos de ballet,
desde los años sesenta del siglo XX con la histórica deserción de los
11 de París en 1966, es la más importante de la historia moderna junto a
la de los rusos, que empezó en los días de la revolución de octubre, se
extendió todo el estalinismo y terminó con la caída del muro de Berlín y
la desaparición del bloque socialista.
Ambas historias tienen sus
héroes, sus luces y sus sombras y están por escribirse; los rusos quizás
han tenido más suerte y mejor fama pues los ayudaba su propia
tradición.
Los cubanos siguen navegando en una tierra de nadie, luchando
por su arte distintivo y su briosa calidad característica.