Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

1 jun 2016

Harambe y la culpa ‘in vigilando’ de una madre.................. Cecilia Jan

¿Hasta qué punto se puede culpar a los padres por el comportamiento impredecible de un niño?


'Harambe' agarra por el pie al niño.
Michelle Gregg es posiblemente la mujer más vilipendiada en los últimos dos días
. La madre del pequeño de tres años que se las arregló para meterse en el foso del gorila Harambe en el zoo de Cincinnati está sufriendo un verdadero linchamiento en las redes sociales por "no haber vigilado bien" a su hijo.
 Más de 425.000 personas han firmado una petición en Change.org para pedir que se responsabilice a los padres por la muerte a tiros del animal y han exigido "una investigación del ambiente del hogar del niño con el interés de protegerle a él y a sus hermanos de otros posibles incidentes de negligencia parental que puedan resultar en daño físico grave o incluso en la muerte".
 Poco ha faltado para que pidieran que se le retirase la custodia de sus cuatro hijos por culpa in vigilando.
 ¿Hasta qué punto se puede culpar a los padres por el comportamiento impredicible e inconsciente de un niño de esta edad?

La situación inicial, tal y como han descrito testigos, es tan típica que cualquier madre o padre podemos recordar un episodio en el que en los escasos segundos, tal vez un par de minutos, en los que te vuelves para atender a otro menester, el niño va y la lía (sustitúyase "la lía" por "se sube a una silla para coger algo de la estantería", "vacía la caja de los calcetines", "pinta la pared del salón" o similar). El problema es que, en este caso, el pequeño trepó una pequeña valla de un metro de alto, esquivó los arbustos que había al otro lado, llegó hasta el foso de los gorilas, con una altura de más de cuatro metros, y saltó dentro para chapotear un rato.
Mi reacción inicial al leer la noticia fue también un crítico "los padres tendrían que haber tenido más cuidado".
 Pero he reflexionado tras leer comentarios como el de mi compañera Victoria Torres, contando un reciente episodio de fuga de su hija, que concluye con "Ningún padre quiere que a su hijo lo aplaste una puerta giratoria o lo devore un gorila, pero controlar y vigilar a un hijo es mucho más difícil de lo que parece, por no decir imposible.
 No son robots, son kamikazes"
. Y también he recordado. Aquel día en el que la puerta corredera del vagón del AVE se tragó el brazo de mi hija menor en medio segundo que se me adelantó.
 O aquel otro en el que perdió una uña al pillarse con la puerta de un ascensor a un metro escaso mío.

Si la policía investigase, como ya ha anunciado que va a hacer con esta familia, a todos los padres a los que alguna vez se nos ha escapado corriendo un niño que ha estado a punto de cruzar solo la carretera, no tendría agentes suficientes.
Michelle Gregg se volvió un momento para atender a otro de sus hijos. Dos testigos que describieron la escena afirman que no les pareció que la madre tuviera una actitud negligente. El propio director del zoo, también en la picota por su decisión de matar a Harambe por miedo a que atacase al niño, ha defendido las medidas de seguridad del zoo, pero ha dicho que "los niños son capaces de escalar cualquier sitio".
"Como sociedad, somos muy rápidos a la hora de juzgar cómo un padre puede quitar los ojos de encima de su hijo.
 Quienes me conocen saben que vigilo de cerca a mis niños.
 Pero los accidentes ocurren", ha escrito Gregg en su perfil de Facebook antes de tener que borrarlo por la avalancha de mensajes críticos.
 Y tiene razón. Solo recordemos las veces que nuestros hijos han sufrido un accidente o han estado a punto de sufrirlo.
En ese escalofrío que nos recorre el cuerpo, en esa sensación de culpa que nos cae encima
. E imaginemos cómo nos sentiríamos si el mundo entero hubiera visto ese momento en vídeo y nos culpase por ello.
Siempre me ha asombrado como los niños van de cabeza al peligro.
Hago memoria y no se me olvidará nunca como vi a mi hijo con menos de dos años encararmarse a una ventana con una barandilla que a él le llegaba por la cintura. Todas las ventanas y balcones estaban cerrados y justo una que se olvidó la encuentra él.
!º no llamarlo por si asusta y caía desde un 5º piso y por detrás en silencio y con el corazón en la boca. En esto que el empieza a bajarse y yo en silencio esperé que estuviera en el suelo y abrazarlo llorando. Del susto me sentí morir, el no notó nada o por lo menos de eso no le hablé nunca, aunque
advertí que todo el mundo cerrara las ventanas y balcones.

 

Cómo saber quién visita tu perfil de Facebook

Hace poco tratamos de responder a la pregunta de por qué algunos amigos nos borran de su Facebook. Ahora vamos en el sentido contrario: a quiénes interesamos más de todos ellos.
No mires las imágenes que hay aquí abajo porque vas a pensar que es difícil. Pero no. Es facilísimo y se tarda menos de un minuto.
 ¿Y a que a veces da morbo saber quiénes son nuestros o nuestras mayores fans en Facebook? Por la razón que sea, pero produce mucha curiosidad.
Si nos atenemos a un estudio de la Universidad de Oxford, el usuario medio de Facebook tiene unos 155 amigos, aunque solamente cuatro de ellos lo son de verdad, solo 50 son amigos cercanos, y los demás son ocasionales.
 Y casi son los que más curiosidad sienten por la vida de uno (y nosotros por la suya) ya que la relación indirecta nos deja casi sin cotilleos sobre ellos. 
Para saber quién ve nuestro perfil de Facebook, basta con seguir estos sencillos pasos. En 50 segundos se puede uno llevar grandes sorpresas.
Y en cinco minutos puede uno hacerse una idea de quiénes le siguen con mayor fervor, aunque algunos de los usuarios que aparecen también son aquellos con los que hemos chateado recientemente (así que no es una sorpresa).
 Nosotros lo hemos probado con Google Chrome pero en casi todos los navegadores funciona igual.

1 | Ver el código fuente de nuestro perfil – 10 segundos

Debes colocarte ante tu muro o, si quieres, en tu newsfeed –ya sabes, ahí donde aparece todo lo que van haciendo tus contactos–. Lo importante es que tengas abierta la sesión de Facebook. Cuando estemos en él, pinchas en un lugar donde no haya enlaces (para que no “salte”), y pulsamos el botón derecho del ratón. Ahí, seleccionamos Ver código fuente.
Para ver el código fuente, busca la opción que se despliega al pinchar el botón derecho del ratón.
Para ver el código fuente, busca la opción que se despliega al pinchar el botón derecho del ratón.

Hugh Herr, el hombre biónico, premio Princesa Asturias de Investigación.

Hugh Herr, el hombre biónico, premio Princesa Asturias de Investigación.

El investigador del Instituto Tecnológico de Massachussetts recibe el galardón por el desarrollo de prótesis para personas amputadas.

Hugh Herr, premio Princesa Asturias de Investigación. Hugh Herr, en una imagen de 2014. Brian Snyder REUTERS / ATLAS
El estadounidense Hugh Herr, investigador del Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT), es el nuevo Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica.
 Este experto mundial en biónica ha recibido el galardón por el diseño y desarrollo de prótesis tecnológicamente avanzadas.
El trabajo de Herr como científico e ingeniero nace en parte de una desgracia.
 Solo tenía 17 años cuando, en 1982, durante una escalada en el Barranco de Huntington (Nuevo Hampshire) fue sorprendido por una ventisca que le mantuvo tres noches perdido a temperaturas de 29 grados bajo cero.
Fue rescatado con vida, pero las secuelas del congelamiento hicieron que le amputasen las dos piernas por debajo de las rodillas.
 Traumatizado por la muerte de uno de los voluntarios que ayudó a su rescate y decepcionado por la falta de tecnología de las prótesis que le pusieron en el hospital, este biofísico decidió volcarse en el diseño de piezas más avanzadas para volver a escalar y para ayudar a otras personas que, al igual que él, carecen de piernas.
Herr necesitó muy poco tiempo para recuperarse.
 Solo 12 meses después de su accidente estaba escalando de nuevo y, según aseguraba en un artículo publicado en la revista Popular Science, lo hacía mejor que cuando tenía las dos piernas.
Para lograrlo, abandonó la idea de que las extremidades biónicas tuviesen que parecerse a los miembros humanos
. Lo importante era la función, y creó piernas con alturas ajustables y accesorios para introducir el pie en grietas o poder apoyarse en salientes diminutos.
Desde entonces, su cuerpo se ha convertido en su principal banco de pruebas y no se conforma con devolver y mejorar la movilidad de personas que han sufrido amputaciones, también quiere mejorar los cuerpos de personas sanas.
 Herr ha abierto nuevas líneas de investigación, dando lugar a una clase de biohíbridos, de prótesis “inteligentes”, que han acelerado la fusión del cuerpo y la máquina y aumentado su fuerza y resistencia.
 Sus métodos abarcan un conjunto de disciplinas científicas y tecnológicas, desde la ciencia biomecánica y del control de los movimientos biológicos hasta el diseño de dispositivos biomédicos.
Sus logros han tenido un impacto significativo en personas con discapacidad física, a través de las prótesis de rodilla adaptables para amputados femorales o las ortoprótesis de tobillo y pie, para pie equino y patologías causadas por parálisis cerebral o esclerosis múltiple. 
Herr ha empleado modelos de puente cruzado del músculo esquelético para el diseño y optimización de una nueva clase de mecanismos de propulsión humana que amplifican la resistencia para actividades anaeróbicas, y ha construido zapatos elásticos que aumentan la resistencia aeróbica al caminar y correr. 
Es el fundador de la compañía BiONx Medical Technologies (antigua iWalk), encargada de comercializar BiOM® Ankle, una prótesis de miembros inferiores que proporciona energía emulando la función muscular e imitando el movimiento del tobillo y aporta una estabilidad que se ajusta a cualquier superficie.
Este galardón, que el año pasado recayó en las bioquímicas Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna por sus trabajos en la edición del genoma y al que este año optaban 34 candidaturas, está dotado con 50.000 euros, una reproducción de una escultura de Joan Miró, un diploma y una insignia que tradicionalmente entrega el rey Felipe en octubre en el Teatro Campoamor de Oviedo.


 

 

Las Mejores Películas de Billy Wilder

Las 10 Mejores Películas de Billy Wilder

Nacido en Sucha, Galicia, Imperio Austrohúngaro (hoy Polonia), Samuel Wilder (posteriormente Billy Wilder) ha pasado ha ser reconocido como uno de los mejores directores de la historia del cine por méritos propios. Aportó a esta mismo al menos cinco obras maestras, y otro buen número de grandes cintas que no han envejecido apenas. 
Portador de un humor cínico, y a veces irreverente, Billy Wilder supo hacer gala también de la mayor corrección y elegancia visual posible, al alcance solo de unos pocos, en sus películas sabiendo alternar humor, drama, suspense, e incluso acción. Sus guiones, con algunos de los mejores diálogos de la historia, han transformado sus historias en auténticas joyas que han influido de manera infinita a los autores de la actualidad.
Ganador de 5 Oscars, 2 Globos de Oro, una Palma de Cannes, y otro gran número de premios, este alumno aventajado del gran maestro Ernst Lubitsch ha dejado para la posteridad un sin fin de geniales anécdotas que reflejan su personalidad y carácter, y que ayudan a comprender mejor aún sus películas.
En 1952 le pidieron un listado con sus 10 películas favoritas. Hoy, me gustaría dejaros las mías, pero de este gran maestro. Es, sin duda alguna, una tarea complicada y en la que no necesariamente podría coincidir con el lector, pero algo es seguro: nadie dirá que ninguna de ellas no es una gran película. Son de Billy Wilder.
Estas son las diez cintas escogidas, ordenadas cronológicamente:
Double Indemnity (Perdición, 1944)
Con 38 años, Wilder salta a la fama con esta obra maestra considerada como una de las primeras, sino la primera, cinta de cine negro.
 Asentó, sin duda alguna, las bases de este género definitivamente con una historia de suspense e intriga que pocos han superado a día de hoy. 
Consiguió 7 nominaciones a los Oscar, incluyendo Película, Director y Guión.
 
The Lost Weekend (Días sin huella, 1945)
Al año siguiente volvió por todo lo alto con otra obra maestra. En este caso se centró en el alcoholismo del protagonista, y los esfuerzos de este para dejar dicho vicio. Analiza la autodestrucción a la que se sometido y las consecuencias que este conlleva. Una película que aún a día de hoy impacta al espectador.
Ganó 4 Oscar, incluyendo Película, Director y Guión.
Sunset Boulevard (El Crepúsculo de los Dioses, 1950)
Al poco de llegar a Hollywood, Wilder se sintió atraído por las antiguas estrellas del cine mudo que tanto le habían cautivado de joven y que ahora vivían aisladas del mundo en sus grandes mansiones tratando de evitar que el tiempo pasara para ellas mientras se marchitaban lentamente. El hecho de como la industria había dado la espalda a estos a pesar de su gran contribución al cine llamó la atención al director, que decidió contarlo en una historia sobre los excesos de la fama, la fortuna, el glamour, la pérdida de estos, y el ansia de recuperarlos a cualquier precio.
Consiguió 11 nominaciones a los Oscar, incluyendo Película, Director y Guión, ganando este último, además de otros dos.
Ace in the Hole (El Gran Carnaval, 1951)
Si el año anterior había realizado una feroz crítica a la industria que le daba de comer, con su siguiente película iba a seguir los mismos pasos contra la primera industria que le alimentó, el periodismo. Conocedor de las tácticas de los periodistas para obtener fama y fortuna a costa de sus historias (sean reales o no), en este caso vemos como un hombre pone en peligro la vida de otro para que la noticia dure el mayor tiempo posible beneficiándose de tener la primicia en busca del éxito. No solo el mundo del periodismo es retratado, también la atracción de la sociedad y la hipocresía que despierta ante las desgracias ajenas. 
Consiguió 1 nominación al Oscar en Mejor Guión. Curiosamente, la película fue un gran fracaso.
Stalag 17 (Traidor en el Infierno, 1953)
Billy Wilder fue uno de los números directores que durante la II Guerra Mundial pusieron su granito de arena en lo referente a documentación bélica. Si bien no estuvo en el frente, si tuvo el desagradable honor de rodar en alguno de los campos de concentración nazis que las tropas aliadas iban liberando. Debido a razones personales, jamás realizó una película que tratara el tema (si bien se dice que estuvo cerca de rodar La Lista de Schindler), si que dirigió una cinta sobre un campo de concentración, aunque en este caso de prisioneros de guerra. Wilder combina en esta cinta su típico humor ácido con escenas y situaciones más crudas que pocos directores supieron retrataron con mayor acierto en su época.
Consiguió 3 nominaciones al Oscar, incluyendo Mejor Director. Obtuvo el de Mejor Actor.
Witness for the Prosecution (Testigo de Cargo, 1957)
Un gran sector de la crítica la considera su mejor película. Dependerá de cada uno, pero algo es cierto: Wilder jugó en esta cinta a ser Hitchcock y consiguió un resultado igual o incluso superior al mejor trabajo del director británico. Basado en un relato corto de Agatha Christie, Wilder supo combinar nuevamente las bases del cine de juicios e intriga, con su toque de humor único. Con uno de los mejores finales de la historia, la cinta pide al espectador no revelar el final a otro que no lo haya visto para así mantener la tensión hasta el final.
Consiguió 6 nominaciones al Oscar, incluyendo Mejor Película y Director.

The Spirit of St. Louis (El héroe solitario, 1957)
Si podemos catalogar el cine de Wilder como Wilderiano, esta cinta sería sin duda alguna la menos Wilderiana de su filmografía. Esta película, en la que se narra parte de la vida del famoso piloto Charles Lindberg, y su histórico y peligroso vuelo transoceánico, es una rara avis en el cine de Wilder, pero no por ello deja de ser peor que otras cuantas. De hecho, es in duda alguna su película más infravalorada, ya que si al menos El Gran Carnaval es una película que se ha reivindicado con el paso de los años, esta sigue aún en el limbo, con único aliciente al parecer, de ser la única colaboración entre el director y el legendario James Stewart. A pesar de conocer el final por ser un hecho mundialmente conocido, la tensión constante y reinante en la película en las escenas del avión son dignas de elogio, más cuando Wilder estaba acostumbrado a otro tipo de cine completamente distinto. Creo que esta película merece una nueva oportunidad por parte del espectador.
Consiguió una nominación al Oscar.

Some Like It Hot (Con Faldas y lo loco, 1959)
Siendo considerada como la comedia más brillante de la historia del cine, ¿hace falta decir algo más? Bueno, sí. Nadie es perfecto.
Se hizo con seis nominaciones, destacando Director y Guión.


The Apartament (El Apartamento, 1960)
Aunque esté catalogada como comedia, en las lineas de este soberbio guión se esconde torpemente una magnífica y trágica historia de amor en la que más de uno se podrá sentir identificado, y que no es más que otra ácida crítica a la sociedad, al estilo de vida norteamericano, y al capitalismo. Una trama realmente inmoral para la época en busca del final menos infeliz posible.
Con esta cinta Wilder arrasó en los Oscar. Mejor Película, Director y Guión, más otros dos.